Ingesta alta versus baja de proteínas en recién nacidos con bajo peso al nacer alimentados con leche maternizada

Pregunta de la revisión

¿La alimentación de los lactantes prematuros o de bajo peso al nacer (< 2,5 kilogramos) con una mayor ingesta de proteínas durante la estancia inicial en el hospital mejora el crecimiento y los resultados del desarrollo?

Antecedentes

Los lactantes crecen rápidamente y necesitan más proteínas por cada kilogramo de peso corporal que los niños mayores y los adultos. Los recién nacidos que nacen con bajo peso, por ejemplo, los que nacen prematuramente, necesitan más proteínas debido a sus rápidas tasas de crecimiento.

Características de los estudios

Se identificaron seis ensayos elegibles que reclutaron un total de 218 lactantes a través de búsquedas actualizadas hasta el 2 de agosto de 2019.

Resultados clave

Un mayor consumo de proteínas (de 3 a 4 comparado con menos de 3 gramos de proteína por kilogramo) resultó en un aumento de peso ligeramente mayor, de alrededor de 2 gramos por kilogramo al día. No se sabe con certeza de que esta diferencia en la ingesta de proteínas afecte al crecimiento de la cabeza y la talla porque no se han estudiado muchos lactantes. Las investigaciones existentes sí que apoyan recomendaciones específicas en relación con la leche maternizada con contenido de proteínas que proporciona más de 4 g/kg/día. No se observaron efectos perjudiciales.

Certeza de la evidencia

Las conclusiones de la revisión fueron limitadas porque las diferencias en el contenido de proteínas entre los grupos de comparación en los ensayos individuales fueron pequeñas y las leche maternizadas difirieron sustancialmente entre los estudios; algunos estudios incluyeron niños prematuros más sanos y maduros. La información sobre los resultados a largo plazo es limitada.

Conclusiones de los autores: 

Una mayor ingesta de proteínas (≥ 3,0 g/kg/d pero < 4,0 g/kg/d) de la leche maternizada acelera el aumento de peso. Sin embargo, se dispone de información limitada sobre la repercusión de un mayor aporte de proteínas de leche maternizada sobre los resultados a largo plazo, como el desarrollo neurológico. Es necesario investigar la seguridad y la efectividad del aporte de proteínas ≥ 4.0 g/kg/d.

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Antecedentes: 

La cantidad ideal de proteína de la dieta para los recién nacidos de bajo peso al nacer alimentados con leche maternizada aún es objeto de debate. La ingesta de proteínas debe ser suficiente para lograr un crecimiento normal sin provocar efectos negativos como la acidosis, la uremia y los niveles elevados de aminoácidos circulantes.

Objetivos: 

Determinar si una ingesta de proteínas más alta (≥ 3,0 g/kg/d) frente a una ingesta de proteínas más baja (< 3,0 g/kg/d) durante la estancia hospitalaria inicial de los recién nacidos prematuros alimentados con leche maternizada o los recién nacidos de bajo peso al nacer (< 2,5 kilogramos), da lugar a una mejora del crecimiento y del desarrollo neurológico, sin evidencia de morbilidad a corto o largo plazo.

Los objetivos específicos fueron examinar las siguientes comparaciones de intervenciones y realizar análisis de subgrupos, de ser posible.

1. Baja ingesta de proteínas si la cantidad es inferior a 3,0 g/kg/d.

2. Alta ingesta de proteínas si la cantidad fue igual o superior a 3,0 g/kg/d pero inferior a 4,0 g/kg/d.

3. Una ingesta de proteínas muy alta si la cantidad es igual o superior a 4,0 g/kg/d.

Métodos de búsqueda: 

Se utilizó la estrategia de búsqueda estándar de Cochrane Neonatal para buscar en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL; 2019, número 8), en la Cochrane Library (2 de agosto de 2019); OVID MEDLINE Epub Ahead of Print, In-Process & Other Non-Indexed Citations, Ovid MEDLINE(R) Daily y Ovid MEDLINE(R) (hasta el 2 de agosto de 2019); MEDLINE vía PubMed (hasta el 2 de agosto de 2019) para el año anterior; y el Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature (CINAHL) (hasta el 2 de agosto de 2019). También se buscaron ensayos controlados aleatorizados (ECA) y ensayos cuasialeatorizados en las bases de datos de ensayos clínicos y las listas de referencias de los artículos recuperados.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ECA en los que los niveles de aporte de proteínas de leche maternizada se contrastaron como bajos (< 3,0 g/kg/d), altos (≥ 3,0 g/kg/d pero < 4,0 g/kg/d) o muy altos (≥ 4,0 g/kg/d) en recién nacidos hospitalizados alimentados con leche maternizada que pesaron menos de 2,5 kilogramos. Los estudios se excluyeron si los recién nacidos recibieron una nutrición parenteral parcial durante el período de estudio o si se les alimentó con leche maternizada como suplemento de la leche materna.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándares de Cochrane y los criterios GRADE para evaluar la certeza de la evidencia.

Resultados principales: 

Se identificaron seis ensayos elegibles que reclutaron 218 lactantes a través de búsquedas actualizadas hasta el 2 de agosto de 2019. Cinco estudios compararon el aporte de proteínas bajo (< 3 g/kg/d) versus alto (3,0 a 4,0 g/kg/d) utilizando leches que mantenían constantes los otros nutrientes. Los ensayos fueron pequeños (n = 139) y casi todos tenían limitaciones metodológicas; la incertidumbre más frecuente era sobre el desgaste. La evidencia de baja certeza indica una mejora en el aumento de peso (diferencia media [DM] 2,36 g/kg/d, intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,31 a 3,40) y una mayor acumulación de nitrógeno en los lactantes que reciben leche maternizada con mayor contenido proteico (3,0 a 4,0 g/kg/d) frente a un menor contenido proteico (< 3 g/kg/d), mientras que otros nutrientes se mantuvieron constantes. No se observaron diferencias significativas en las tasas de enterocolitis necrosante, sepsis o diarrea. No se sabe con certeza si el aporte alto de proteínas frente al bajo afecta al crecimiento craneal (DM 0,37 cm/semana, IC del 95%: 0,16 a 0,58; n = 18) y al aumento de la talla (DM 0,16 cm/semana, IC del 95%: -0,02 a 0,34; n = 48), pero los tamaños de las muestras fueron pequeños para estas comparaciones.

Un estudio comparó un aporte alto (3,0 a 4,0 g/kg/d) frente a uno muy alto (≥ 4 g/kg/d) de proteínas (la media de aporte fue de 3,6 y 4,1 g/kg/d) durante y después de una estancia inicial en el hospital (n = 77). La evidencia de certeza moderada no muestra diferencias significativas en el aumento de peso ni de talla hasta el alta, término y edad corregida de 12 semanas a partir de un aporte muy alto de proteínas (4,1 frente a 3,6 g/kg/d). Tres de los 24 recién nacidos que recibieron una ingesta muy alta de proteínas desarrollaron uremia.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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