¿Cuál es el objetivo de esta revisión?
El objetivo de esta revisión Cochrane fue determinar si los controles generales de salud reducen los casos de enfermedad y las muertes. Ésta es una actualización de una revisión Cochrane anterior.
Mensajes clave
Es poco probable que las ofertas sistemáticas de los controles de salud sean beneficiosas y las mismas pueden dar lugar a pruebas y tratamientos innecesarios.
¿Qué se estudió en la revisión?
Los controles generales de salud incluyen pruebas múltiples en un paciente que no se siente enfermo. La finalidad es detectar enfermedades de manera precoz, prevenir el desarrollo de enfermedades o brindar tranquilidad. Los controles de salud son un elemento habitual de la asistencia sanitaria en algunos países. La experiencia de los programas de detección para las enfermedades individuales ha mostrado que los beneficios pueden ser menores de lo esperado y los efectos perjudiciales mayores. Se identificaron y analizaron todos los ensayos aleatorios que comparaban las invitaciones para uno o más controles de salud para el público en general con ninguna invitación. Se analizó el efecto sobre la enfermedad y el riesgo de muerte, así como otros resultados que representan la enfermedad, p.ej. la hospitalización y el ausentismo laboral.
¿Cuáles son los principales resultados de la revisión?
Se identificaron 17 ensayos aleatorios que compararon un grupo de adultos a los que se les ofrecieron controles generales de salud con un grupo al que no se le ofrecieron controles de salud.
Quince ensayos informaron de resultados e incluyeron 251 891 participantes. Once de estos ensayos habían estudiado el riesgo de muerte, incorporaron a 233 298 participantes y evaluaron 21 535 muertes. Esta cantidad de datos es excepcionalmente grande en la investigación en asistencia sanitaria, lo cual permitió establecer conclusiones importantes con un grado alto de certeza. Los controles de salud tienen poco o ningún efecto sobre el riesgo de muerte por cualquier causa (evidencia de certeza alta) o en el riesgo de muerte por cáncer (evidencia de certeza alta) y probablemente tienen poco o ningún efecto sobre el riesgo de muerte por causas cardiovasculares (evidencia de certeza moderada). Asimismo, los controles de salud tienen poco o ningún efecto sobre las cardiopatías (evidencia de certeza alta) y probablemente tienen poco o ningún efecto sobre el accidente cerebrovascular (evidencia de certeza moderada).
Un motivo para la falta evidente de efecto puede ser que los médicos de atención primaria ya identifican e intervienen cuando sospechan que un paciente presenta un riesgo alto de desarrollar enfermedades al consultar por otros motivos. Además, los pacientes en alto riesgo de desarrollar enfermedades pueden no asistir a los controles generales de salud cuando se los invita o pueden no cumplir con las pruebas y los tratamientos sugeridos.
¿Cuál es el grado de actualización de la revisión?
Los autores de la revisión buscaron estudios publicados hasta el 31 de enero 2018.
Es poco probable que los controles generales de salud sean beneficiosos.
Los controles generales de salud son elementos habituales de la atención sanitaria en algunos países. Dichos controles intentan detectar enfermedades y factores de riesgo de enfermedades con el objetivo de reducir la morbilidad y la mortalidad. En su mayoría, las pruebas de detección utilizadas habitualmente y ofrecidas en los controles generales de salud no se han estudiado de forma completa. Además, las pruebas de detección dan lugar a un mayor uso de las intervenciones de diagnóstico y tratamiento, lo que puede tener efectos perjudiciales, así como beneficiosos. Por lo tanto, es importante evaluar si los controles generales de salud tienen más efectos beneficiosos que perjudiciales. Ésta es la primera actualización de la revisión publicada en 2012.
Cuantificar los efectos beneficiosos y perjudiciales de los controles generales de salud.
Se hicieron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, en otras dos bases de datos y en dos registros de ensayos el 31 enero 2018. Dos autores de la revisión examinaron los títulos y los resúmenes, evaluaron los artículos en cuanto a la elegibilidad y leyeron las listas de referencias. Un autor de revisión utilizó el seguimiento de citas (Web of Knowledge) y les pidió a los autores de ensayos información acerca de estudios adicionales.
Se incluyeron los ensayos aleatorios que compararon los controles de salud con ningún control de salud en adultos no seleccionados en cuanto a enfermedad o factores de riesgo. No se incluyeron ensayos relacionados con geriatría. Los controles de salud se definieron como pruebas de detección en poblaciones generales para más de una enfermedad o factor de riesgo en más de un sistema orgánico.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo de los ensayos incluidos. Cuando fue necesario, se estableció contacto con los autores de los ensayos para obtener resultados adicionales o detalles de los ensayos. Cuando fue posible, se analizaron los resultados mediante un metanálisis con un modelo de efectos aleatorios; de lo contrario, se realizó una síntesis narrativa.
Se incluyeron 17 ensayos, 15 de los cuales informaron sobre datos de resultados (251 891 participantes). El riesgo de sesgo fue generalmente bajo para los resultados primarios. Los controles de salud tienen poco o ningún efecto sobre la mortalidad total (cociente de riesgos [CR] 1,00; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,97 a 1,03; 11 ensayos; 233 298 participantes y 21 535 muertes; evidencia de certeza alta, I2 = 0%), o la mortalidad por cáncer (CR 1,01; IC del 95%: 0,92 a 1,12; ocho ensayos; 139 290 participantes y 3663 muertes; evidencia de certeza alta, I2 = 33%) y probablemente tienen poco o ningún efecto sobre la mortalidad cardiovascular (CR 1,05; IC del 95%: 0,94 a 1,16; nueve ensayos; 170 227 participantes y 6237 muertes; evidencia de certeza moderada; I2 = 65%). Los controles de salud tienen poco o ningún efecto sobre la cardiopatía isquémica mortal y no mortal (CR 0,98; IC del 95%: 0,94 a 1,03; cuatro ensayos; 164 881 pacientes, 10 325 eventos; evidencia de certeza alta; I2 = 11%) y probablemente tienen poco o ningún efecto sobre el accidente cerebrovascular mortal y no mortal (CR 1,05; IC del 95%: 0,95 a 1,17; tres ensayos; 107 421 pacientes, 4543 eventos; evidencia de certeza moderada, I2 = 53%).
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