Las mujeres aumentan de peso de forma natural durante el embarazo y muchas lo pierden gradualmente después. Sin embargo, a algunas mujeres les resulta difícil perder el peso ganado en el año o dos años siguientes al parto y existe la preocupación de que esto pueda ser un riesgo para su salud. La retención del peso ganado durante el embarazo puede contribuir a la obesidad, que puede aumentar el riesgo de diabetes, cardiopatías e hipertensión arterial. Se ha indicado que las mujeres que recuperan el peso anterior al embarazo a los seis meses tienen menos riesgo de tener sobrepeso diez años después. La revisión buscó estudios aleatorizados para evaluar la repercusión de la dieta o el ejercicio, o ambos, sobre la pérdida de peso de las mujeres en los meses posteriores al parto. Prestó especial atención a las mujeres que lactaban para asegurar que la lactancia no se viera comprometida. La revisión de los ensayos encontró 14 estudios; 12 estudios incluyeron a 910 mujeres con exceso de peso después del parto y contribuyeron con datos para el análisis. Los hallazgos indican que la dieta combinada con ejercicio o la dieta sola, en comparación con la atención habitual, pareció ayudar a la pérdida de peso después del parto. Existe la posibilidad de que estas intervenciones tengan una función en la prevención de la obesidad materna en el futuro. No hubo evidencia suficiente para asegurar que el ejercicio o la dieta no interfirieran con la lactancia materna, aunque al parecer no fue así en los estudios incluidos. Parece preferible perder peso mediante una combinación de dieta y ejercicio, en comparación con la dieta sola, porque se cree que el ejercicio mejora la circulación y la salud del corazón, y preserva la masa corporal magra. Se necesitan estudios de investigación adicionales.
La evidencia de esta revisión indica que la dieta y el ejercicio juntos, y la dieta sola, ayudan a las mujeres a perder peso después del parto. No obstante, puede ser preferible perder peso mediante una combinación de dieta y ejercicio, ya que así se mejora el estado cardiorrespiratorio de la madre y se preserva la masa magra, mientras que la dieta por sí sola reduce la masa magra. Estos hallazgos necesitan confirmación en ensayos grandes de calidad metodológica alta. En el caso de las mujeres que lactan, se necesita más evidencia para confirmar si la dieta o el ejercicio, o ambos, no son perjudiciales para la madre o el lactante.
La retención de peso después del embarazo puede contribuir a la obesidad. Se conoce que la dieta y el ejercicio son componentes recomendados de cualquier programa de pérdida de peso en la población general. Sin embargo, no se han evaluado adecuadamente las estrategias para lograr un peso corporal saludable en las mujeres en el período de posparto.
Los objetivos de esta revisión fueron evaluar el efecto de la dieta, el ejercicio o ambos para la reducción de peso en las mujeres después del parto, y evaluar la repercusión de estas intervenciones en la composición corporal materna, el estado cardiorrespiratorio, el rendimiento de la lactancia materna y otros resultados del lactante y la madre.
Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (31 de enero 2012) y LILACS (31 de enero 2012). Se examinaron las referencias secundarias y se estableció contacto con expertos en el campo. La búsqueda en el Registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto se actualizó hasta el 30 de abril 2013 y los resultados se agregaron a la sección "En espera de clasificación".
Todos los ensayos controlados aleatorizados (ECA) y cuasialeatorizados, publicados y no publicados, sobre la dieta o el ejercicio o ambos, en mujeres durante el período posparto.
Ambos autores de la revisión evaluaron de forma independiente la calidad de los ensayos y extrajeron los datos. Se presentaron los resultados mediante el riesgo relativo (RR) para los datos categóricos y la diferencia de medias (DM) para los datos continuos. Los datos se analizaron con un modelo de efectos fijos. Se utilizó un modelo de efectos aleatorios cuando se detectó heterogeneidad.
Se incluyeron 14 ensayos, pero solo 12 con 910 mujeres contribuyeron con datos al análisis de resultados. Las mujeres que hicieron ejercicio no perdieron significativamente más peso que las mujeres del grupo de atención habitual (dos ensayos; n = 53; DM -0,10 kg; intervalo de confianza [IC] del 95%: -1,90 a 1,71). Las mujeres que participaron en una dieta (un ensayo; n = 45; DM -1,70 kg; IC del 95%: -2,08 a -1,32), o en un programa de dieta más ejercicio (siete ensayos; n = 573; DM -1,93 kg; IC del 95%: -2,96 a -0,89; efectos aleatorios, T² = 1,09; I² = 71%), perdieron significativamente más peso que las mujeres del grupo de atención habitual. No hubo diferencias en cuanto a la magnitud de la pérdida de peso entre la dieta sola y el grupo de dieta más ejercicio (un ensayo; n = 43; DM 0,30 kg; IC del 95%: -0,06 a 0,66). Las intervenciones no parecieron afectar negativamente el rendimiento de la lactancia materna.
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