Intervenciones en el lugar de trabajo para el aumento de la capacidad de estar de pie o de caminar con objeto de disminuir los síntomas musculoesqueléticos en trabajadores sedentarios

¿Por qué es importante aumentar el número de personas que están de pie o caminan en el trabajo?

El número de personas que trabajan en empleos sedentarios ha aumentado en las últimas décadas. Muchas de estas personas se quejan de síntomas musculoesqueléticos. Las intervenciones para mejorar la capacidad de caminar o estar de pie en el trabajo han sido efectivas para reducir el tiempo que se permanece sentado en el trabajo. Sin embargo, aún no está claro si estas intervenciones son efectivas para reducir la intensidad o la presencia de síntomas musculoesqueléticos entre los trabajadores de oficina.

Propósito de esta revisión
Se deseaba conocer los efectos de las intervenciones dirigidas a aumentar la capacidad de estar de pie o de caminar para disminuir los síntomas musculoesqueléticos en trabajadores sedentarios. Se realizaron búsquedas en la literatura en varias bases de datos hasta enero de 2019.

¿Qué ensayos encontraron los autores de la revisión?
Se encontraron diez estudios realizados con un total de 955 empleados con trastornos musculoesqueléticos de países de ingresos altos. Cuatro estudios evaluaron los cambios en el entorno físico del trabajo mediante la provisión de puestos de trabajo para estar de pie y sentado o en cinta rodante, dos estudios evaluaron enfoques individuales que incluían el uso de un rastreador de actividades, y cinco estudios utilizaron intervenciones de componentes múltiples e intervenciones de asesoramiento. Sin embargo, ningún estudio se centró de manera exclusiva en las intervenciones a nivel de la organización.

Efectos de los cambios en el entorno físico del trabajo

La evidencia disponible es insuficiente para demostrar la efectividad de las estaciones de trabajo con escritorios para estar de pie y sentado o con cinta rodante para reducir la intensidad de los síntomas de la zona lumbar y dorsal de la espalda.

Efectos de las intervenciones dirigidas al individuo

La efectividad de un rastreador de actividad comparado con una intervención alternativa o ninguna intervención para reducir la intensidad o la presencia de síntomas en la zona lumbar de la espalda, la zona dorsal de la espalda, el cuello, los hombros y los codos/muñecas y manos no puede determinarse sobre la base de la evidencia disponible al momento del seguimiento a corto plazo (menos de seis meses).

Efectos de las intervenciones dirigidas a la organización

Ningún estudio disponible ha examinado la efectividad de las intervenciones dirigidas únicamente a nivel organizacional.

Efecto de la combinación de intervenciones múltiples

La evidencia disponible es insuficiente para demostrar la efectividad de la combinación de intervenciones múltiples para reducir las proporciones de pacientes con dolor en la zona dorsal o lumbar de la espalda al momento del seguimiento a corto plazo (menos de seis meses), del seguimiento a plazo medio (entre seis y 12 meses) o del seguimiento a largo plazo (12 meses o más).

Conclusiones

La revisión no encontró de manera concluyente que las intervenciones para aumentar la capacidad para estar de pie o caminar fueran efectivas para reducir la intensidad o la presencia de síntomas musculoesqueléticos entre los trabajadores sedentarios a corto, medio o largo plazo. Este hecho puede deberse en parte a la calidad de la evidencia, que es baja o muy baja, debido en gran medida al diseño del estudio y al tamaño de la muestra pequeño. Algunas intervenciones que se centraron en los cambios en el ambiente de trabajo, como el uso de escritorios para estar de pie y sentado, sugieren una mejoría en los síntomas musculoesqueléticos. Por lo tanto, se necesitan estudios adicionales de mayor escala y duración que recluten a personas con síntomas musculoesqueléticos iniciales para determinar si las intervenciones para aumentar la capacidad de estar de pie o de caminar pueden reducir los síntomas musculoesqueléticos entre los trabajadores sedentarios, y si estos cambios pueden mantenerse.

