Mensajes clave
Los estudios en esta área son pequeños y no fue posible concluir si alguno de los medicamentos estudiados ayudó a las personas con apnea central del sueño (ACS) en comparación con el tratamiento simulado.
¿Qué es la apnea central del sueño y cómo se trata?
La ACS es un trastorno en el que la respiración se detiene y se inicia repetidamente durante el sueño porque el cerebro no envía las señales adecuadas a los músculos que controlan la respiración. La ACS afecta sobre todo a los hombres y a las personas con cardiopatías. Esta afección es diferente y menos frecuente que la apnea obstructiva del sueño, en la que la respiración se interrumpe por obstrucción o estrechamiento de las vías respiratorias. El tratamiento de la ACS puede implicar el uso de dispositivos para ayudar a respirar, pero a las personas con ACS no siempre les gusta utilizarlos. El tratamiento con medicamentos, como los hipnóticos (utilizados para reducir la tensión e inducir la calma) y los moduladores respiratorios (utilizados para estimular la respiración), podría ser una alternativa para los adultos con ACS.
¿Qué se quería averiguar?
El objetivo de esta revisión fue averiguar si los medicamentos podrían mejorar los siguientes desenlaces en las personas con ACS.
• Índice de apnea-hipopnea centrales (un indicador clave de la ACS que mide el número de veces que la respiración de una persona se detiene por hora de sueño)
• Muerte relacionada con enfermedades cardíacas
• Calidad del sueño
• Calidad de vida
• Somnolencia diurna
• Índice de apnea-hipopnea (otra puntuación de los episodios de apnea)
• Muerte por cualquier causa
• Tiempo hasta una intervención cardiovascular para salvar la vida (como un trasplante)
También se quería saber si estos medicamentos tenían efectos no deseados.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que investigaran el uso de medicamentos para la ACS en comparación con un tratamiento diferente (como los dispositivos respiratorios utilizados habitualmente para tratar la ACS), un tratamiento simulado (placebo), ningún tratamiento o la atención habitual. Los participantes debían tener al menos 18 años. Solo se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA), que asignan a las personas a los grupos de tratamiento de forma aleatoria.
¿Qué se encontró?
Se encontraron cinco estudios con un total de 66 adultos con ACS y una media de edad de 66 a 71 años. Los estudios incluidos utilizaron cuatro medicamentos diferentes y, en su mayoría, analizaron a hombres que presentaban ACS junto con una cardiopatía. En un estudio, cinco hombres recibieron triazolam (un medicamento que ayuda a dormir) o placebo. En otro estudio, 16 hombres recibieron buspirona (un medicamento que ayuda a reducir la ansiedad) o placebo. En un tercer estudio, 15 hombres recibieron teofilina (un medicamento para aliviar las sibilancias, la falta de aire y la opresión torácica) o placebo. Treinta adultos de los dos estudios restantes recibieron acetazolamida (un medicamento que ayuda a estimular la respiración) o placebo/ninguna acetazolamida.
Los estudios que proporcionaron información sobre la duración del tratamiento analizaron los medicamentos entre tres días y una semana.
No se conocen con certeza los efectos de los medicamentos sobre el índice de apnea-hipopnea centrales, la muerte relacionada con enfermedades cardiacas, el índice de apnea-hipopnea y la somnolencia diurna. Los estudios tampoco pudieron determinar si los episodios no deseados eran más frecuentes con los medicamentos que con el placebo. Ningún estudio informó acerca de otros desenlaces de interés.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
La confianza en la evidencia es muy baja, principalmente porque procede de estudios pequeños con muy pocos participantes.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta el 30 de agosto de 2022.
No hay evidencia suficiente que respalde el uso del tratamiento farmacológico para el control de la ACS. Aunque estudios pequeños han informado efectos positivos de ciertos agentes para la ACS asociada con la insuficiencia cardíaca en la reducción del número de eventos respiratorios durante el sueño, no fue posible evaluar si esta reducción podría repercutir en la calidad de vida de las personas con ACS, debido a la escasa información sobre desenlaces clínicos importantes como la calidad del sueño o la impresión subjetiva de somnolencia diurna. Además, la mayoría de los ensayos tuvieron un seguimiento a corto plazo. Se necesitan ensayos de alta calidad que evalúen los efectos a más largo plazo de las intervenciones farmacológicas.
El término apnea central del sueño (ACS) abarca diversas situaciones clínicas en las que un impulso respiratorio disfuncional provoca eventos respiratorios recurrentes, a saber, apnea (ausencia total de ventilación) e hipopnea del sueño (ventilación insuficiente) durante el sueño. Los estudios han mostrado que la ACS responde en cierta medida a agentes farmacológicos con mecanismos distintos, como la estabilización del sueño y la estimulación respiratoria. Algunos tratamientos para la ACS se asocian con una mejoría de la calidad de vida, aunque la evidencia sobre esta asociación es incierta. Además, el tratamiento de la ACS con ventilación con presión positiva no invasiva no siempre es eficaz ni seguro y puede dar lugar a un índice de apnea-hipopnea residual.
Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales del tratamiento farmacológico comparado con controles activos o inactivos para la apnea central del sueño en adultos.
Se utilizaron los métodos exhaustivos estándares de búsqueda de Cochrane. La última fecha de búsqueda fue el 30 de agosto de 2022.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) paralelos y cruzados (cross-over) que evaluaron cualquier tipo de agente farmacológico comparado con controles activos (p. ej., otros fármacos) o controles pasivos (p. ej. placebo, ningún tratamiento o atención habitual) en adultos con ACS según la definición de la 3ª Edición de la International Classification of Sleep Disorders. No se excluyeron estudios en función de la duración de la intervención ni del seguimiento. Se excluyeron los estudios centrados en la ACS debido a la respiración periódica a gran altitud.
Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane. Los desenlaces principales de esta revisión fueron el índice de apnea-hipopnea centrales (IAHc), la mortalidad cardiovascular y los eventos adversos graves. Los desenlaces secundarios fueron la calidad del sueño, la calidad de vida, la somnolencia diurna, el IAH, la mortalidad por cualquier causa, el tiempo transcurrido hasta una intervención cardiovascular encaminada a salvar la vida y los eventos adversos no graves. Se utilizó el método GRADE para evaluar la calidad de la evidencia de cada desenlace.
Se incluyeron cuatro ECA cruzados y un ECA paralelo, con un total de 68 participantes. La media de edad varió entre 66 y 71,3 años y la mayoría de los participantes eran hombres. Cuatro ensayos reclutaron a personas con ACS asociada con insuficiencia cardíaca y un estudio incluyó a personas con ACS primaria. Los tipos de fármacos fueron acetazolamida (inhibidor de la anhidrasa carbónica), buspirona (ansiolítico), teofilina (derivado de la metilxantina) y triazolam (hipnótico), que se administraron durante un periodo de entre tres días y una semana.
Solo el estudio sobre la buspirona proporcionó una evaluación formal de los eventos adversos. Estos eventos fueron poco frecuentes y leves. Ningún estudio informó sobre los eventos adversos graves, la calidad del sueño, la calidad de vida, la mortalidad por todas las causas ni el tiempo transcurrido hasta una intervención cardiovascular de vida o muerte.
Inhibidores de la anhidrasa carbónica versus control inactivo
Los resultados procedían de dos estudios de acetazolamida versus placebo (n = 12) y acetazolamida versus ninguna acetazolamida (n = 18) para la ACS asociada con la insuficiencia cardíaca. Un estudio informó sobre desenlaces a corto plazo y el otro sobre desenlaces a medio plazo. No se sabe con certeza si los inhibidores de la anhidrasa carbónica comparados con el control inactivo reducen el IAHc a corto plazo (diferencia de medias [DM] -26,00 eventos por hora; IC del 95%: -43,84 a -8,16; un estudio, 12 participantes; evidencia de certeza muy baja). Del mismo modo, no se sabe con certeza si los inhibidores de la anhidrasa carbónica comparados con el control inactivo reducen el IAH a corto plazo (DM -23,00 eventos por hora; IC del 95%: -37,70 a 8,30; un estudio, 12 participantes; evidencia de certeza muy baja) o a medio plazo (DM -6,98 eventos por hora; IC del 95%: -10,66 a -3,30; un estudio, 18 participantes; evidencia de certeza muy baja). El efecto de los inhibidores de la anhidrasa carbónica sobre la mortalidad cardiovascular a medio plazo también fue incierto (odds ratio [OR] 0,21; IC del 95%: 0,02 a 2,48; un estudio, 18 participantes; evidencia de certeza muy baja).
Ansiolíticos versus control inactivo
Los resultados se basaron en un estudio de buspirona versus placebo para la ACS asociada con la insuficiencia cardíaca (n = 16). La diferencia mediana entre los grupos para el IAHc fue -5,00 eventos por hora (RIC: -8,00 a -0,50), la diferencia mediana para el IAH fue -6,00 eventos por hora (RIC: -8,80 a -1,80) y la diferencia mediana en la Epworth Sleepiness Scale para la somnolencia diurna fue 0 puntos (RIC: -1,0 a 0,00).
Derivados de metilxantina versus control inactivo
Los resultados se basaron en un estudio de teofilina versus placebo para la ACS asociada con la insuficiencia cardíaca (n = 15). No se sabe con certeza si los derivados de metilxantina comparados con el control inactivo reducen el IAHc (DM -20,00 eventos por hora; IC del 95%: -32,15 a -7,85; 15 participantes; evidencia de certeza muy baja) o la IAH (DM -19,00 eventos por hora; IC del 95%: -30,27 a -7,73; 15 participantes; evidencia de certeza muy baja).
Hipnóticos versus control inactivo
Los resultados se basaron en un ensayo de triazolam versus placebo para la ACS primaria (n = 5). Debido a limitaciones metodológicas muy importantes y a un informe insuficiente de las medidas de desenlace, no fue posible establecer conclusiones sobre los efectos de esta intervención.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.