Se intentó evaluar la efectividad de conocer la longitud del cuello uterino medida por ecografía para prevenir el parto prematuro, en comparación con no conocer la longitud del cuello uterino.
¿Cuál es el problema?
El cuello del útero es la parte inferior del útero que se conecta con la vagina. Cuando las mujeres no están embarazadas, normalmente mide por lo menos 3 cm de largo. Durante el embarazo, una longitud cervical corta se asocia con un riesgo de parto prematuro espontáneo. Mientras más corta sea la longitud del cuello uterino, mayor es el riesgo. Por lo tanto, la medición de la longitud cervical por medio de la ecografía puede ayudar a predecir el parto prematuro espontáneo. La longitud cervical se mide por medio de una ecografía a través de la vagina (transvaginal o ETV), el abdomen (transabdominal) o el perineo (transperineal). Las causas más frecuentes de parto prematuro espontáneo son el trabajo de parto prematuro o la rotura prematura de las membranas antes del término. Muchas de las intervenciones para prevenir el parto prematuro se utilizan una vez que se desarrollan los síntomas.
¿Por qué es esto importante?
El parto prematuro antes de las 37 semanas es la principal causa de que un recién nacido enferme y desarrolle una discapacidad, o muera. El cuello del útero es la abertura o paso por el que el feto debe pasar antes del parto vaginal. La ecografía puede detectar cambios tempranos del cuello uterino como el acortamiento de su longitud, para predecir el parto prematuro. Al identificar una longitud cervical corta se pueden aplicar intervenciones para prevenir el parto prematuro. Estas intervenciones incluyen la administración de progesterona a la futura madre para relajar el útero, o la aplicación de un punto de sutura, conocido como cerclaje, para cerrar la abertura del cuello uterino.
¿Qué evidencia se encontró?
Esta revisión evaluó si conocer la longitud del cuello uterino puede prevenir el parto prematuro. Se incluyeron siete estudios controlados aleatorizados en los que participaron 923 embarazadas con entre 14 y 32 semanas de gestación. Un estudio incluyó embarazadas con gemelos, sin síntomas de parto o trabajo de parto prematuro, y analizó el número de recién nacidos prematuros antes de las 36 semanas. Cuatro estudios incluyeron embarazadas de fetos únicos con amenaza de trabajo de parto prematuro y un estudio que incluyó mujeres con rotura prematura de membranas analizó la seguridad de la ecografía transvaginal. Un ensayo incluyó embarazadas con embarazos únicos sin síntomas de parto o trabajo de parto prematuro para analizar la eficacia del cribado de la longitud cervical mediante ecografía transvaginal. Todos los estudios utilizaron la ecografía transvaginal para evaluar la longitud del cuello uterino.
Para las mujeres con embarazos gemelares y sin síntomas de parto prematuro, no está clara la repercusión del conocimiento de la longitud del cuello uterino sobre si los fetos nacen antes de las 34 semanas de gestación, o su edad gestacional al parto (un estudio, 125 mujeres), porque se evaluó que la calidad de la evidencia fue muy baja. Para las mujeres con un feto único y amenaza de trabajo de parto prematuro, el conocimiento de la longitud cervical puede haber dado lugar a un embarazo más prolongado, en aproximadamente cuatro días (cuatro estudios, 410 mujeres), pero la evidencia sobre el número de recién nacidos antes de las 37 semanas fue poco clara (dos estudios, 242 mujeres). Para las mujeres con rotura de membranas no está claro si el conocimiento de los profesionales de la salud hace alguna diferencia en cuanto a si las mujeres tuvieron un parto prematuro, o en el número de infecciones, nuevamente porque se la calidad de la evidencia se valoró como muy baja. Para las mujeres con embarazos únicos sin síntomas de parto prematuro, no está claro si una ecografía para medir la longitud cervical hizo alguna diferencia en cuanto a si el parto ocurrió antes de las 37 semanas de gestación (un estudio, 296 mujeres; evidencia de calidad muy baja).
¿Qué significa esto?
Se encontró un número limitado de estudios que incluyeron un número pequeño de mujeres. Los estudios variaron en cuanto a su diseño y tuvieron una amplia variedad de resultados. Las mujeres no estaban cegadas a si se les realizó o no la ecografía. Actualmente no hay suficientes estudios de investigación de alta calidad para demostrar si el conocimiento de la longitud del cuello uterino en mujeres con embarazos gemelares o únicos tiene algún efecto. Los estudios futuros podrían incluir formas de tratar a las mujeres a partir de los resultados de la longitud del cuello del útero, y sería útil examinar poblaciones específicas por separado, como los fetos únicos versus los gemelos y las mujeres con y sin síntomas de trabajo de parto prematuro. También podrían informar sobre todos los resultados maternos y perinatales importantes, e incluir análisis de coste efectividad.
Hay datos limitados sobre los efectos del conocimiento de la longitud cervical, medida por ecografía, para la prevención de los partos prematuros, lo que impide establecer conclusiones para las mujeres con embarazos gemelares o únicos asintomáticos, embarazos únicos con RPMAT, u otras poblaciones y escenarios clínicos.
La evdiencia limitada indica que el conocimiento de la longitud cervical medida por ecografía transvaginal, utilizada para informar el tratamiento de las mujeres con embarazos únicos y síntomas de trabajo de parto prematuro, parece prolongar el embarazo en aproximadamente cuatro días más que en las mujeres de los grupos sin conocimiento.
