Métodos de extracción de leche para las mujeres que lactan

¿Cuál es el problema?

La importancia de la leche humana está bien confirmada, ya que la Organización Mundial de la Salud recomienda que todos los recién nacidos se alimenten exclusivamente con leche humana desde el parto hasta los seis meses de edad, y que posteriormente se les suministren alimentos complementarios adecuados. No todos los recién nacidos son capaces de alimentarse de leche del pecho, y es necesario extraer la leche.

¿Por qué es esto importante?

Los recién nacidos que no reciben leche materna tienen más probabilidades de sufrir problemas de salud tanto al nacer como más tarde en la vida. Las madres también pueden desear extraerse la leche para su propia comodidad o para aumentar el suministro.

¿Qué evidencia se encontró?

Se buscó la evidencia hasta el 21 de marzo 2016 y se identificaron 41 ensayos para inclusión con 2293 participantes; 22 ensayos incluyeron 1339 participantes que proporcionaron datos para el análisis. Los ensayos se realizaron en muchos países y en ellos participaron madres de recién nacidos en unidades neonatales y sanos en el domicilio. Los resultados no indicaron una clara preferencia por algún tipo de bomba. Las madres informaron que estuvieron satisfechas con las intervenciones de relajación y apoyo. No hubo diferencia en cuanto a la contaminación de la leche entre los métodos, ni en cuanto al dolor de la mamam/el pezón de las madres.

Se extrajo un mayor volumen de leche cuando las madres escucharon música o tuvieron un protocolo de relajación, se calentaron el pecho, se dieron masajes en la mama, se extrajeron con frecuencia con un tamaño de protector de pecho adecuado y se comenzaron a extraer leche antes del parto, si el recién nacido no podía alimentarse con pecho. La extracción manual o con una bomba eléctrica grande proporcionó un mayor contenido de proteínas que con una bomba manual. La extracción manual proporcionó más sodio y menos potasio, en comparación con las bombas. El contenido de grasa/lípidos fue más alto con el masaje de la mama cuando se utilizó la bomba. No se encontró evidencia de diferencias en cuanto al contenido de energía entre los métodos. En ningún estudio se le preguntó a las madres si habían alcanzado los objetivos por los que se extrajeron la leche. Ninguno de los estudios examinó los costes de los métodos. De los estudios que evaluaron las bombas o los productos, 16 de 30 recibieron apoyo de los fabricantes. No todos los estudios informaron si se proporcionaron apoyos básicos importantes a las madres, como el acceso a alimentos y líquidos, un lugar para descansar cerca de su recién nacido y la disponibilidad de trabajadores sanitarios bien informados.

¿Qué significa esto?

La evidencia disponible indica que entre las medidas efectivas figuran el inicio de la extracción de leche poco después del parto si el lactante no se puede alimentar con leche de pecho, la relajación, el masaje de las mamas, el calentamiento de la mama, la extracción manual y el uso de bombas de bajo coste, que pueden ser tan efectivas, o más, que las grandes bombas eléctricas más costosas para algunos resultados. El método más adecuado para la extracción de leche puede depender del momento del parto, el propósito de la extracción, y de la madre y el recién nacido individuales. Las publicaciones sobre la utilización de bombas para extraer la leche materna no se deben interpretar en el sentido de que el uso de una bomba es una parte sistemática de la lactancia materna, sino que los profesionales deben ser capaces de justificar el uso de una bomba para una madre individual antes de hacer una recomendación sobre su uso.

Conclusiones de los autores: 

El método más adecuado para la extracción de leche puede depender del momento del parto, el propósito de la extracción, y de la madre y el recién nacido individuales. Las intervenciones de bajo coste como el inicio de la extracción de la leche antes del parto cuando no se da el pecho, la relajación, el masaje, el calentamiento de las mamas, la extracción manual y las bombas de bajo coste pueden ser tan efectivas, o más, que las bombas eléctricas grandes para algunos resultados. La variación en el contenido de nutrientes entre los distintos métodos puede ser pertinente para algunos recién nacidos. Los tamaños de muestra pequeños, las grandes desviaciones estándar y la diversidad de las intervenciones aconsejan tener cautela a la hora de aplicar estos resultados más allá del método específico probado en los entornos concretos. Se necesitan estudios de investigación financiados de manera independiente para realizar más ensayos sobre la extracción manual, la relajación y otras técnicas que no tienen posibilidades desde el punto de vista comercial.

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Antecedentes: 

La lactancia materna es importante; sin embargo, no todos los lactantes se pueden alimentar del pecho y es necesario evaluar los métodos de extracción de leche.

Objetivos: 

Evaluar la aceptabilidad, la efectividad, la seguridad, el efecto en la composición de la leche, la contaminación y los costes de los métodos de extracción de la leche.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (21 de marzo 2016), búsquedas manuales en revistas y actas de congresos pertinentes, y se estableció contacto con expertos en el campo para buscar estudios adicionales publicados o no publicados. También se examinaron las listas de referencia de todos los documentos pertinentes recuperados.

Criterios de selección: 

Ensayos aleatorizados y cuasialeatorizados que compararon los métodos en cualquier momento después del parto.

Obtención y análisis de los datos: 

Tres autores de la revisión de forma independiente evaluaron los ensayos para la inclusión y el riesgo de sesgo, extrajeron los datos y verificaron su exactitud.

