Ejercicio en comparación con la desobstrucción de las vías respiratorias en personas con fibrosis quística

Pregunta de la revisión

¿El ejercicio puede sustituir a otros métodos de desobstrucción de las vías respiratorias en las personas con fibrosis quística (FQ)?

Antecedentes

La FQ afecta a muchos sistemas del cuerpo, principalmente al sistema respiratorio. Provoca una acumulación de mucosidad espesa y pegajosa en los pulmones que causa irritación y daños en el revestimiento de las vías respiratorias. El tratamiento de la FQ consiste en una fisioterapia torácica, también llamada desobstrucción de las vías respiratorias, que utiliza una serie de dispositivos o técnicas para eliminar esta mucosidad. Se ha sugerido que el ejercicio puede tener un efecto similar. Al hacer ejercicio, la persona realiza diferentes volúmenes y profundidades de respiración. Esto conduce a cambios de presión y fuerzas dentro de las vías respiratorias que mueven las secreciones fuera de los pulmones. Se comparó el efecto sobre la función pulmonar del ejercicio frente a otras técnicas para ver si el ejercicio es una alternativa adecuada para las personas con FQ. Se quería responder a la pregunta de la revisión para reducir potencialmente la carga de tratamiento.

Fecha de la búsqueda

La evidencia está actualizada hasta el 15 de febrero de 2022.

Características de los estudios

Se buscó en la literatura estudios en los que las personas recibieron al menos dos sesiones de tratamiento con ejercicios u otra técnica de desobstrucción de las vías respiratorias, y en la revisión se informa sobre cuatro estudios que incluyen 86 personas con FQ. Las personas que participaron en los estudios tenían entre siete y 41 años y presentaban distintos grados de gravedad de la enfermedad. Tres estudios incluyeron a personas que estaban clínicamente bien y un estudio incluyó a personas ingresadas en el hospital por una infección respiratoria. Los estudios duraron entre cuatro días y seis meses y compararon el ejercicio (solo o en combinación con otra técnica de desobstrucción de las vías respiratorias) con otras técnicas. Dos estudios compararon el ejercicio con el drenaje postural y la percusión (DPyP), un estudio comparó el ejercicio con un ciclo activo de técnicas respiratorias (CATR) y un estudio comparó el ejercicio con la presión espiratoria positiva bajo el agua, también conocida como PEP de burbujas. Tres estudios recibieron apoyo económico de organismos de financiación como el Cystic Fibrosis Trust, la Buffalo Foundation y el Romanian National Council for Scientific Research in Higher Education.

Resultados clave

No se encontró evidencia suficiente para concluir si el ejercicio puede o no sustituir a otros métodos de desobstrucción de las vías respiratorias. No se encontró evidencia que indicara que el ejercicio es mejor o peor que otros métodos para mejorar la función pulmonar o eliminar la mucosidad de las vías respiratorias, aunque el ejercicio mejoró la capacidad de ejercicio de las personas y fue la opción preferida de tratamiento en un estudio. Ninguno de los estudios informó efectos negativos del tratamiento con ejercicio. Ninguno de los estudios evaluó la calidad de vida o la necesidad de tratamiento antibiótico adicional. Un estudio indicó que el ejercicio por sí solo era menos efectivo para eliminar el esputo que un CATR.

Ejercicio frente a CATR

Un estudio (18 participantes) encontró que una medida de la función pulmonar aumentó temporalmente (hasta 30 minutos) en el grupo de ejercicio solo. Por lo demás, no hubo diferencias entre el grupo de CATR o el de ejercicio. No se notificaron episodios adversos y no se sabe con certeza si el CATR se consideró más efectivo o se prefirió. El grupo de ejercicio produjo menos esputo que el grupo de CATR. El estudio no informó sobre la capacidad de ejercicio, la calidad de vida, la adherencia, las hospitalizaciones ni la necesidad de antibióticos adicionales.

Ejercicio más DPyP frente a DPyP solo

Dos estudios (55 participantes) compararon el ejercicio más el DPyP con el DPyP solo. A las dos semanas, un ensayo describió un mayor aumento de la función pulmonar con DPyP solo, mientras que a los seis meses el segundo estudio informó un mayor aumento con el ejercicio más DPyP (pero no proporcionó datos del grupo de DPyP). Un estudio no informó efectos secundarios ni notificó diferencias entre los grupos en cuanto a la capacidad de ejercicio (ritmo de trabajo máximo), el volumen de esputo o la duración media de la estancia en el hospital. Por el contrario, el segundo estudio informó sobre un menor número de hospitalizaciones por exacerbaciones en el grupo de ejercicio y DPyP. Ningún estudio informó sobre la calidad de vida, la preferencia ni la necesidad de antibióticos.

Ejercicio frente a presión espiratoria positiva bajo el agua

Un estudio (13 participantes) comparó el ejercicio con la presión espiratoria positiva bajo el agua (también conocida como PEP de burbujas). No se registraron episodios adversos en ninguno de los dos grupos y los investigadores informaron que los participantes pensaban que, aunque el ejercicio era más agotador, también era más agradable que la PEP de burbujas. No se encontró diferencias en el peso total del esputo recogido durante las sesiones de tratamiento. El estudio no informó sobre la función pulmonar, la calidad de vida, la capacidad de ejercicio, la adherencia, la necesidad de antibióticos ni las hospitalizaciones.

