¿Cuál es el problema?
Algunas mujeres presentan presión arterial alta, o hipertensión, prolongada, mientras que aproximadamente el 10% de las embarazadas desarrollan hipertensión como una complicación del embarazo. Las imágenes guiadas son una terapia mente-cuerpo que incluye la visualización de diversas imágenes mentales para facilitar la relajación y la reducción de la presión arterial. Puede ser realizada por el propio paciente, en parejas o en grupos con un instructor que utilice audio o guiones.
¿Por qué es esto importante?
La hipertensión durante el embarazo se asocia con un mayor riesgo de que la madre desarrolle preeclampsia con proteinuria, eclampsia con convulsiones y trastornos del hígado y la sangre, así como insuficiencia renal. El recién nacido de una embarazada con hipertensión tiene mayores probabilidades de nacer demasiado temprano, ser demasiado pequeño y puede necesitar cuidados intensivos neonatales. Los fármacos para la hipertensión se recomiendan para las pacientes con hipertensión y preeclampsia grave debido al riesgo de complicaciones potencialmente mortales, pero dichos fármacos pueden tener efectos adversos para la madre (que incluyen cefalea, disminución de la vigilia e intolerancia al ejercicio). Estos fármacos también pueden cruzar la placenta y afectar al niño que aún no ha nacido, y en general no se recomiendan en las pacientes embarazadas con hipertensión leve a moderada, que es cuando se buscan otras vías para tratar la presión arterial.
Las imágenes guiadas son una técnica no farmacológica que podría disminuir potencialmente la presión arterial en las pacientes embarazadas con hipertensión y mejoraría los resultados del embarazo para la madre y su recién nacido.
¿Qué evidencia se encontró?
Se buscó evidencia (octubre de 2018) y se encontraron dos ensayos (con 99 mujeres) realizados en Canadá y los Estados Unidos. Ambos ensayos compararon las imágenes guiadas con el reposo. No hubo ensayos que compararan las imágenes guiadas con ninguna intervención, o con otro método no farmacológico para la hipertensión.
Los dos estudios incluidos informaron diferentes resultados y la frecuencia de la intervención fue algo diferente entre los dos estudios. Un estudio administró la terapia de imágenes guiadas durante 15 minutos al menos dos veces al día durante cuatro semanas o hasta el parto del recién nacido (cualquiera que ocurriera primero). El otro estudio incluyó imágenes guiadas, automonitorización de la presión arterial y entrenamiento de relajación térmica ayudado por biorretroalimentación durante un total de cuatro horas; a las pacientes se les proporcionaron instrucciones para que practicaran los procedimientos dos veces al día y completaran al menos tres sesiones de relajación cada día. Los grupos control en los dos estudios fueron similares; uno utilizó el reposo y el otro utilizó el reposo en forma de reposo en cama.
Ningún ensayo informó datos para los resultados principales de interés: hipertensión grave, preeclampsia grave o muerte del niño durante el parto o en la primera semana de vida. Los ensayos proporcionaron datos para solo uno de los resultados secundarios de interés.
La evidencia de certeza baja de un ensayo (69 mujeres) indica que, en comparación con el reposo, las imágenes guiadas pueden lograr poco o ningún cambio con respecto a la administración de fármacos antihipertensivos.
¿Qué significa esto?
Se incluyeron dos ensayos pequeños que compararon las imágenes guiadas con el reposo. No se identificaron ensayos que compararan las imágenes guiadas con ninguna intervención o con otro tratamiento no farmacológico para la hipertensión.
La evidencia disponible para esta revisión es escasa y el efecto de las imágenes guiadas para tratar la hipertensión durante el embarazo (en comparación con el reposo) aún es poco claro.
Los ensayos incluidos no informaron sobre los resultados principales de la presente revisión y solo aportaron evidencia de certeza baja de un efecto poco claro sobre la administración de fármacos antihipertensivos.
No hay evidencia suficiente para informar la práctica acerca del uso de las imágenes guiadas para la hipertensión en el embarazo.
Se necesitan estudios grandes y bien diseñados para identificar los efectos de las imágenes guiadas sobre la hipertensión durante el embarazo y sobre otros resultados relevantes asociados con la salud de las madres y sus recién nacidos a corto y a largo plazo. Los ensayos también deben considerar la utilización y los costos de los servicios sanitarios.
No hay evidencia suficiente para informar la práctica acerca del uso de las imágenes guiadas para la hipertensión en el embarazo.
