Antecedentes
La piel de los pacientes con eccema (dermatitis atópica) a menudo contiene altos números de un tipo de bacteria llamada Staphylococcus aureus (S. aureus), que puede causar infecciones de la piel.
Los tratamientos para el eccema destinados a reducir el S. aureus en la piel incluyen antibióticos, tratamientos en la piel y jabones/baños antibacterianos. No está claro qué tratamientos son útiles.
Pregunta de la revisión
Se revisó la evidencia sobre el efecto de los tratamientos dirigidos a reducir el S. aureus en la piel de los pacientes con eccema atópico. Las comparaciones elegibles fueron tratamientos similares sin acciones anti-S. aureus. Se incluyeron 41 estudios con 1753 participantes (la evidencia está actualizada hasta octubre 2018).
Características de los estudios
Los estudios incluidos evaluaron varios tratamientos, que se compararon con placebo (un tratamiento idéntico pero inactivo), ningún tratamiento, otro tratamiento, vehículo (ingrediente/s inactivo/s que ayuda/n a administrar un tratamiento activo), o tejidos sin el componente anti-S. aureus.
Los estudios se realizaron en todo el mundo e incluyeron a hombres y mujeres. Doce estudios reclutaron a niños; cuatro a adultos; 19 a ambos; y seis fueron poco claros; cuando se informó, la edad promedio de los participantes varió de 1,1 a 34,6 años. La gravedad del eccema varió de moderada a grave. La duración del tratamiento osciló entre diez minutos y tres meses; y la duración total del estudio entre 15 semanas y 27 meses.
Resultados clave
Los resultados se midieron desde el comienzo del tratamiento. Los resultados se clasificaron como a corto plazo cuando la duración del tratamiento fue inferior a cuatro semanas, y a largo plazo cuando el tratamiento se administró durante más de cuatro semanas.
Es más probable que los pacientes experimenten una mejoría a corto plazo ligeramente mayor con las combinaciones de esteroides/antibióticos tópicos que con los esteroides solos (evidencia de baja calidad, un estudio de eccema infectado y dos estudios con infección no especificada). Probablemente hay poca o ninguna diferencia entre el grupo de combinación y los grupos de solo esteroides en cuanto a la repercusión a corto plazo sobre la calidad de vida (CdV) (evidencia de calidad moderada, un estudio de niños infectados). La resistencia a los antibióticos fue similar entre los grupos a largo plazo, pero no se conoce con certeza si este resultado se debe a la evidencia de calidad muy baja (un estudio de niños infectados).
Cuando se compararon con placebo, es posible que los antibióticos orales no representen una diferencia en cuanto a la mejoría a corto plazo (evidencia de calidad baja, dos estudios: uno en lactantes y niños no infectados; el otro en lactantes y niños principalmente infectados). Para la CdV a corto plazo, probablemente hay poca o ninguna diferencia entre los grupos (evidencia de calidad moderada, un estudio de lactantes y niños infectados). La resistencia a los antibióticos a corto plazo fue similar en ambos grupos, pero no se conoce si hay una verdadera diferencia, ya que la calidad de la evidencia fue muy baja (dos estudios de lactantes y niños, infectados en un estudio y no infectados en el otro).
Es posible que los baños con lejía no representen una diferencia en la mejoría a corto plazo cuando se comparan con placebo (evidencia de calidad baja, un estudio de participantes no infectados). También es probable que haya poca o ninguna diferencia en la CdV a corto plazo en los niños con estado infeccioso no especificado (un estudio; evidencia de calidad moderada); sobre la base del mismo estudio, no se conoce si la resistencia a los antibióticos a corto plazo fue diferente entre los grupos (evidencia de calidad muy baja).
Los efectos secundarios suficientemente graves como para interrumpir el tratamiento fueron poco frecuentes en todos los estudios; sin embargo, la evidencia fue de calidad muy baja en las tres comparaciones, por lo que no se conoce si hay diferencias entre los grupos. La evaluación varió de seis días a dos meses, los participantes incluyeron niños y adultos con estado infeccioso mixto y las causas de retiro incluyeron el empeoramiento del eccema o la comezón, así como heces blandas.
