Pregunta de la revisión
Se revisaron la evidencia del efecto de la terapia del habla y el lenguaje (THL) sobre los problemas del lenguaje presentados por los pacientes después de un ictus (conocida como afasia).
Antecedentes
Alrededor de un tercio de las personas que sufren un ictus desarrolla afasia. Se pueden afectar una o más áreas de la comunicación: el habla, la comprensión oral, la lectura y la redacción. Los terapeutas del habla y el lenguaje (logopedas) evalúan, diagnostican y tratan la afasia en todas las etapas de la recuperación después del ictus. Trabajan estrechamente con el paciente con afasia, las familias y otros profesionales de la asistencia sanitaria. Se deseaba establecer si la THL para la afasia fue efectiva y si fue mejor o peor que el apoyo social no especializado. También se quería determinar qué enfoques de la terapia proporcionan la mejor recuperación.
Características de los estudios
La evidencia está actualizada hasta septiembre 2015. Se encontraron e incluyeron 57 estudios con 3002 pacientes con afasia en esta revisión. Se revisaron todos los tipos de THL, regímenes y métodos de administración.
Resultados clave
Sobre la base de 27 estudios (y 1620 pacientes con afasia), la terapia del habla y el lenguaje tiene efectos beneficiosos en el uso funcional del lenguaje, la comprensión del lenguaje (por ejemplo, escuchar o leer) y la producción del lenguaje (hablar o escribir), en comparación con ningún acceso a la terapia, pero no estuvo claro cuánto tiempo pueden durar estos efectos beneficiosos.
Hubo poca información disponible para comparar la THL con el apoyo social. La información de nueve ensayos (447 pacientes con afasia) indica que puede haber una diferencia pequeña en las medidas de capacidad del lenguaje. Sin embargo, más pacientes dejaron de participar en el apoyo social en comparación con los que asistieron a la THL.
Treinta y ocho estudios compararon dos tipos diferentes de THL (incluyeron 1242 pacientes con afasia). Los estudios compararon THL que difirió en el régimen de terapia (intensidad, dosis y duración), los modelos de administración (grupal, individual, voluntario, facilitado por la computadora) y el enfoque. Se necesita más información sobre estas comparaciones. Muchas horas de terapia durante un período corto (alta intensidad) parecieron ayudar al uso del lenguaje de los participantes en la vida cotidiana y redujeron la gravedad de los problemas de afasia. Sin embargo, más pacientes dejaron de asistir a estos tratamientos muy intensivos (hasta 15 horas a la semana) en comparación con los que recibieron un régimen menos intensivo de terapia.
Calidad de la evidencia
En general, la calidad de los estudios realizados e informados podría mejorarse. Las características clave de calidad solamente se informaron en la mitad de los ensayos más recientes. Por lo tanto, no está claro si lo anterior se debió a que los estudios se realizaron de forma deficiente o a que los estudios tuvieron un informe insuficiente. La mayoría de las comparaciones que se realizaron se beneficiarían de la disponibilidad de más estudios que incluyeran a más pacientes con afasia.
Esta revisión proporciona evidencia de la efectividad de la THL en los pacientes con afasia posterior al accidente cerebrovascular en cuanto a mejorías en la comunicación funcional, la lectura, la redacción y el lenguaje expresivo en comparación con ninguna terapia. Hay algunas indicaciones de que la terapia a alta intensidad, a dosis alta o por un período más prolongado puede tener efectos beneficiosos. Las intervenciones de alta intensidad y a dosis altas pueden no ser aceptables para todos.
La afasia es una deficiencia del lenguaje adquirida posterior al accidente cerebrovascular que afecta a algunas o todas las modalidades del lenguaje: la expresión y la comprensión del habla, la lectura y la redacción. Aproximadamente un tercio de los pacientes con accidente cerebrovascular presentan afasia.
Evaluar los efectos de la terapia del habla y el lenguaje (THL) para la afasia posterior al accidente cerebrovascular.
Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Accidentes Cerebrales Vasculares (Cochrane Stroke Group) (última búsqueda 9 septiembre de 2015), CENTRAL (2015, número 5) y en otras bases de datos de la Cochrane Library (CDSR, DARE, HTA, hasta el 22 de septiembre de2015), MEDLINE (1946 hasta septiembre de 2015), EMBASE (1980 hasta septiembre de 2015), CINAHL (1982 hasta septiembre de 2015), AMED (1985 hasta septiembre de 2015), LLBA (1973 hasta septiembre de 2015), y en SpeechBITE (2008 hasta septiembre de 2015). También se hicieron búsquedas de ensayos en curso en los principales registros de ensayos, incluyendo ClinicalTrials.gov (hasta el 21 de septiembre de 2015), Stroke Trials Registry (hasta el 21 de septiembre de 2015), Current Controlled Trials (hasta el 22 de septiembre de 2015), y en WHO ICTRP (hasta el 22 de septiembre de 2015). En un esfuerzo por identificar estudios adicionales publicados, no publicados y ensayos en curso, también se hicieron búsquedas manuales en el International Journal of Language and Communication Disorders (1969 hasta 2005) y en listas de referencias de artículos relevantes, y se contactó con instituciones académicas y con otros investigadores. No hubo restricciones de idioma.
Ensayos controlados aleatorizados (ECA) que comparan la THL (una intervención formal que tiene como objetivo mejorar las capacidades de lenguaje y comunicación, la actividad y la participación) versus ninguna THL; el apoyo o la estimulación social (una intervención que proporciona apoyo social y estimulación de la comunicación pero no incluye intervenciones terapéuticas dirigidas); u otra intervención de THL (que difiere en la duración, la intensidad, la frecuencia, la metodología de intervención o el enfoque teórico).
De forma independiente, se extrajeron los datos y se evaluó la calidad de los ensayos incluidos. Los datos que faltaban se les solicitaron a los investigadores.
En esta revisión se incluyeron 57 ECA (74 comparaciones aleatorizadas) que incluyeron a 3002 participantes (algunos aparecen en más de una comparación). Veintisiete comparaciones aleatorizadas (1620 participantes) evaluaron THL versus ninguna THL; la THL dio lugar a efectos beneficiosos clínica y estadísticamente significativos para la comunicación funcional de los pacientes (diferencia de medias estandarizadas [DME] 0,28; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,06 a 0,49; p = 0,01), la lectura, la redacción y el lenguaje expresivo, pero (sobre la base de números más pequeños) los efectos beneficiosos no fueron evidentes al seguimiento. Nueve comparaciones aleatorizadas (447 participantes) evaluaron THL con apoyo y estimulación social; los metanálisis no encontraron evidencia de una diferencia en la comunicación funcional, pero más participantes se retiraron de las intervenciones de apoyo social que de la THL. Treinta y ocho comparaciones aleatorias (1242 participantes) evaluaron dos enfoques para la THL. La comunicación funcional fue significativamente mejor en los pacientes con afasia que recibieron terapia a una alta intensidad, dosis alta, o durante un tiempo prolongado en comparación con los que recibieron terapia a una intensidad inferior, una dosis menor o por un período más corto. En los efectos beneficiosos de una alta intensidad o una dosis alta de THL influyó el factor de confusión de una tasa de abandonos significativamente mayor en estos grupos de intervención. En general, los ensayos asignaron al azar a números escasos de participantes con una variedad de características (edad, tiempo desde el accidente cerebrovascular y perfiles de gravedad), intervenciones y desenlaces.
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