Resultados principales: 

Esta revisión actualizada incluye 41 ensayos con 2293 participantes, de los cuales 22 ensayos con 1339 participantes aportaron datos para el análisis. Veintiséis de los ensayos se refirieron a madres de recién nacidos en unidades neonatales (n = 1547) y 14 a madres de recién nacidos sanos en el domicilio (n = 730); un ensayo fue en madres de recién nacidos mayores en el periodo neonatal y sanos de más edad (n = 16). Once ensayos compararon uno o más tipos de bomba versus la extracción manual y 14 estudios compararon un tipo de bomba versus otro tipo de bomba, y tres de estos estudios compararon la extracción manual y los tipos de bomba. Veinte estudios compararon un protocolo específico o un comportamiento adjunto que incluyó protocolos de bombeo secuenciales versus simultáneos, frecuencia de bombeo, provisión de una intervención de educación y apoyo, relajación, masaje de la mama, combinación de extracción manual con bombeo y un protocolo de limpieza de las mamas.

Debido a la heterogeneidad de las participantes, las intervenciones y los resultados medidos o informados, no fue posible agrupar los resultados para la mayoría de los resultados especificados. Por lo tanto, no fue posible elaborar una tabla de "Resumen de los hallazgos" en esta actualización. La mayoría de los resultados incluidos se derivaron de estudios individuales. Se realizaron ensayos en 14 países en diversas circunstancias, que se publicaron entre 1982 y 2015. Dieciséis de los 30 ensayos que evaluaron las bombas o productos tuvieron el apoyo de los fabricantes. El riesgo de sesgo en los estudios incluidos fue variable.

Resultados primarios

Solo uno de los 17 estudios que examinaron la satisfacción/aceptabilidad materna con el método o el comportamiento adjunto proporcionó datos adecuados para el análisis. En este estudio, la autoeficacia se evaluó al preguntar a las madres si estaban de acuerdo o en desacuerdo con la siguiente declaración: "No quiero que me vean (extracción manual/con bomba)". El estudio encontró que las madres que utilizaron la bomba eléctrica tuvieron más probabilidades de estar de acuerdo con la declaración, en comparación con las madres que utilizaron la extracción manual (diferencia de medias [DM] 0,70; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,15 a 1,25; p = 0,01; participantes = 68). Las madres que utilizaron al extracción manual informaron que las instrucciones fueron más claras, en comparación con la bomba eléctrica (DM -0,40; IC del 95%: -0,75 a -0,05; p = 0,02; participantes = 68). La información descriptiva de la satisfacción en los otros estudios varió en cuanto a las medidas utilizadas, no indico una preferencia clara por un tipo de bomba, aunque hubo satisfacción con algunas intervenciones de relajación y apoyo.

No se encontraron diferencias clínicamente significativas entre los métodos relacionados con la contaminación de la leche que compararon cualquier tipo de bomba con la extracción manual (riesgo relativo [RR] 1,13; IC del 95%: 0,79 a 1,61; p = 0,51; participantes = 28), la bomba manual comparada con la extracción manual, (DM 0,20; IC del 95%: -0,18 a 0,58; p = 0,30; participantes = 142), una bomba eléctrica grande comparada con la extracción manual (DMP 0,10; IC del 95%: -0,29 a 0,49; p = 0,61; participantes = 123), o una bomba eléctrica grande comparada con una bomba manual (DMP -0,10; IC del 95%: -0,46 a 0,26; p = 0,59; participantes = 141).

El nivel de dolor o daño en la mama o el pezón de la madre fue similar en las comparaciones de una bomba eléctrica grande con la extracción manual (DM 0,02; IC del 95%: -0,67 a 0,71; p = 0,96; participantes = 68). En un estudio en el que se comparó una bomba manual y una bomba eléctrica grande, se informó de dolor en los pezones en el 7% en ambos grupos, y de congestión en el 4% en el caso de la bomba manual versus el 6% en el caso de la bomba eléctrica; y en un estudio no se informó de daño en los pezones en el grupo de bomba manual y un caso de daño en los pezones en cada uno de los grupos de bomba manual y de bomba eléctrica grande.

Un estudio examinó los efectos adversos en los niños; sin embargo, como no todos los niños recibieron la leche extraída de sus madres, no se incluyeron estos resultados.

Resultados secundarios

En algunos estudios aumentó la cantidad de leche extraída en una cantidad clínicamente significativa con las intervenciones que incluyeron relajación, música, calor, masajes, inicio de l utilización de la bomba, aumento de la frecuencia de bombeo y tamaño adecuado del protector de la mama. Los programas de apoyo y simultáneos, comparados con el bombeo secuencial, no mostraron diferencias en cuanto a la leche obtenida. Ninguna bomba aumentó de forma significativa y consistente el volumen de leche obtenido.

En relación con la calidad de los nutrientes, se comprobó que la extracción manual o una bomba eléctrica de gran tamaño proporcionaron más proteínas que una bomba manual, y que la extracción manual proporcionó más sodio y menos potasio en comparación con una bomba eléctrica de gran tamaño o una bomba manual. El contenido de grasa fue mayor con el masaje de las mamas cuando se utilizaron las bombas; no se encontró evidencia de diferencias en cuanto al contenido de energía entre los métodos.

No se encontraron efectos consistentes relacionados con el cambio en la prolactina o el efecto sobre la liberación de oxitocina con el tipo o el método de bombeo. No se informó sobre los aspectos económicos.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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