Los estudios futuros podrían examinar poblaciones específicas por separado (p.ej. fetos únicos versus gemelos; síntomas versus ningún síntoma de TPP), informar todos los resultados maternos y perinatales pertinentes e incluir análisis de coste efectividad. Lo que es más importante, los estudios futuros deben incluir un protocolo claro para el tratamiento de las mujeres según los resultados de la longitud del cuello del útero medida por ecografía transvaginal.
La medición de la longitud del cuello del útero mediante ecografía es un factor predictivo del parto prematuro (PP). Existen tres métodos de evaluación cervical por ecografía: transvaginal (ETV), transabdominal (ETA) y transperineal (ETP, también llamada translabial). La longitud del cuello uterino medida por ETV es una prueba de cribado relativamente nueva, y se ha asociado con una mejor predicción del PP que las pruebas anteriormente disponibles. No está claro si la longitud cervical medida por ecografía es efectiva para prevenir el parto prematuro. Ésta es una actualización de una revisión publicada en 2013.
Evaluar la efectividad del tratamiento prenatal basado en el cribado de la longitud del cuello uterino por ecografía transvaginal, transabdominal y transperineal (también llamada translabial) para la prevención del parto prematuro.
Para esta actualización se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth's Trials Register ), ClinicalTrials.gov, y la WHO International Clinical Trials Registry Platform (ICTRP) hasta el 30 de agosto de 2018; se examinaron las listas de referencias de todos los artículos y se estableció contacto con expertos en el campo para obtener ensayos adicionales y en curso.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) publicados y no publicados de embarazadas entre las edades gestacionales de 14 a 32 semanas, a las que se les realizó un cribado de la longitud del cuello uterino para determinar el riesgo de PP con ETV, ETA o ETP. Esta revisión se centró en los estudios basados en el conocimiento versus ningún conocimiento de los resultados de la longitud cervical, o en la ecografía versus ninguna ecografía para la longitud cervical. Se excluyeron los estudios basados en intervenciones (p.ej. progesterona, cerclaje) para la longitud cervical corta.
Se utilizaron los métodos Cochrane estándar.
Se incluyeron siete ECA (n = 923): uno examinó mujeres asintomáticas con embarazos gemelares; cuatro incluyeron mujeres con embarazos únicos y síntomas de trabajo de parto prematuro (TPP); uno incluyó mujeres con embarazos únicos y síntomas de rotura prematura de membranas antes del término (RPMAT); y uno incluyó mujeres asintomáticas con fetos únicos. Todos los ensayos utilizaron la ETV para el cribado.
El riesgo de sesgo de los estudios incluidos se evaluó como mixto, y la calidad de la evidencia para los resultados primarios se valoró como muy baja para todas las poblaciones.
Para las mujeres asintomáticas con embarazos gemelares, no está claro si el conocimiento de la longitud cervical medida por ETV, en comparación con ningún conocimiento, reduce el parto prematuro de menos de 34 semanas (riesgo relativo [RR] 0,62; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,30 a 1,25; un estudio, 125 participantes) porque la calidad de la evidencia es muy baja. Los resultados tampoco fueron concluyentes para el parto prematuro a las 36, 32 o 30 semanas; la edad gestacional al nacer y otros resultados maternos y perinatales.
Cuatro ensayos examinaron el conocimiento de la longitud cervical medida por ETV en mujeres con embarazo único y síntomas de TPP versus ningún conocimiento. No están claros los efectos debido a que los resultados no fueron concluyentes y la evidencia fue de muy baja calidad para los partos prematuros de menos de 37 semanas (RR promedio 0,59; IC del 95%: 0,26 a 1,32; dos estudios, 242 participantes; I² = 66%; Tau² = 0,23). El parto ocurrió aproximadamente cuatro días más tarde en los grupos de conocimiento (diferencia de medias [DM] 0,64 semanas, IC del 95%: 0,03 a 1,25; tres ensayos, 290 mujeres). Los resultados no fueron concluyentes para las otras medidas de resultado para las que hubo datos disponibles: PP de menos de 34 o 28 semanas; peso al nacer inferior a 2500 g, muerte perinatal, hospitalización materna, tocólisis y esteroides para la madurez pulmonar fetal.
El ensayo de embarazos con feto único con RPMP (n = 92) evaluó como resultado primario la seguridad de utilizar la ETV para medir la longitud del cuello del útero en esta población, y no su efecto sobre el tratamiento. Los resultados no fueron concluyentes en cuanto a la incidencia de infecciones maternas y neonatales entre los grupos ETV y sin ecografía.
En el ensayo de mujeres asintomáticas con fetos únicos (n = 296), en el que las mujeres recibieron o no ETV, los resultados no fueron concluyentes para el parto prematuro de menos de 37 semanas (RR 1,27; IC del 95%: 0,61 a 2,61; I² = 0%), la edad gestacional al parto y otros resultados perinatales y maternos.
La calidad de la evdiencia se disminuyó por las limitaciones en el diseño de los estudios, la inconsistencia entre los ensayos y la imprecisión debida al pequeño tamaño de la muestra y a los intervalos de confianza amplios que cruzan la línea de ningún efecto.
Ningún ensayo comparó el efecto del conocimiento versus el desconocimiento de la longitud del cuello uterino en otras poblaciones, como las mujeres asintomáticas con embarazos únicos o las mujeres sintomáticas con embarazos gemelares.
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