Antecedentes
Las exacerbaciones agudas de las enfermedades respiratorias a largo plazo en los niños dan lugar a un gran uso de los recursos de salud y a una calidad de vida deficiente de los niños y sus familias. La provisión de apoyo y educación adicional al niño y a su familia durante una hospitalización por una exacerbación aguda puede mejorar su calidad de vida y reducir las visitas futuras a la asistencia sanitaria. Un asistente social asignado a cada niño durante el ingreso hospitalario puede ayudar a proporcionar educación individual y un programa de alta y apoyo constante una vez que el niño ha sido dado de alta. Se examinó si los servicios de apoyo para la gestión individualizada de los casos, durante y después de la hospitalización por exacerbaciones agudas de las enfermedades respiratorias a largo plazo en los niños, son beneficiosos. Específicamente, se deseaba saber si los asistentes sociales pueden ayudar a prevenir los ingresos hospitalarios adicionales y reducir el número de visitas a otros servicios sanitarios como los servicios de urgencias y a los médicos generales.
Pregunta de la revisión
¿El tratamiento con programas de alta individualizados asignados por asistentes sociales previene los reingresos hospitalarios por exacerbaciones agudas en los niños con enfermedades respiratorias a largo plazo?
Características de los estudios
Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorios (un tipo de estudio en el que los participantes se asignan a un grupo de tratamiento mediante un método aleatorio) que evaluaron si los que recibieron tratamiento con un programa de alta individualizado asignado por un asistente social (el grupo de intervención) tuvieron mejores resultados en comparación con los que recibieron atención habitual (el grupo control). Se consideró el número de reingresos hospitalarios, las visitas al servicio de urgencias y las visitas no programadas al médico general después del alta.
La evidencia esta actualizada hasta el 15 de noviembre de 2017.
Se encontraron cuatro estudios que incluyeron 773 niños de 14 meses a 16 años. Todos los estudios incluyeron niños con asma. El programa utilizado para el alta varió entre los estudios, todos fueron administrados por un educador adiestrado en asma (trabajadores sanitarios no profesionales o personal de enfermería específicamente adiestrado para educar a los pacientes con asma). Los estudios realizaron el seguimiento de los niños durante dos a 14 meses después del alta. Sólo fue posible incluir datos de dos estudios en un análisis combinado (es decir, el metanálisis), debido a que los otros dos estudios también incluyeron a niños no hospitalizados y no fue posible obtener datos específicos de los niños hospitalizados y uno de dichos estudios incluyó a niños con enfermedad de sibilancias agudas (sin diagnóstico de asma anterior); no fue posible obtener datos específicos para esta revisión.
Resultados clave
En esta revisión que incluye a niños hospitalizados con exacerbaciones del asma, los programas de alta estructurados e implementados por un educador adiestrado en asma que incluyeron apoyo de seguimiento (en comparación con el grupo control) redujeron el número de reingresos al hospital por asma aguda. No se observó un beneficio claro sobre las futuras visitas al servicio de urgencias o al médico general a causa del asma aguda. No hubo datos disponibles sobre la relación entre coste y efectividad, la duración de las hospitalizaciones futuras ni la adherencia a los fármacos después del alta. Un estudio informó la calidad de vida y no encontró diferencias entre los grupos de intervención y control. No hubo estudios relacionados con otras enfermedades respiratorias a largo plazo.
Conclusiones
El tratamiento con un programa de alta individual asignado por asistentes sociales, comparado con el tratamiento no asignado por un asistente social, puede prevenir los reingresos al hospital por exacerbaciones del asma en los niños. Sin embargo, la evidencia actual se limita sólo a dos estudios en niños con asma. Se necesitan estudios adicionales en una variedad amplia de enfermedades respiratorias a largo plazo en la niñez.
Calidad de la evidencia
Se consideró que la calidad de la evidencia fue moderada para el resultado de los reingresos hospitalarios y baja para los resultados de las visitas futuras al servicio de urgencias y las consultas al médico general debido a exacerbaciones del asma.
La evidencia actual indica que los programas de alta individuales asignados por asistentes sociales, en comparación con los programas no asignados por asistentes sociales, pueden ser beneficiosos para prevenir los reingresos hospitalarios por exacerbaciones agudas en los niños con asma. No hubo una indicación clara de que la intervención redujera las visitas al servicio de urgencias ni al médico general debido al asma y faltan datos sobre los niños con otras afecciones respiratorias crónicas. Debido al beneficio potencial y a los ahorros de costos para el sector de asistencia sanitaria y las familias como resultado de la reducción de las hospitalizaciones y las consultas ambulatorias, se necesitan ensayos controlados aleatorios adicionales que abarquen diferentes enfermedades respiratorias crónicas, origen étnico, contextos socioeconómicos y relación entre coste y efectividad, así como la definición de los componentes esenciales de una intervención compleja.
