La diarrea infecciosa es responsable de miles de muertes todos los días alrededor del mundo y los probióticos se han indicado como un posible tratamiento. Una revisión Cochrane relevante sobre el tema se actualizó por segunda vez en diciembre de 2020 y en este podcast se habla sobre sus hallazgos.
Este podcast ha sido traducido por Yasmín García y locutado por Montse León del Centro Cochrane Iberoamericano.
La diarrea infecciosa es responsable de miles de muertes todos los días alrededor del mundo y los probióticos se han indicado como un posible tratamiento. Una revisión Cochrane relevante sobre el tema se actualizó por segunda vez en diciembre de 2020 y en este podcast se habla sobre sus hallazgos.
Este podcast ha sido traducido por Yasmín García y locutado por Montse León del Centro Cochrane Iberoamericano.
La diarrea infecciosa aguda ocurre en personas de todas las edades, pero especialmente en los niños de los países más pobres. Es causada por diferentes bacterias, virus y parásitos. La mayoría de los episodios duran solo unos pocos días pero, cuando es grave, la pérdida de agua y sales del cuerpo provoca una deshidratación grave e incluso la muerte. Esto convierte a la diarrea en la tercera causa principal de muerte infantil en todo el mundo.
El aspecto más importante del tratamiento médico es prevenir o tratar la deshidratación mediante la administración de más líquidos. Sin embargo, si las intervenciones acortan la duración de la enfermedad, también proporcionarán beneficios adicionales y se ha indicado que los probióticos podrían ayudar.
Los probióticos son bacterias y levaduras vivas que se cree que restauran el equilibrio natural de los microbios en el intestino cuando este se ha visto alterado por una enfermedad. Los probióticos a menudo se describen como bacterias "buenas" o "amigables" y pueden acortar la duración de la diarrea actuando contra los microbios dañinos o reduciendo el daño intestinal que ocurre en la diarrea infecciosa.
Para esta última actualización, se encontraron 82 ensayos aleatorizados en los que participaron más de 12 000 personas con diarrea aguda, principalmente niños. La mayoría de los estudios se realizaron en los países más ricos. Algunos se realizaron en la comunidad y otros en personas ingresadas en el hospital. Todos los pacientes recibieron líquidos de rehidratación apropiados y se asignaron al azar a una preparación probiótica o a una preparación placebo (o "falsa") o a ningún tratamiento adicional.
Los estudios se diseñaron y realizaron de muchas formas diferentes, se probaron una amplia variedad de probióticos y los efectos de los probióticos sobre la diarrea variaron notablemente entre los estudios. Al analizar la calidad de la investigación, se consideró que muchos de los estudios eran de calidad baja y también hubo sospecha de que algunos estudios podrían no haberse publicado si no demostraban que los probióticos son efectivos. No fue posible encontrar estos estudios "negativos" ni incluirlos en la revisión.
Como resultado de las deficiencias en gran parte de la base de evidencia, esta revisión se centró solo en los estudios que se consideraron de calidad alta. Para los desenlaces principales, dos ensayos con casi 1800 niños proporcionaron evidencia de certeza moderada de que el número de niños que tuvieron diarrea que duró más de 48 horas fue similar en los grupos de probióticos y control. Tampoco hubo diferencias en la duración de la diarrea en seis ensayos que incluyeron un poco más de 3000 personas, aunque la certeza de la evidencia fue muy baja para este hallazgo.
Además, no se encontró que la diferencia entre los grupos de probióticos y control dependiera de manera importante de la edad de la persona, el nivel socioeconómico o la gravedad de la diarrea; si recibieron o no antibióticos o zinc; si la diarrea fue causada por rotavirus ni en qué región del mundo se realizó el estudio. Tampoco se encontró evidencia clara de la efectividad de alguna preparación probiótica específica.
Algunos estudios informaron sobre otros desenlaces importantes; y, nuevamente, no se encontraron diferencias entre los grupos de probióticos y control en cuanto a cuántas personas tuvieron diarrea que duró más de 14 días, cuántas personas ingresaron al hospital con diarrea en los estudios realizados en la comunidad o cuánto tiempo permanecieron en el hospital.
En resumen, a pesar del gran número de ensayos, se encontró que la calidad de la evidencia fue débil. Cuando el análisis se limitó a los ensayos de calidad alta, se encontró que los probióticos probablemente dan lugar a poca o ninguna diferencia en el número de personas que tienen diarrea que dura 48 horas o más, y no se sabe si los probióticos reducen la duración de la diarrea aguda. Al considerar todos estos resultados, el mensaje final es que los hallazgos de esta revisión no respaldan el uso de los probióticos para el tratamiento de la diarrea aguda.
Si desea leer la revisión completa, incluidas sus implicaciones para la práctica y la investigación, está disponible en su totalidad en línea. Simplemente vaya a la Biblioteca Cochrane punto com y busque 'probióticos y diarrea' para encontrarla.