Los participantes del grupo de combinación de esteroides/antibióticos tópicos experimentaron menos efectos secundarios menores que los que recibieron esteroides solos. Cunado se compararon los antibióticos orales con placebo, los participantes experimentaron números igualmente bajos de efectos secundarios menores. Sin embargo, no se conoce con certeza si las diferencias entre los grupos son verdaderas, debido a la muy baja calidad de la evidencia. Sobre la base de la evaluación a corto plazo de los participantes mixtos (niños y adultos, con estado infeccioso mixto), los efectos secundarios informados incluyeron náuseas, diarrea, dolores de estómago/articulaciones y prurito. Para los baños de lejía versus placebo, se informaron algunos efectos secundarios menores a largo plazo (ardor/picazón, piel seca) en ambos grupos, por lo que puede no haber diferencias entre los grupos de tratamiento (evidencia de calidad baja, participantes no infectados [entre dos y 30 años]).
Calidad de la evidencia
La calidad de la evidencia para la mejoría de los síntomas o los signos fue baja; para la mejoría de la CdV, moderada; para la resistencia a los antibióticos, muy baja; y para los efectos secundarios, fue de manera consistente muy baja. Los estudios fueron pequeños, diversos y tuvieron riesgo de sesgo.
No se encontró evidencia suficiente sobre los efectos de los tratamientos antiestafilocócicos para tratar a los pacientes con eccema infectado o no infectado. La evidencia de calidad baja debido al riesgo de sesgo, las estimaciones imprecisas del efecto y la heterogeneidad, dificultó el agrupamiento de los resultados. Las combinaciones de esteroides/antibióticos tópicos se pueden asociar con posibles mejorías buenas o excelentes pequeñas en los signos/síntomas, en comparación con los esteroides tópicos solos. Se necesitan ensayos de alta calidad que evalúen la eficacia, la CdV y la resistencia a los antibióticos.
El Staphylococcus aureus (S. aureus) puede causar infección secundaria en el eccema atópico, y puede promover la inflamación en el eccema que no parece infectado. No existe una intervención estándar para reducir la carga de S. aureus en el eccema. No está claro si los tratamientos antimicrobianos ayudan al eccema o promueven la resistencia bacteriana. Ésta es una actualización de una revisión Cochrane de 2008.
Evaluar los efectos de las intervenciones para reducir el S. aureus en el tratamiento del eccema atópico.
Las búsquedas de las siguientes bases de datos se actualizaron hasta octubre 2018: Registro Especializado del Grupo Cochrane de Piel (Cochrane Skin Group Specialised Register), CENTRAL, MEDLINE, Embase y LILACS. Se realizaron búsquedas en cinco registros de ensayos y tres conjuntos de actas de congresos. Se verificaron las referencias de los ensayos y las revisiones en busca de estudios relevantes adicionales. Se estableció contacto con las compañías farmacéuticas con respecto a ensayos en curso y no publicados.
Ensayos controlados aleatorizados de productos destinados a reducir el S. aureus en la piel en pacientes con diagnóstico de eccema atópico realizado por un médico. Los comparadores elegibles fueron un régimen de tratamiento similar sin el agente antiestafilocócico.
Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar previstos por Cochrane. Las medidas de resultado clave fueron la mejoría global calificada por el participante o el evaluador en los síntomas/signos, la calidad de vida (CdV), los eventos adversos graves que requirieron el retiro, los eventos adversos menores y la aparición de microorganismos resistentes a los antibióticos.
Se incluyeron 41 estudios (1753 participantes analizados) de siete categorías de tratamiento. Los estudios se llevaron a cabo principalmente en la atención secundaria en Europa Occidental; América del Norte; el Lejano Oriente; y otros lugares. Doce estudios reclutaron a niños; cuatro a adultos; 19 a ambos; y en seis no estuvo claro. El 59% de los estudios informó la media de edad de los participantes (rango: 1,1 a 34,6 años). La gravedad del eccema varió de moderada a grave. Muchos estudios no informaron sobre los resultados primarios de esta revisión. La duración del tratamiento varió entre diez minutos y tres meses; y la duración total del estudio entre 15 semanas y 27 meses. Se consideró que 33 estudios tuvieron alto riesgo de sesgo en al menos un dominio.
Se presentan los resultados de tres comparaciones clave. Todas las medidas de puntos temporales se tomaron desde el inicio. Los resultados se clasificaron como a corto plazo cuando la duración del tratamiento fue inferior a cuatro semanas, y a largo plazo cuando el tratamiento se administró durante más de cuatro semanas.
