¿Cuál es el problema?
Los pacientes que requieren hemodiálisis (HD) prolongada, debido a la funcionalidad deficiente de los riñones, necesitan un método confiable y eficiente de circulación sanguínea a altas velocidades entre el cuerpo y la máquina de hemodiálisis. Los injertos arteriovenosos (IAV) y las fístulas arteriovenosas (FAV) son los dos métodos principales para lograr este acceso vascular prolongado. Una FAV es una conexión directa (fístula) generada quirúrgicamente entre una arteria y una vena del paciente. Un IAV es un tubo flexible, hueco y sintético (injerto) que conecta indirectamente una arteria con una vena del paciente y, por lo general, se utiliza cuando no se puede crear una fístula. Durante la hemodiálisis, se perfora la fístula o el injerto con agujas (inserción de cánulas) conectadas a la máquina de diálisis. La permeabilidad de estas conexiones artificiales se puede bloquear con coágulos de sangre (trombosis) o por el estrechamiento (estenosis) de la vena. El riesgo de que ocurra lo anterior es menor con las FAV, por ello es el método preferido. Cuando efectivamente ocurre un bloqueo, no se puede realizar la HD y se debe recurrir de forma urgente a procedimientos quirúrgicos o radiológicos de rescate. Los aceites de pescado con ácido graso omega-3 pueden reducir la viscosidad de la sangre y tal vez logran reducir el riesgo de coágulos sanguíneos y el estrechamiento de los vasos sanguíneos, por lo que podrían mejorar el acceso vascular prolongado y la calidad de la HD.
¿Qué se hizo?
Se obtuvieron los datos de los estudios que analizaron a pacientes en HD que recibieron suplementos de aceites de pescado con ácido graso omega-3 versus placebo y que informaron sobre los resultados de la prevención del bloqueo del acceso vascular y de los siguientes efectos secundarios: muerte, hospitalización, eventos cardiovasculares, hemorragia grave, hemorragia leve, eventos gastrointestinales y otros eventos adversos. Los resultados de los pacientes con FAV e IAV se analizaron e informaron por separado.
¿Qué se encontró?
Se encontraron cinco ensayos controlados aleatorios (ECA) que incluyeron un total de 833 participantes; uno fue un estudio piloto muy pequeño con siete participantes. Cuatro estudios incluyeron a pacientes con IAV; solo hubo un estudio de FAV. Los resultados se midieron durante un período de seis o 12 meses. Hubo reservas acerca de la calidad general de todos los estudios, por lo que la incertidumbre de la evidencia fue moderada a alta. En los pacientes con FAV, hubo evidencia de certeza moderada de que los suplementos de aceite de pescado no previenen el bloqueo ni producen efectos perjudiciales adicionales, pero la evidencia proviene de solo un estudio. En los pacientes con IAV, la incertidumbre de la evidencia fue grande en la prevención del bloqueo o con respecto a la ocurrencia de efectos perjudiciales graves, pero puede haber un aumento en el riesgo de efectos secundarios digestivos leves como la sensación de distensión abdominal, las flatulencias o el sabor a pescado en la boca.
Conclusiones
Existe una escasa cantidad de datos de calidad alta sobre los efectos beneficiosos de la administración de suplementos de aceite de pescado con omega-3 para prevenir el bloqueo de la HD en pacientes con insuficiencia renal. No se encontró evidencia sólida de que el aceite de pescado con omega-3 pueda prevenir el bloqueo del acceso vascular durante la HD ni aumentar el riesgo de efectos secundarios graves o no graves. Toda la evidencia sobre la prevención de los bloqueos proviene de solo uno o dos estudios, por lo tanto, se necesitan más estudios y de mayor calidad.
En los pacientes con IRC con una FAV, existe certeza moderada de que la administración de suplementos de ácidos grasos omega-3 tiene un efecto escaso o nulo en la prevención de la pérdida de la permeabilidad; y en los pacientes con IAV, hay mucha incertidumbre sobre el efecto de la administración de suplementos con ácidos grasos omega-3 en la prevención de la pérdida de la permeabilidad en el transcurso de 12 meses.
Para lograr una hemodiálisis (HD) de alta calidad en los pacientes con enfermedad renal crónica terminal o con estadios más graves (insuficiencia renal terminal [IRT]) es necesario mantener la permeabilidad del acceso vascular prolongado. La administración de suplementos orales de ácidos grasos omega-3 podría ayudar a prevenir el bloqueo del acceso vascular al reducir el riesgo de trombosis y estenosis.
Evaluar la eficacia y la seguridad de la administración de suplementos de ácidos grasos omega-3 versus placebo o ningún tratamiento para mantener la permeabilidad del acceso vascular en los pacientes con IRT sometidos a HD.
