Mensajes clave
- No se encontró evidencia suficiente para demostrar la eficacia de los antibióticos por vía oral en el tratamiento de la blefaritis de larga duración.
- Uno de los antibióticos analizados podría mejorar algunos aspectos clínicos (síntomas y curso de la enfermedad), pero no hay seguridad acerca de su beneficio en este sentido y también podría causar un mayor número de efectos no deseados.
- Se necesitan más estudios para determinar la eficacia de los antibióticos por vía oral en el tratamiento de la blefaritis de larga duración.
¿Qué es la blefaritis?
La blefaritis es una enfermedad frecuente que afecta a los ojos. Causa inflamación y enrojecimiento en los bordes de los párpados, lo que hace que se sientan doloridos, y una sensación de picor o arenilla en los ojos. Las causas más comunes de la blefaritis son la infección por un tipo de bacteria que vive en la superficie del ojo, o afecciones de la piel como la dermatitis.
¿Cómo se trata la blefaritis?
La blefaritis se suele tratar limpiando regularmente los párpados o utilizando una crema o gotas oculares que contienen un antibiótico (un tipo de medicamento que mata las bacterias). Si éstos no funcionan, se suele administrar antibióticos por vía oral. Sin embargo, no existen guías sobre el tipo de antibiótico que se debe administrar, la dosis que se debe utilizar o la duración del tratamiento.
¿Qué se quería averiguar?
Se quería determinar la eficacia de los antibióticos administrados por vía oral para tratar la blefaritis de larga duración.
¿Qué se hizo?
Se buscaron los estudios que probaran los antibióticos administrados por vía oral para tratar la blefaritis de larga duración.
¿Qué se encontró?
Se encontraron dos estudios en 220 adultos con blefaritis de larga duración. Uno de los estudios se realizó en EE.UU. y duró tres meses; en él se probó el antibiótico doxiciclina en comparación con el tratamiento con placebo (un tratamiento "falso" que no contiene medicamentos, pero que parece idéntico al que se prueba). El otro estudio se realizó en Corea del Sur y probó los efectos de dosis altas o bajas de doxiciclina en comparación con el tratamiento con placebo.
Un estudio fue financiado por una empresa farmacéutica; el otro estudio no informó la fuente de financiación. Los estudios midieron los resultados del tratamiento de diferentes maneras, por lo que no fue posible combinar los resultados de los estudios para analizarlos en conjunto.
¿Cuáles son los resultados principales de esta revisión?
No están claros los efectos de la doxiciclina sobre síntomas como el picor, el ardor y el lagrimeo, evaluados por las personas que participaron en los estudios.
Un estudio midió los cambios en el lagrimeo (lágrimas producidas) del ojo afectado antes y después de un mes de tratamiento. Las dosis altas y bajas de doxiciclina podrían mejorar la capacidad del ojo de producir lágrimas (evidencia de un estudio con 93 personas en cada grupo de dosis).
Un estudio evaluó la sequedad ocular al medir el tiempo que tardaba en aparecer una mancha seca en la superficie del ojo después de parpadear (el "tiempo de ruptura de la película lagrimal"). La administración de doxiciclina (dosis alta y baja) durante un mes podría mejorar los problemas de sequedad (evidencia de un estudio con 93 personas en cada grupo de dosis).
La administración de doxiciclina durante un mes podría causar más efectos no deseados que la administración de un placebo (evidencia de un estudio con 139 personas). El número de efectos no deseados notificados fue mayor en el grupo de dosis altas de doxiciclina.
Ningún estudio midió:
- la cantidad de bacterias presentes en el ojo antes o después del tratamiento;
- el bienestar de las personas (calidad de vida); o
- los costes y beneficios de los tratamientos probados.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
La confianza en la evidencia es muy baja debido a las limitaciones en la forma en que se realizaron los estudios, y porque los resultados de los estudios variaron ampliamente y fueron poco consistentes. Uno de los estudios fue financiado por una empresa farmacéutica, lo que podría haber afectado a la forma en que se diseñó, realizó y publicó el estudio. Es probable que nuevos estudios de investigación cambien y aumenten la confianza en los resultados.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta el 29 de agosto de 2020.
No hubo evidencia suficiente para establecer conclusiones significativas sobre el uso de antibióticos orales para la blefaritis crónica. Evidencia de certeza muy baja indica que los antibióticos orales podrían mejorar los signos clínicos, pero pueden causar más eventos adversos. La evidencia del efecto de los antibióticos orales sobre los síntomas subjetivos es muy incierta. Se necesitan ensayos adicionales para proporcionar evidencia de calidad alta sobre el uso de los antibióticos orales en el tratamiento de la blefaritis crónica.
La blefaritis posterior es frecuente y provoca daños en la superficie ocular y el párpado, así como molestias. Afecta a entre el 37% y el 47% de todos los pacientes oftalmológicos y su incidencia aumenta con la edad. Es una enfermedad multifactorial que se asocia con muchas otras patologías como la rosácea, la meibomianitis y las infecciones. El tratamiento se suele centrar en el alivio de los síntomas mediante el uso de lágrimas artificiales, exfoliación de los párpados y compresas calientes. La enfermedad puede ser muy difícil de tratar adecuadamente una vez que se vuelve crónica. Uno de estos enfoques de tratamiento para la blefaritis crónica es el uso de antibióticos orales por sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Actualmente no existen guías sobre el uso de antibióticos orales, que incluyen el tipo de antibiótico, la dosis y la duración del tratamiento para el tratamiento de la blefaritis crónica.
Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de la administración de antibióticos orales a personas con blefaritis crónica.
Se realizaron búsquedas en el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL) (que contiene el Registro del Grupo Cochrane de Salud ocular y de la visión [Cochrane Eyes and Vision]) (2020, número 8); Ovid MEDLINE; Embase.com; PubMed; la Latin American and Caribbean Health Sciences Literature Database (LILACS); ClinicalTrials.gov, y la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). No se utilizaron restricciones de fecha o idioma en la búsqueda electrónica de los ensayos. La última búsqueda en las bases de datos electrónicas se realizó el 29 de agosto de 2020.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) que compararon antibióticos orales con placebo en participantes adultos con blefaritis crónica (incluida la estafilocócica, la seborreica o la Disfunción de las glándulas de Meibomio [DGM]).
Se utilizó la metodología estándar de Cochrane y la certeza del conjunto de evidencia para seis desenlaces se evaluó mediante el método GRADE.
Se incluyeron dos estudios con 220 participantes (el número de ojos no está claro). Un ECA de grupos paralelos que comparó la doxiciclina oral (40 mg una vez al día) con placebo incluyó a 70 participantes con blefaritis y rosácea facial en los EE.UU. La duración del seguimiento fue de tres meses. Un ECA de tres grupos realizado en Corea del Sur investigó el efecto de la doxiciclina en dosis altas (200 mg dos veces al día) y en dosis bajas (20 mg dos veces al día) versus placebo después de un mes de utilizar la medicación de estudio. Se reclutaron 50 participantes con DMG crónica en cada grupo del estudio (es decir, 150 participantes inscritos en total).
Los dos estudios no evaluaron las mismas medidas de desenlace, lo que impidió realizar cualquier metanálisis. La evidencia del efecto de los antibióticos orales sobre la mejoría subjetiva de los síntomas fue muy incierta. Un estudio indicó que hubo poco o ningún efecto de la doxiciclina oral sobre los síntomas subjetivos según las puntuaciones del Ocular Surface Disease Index (OSDI), que varían de 0 a 100 (la puntuación más alta indica una enfermedad peor) (diferencia de medias [DM] 3,55; intervalo de confianza [IC] del 95%: -4,61 a 11,71; n = 70) y la hiperemia conjuntival bulbar, que varía de 0 (clara) a 4 (grave) (DM -0,01; IC del 95%: -0,38 a 0,36; n = 70) a las 12 semanas. El ECA de tres grupos mostró que la doxiciclina oral podría mejorar ligeramente el número de síntomas (DM -0,56; IC del 95%: -0,95 a -0,17; n = 93 [dosis altas de doxiciclina versus placebo]; DM -0,48; IC del 95%: -0,86 a -0.10; n = 93 [dosis bajas de doxiciclina versus placebo]) y la proporción de participantes con mejoría de los síntomas (razón de riesgos [RR] 6,13; IC del 95%: 2,61 a 14,42; n = 93 [dosis altas de doxiciclina versus placebo]; RR 6,54; IC del 95%: 2,79 a 15,30; n = 93 [dosis bajas de doxiciclina versus placebo]) al mes, pero la evidencia es muy incierta. La certeza de la evidencia para los síntomas subjetivos se consideró muy baja.
Un estudio evaluó la producción de lágrima acuosa mediante la prueba de Schirmer (mm/5 min) (una puntuación más alta indica mejores funcionamiento) y la estabilidad de la película lagrimal midiendo el tiempo de ruptura de la película lagrimal (TRPL) en segundos (una puntuación más alta indica mejores condiciones) al mes. Se encontró evidencia de certeza muy baja de que la doxiciclina oral podría mejorar estos signos clínicos. La DM estimada en la puntuación de la prueba de Schirmer tras un mes de tratamiento fue 4,09 mm (IC del 95%: 2,38 a 5,80; n = 93) en el grupo de dosis altas de doxiciclina versus el grupo placebo y de 3,76 mm (IC del 95%: 1,85 a 5,67; n = 93) en el grupo de dosis bajas de doxiciclina versus el grupo placebo. La DM estimada en el TRPL después de un mes fue 1,58 segundos (IC del 95%: 0,57 a 2,59; n = 93) al comparar el grupo de dosis altas de doxiciclina con el grupo placebo, y 1,70 segundos (IC del 95%: 0,96 a 2,44; n = 93) al comparar el grupo de dosis bajas de doxiciclina con el grupo placebo. Aunque se observó una mejoría en estas puntuaciones, su importancia clínica todavía no está clara.
Un estudio indicó que la doxiciclina oral podría aumentar la incidencia de efectos secundarios graves: 18 (39%) participantes del grupo de dosis altas de doxiciclina, ocho (17%) del grupo de dosis bajas de doxiciclina y tres (6%) de 47 participantes del grupo placebo presentaron efectos secundarios graves (RR 6,13; IC del 95%: 1,94 a 19,41; n = 93 [dosis altas de doxiciclina versus placebo]; RR 2,72; IC del 95%: 0,77 a 9,64; n = 93 [dosis bajas de doxiciclina versus placebo]). Además, un estudio informó de que se observó un caso de migraña y cinco casos de cefalea en el grupo de doxiciclina oral, y un caso de linfoma no Hodgkin en el grupo placebo. La certeza de la evidencia para los eventos adversos se consideró muy baja.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.