Catorce estudios evaluaron combinaciones de esteroides/antibióticos tópicos en comparación con esteroides tópicos solos (estado infeccioso: infectado [dos estudios], no infectado [cuatro estudios], no especificado [ocho estudios]). Las combinaciones de esteroides/antibióticos tópicos pueden producir una mejoría global buena o excelente ligeramente mayor en los signos/síntomas que los esteroides tópicos solos a los seis a 28 días de seguimiento (riesgo relativo [RR] 1,10; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,00 a 1,21; 224 participantes; tres estudios, evidencia de calidad baja). Probablemente hay poca o ninguna diferencia entre los grupos para la CdV en los niños a los 14 días de seguimiento (diferencia de medias [DM] -0,18; IC del 95%: -0,40 a 0,04; 42 participantes; un estudio, evidencia de calidad moderada). Los resultados posteriores para esta comparación se basaron en evidencia de calidad muy baja, lo que significa que no existe certeza acerca de su validez: los eventos adversos graves fueron poco frecuentes (seguimiento: entre seis y 28 días): ambos grupos informaron crisis de dermatitis, empeoramiento de la afección y foliculitis (325 participantes; cuatro estudios). Hubo menos eventos adversos menores (p.ej. crisis, picazón, prurito, foliculitis) en el grupo de combinación a los 14 días de seguimiento (218 participantes; dos estudios). Un estudio informó resistencia a los antibióticos en niños a los tres meses de seguimiento, con resultados similares entre los grupos (65 participantes; un estudio).
Cuatro estudios evaluaron los antibióticos orales en comparación con placebo (estado infeccioso: eccema infectado [dos estudios], no infectado [un estudio], los participantes de un estudio presentaron colonización, pero no infección clínica). Es posible que los antibióticos orales no representen una diferencia en cuanto a una mejoría global buena o excelente en los lactantes y niños a los 14 a 28 días de seguimiento, en comparación con placebo (RR 0,80; IC del 95%: 0,18 a 3,50; 75 participantes; dos estudios, evidencia de calidad baja). Probablemente hay poca o ninguna diferencia entre los grupos para la CdV en los niños a los 14 días de seguimiento (diferencia de medias -0,11; IC del 95%: -0,10 a 0,32; 45 participantes; un estudio, evidencia de calidad moderada). Los resultados posteriores para esta comparación se basaron en evidencia de calidad muy baja, lo que significa que no existe certeza sobre su validez: los eventos adversos que requirieron el retiro del tratamiento entre 14 y 28 días de seguimiento fueron muy poco frecuentes, pero incluyeron empeoramiento del eccema (ambos grupos), heces blandas (grupo de antibióticos) y púrpura de Henoch-Schönlein (grupo placebo) (cuatro estudios, 199 participantes). Los eventos adversos menores a los 28 días de seguimiento, incluidas las náuseas, los vómitos, la diarrea y los dolores estomacales y articulares, también fueron poco frecuentes y generalmente bajos en ambos grupos (un estudio, 68 lactantes y niños). Se informó que la resistencia a los antibióticos a los 14 días fue similar en ambos grupos (dos estudios, 98 lactantes y niños).
De cinco estudios que evaluaron los baños con lejía en comparación con placebo (agua) o el baño emoliente (estado infeccioso: no infectado [dos estudios], no especificado [tres estudios]), uno informó una mejoría global e indicó que es posible que los baños con lejía no representen una diferencia en comparación con placebo al mes de seguimiento (RR 0,78; IC del 95%: 0,37 a 1,63; 36 participantes; evidencia de calidad baja). Un estudio mostró que probablemente hay poca o ninguna diferencia en la CdV a los 28 días de seguimiento cuando se compararon los baños con lejía con placebo (DMP 0,90; IC del 95%: -1,32 a 3,12) (80 lactantes y niños; evidencia de calidad moderada). No se conoce con certeza si los grupos difieren en cuanto a la probabilidad de retiro del tratamiento debido a eventos adversos a los dos meses de seguimiento (solo se informó un abandono debido al empeoramiento del prurito [grupo placebo]), ya que la calidad de la evidencia fue muy baja (un estudio, 42 participantes). Un estudio informó que cinco participantes de cada grupo experimentaron quemaduras/picazón o sequedad de la piel a los dos meses de seguimiento, por lo que es posible que no haya diferencias en los eventos adversos menores entre los grupos (RR 1,00; IC del 95%: 0,35 a 2,87; 36 participantes, evidencia de calidad baja). La evidencia de calidad muy baja significa que tampoco existe certeza acerca de si la resistencia a los antibióticos a las cuatro semanas de seguimiento es diferente entre los grupos (un estudio, 80 participantes ≤ 18 años).
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