Se realizaron búsquedas en el registro de estudios del Grupo Cochrane de Riñón y Trasplante (Cochrane Kidney and Transplant Register of Studies) hasta el 23 de julio de 2018 mediante contacto con el especialista en información, utilizando términos de búsqueda relevantes para esta revisión. Los estudios en el registro se identifican mediante búsquedas en CENTRAL, MEDLINE y EMBASE, en actas de congresos, en el International Clinical Trials Register (ICTRP) Search Portal, y en ClinicalTrials.gov.
Ensayos controlados aleatorios (ECA) de ácidos grasos omega-3 versus placebo que evaluaron la permeabilidad de los tipos de acceso vascular, fístula arteriovenosa (FAV) o injerto arteriovenoso (IAV), en pacientes con IRT.
El riesgo de sesgo de cada estudio elegible se evaluó con la herramienta Cochrane de riesgo de sesgo y se evaluó el riesgo general de sesgo por separado con respecto a los resultados de eficacia y de seguridad. La certeza de la evidencia se evaluó con el enfoque GRADE. El resultado primario de eficacia fue la pérdida de permeabilidad vascular y los resultados de seguridad primarios fueron la ocurrencia de eventos adversos graves (p.ej., muerte, hospitalización, eventos cardiovasculares, hemorragia grave). Los resultados secundarios fueron la aparición de eventos adversos no graves (p.ej., hemorragia leve, eventos gastrointestinales y otros eventos adversos). Los efectos de eficacia se informaron como cocientes de riesgos (CR) y los efectos de seguridad como diferencias de riesgos (DR) con intervalos de confianza (IC) del 95%. Los estudios se agruparon por separado según el tipo de acceso vascular mediante un modelo de efectos aleatorios.
Se incluyeron cinco estudios (833 participantes); uno fue un estudio piloto muy pequeño con siete participantes. Todos los estudios compararon suplementos orales de ácidos grasos omega-3 versus placebo. Cuatro estudios incluyeron a participantes con injertos arteriovenosos (IAV) y el otro incluyó a participantes con fístulas arteriovenosas (FAV). El riesgo de sesgo para los resultados de eficacia y de seguridad fue incierto en todos los estudios, principalmente debido al informe incompleto de la ocultación de la asignación y el seguimiento incompleto de los estudios.
En los pacientes con FAV, la administración de suplementos de ácidos grasos omega-3 probablemente logra un efecto escaso o nulo en el riesgo de pérdida de la permeabilidad a los 12 meses (un estudio, 536 participantes: CR 1,01; IC del 95%: 0,84 a 1,21; evidencia de certeza moderada), el riesgo de muerte (un estudio, 567 participantes: DR 0,00; IC del 95%: -0,03 a 0,02; evidencia de certeza moderada) y el riesgo de hospitalización (un estudio, 567 participantes: DR 0,00; IC del 95%: -0,08 a 0,08; evidencia de certeza baja). No hubo información sobre los eventos cardiovasculares ni sobre la hemorragia grave.
En los pacientes con IAV, existe mucha incertidumbre con respecto a si la administración de suplementos de ácidos grasos omega-3 reduce el riesgo de pérdida de la permeabilidad en el transcurso de seis meses (dos estudios, 41 participantes: CR 0,91; IC del 95%: 0,36 a 2,28; evidencia de certeza muy baja) o 12 meses (dos estudios, 220 participantes: CR 0,59; IC del 95%: 0,27 a 1,31; evidencia de certeza muy baja). La administración de suplementos de ácidos grasos omega-3 probablemente logra un efecto escaso o nulo en el riesgo de muerte en el transcurso de seis a 12 meses en los pacientes con IAV (cuatro estudios, 261 participantes: DR 0,01; IC del 95%: -0,05 a 0,07; evidencia de certeza baja). Existe mucha incertidumbre con respecto a si la administración de suplementos de ácidos grasos omega-3 aumenta el riesgo de hospitalización (tres estudios, 65 participantes: DR 0,08; IC del 95%: -0,11 a 0,28; evidencia de certeza muy baja), cambia el riesgo de eventos cardiovasculares (cuatro estudios, 261 participantes: DR -0,02; IC del 95%: -0,11 a 0,07; evidencia de certeza muy baja) o aumenta el riesgo de hemorragia grave (tres estudios, 65 participantes: DR 0,08; IC del 95%: -0,11 a 0,28; evidencia de certeza muy baja) en el transcurso de seis a 12 meses en los pacientes con IAV. Puede haber un aumento en el riesgo de reacciones adversas gastrointestinales leves (tres estudios, 65 participantes: DR 0,25; IC del 95%: 0,07 a 0,43; evidencia de certeza baja) como sensación de distensión abdominal, flatulencias o sabor a pescado en la boca.
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