Pregunta de la revisión
¿Cuáles son los beneficios y los perjuicios del entrenamiento en habilidades sociales para los niños y adolescentes con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)?
Antecedentes
Los niños y adolescentes con TDAH experimentan hiperactividad, impulsividad, problemas de atención y dificultades en las interacciones sociales. El entrenamiento en habilidades sociales para el TDAH busca mejorar y mantener la interacción social y prevenir las dificultades interpersonales. Los programas tienden a centrarse en la resolución de problemas, el control de las emociones y la comunicación verbal y no verbal. Se examinaron los beneficios y los perjuicios del entrenamiento en habilidades sociales con los siguientes resultados: habilidades sociales, competencias emocionales, conducta general, síntomas del TDAH y rendimiento escolar.
Características de los estudios
Se encontraron 25 ensayos clínicos aleatorizados (estudios en los que los participantes con TDAH fueron asignados al azar a uno de dos o más grupos) que incluían un total de 2690 participantes. Los ensayos duraron entre cinco semanas y dos años. El entrenamiento en habilidades sociales en general se centró en enseñarles a los niños cómo “leer” las señales sutiles en las interacciones sociales, como por ejemplo, aprender a esperar su turno, saber cuándo cambiar de tema durante una conversación, y poder reconocer las expresiones emocionales de los otros. El entrenamiento de habilidades sociales a menudo consiste en representación de roles, ejercicios y juegos, así como en deberes para hacer fuera de la sesión de entrenamiento. Los niños de los grupos de control no recibieron ninguna intervención o fueron colocados en una lista de espera.
Resultados clave
No se encontraron diferencias significativas entre el entrenamiento en habilidades sociales versus los controles de las habilidades sociales, las competencias emocionales y el comportamiento general según la evaluación de los profesores. En comparación con los niños que no tenían entrenamiento en habilidades sociales, los profesores calificaron a los que habían asistido en los grupos de habilidades sociales como los que tenían menos síntomas de TDAH al final del tratamiento. Sin embargo, este hallazgo fue cuestionable porque los otros análisis no lo confirman. No se encontraron indicios de efectos perjudiciales.
Todos los ensayos tuvieron problemas metodológicos como la sobreestimación de los beneficios y la subestimación de los prejuicios. Muchos estudios también fueron difíciles de comparar porque incluían diferentes intervenciones. Los resultados de algunos ensayos no fueron muy precisos, lo que significa que es difícil confiar en los resultados. En siete ensayos, los autores del estudio eran miembros de la junta de compañías farmacéuticas, habían recibido financiación de dichas compañías o habían realizado investigaciones previas sobre el tema.
Interpretación
No podemos concluir si el entrenamiento en habilidades sociales es beneficioso o no para los niños con TDAH. Se necesitan más ensayos clínicos aleatorizados sobre el entrenamiento en habilidades sociales para niños y adolescentes con TDAH que tengan un número suficiente de participantes y una calidad metodológica más alta. La base de la evidencia con relación a los adolescentes es especialmente débil. No se encontraron efectos adversos del tratamiento.
La revisión indica que hay poca evidencia para apoyar o refutar el entrenamiento de las habilidades sociales para los niños y adolescentes con THDA. Es posible que se necesiten más ensayos con bajo riesgo de sesgo y un número suficiente de participantes para determinar la eficacia del entrenamiento en habilidades sociales versus ningún entrenamiento para el TDAH. La base de evidencia con respecto a los adolescentes es especialmente débil.
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en los niños se asocia con hiperactividad e impulsividad, problemas de atención y dificultades con las interacciones sociales. El tratamiento farmacológico puede aliviar los síntomas del TDAH, aunque rara vez resuelve las dificultades con las interacciones sociales. Los niños con TDAH pueden beneficiarse de intervenciones diseñadas para mejorar sus habilidades sociales. Se examinaron los beneficios y los perjuicios del entrenamiento en habilidades sociales con los siguientes resultados: habilidades sociales, competencias emocionales, conducta general, síntomas del TDAH y rendimiento escolar.
Evaluar los efectos del entrenamiento de habilidades sociales en niños y adolescentes con TDAH.
En julio de 2018, se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, PsycINFO, otras cuatro bases de datos y dos registros de ensayos. También se realizaron búsquedas en los resúmenes de congresos en línea y se estableció contacto con los expertos en el campo para obtener información sobre ensayos clínicos aleatorios no publicados o en curso. No limitamos nuestras búsquedas por idioma, año de publicación, o tipo o estado de publicación, y buscamos la traducción de las secciones relevantes de los artículos en idiomas distintos del inglés.
