¿Por qué se realizó esta revisión?
Una sola crisis epiléptica no provocada es bastante frecuente, y se calcula que entre el 3% y el 4% de la población sufrirá una antes de los 85 años. Esto se traduce en que aproximadamente una de cada 25 personas sufre una crisis epiléptica a lo largo de su vida. Por lo tanto, es de suma importancia que se disponga de datos pronósticos precisos para que los médicos puedan asesorar de forma fiable a las personas sobre el riesgo de sufrir más crisis y los factores que predicen la recurrencia de las crisis epiléptica y, por lo tanto, la aparición de la epilepsia.
¿Cuál es el objetivo de la revisión?
El objetivo principal de esta revisión es proporcionar a las personas que presentan una única crisis, a sus familias y a los médicos que les atienden, información más precisa en relación con el riesgo de nuevas crisis epilépticas no provocadas y la aparición de la epilepsia.
El objetivo adicional de esta revisión es proporcionar a las personas que presentan una única crisis epiléptica, a sus familias y a los médicos que les atienden, información más precisa en relación con el riesgo de muerte prematura tras una crisis epiléptica no provocada.
Mensajes clave
A pesar de algunas diferencias bastante grandes en el diseño de los estudios incluidos en esta revisión, se pudo proporcionar información sobre el riesgo de tener otra crisis a los 6 , 12 y 24 meses.
¿Qué se estudió en la revisión?
Se buscaron estudios relevantes que tuvieran un diseño fiable y que informaran sobre el número de personas que tuvieron una segunda crisis epiléptica después de una primera crisis no provocada. Se encontraron 58 estudios con 12 160 personas. Veintiséis estudios incluyeron solo a niños, 16 solo a adultos y los 16 restantes eran una combinación de niños y adultos. Las personas tenían que haber sido objeto de seguimiento durante un mínimo de seis meses y los estudios debían incluir un número mínimo de 30 personas.
¿Cuáles son los principales resultados de la revisión?
Se recogieron las tasas de segundas convulsiones notificadas a los 6, 12 y 24 meses. A continuación, se combinaron los datos en estos tres puntos temporales y fue posible comparar las probabilidades de sufrir una segunda crisis epiléptica en función del tiempo transcurrido desde la primera. A los seis meses, la probabilidad de sufrir un segundo episodio era del 27%, mientras que al año era del 36% y, por último, a los dos años era del 43%. Las probabilidades de sufrir una segunda crisis epiléptica son ligeramente superiores en los niños que en los adultos.
¿Qué grado de actualización tiene esta revisión?
La evidencia está actualizada hasta marzo de 2021.
A pesar de las limitaciones de los datos (certeza de la evidencia moderada), principalmente relacionadas con la heterogeneidad clínica y metodológica, se han proporcionado estimaciones globales del riesgo probable de recurrencia de las crisis epilépticas a los seis meses, al año y a los dos años, tanto para los niños como para los adultos. Esto proporciona información que probablemente sea útil para el médico que asesora a los pacientes (o a sus padres) sobre el riesgo probable de nuevas convulsiones a corto plazo, al tiempo que reconoce la escasez de datos de recurrencia a largo plazo, en particular más allá de los 10 años.
La epilepsia se define clínicamente como dos o más crisis epilépticas no provocadas con más de 24 horas de intervalo. Dado que un diagnóstico de epilepsia se puede asociar a una morbilidad y mortalidad significativas, es imperativo que los médicos (y las personas con crisis epilépticas y sus familiares) tengan acceso a estimaciones pronósticas exactas y fiables, para orientar la práctica clínica acerca de los riesgos de que aparezcan nuevas crisis no provocadas (y, por definición, un diagnóstico de epilepsia) tras una única crisis epiléptica no provocada.
1. Proporcionar una estimación precisa del porcentaje de personas que van a tener más crisis epilépticas no provocadas en puntos temporales posteriores tras una única crisis epiléptica no provocada (o grupo de crisis epilépticas en un periodo de 24 horas, o un primer episodio de estado epiléptico), de cualquier tipo de crisis (pronóstico general).
2. Evaluar la tasa de mortalidad tras una primera crisis epiléptica no provocada.
Se realizaron búsquedas en las siguientes bases de datos el 19 de septiembre de 2019 y de nuevo el 30 de marzo de 2021, sin restricciones de idioma.
El Registro Cochrane de Estudios (CRS Web), MEDLINE Ovid (1946 hasta el 29 de marzo de 2021), SCOPUS (1823 en adelante), ClinicalTrials.gov, la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos (ICTRP) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El CRS Web incluye ensayos controlados aleatorizados o cuasialeatorizados de PubMed, EMBASE, ClinicalTrials.gov, la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos (ICTRP) de la Organización Mundial de la Salud, el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL) y los registros especializados de los Grupos de Revisión Cochrane, incluido el del Grupo Cochrane de Epilepsia. En MEDLINE (Ovid), la fecha de finalización de la cobertura siempre se retrasa unos días con respecto a la fecha de búsqueda.
