Pregunta de la revisión
A los pacientes con asma se les puede proporcionar un plan de acción personalizado escrito para controlar el asma. Este plan proporciona información sobre qué fármacos deben tomar y cuándo. Otros pacientes pueden recibir educación sobre cómo deben tratar el asma. Esta revisión tuvo como objetivo analizar si el uso de un plan por sí solo o con educación ayuda a mejorar los resultados de los pacientes con asma.
Antecedentes
El asma es una enfermedad que afecta a los pulmones y puede dificultar la respiración de los pacientes. Algunos pacientes pueden controlar el asma muy bien y no los afecta demasiado, pero en otros pacientes el asma puede cambiar y a veces puede empeorar muy rápidamente y con gran frecuencia. Cuando sucede lo anterior, los pacientes pueden acudir al médico o pueden ir al hospital. Cuando el asma empeora, los pacientes pueden tomar fármacos o pueden cambiar la cantidad de fármacos que utilizan para mejorar el asma. Para saber cuándo y cómo se deben cambiar los fármacos, a los pacientes adultos con asma se les puede dar un plan escrito diseñado solo para ellos. A este plan se le llama un plan de acción personalizado para el asma (PAPA). El PAPA dirá a los pacientes cuando necesitan ver al médico y puede incluir educación sobre cómo deben controlar el asma.
Características de los estudios
Se buscaron estudios hasta septiembre 2016. Se encontraron 15 estudios que proporcionaron la información que se estaba buscando al realizar esta revisión. Había participado un total de 3062 pacientes en estos estudios; 2602 pacientes participaron en 11 estudios que consideraron PAPA versus ningún PAPA, y 460 pacientes se incluyeron en cuatro estudios que analizaron PAPA y educación versus educación sola. Catorce estudios duraron seis meses o más. La edad promedio de los pacientes en estos estudios varió de 22 a 49 años. La gravedad del asma varió de moderada a grave. Se pudieron utilizar datos de 10 de estos 15 estudios para informar los hallazgos.
Resultados clave
PAPA solo en comparación con ningún PAPA: Los pacientes que utilizaron un PAPA no mostraron diferencias (buenas ni malas) con respecto a tener que ir al hospital por el empeoramiento del asma en comparación con los pacientes que no utilizaron un PAPA. Este resultado fue igual para los cambios en las puntuaciones de los síntomas del asma y el número de muertes debido al asma. Los pacientes con un PAPA no mostraron mejoría en la calidad de vida en comparación con los que no utilizaron un PAPA, pero la diferencia no fue suficientemente grande para ser significativa.
PAPA más educación en comparación con educación sola: Los autores de la revisión no encontraron una diferencia real (buena ni mala) entre los pacientes que utilizaron un PAPA y educación y los que recibieron educación sola. Este resultado fue igual en todos los resultados, o sea, tener que ir al hospital debido al empeoramiento del asma y cambios en las puntuaciones de los síntomas y de la calidad de vida.
Calidad de la evidencia
La calidad de los 15 estudios incluidos se consideró baja o muy baja porque los pocos estudios incluidos en esta revisión tuvieron problemas con el diseño, que incluyeron cómo se reclutaron a los pacientes en el estudio y cómo se procesaron los datos faltantes de algunos pacientes. Además, los estudios tuvieron problemas con respecto a cómo se debieron procesar los datos de resultado de los pacientes que no finalizaron el estudio. Esto significa que a medida que se completan los estudios futuros y se añaden a futuras versiones de esta revisión, los hallazgos de la revisión pueden cambiar.
El análisis de los estudios disponibles fue limitado debido al informe variable de los resultados primarios y secundarios; por lo tanto, es difícil establecer conclusiones firmes relacionadas con la efectividad de los PAPA en el tratamiento del asma en los pacientes adultos. No se encontró evidencia a partir de ensayos controlados aleatorios de efectos beneficiosos ni perjudiciales adicionales asociados con el uso de PAPA versus ningún PAPA, o PAPA más educación versus educación sola, pero se consideró que la calidad de la evidencia fue baja o muy baja, lo que significa que no es posible tener seguridad con respecto a la magnitud ni a la dirección de los efectos del tratamiento informados. En el contexto de esta advertencia, no se encontraron efectos observables sobre los resultados primarios consulta hospitalaria con una exacerbación del asma, puntuaciones de los síntomas del asma ni eventos adversos. Se recomienda realizar estudios de investigación adicionales, con énfasis particular en resultados clave relevantes para el paciente que incluyen frecuencia de la exacerbación y calidad de vida, en un espectro amplio de pacientes adultos que incluya los mayores de 60 años de edad.
Un objetivo clave en la atención del asma es facultar a cada paciente a tomar el control de su enfermedad. Un plan de acción personalizado para el asma (PAPA), también conocido como plan de acción escrito, plan de acción individualizado o plan de acción para el autocuidado, contribuye a este cometido. El PAPA incluye instrucciones individualizadas para el autocuidado, creadas de forma colaborativa con el paciente para ayudar a mantener el control del asma y recuperar el control en caso de una exacerbación. El PAPA incluye las características iniciales (como el funcionamiento pulmonar), la medicación de mantenimiento y las instrucciones sobre cómo responder al aumento de los síntomas y cuándo solicitar ayuda médica.