Ensayos clínicos aleatorizados que investigan el entrenamiento en habilidades sociales versus ninguna intervención o control en lista de espera, con o sin tratamiento farmacológico, de ambos grupos de comparación de niños y adolescentes con TDAH.
La revisión se realizó según el Manual Cochrane para Revisiones Sistemáticas de Intervenciones (Cochrane Handbook for Systematic Reviews of Interventions). Los análisis se realizaron mediante Review Manager 5 y el programa informático Trial Sequental Analysis. Se evaluó el sesgo según los dominios para los errores sistemáticos. La certeza de la evidencia se evaluó mediante los criterios GRADE.
Se incluyeron 25 ensayos clínicos aleatorizados descritos en 45 informes. Los ensayos incluyeron un total de 2690 participantes de entre cinco y 17 años de edad. En 17 ensayos, a los participantes también se les diagnosticó varias comorbilidades.
Las intervenciones de habilidades sociales se describieron como: 1) entrenamiento en habilidades sociales, 2) terapia cognitivo conductual, 3) terapia conductual multimodal/psicosocial, 4) terapia de habilidades de atención y vida infantil, 5) entrenamiento en habilidades para la vida, 6) el "programa horizonte desafiante", 7) autoinstrucción verbal, 8) entrenamiento meta-cognitivo, 9) terapia conductual, 10) terapia de habilidades sociales y conductuales, y 11) terapia psicosocial. Las intervenciones de control fueron ninguna intervención o lista de espera.
La duración de las intervenciones osciló entre cinco semanas y dos años. Se consideró que el contenido de las intervenciones en habilidades sociales era comparable y se basaba en un modelo cognitivo-conductual. La mayoría de los ensayos compararon el entrenamiento de las habilidades sociales del niño y el entrenamiento de los padres más medicación versus medicación sola. Algunas de las intervenciones experimentales también incluyeron consultas con los profesores.
Más de la mitad de los ensayos estuvieron en riesgo de sesgo alto con respecto a la generación de la secuencia de asignación y a la ocultación de la asignación. Ningún ensayo informó sobre el cegamiento de los participantes y el personal. La mayoría de los ensayos no informaron sobre las diferencias entre los grupos en cuanto a la medicación para los trastornos comórbidos. Se utilizaron todos los ensayos elegibles en los metanálisis, pero se redujo la certeza de la evidencia a baja o muy baja.
No se encontró ningún efecto de tratamiento clínicamente relevante de las intervenciones de habilidades sociales en las medidas de resultado primarias: habilidades sociales calificadas por el profesor al final del tratamiento (diferencia de medias estandarizada (DME) 0,11; intervalo de confianza (IC) del 95%: 0,00 a 0,22; 11 ensayos, 1 271 participantes; I2 = 0%; P = 0.05); competencias emocionales calificadas por el profesor al final del tratamiento (DME -0,02; IC del 95%: -0,72 a 0,68; dos ensayos, 129 participantes; I2 = 74%; p = 0,96); o en la conducta general calificada por el profesor (DME -0,06 (valor negativo mejor), IC del 95%: -0,19 a 0,06; ocho ensayos, 1002 participantes; I2 = 0%; p = 0,33). El efecto sobre la medida de resultado primaria, habilidades sociales calificadas por el profesor al final del tratamiento, corresponde a una DM de 1,22 puntos en la escala del sistema de calificación de habilidades sociales (SSRS) (IC del 95%: 0,09 a 2,36). La diferencia mínima clínicamente relevante (10%) en el SSRS es de 10,0 puntos (rango de 0 a 102 puntos en el SSRS).
Se encontró evidencia a favor del entrenamiento en habilidades sociales sobre los síntomas centrales del TDAH clasificados por el profesor al final del tratamiento en todos los ensayos elegibles (DME -0,26; IC del 95%: -0,47 a -0,05; 14 ensayos, 1 379 participantes; I2 = 69%; P = 0,02), pero el hallazgo es cuestionable debido a la falta de apoyo de los análisis de sensibilidad, el alto riesgo de sesgo, la falta de significación clínica, la alta heterogeneidad y la baja certeza.
Los estudios no informaron eventos adversos graves o no graves.
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