Conclusiones de los autores: 

La evidencia limitada actualmente disponible no muestra que las intervenciones para aumentar la capacidad de estar de pie o caminar en el lugar de trabajo reduzcan los síntomas musculoesqueléticos entre los trabajadores sedentarios al momento del seguimiento a corto, medio o largo plazo. La calidad de la evidencia es baja o muy baja, debido en gran medida al diseño del estudio y al tamaño reducido de las muestras. Aunque los resultados de esta revisión no son estadísticamente significativos, algunas intervenciones dirigidas al entorno de trabajo físico sugieren un efecto de la intervención. Por lo tanto, en el futuro, se necesitan ECA grupales más grandes que recluten a participantes con síntomas musculoesqueléticos iniciales y resultados a largo plazo para determinar si las intervenciones para aumentar la capacidad de estar de pie o de caminar pueden reducir los síntomas musculoesqueléticos entre los trabajadores sedentarios y si dicha reducción puede mantenerse con el tiempo.

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Antecedentes: 

La prevalencia de los síntomas musculoesqueléticos entre los trabajadores sedentarios es alta. Se ha encontrado que las intervenciones que promueven la posibilidad de estar de pie o caminar en el trabajo reducen el tiempo sedentario durante el periodo de trabajo, aunque no está claro si estas intervenciones mejoran los síntomas musculoesqueléticos en los trabajadores sedentarios.

Objetivos: 

Investigar la efectividad de las intervenciones en el lugar de trabajo para aumentar la capacidad de estar de pie o caminar y disminuir los síntomas musculoesqueléticos en los trabajadores sedentarios.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL), MEDLINE, Embase, OSH UPDATE, PEDro, ClinicalTrials.gov, y el portal de búsqueda de la International Clinical Trials Registry Platform (ICTRP)de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta enero de 2019. También se revisaron las listas de referencias de los estudios primarios y se estableció contacto con expertos para identificar estudios adicionales.

Criterios de selección: 

Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA), ensayos controlados aleatorizados grupales (ECAG), ensayos controlados cuasialeatorizados y estudios controlados del tipo antes y después (CAD) de intervenciones para reducir o interrumpir el periodo que se permanece sentado en el lugar de trabajo alentando a los trabajadores con síntomas musculoesqueléticos a ponerse de pie o a caminar en el lugar de trabajo. El resultado primario fue la intensidad o la presencia autoinformadas de síntomas musculoesqueléticos por región corporal y la repercusión de los síntomas musculoesqueléticos como la discapacidad relacionada con el dolor. Se consideró el rendimiento y la productividad en el trabajo, el ausentismo por enfermedad y los eventos adversos como los trastornos venosos o las complicaciones perinatales como resultados secundarios.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión, de forma independiente, examinaron los títulos, los resúmenes y los artículos de texto completo en cuanto a la elegibilidad de los estudios. Dichos autores de la revisión, de forma independiente, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo. Se estableció contacto con los autores de los estudios para solicitar datos adicionales cuando fue necesario. Se utilizaron los criterios GRADE para evaluar la calidad de la evidencia proporcionada por los estudios que contribuyeron a los metanálisis.

Resultados principales: 

Se encontraron diez estudios que incluían tres ECA, cinco ECA grupales y dos estudios CAD con un total de 955 participantes, todos de países de ingresos altos. Las intervenciones se centraron en los cambios en el entorno físico del trabajo, como la provisión de puestos de trabajo para estar de pie y sentado o en cinta rodante (cuatro estudios), un rastreador de actividades (dos estudios) para su uso en enfoques individuales, e intervenciones de componentes múltiples (cinco estudios). No se encontraron estudios que se centraran específicamente en los componentes a nivel de la organización. Dos estudios evaluaron la discapacidad relacionada con el dolor.