La evidencia disponible sobre este tema de revisión es escasa, y el efecto de las imágenes guiadas para tratar la hipertensión durante el embarazo (en comparación con el reposo) aún es poco claro. Hubo evidencia de certeza baja de que las imágenes guiadas lograron poco o ningún cambio en la administración de fármacos antihipertensivos, y la calidad de la evidencia se disminuyó debido a la imprecisión.
Los dos ensayos incluidos no informaron sobre los resultados primarios de la presente revisión. No se identificaron ensayos que compararan las imágenes guiadas con ninguna intervención, o con otro método no farmacológico para la hipertensión.
Se necesitan ECA grandes y bien diseñados para identificar los efectos de las imágenes guiadas sobre la hipertensión durante el embarazo y sobre otros resultados relevantes asociados con la salud materna y neonatal a corto y a largo plazo. Los ensayos también podrían considerar la utilización y los costos de los servicios sanitarios.
La hipertensión (presión arterial alta) en el embarazo conlleva un alto riesgo de morbilidad y mortalidad maternas. Aunque los fármacos antihipertensivos se utilizan de manera habitual, tienen efectos adversos sobre las madres y los fetos. Las imágenes guiadas son una técnica no farmacológica que tiene la posibilidad de disminuir la presión arterial en las pacientes embarazadas con hipertensión. Las imágenes guiadas son una terapia mente-cuerpo que incluye la visualización de diversas imágenes mentales para facilitar la relajación y la reducción de la presión arterial.
Determinar el efecto de las imágenes guiadas como tratamiento no farmacológico de la hipertensión en el embarazo y su influencia sobre los resultados perinatales.
Se buscó en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) y en dos registros de ensayos (octubre de 2018). También se buscó en las actas de congresos y las revistas relevantes, y se revisaron las listas de referencias de los estudios recuperados.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorios (ECA). Se habrían incluido ECA que utilizaran un diseño aleatorio grupal, pero no se identificaron estudios de este tipo. Se excluyeron los ensayos cruzados (cross-over) y los ensayos cuasialeatorios.
Se buscaron estudios de intervención de diversas técnicas de imágenes guiadas utilizadas durante el embarazo en comparación con ninguna intervención u otros tratamientos no farmacológicos para la hipertensión (p.ej. reposo, musicoterapia, aromaterapia, tratamiento de relajación, acupuntura, acupresión, masaje, respiración lenta guiada por dispositivo, hipnosis, ejercicio físico y yoga).
Tres autores de la revisión, de forma independiente, evaluaron los ensayos para la inclusión, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo de los estudios incluidos. Se verificó la exactitud de los datos extraídos y se resolvieron las diferencias en las evaluaciones mediante discusión La certeza de la evidencia se evaluó mediante los criterios GRADE.
Se incluyeron dos ensayos pequeños (que incluyeron en total 99 embarazadas) que compararon las imágenes guiadas con el reposo. Los ensayos se realizaron en Canadá y Estados Unidos. Ambos ensayos se evaluaron como alto riesgo de sesgo de realización y bajo riesgo de sesgo de desgaste; un ensayo tuvo bajo riesgo de sesgo de selección, detección e informe, mientras que el otro tuvo riesgo poco claro para los mismos dominios.
No fue posible realizar un metanálisis porque los dos estudios incluidos informaron sobre resultados diferentes y la frecuencia de la intervención fue algo diferente entre los dos estudios. Un estudio utilizó las imágenes guiadas durante 15 minutos al menos dos veces al día durante cuatro semanas o hasta el parto del recién nacido (cualquiera que ocurriera primero). En el otro estudio la intervención incluyó imágenes guiadas, automonitorización de la presión arterial y entrenamiento de relajación térmica ayudado por biorretroalimentación durante cuatro horas en total; a las participantes se les proporcionaron instrucciones de que practicaran los procedimientos dos veces al día y completaran al menos tres sesiones de relajación de alivio cada día. Los grupos control fueron similares; uno fue de reposo y el otro fue de reposo en forma de reposo en cama.
No se informó ninguno de los resultados en los ensayos incluidos: hipertensión grave (o presión arterial sistólica de 160 mmHg o más, o presión arterial diastólica de 110 mmHg o más); preeclampsia grave o muerte perinatal (mortinatos más muertes en la primera semana de vida). Solo se midió uno de los resultados secundarios.
La evidencia de certeza baja de un ensayo (69 mujeres) indica que las imágenes guiadas podrían lograr poco o ningún cambio con respecto a la administración de fármacos antihipertensivos (cociente de riesgos 1,27; intervalo de confianza del 95%: 0,72 a 2,22).
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