Las afecciones respiratorias crónicas son las causas principales de mortalidad y morbilidad. Los niños con enfermedades crónicas presentan un aumento en la morbilidad asociada con su bienestar físico, emocional y general. Las exacerbaciones respiratorias agudas (ERA) son frecuentes en los niños con enfermedades respiratorias crónicas y a menudo requieren ingreso hospitalario. Por lo tanto, la reducción de la frecuencia de las ERA y las hospitalizaciones recurrentes es una meta importante en el tratamiento individual y por parte de la salud pública de las enfermedades respiratorias crónicas en los niños. El programa de alta se utiliza para decidir lo que necesita el paciente para la transición de un nivel de atención a otro y, por lo general, se considera en el contexto del alta del hospital al domicilio. El programa de alta hospitalaria para continuar el tratamiento de una enfermedad históricamente ha consistido en la derivación a un médico general o a un profesional paramédico o al autocuidado por parte del individuo y de su familia, con una comunicación limitada entre el hospital y el paciente una vez que se ha producido el alta. Un programa de alta efectivo puede disminuir el riesgo de ERA recurrentes que requieren atención médica. Un programa de alta individual asignado por asistentes sociales puede disminuir aún más las exacerbaciones.
Evaluar la eficacia de los programas de alta individuales asignados por asistentes sociales, en comparación con programas de alta no asignados por asistentes sociales, para la prevención de la hospitalización por ERA en niños con enfermedades pulmonares crónicas como el asma y la bronquiectasia.
Se realizaron búsquedas en el registro especializado de ensayos del Grupo Cochrane de Vías Respiratorias (Cochrane Airways Group Specialised Register of Trials), Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL), MEDLINE, Embase, en registros de ensayos y en listas de referencias de artículos. Las últimas búsquedas se realizaron en noviembre de 2017.
Todos los ensayos controlados aleatorios que compararon un programa de alta individual asignado por asistentes sociales versus enfoques tradicionales al programa de alta (incluido el autocuidado), y su efectividad para reducir la necesidad posterior de atención de urgencia por ERA (ingresos hospitalarios, visitas al servicio de urgencias o visitas al médico general no programadas) en niños hospitalizados con una exacerbación aguda de enfermedades respiratorias crónicas. Se excluyeron los estudios que incluyeron a niños con fibrosis quística.
Se utilizaron los enfoques metodológicos estándar de las Revisiones Cochrane. Los estudios pertinentes se seleccionaron por duplicado de forma independiente. Dos autores de la revisión, de forma independiente, evaluaron la calidad de los ensayos y extrajeron los datos. Se estableció contacto con los autores de un estudio para obtener más información.
Se incluyeron cuatro estudios con un total de 773 participantes asignados al azar con edades comprendidas entre los 14 meses y los 16 años. Los cuatro estudios incluyeron a niños con asma y la planificación de los casos fue realizada por un educador adiestrado del personal de enfermería. Sin embargo, el programa de alta/educación difirió entre los estudios. Fue posible incluir datos de sólo dos estudios (361 niños) en el metanálisis. Dos estudios adicionales incluyeron a niños de ámbitos hospitalarios y ambulatorios, y uno de estos estudios también incluyó a niños con enfermedad de sibilancias agudas (sin diagnóstico de asma anterior); no fue posible obtener datos específicos para esta revisión. Para el resultado primario de exacerbaciones que requieren hospitalización, los pacientes del grupo de intervención tuvieron significativamente menos probabilidades de ser rehospitalizados (odds ratio [OR] 0,29; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,16 a 0,50) en comparación con los controles. Lo anterior equivale a 189 ingresos menos (IC del 95%: 124 a 236) por 1000 niños. Ningún estudio informó los eventos adversos. En el contexto de una heterogeneidad estadística significativa entre los dos estudios, no hubo un efecto estadísticamente significativo sobre las consultas al servicio de urgencias (OR 0,37; IC del 95%: 0,04 a 3,05) o al médico general (OR 0,87; IC del 95%: 0,22 a 3,44). No hubo datos sobre la relación entre coste y efectividad, la duración de las hospitalizaciones posteriores o la adherencia a los fármacos. Un estudio informó la calidad de vida y no observó diferencias significativas entre los grupos de intervención y control.
Tres de los estudios se consideraron con riesgo incierto de sesgo, principalmente debido a la descripción inadecuada del cegamiento de los participantes y los investigadores. El cuarto estudio se consideró con alto riesgo de sesgo debido a que se utilizó a un único investigador no cegado. Mediante el sistema GRADE, la calidad de la evidencia se consideró moderada para el resultado de hospitalización y baja para los resultados de visitas al servicio de urgencias y consultas al médico general.
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