Entorno físico del trabajo

No hubo diferencias significativas en la intensidad de los síntomas en la zona lumbar de la espalda (diferencia de medias estandarizada [DME] -0,35; intervalo de confianza [IC] del 95%: -0,80 a 0,10; dos ECA; evidencia de calidad baja) ni en la intensidad de los síntomas en la zona lumbar de la espalda (DME -0,48; IC del 95%: -0,96 a 0,00; dos ECA; evidencia de calidad baja) a corto plazo (menos de seis meses) para las intervenciones que utilizaron estaciones de trabajo para estar de pie y sentado en comparación con ninguna intervención. Ningún estudio examinó los resultados de las molestias a plazo medio (seis a menos de 12 meses) o a largo plazo (12 meses y más). No se observó una reducción significativa de la discapacidad relacionada con el dolor cuando se utilizó una estación de trabajo para estar de pie y sentado en comparación la administración de ninguna intervención a plazo medio (diferencia de medias [DM] -0,4; IC del 95%: -2,70 a 1,90; un ECA; evidencia de calidad baja).

Enfoque individual

No hubo diferencias significativas en la intensidad o la presencia de los síntomas en la zona lumbar de la espalda (DME -0,05; IC del 95%: -0,87 a 0,77; 2 ECA; evidencia de calidad baja), los síntomas en la zona dorsal de la espalda (DME -0,04; IC del 95%: -0,92 a 0,84; 2 ECA; evidencia de calidad baja), los síntomas cervicales (DME -0,05; IC del 95%: -0,68 a 0,78; 2 ECA; evidencia de calidad baja), los síntomas del hombro (DME -0,14; IC del 95%: -0,63 a 0,90; 2 ECA; evidencia de calidad baja), o los síntomas del codo/la muñeca y la mano (DME -0,30; IC del 95%: -0,63 a 0,90; 2 ECA; evidencia de calidad baja) para las intervenciones que incluyen un rastreador de actividad en comparación con una intervención alternativa o ninguna intervención a corto plazo. Ningún estudio proporcionó resultados a plazo medio y solo un estudio examinó los resultados a largo plazo.

Nivel organizacional

Ningún estudio evaluó los efectos de las intervenciones dirigidas únicamente al nivel organizacional.

Enfoque de componentes múltiples

No hubo diferencias significativas en la proporción de participantes que informaron de síntomas en la zona lumbar de la espalda (riesgo relativo [RR] 0,93; IC del 95%: 0,69 a 1,27; 3 ECA; evidencia de calidad baja), síntomas cervicales (RR 1,00; IC del 95%: 0,76 a 1,32; 3 ECA; evidencia de calidad baja), síntomas del hombro (RR 0,83; IC del 95%: 0,12 a 5,80; 2 ECA; evidencia de calidad muy baja) y síntomas en la zona dorsal de la espalda (RR 0,88; IC del 95%: 0,76 a 1,32; 3 ECA; evidencia de calidad baja) para las intervenciones que utilizan un enfoque multicomponente comparado con ninguna intervención a corto plazo. Solo un ECA examinó los resultados a plazo medio y no encontró diferencias significativas en los síntomas en la zona lumbar de la espalda (DM -0,40; IC del 95%: -1,95 a 1,15; un ECA; evidencia de calidad baja), los síntomas en la zona dorsal de la espalda (DM -0,70; IC del 95%: -2,12 a 0,72; evidencia de calidad baja) y los síntomas de las piernas (DM -0,80; IC del 95%: -2,49 a 0,89; evidencia de calidad baja). No hubo diferencias significativas en la proporción de participantes que informaron de síntomas en la zona lumbar de la espalda (RR 0,89; IC del 95%: 0,57 a 1,40; dos ECA; evidencia de calidad baja), síntomas cervicales (RR 0,67; IC del 95%: 0,41 a 1,08; dos ECA; evidencia de calidad baja) y síntomas en la zona dorsal de la espalda (RR 0,52; IC del 95%: 0,08 a 3,29; dos ECA; evidencia de calidad baja) para las intervenciones que utilizaron un enfoque de componentes múltiples, en comparación con ninguna intervención a largo plazo. Hubo una reducción estadísticamente significativa de la discapacidad relacionada con el dolor después de una intervención de componentes múltiples en comparación con ninguna intervención a plazo medio (DM -8,80; IC del 95%: -17,46 a -0,14; un ECA; evidencia de calidad baja).

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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