Se incluyeron estudios, tanto retrospectivos como prospectivos, de todos los grupo etarios (excepto los del período neonatal [< 1 mes de vida]), de personas con una única crisis no provocada, seguidas durante un mínimo de seis meses, sin límite superior de seguimiento, siendo el desenlace final del estudio la recurrencia de la crisis, la muerte o la pérdida del seguimiento. Para ser incluidos, los estudios debían haber reclutado al menos 30 participantes.
Se excluyeron los estudios que incluían a personas con convulsiones que se producen como resultado de un factor precipitante o provocador agudo, o en estrecha proximidad temporal a una lesión neurológica aguda, ya que no se consideran de etiología epiléptica (convulsiones sintomáticas agudas). También se excluyeron las personas con crisis epilépticas circunstanciales, como las convulsiones febriles.
Dos autores de la revisión examinaron inicialmente los títulos y resúmenes identificados mediante las búsquedas electrónicas y eliminaron los artículos no pertinentes. Se obtuvieron los artículos de texto completo de todos los estudios potencialmente relevantes restantes, o de aquellos cuya relevancia no se pudo determinar a partir del resumen solamente, y dos autores evaluaron de forma independiente su elegibilidad. Todas las discrepancias se resolvieron mediante debate, sin necesidad de recurrir a un tercer autor de la revisión.
Los datos de los estudios incluidos se extrajeron con un formulario de extracción de datos basado en la Checklist for critical appraisal and data extraction for systematic reviews of prediction modelling studies (CHARMS).
A continuación, dos autores de la revisión evaluaron los estudios incluidos, utilizando un enfoque estandarizado basado en la herramienta Quality in prognostic studies (QUIPS), que se adaptó para el pronóstico general (recurrencia de las crisis epilépticas).
Se realizó un metanálisis mediante Review Manager 2014, con un modelo de metanálisis de efectos aleatorios de varianza inversa genérica, que tuvo en cuenta cualquier heterogeneidad entre los estudios en el efecto pronóstico. A continuación, el metanálisis se resumió mediante la estimación agrupada (el efecto medio del factor pronóstico), su intervalo de confianza (IC) del 95%, las estimaciones de I² y Tau² (heterogeneidad), y un intervalo de predicción del 95% para el efecto pronóstico en una única población en tres puntos temporales distintos, 6 meses, 12 meses y 24 meses. Se realizó un análisis de subgrupos en función de las edades de las cohortes incluidas: estudios que incluían todas las edades, estudios que solo reclutaron adultos y los que eran puramente pediátricos.
Cincuenta y ocho estudios (con 54 cohortes), con un total de 12 160 participantes (mediana 147; rango: 31 a 1443), cumplieron los criterios de inclusión para la revisión. De los 58 estudios, 26 eran pediátricos, 16 de adultos y los 16 restantes eran una combinación de población pediátrica y adulta.
La mayoría de los estudios incluidos tenían un diseño de estudio de cohortes, con dos estudios de casos y controles y un estudio de casos y controles anidado. Treinta y dos estudios (29 cohortes) describieron un diseño longitudinal prospectivo, mientras que 15 estudios tenían un diseño retrospectivo y los restantes eran ensayos controlados aleatorizados.
Nueve de los estudios incluidos presentaron datos de mortalidad tras una primera crisis epiléptica no provocada. Para que se incluyera un estudio de mortalidad, debía darse una razón de mortalidad proporcional (RMP) o una razón de mortalidad estandarizada (RME) en un punto temporal específico tras una primera crisis epiléptica no provocada.
Para ser incluido en el metanálisis, el estudio debía presentar datos claros de recurrencia de las crisis epilépticas a los 6, 12 o 24 meses. Se incluyeron 46 estudios en el metanálisis, de los cuales 23 eran pediátricos, 13 eran en adultos y 10 eran una combinación de poblaciones pediátricas y adultas.
Se realizó un metanálisis en tres puntos temporales; seis meses, un año y dos años para todas las edades combinadas, estudios pediátricos y de adultos, respectivamente. Se encontró una recurrencia general estimada de las crisis epilépticas de todos los estudios incluidos a los seis meses del 27% (IC del 95%: 24% a 31%), del 36% (IC del 95%: 33% a 40%) al año y del 43% (IC del 95%: 37% a 44%) a los dos años, con estimaciones ligeramente inferiores para el análisis de subgrupos de adultos y ligeramente superiores para el análisis de subgrupos pediátricos. No fue posible proporcionar una estimación global del riesgo de recurrencia de las crisis epilépticas más allá de estos puntos temporales, ya que la mayoría de los estudios incluidos tuvieron un seguimiento corto y muy pocos estudios presentaron las tasas de recurrencia en un único punto temporal más allá de los dos años. La evidencia presentada se consideró de certeza moderada.
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