Evaluar la efectividad de los PAPA utilizados solos o en combinación con educación, con respecto a los resultados informados por el paciente, el uso de los recursos y la seguridad en pacientes adultos con asma.
Se realizaron búsquedas en el registro especializado de ensayos del Grupo Cochrane de Vías Respiratorias (Cochrane Airways Group), registros de ensayos clínicos, listas de referencias de estudios incluidos, en artículos de revisión y en sitios web de fabricantes relevantes hasta el 14 de septiembre de 2016.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorios (ECA) paralelos, cegados y no cegados, que evaluaron PAPA escritos en pacientes adultos con asma. Los estudios incluidos compararon PAPA solo versus ningún PAPA, o PAPA más educación versus educación sola.
Dos autores de la revisión extrajeron de forma independiente las características de los estudios, los datos de resultados y evaluaron el riesgo de sesgo para cada estudio incluido. Los resultados primarios fueron número de participantes que informaron al menos una exacerbación que requirió una consulta al servicio de urgencias (SU) u hospitalización, puntuaciones de los síntomas del asma en una escala validada y eventos adversos (todas las causas). Los resultados secundarios fueron calidad de vida medida en una escala validada, número de participantes que informaron al menos una exacerbación que requirió corticosteroides sistémicos, función respiratoria y días de ausencia al trabajo o al estudio. Se utilizó un modelo de efectos aleatorios para todos los análisis y los métodos Cochrane estándar desde el principio hasta el final.
Se identificaron 15 estudios descritos en 27 artículos que cumplieron los criterios de inclusión. Estos 15 estudios incluidos asignaron al azar a un total de 3062 participantes (PAPA versus ningún PAPA: 2602 participantes; PAPA más educación versus educación sola: 460 participantes). Diez estudios (ocho PAPA versus ningún PAPA; dos PAPA más educación versus educación sola) proporcionaron datos de resultado que contribuyeron a los análisis cuantitativos. La calidad general de la evidencia se calificó como baja o muy baja.
Catorce estudios duraron seis meses o más, y el estudio restante duró 14 semanas. Cuando se informaron, la media de la edad varió de 22 a 49 años y la gravedad del asma varió de riesgo leve a grave/alto.
PAPA solo en comparación con ningún PAPA
Los resultados no mostraron efectos beneficiosos ni perjudiciales claros asociados con los PAPA con respecto al número de participantes que requirieron una consulta al SU u hospitalización por una exacerbación (odds ratio [OR] 0,75; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,45 a 1,24; 1385 participantes; cinco estudios; evidencia de baja calidad), cambio a partir del inicio en los síntomas del asma (diferencia de medias [DM] -0,16; IC del 95%: -0,25 a - 0,07; 141 participantes; un estudio; evidencia de baja calidad) ni en el número de eventos adversos graves, que incluye la muerte (OR 3,26; IC del 95%: 0,33 a 32,21; 125 participantes; un estudio; evidencia de muy baja calidad). Los datos mostraron una mejoría estadísticamente significativa en las puntuaciones de calidad de vida en los pacientes que recibieron PAPA en comparación con ningún PAPA (DM 0,18; IC del 95%: 0,05 a 0,30; 441 participantes; tres estudios; evidencia de baja calidad), pero este resultado estuvo por debajo del umbral para una diferencia mínima clínicamente importante (DMCI). Los resultados tampoco mostraron efectos beneficiosos ni perjudiciales claros asociados con los PAPA en el número de participantes que informaron al menos una exacerbación que requirió corticosteroides orales (OR 1,45; IC del 95%: 0,84 a 2,48; 1136 participantes; tres estudios; evidencia de muy baja calidad) ni sobre la función respiratoria (cambio a partir del inicio en el volumen espiratorio forzado en un segundo [VEF1]: DM -0,04 l; IC del 95%: -0,25 a 0,17; 392 participantes; tres estudios; evidencia de baja calidad). En un estudio, los PAPA se asociaron con significativamente menos días de ausencia al trabajo o al estudio (DM -6,20; IC del 95%: -7,32 a -5,08; 74 participantes; evidencia de baja calidad).
PAPA más educación en comparación con educación sola
Los resultados no mostraron efectos beneficiosos ni perjudiciales claros asociados con agregar un PAPA a la educación con respecto al número de participantes que requirieron una consulta al SU u hospitalización por una exacerbación (OR 1,08; IC del 95%: 0,27 a 4,32; 70 participantes; un estudio; evidencia de muy baja calidad), cambio a partir del inicio en los síntomas del asma (DM -0,10; IC del 95%: -0,54 a 0,34; 70 participantes; un estudio; evidencia de baja calidad), cambio en las puntuaciones de calidad de vida a partir del inicio (DM 0,13; IC del 95%: -0,13 a 0,39; 174 participantes; un estudio; evidencia de baja calidad) ni en el número de participantes que requirieron corticosteroides orales por una exacerbación (OR 0,28; IC del 95%: 0,07 a 1,12; 70 participantes; un estudio; evidencia de muy baja calidad). Ningún estudio informó eventos adversos graves, función respiratoria ni días de ausencia al trabajo o al estudio.