Certeza de la evidencia

En general, se tiene muy poca confianza en la evidencia porque los cuatro estudios tuvieron pocos participantes y dos estudios solo presentaron los resultados como un breve informe dado en una conferencia.

No se cree que el hecho de que los participantes y las personas que medían los desenlaces supieran qué tratamiento estaban recibiendo los participantes influyera en los resultados de desenlaces como la función pulmonar y el peso del esputo. No se piensa que el hecho de que estos estudios hayan sido financiados influya en la interpretación de los resultados de esta revisión.

Conclusiones de los autores: 

Ya que es una de las diez principales preguntas de investigación identificadas por los médicos y las personas con FQ, es importante revisar de forma sistemática la literatura sobre si el ejercicio es una TDVR aceptable y efectiva o no, y si puede sustituir a los métodos tradicionales. No se identificó un número suficiente de ensayos para concluir si el ejercicio es una TDVR alternativa adecuada o no, y el diseño diferente de los ensayos incluidos no permitió realizar un metanálisis de los resultados. La evidencia es de certeza muy baja, por lo que no hay seguridad sobre la efectividad del ejercicio como una TDVR. Para responder a esta pregunta se necesitan estudios con una mayor duración que examinen los desenlaces importantes para las personas con FQ.

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Antecedentes: 

Existen muchas técnicas de desobstrucción de las vías respiratorias (TDVR) aceptadas para controlar la salud respiratoria de las personas con fibrosis quística (FQ); ninguna de ellas ha demostrado su superioridad. Otras revisiones Cochrane han informado efectos a corto plazo relacionados con el transporte de la mucosidad, pero no hay evidencia que apoye los efectos beneficiosos a largo plazo. El ejercicio es una TDVR alternativa que se cree que produce fuerzas de cizallamiento dentro del parénquima pulmonar, lo que mejora la desobstrucción mucociliar y la eliminación de las secreciones viscosas.

Datos recientes sugieren que algunas personas con FQ utilizan el ejercicio como sustituto de las TDVR tradicionales, aunque no existe una recomendación consensuada al respecto. Además, una de las diez principales preguntas de investigación identificadas por las personas con FQ es si el ejercicio puede sustituir a otras TDVR.

La revisión sistemática de la evidencia sobre el ejercicio como una TDVR segura y eficaz ayudará a las personas con FQ a decidir si incorporan esta estrategia a sus planes de tratamiento y a reducir potencialmente su carga de tratamiento. El momento de esta revisión es especialmente pertinente dado el cambiante panorama del tratamiento de la FQ con la llegada de terapias de moléculas pequeñas altamente efectivas que están cambiando la forma de atender a las personas con FQ.

Objetivos: 

Comparar el efecto del ejercicio con otras TDVR para mejorar la función respiratoria y otros desenlaces clínicos en personas con FQ y evaluar los posibles efectos adversos asociados con esta técnica.

Métodos de búsqueda: 

El 28 de febrero de 2022 se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Fibrosis quística (Cochrane Cystic Fibrosis), compilado a partir de búsquedas en bases de datos electrónicas y búsquedas manuales en revistas y libros de resúmenes de congresos. También se realizaron búsquedas en las listas de referencias de los artículos y las revisiones pertinentes.

Se realizaron búsquedas en los registros de ensayos clínicos en línea el 15 de febrero de 2022.

El 1 de febrero de 2021 se envió un correo electrónico a los autores de los estudios en espera de clasificación o de los resúmenes potencialmente elegibles para obtener información adicional.

Criterios de selección: 

Se seleccionaron estudios controlados aleatorizados (ECA) y cuasialeatorizados que compararon el ejercicio con otra TDVR en personas con FQ durante al menos dos sesiones de tratamiento.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión, de forma independiente, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo de los estudios incluidos. Evaluaron la certeza de la evidencia mediante el método GRADE. Los autores de la revisión se pusieron en contacto con los investigadores para obtener más información relevante sobre sus publicaciones.

Resultados principales: 

Se incluyeron cuatro ECA. Los 86 participantes presentaban un amplio rango de gravedad de la enfermedad (el volumen espiratorio forzado en un segundo [VEF1] varió entre el 54% y el 95%) y tenían entre siete y 41 años de edad. Dos ECA tenían diseño cruzado y dos diseño paralelo. Los participantes de un ECA fueron hospitalizados con una exacerbación respiratoria aguda, mientras que los participantes de tres ECA estaban clínicamente estables. Los cuatro ECA compararon el ejercicio solo o en combinación con otra TDVR, pero eran demasiado diversos para permitir combinar los resultados. La certeza de la evidencia fue muy baja y se disminuyó debido al escaso número de participantes y a los riesgos de sesgo altos o inciertos en todos los dominios.

Ejercicio versus ciclo activo de técnicas respiratorias (CATR)

Un ensayo cruzado (cross-over) (18 participantes) comparó el ejercicio solo con un CATR. No hubo cambios a partir del inicio en el desenlace principal VEF1, aunque aumentó en el grupo de ejercicio antes de volver a los valores iniciales después de 30 minutos. No hay certeza de si el ejercicio afectó el VEF1, ya que la evidencia es de certeza muy baja. Se observaron resultados similares en otras medidas de la función pulmonar. No se produjeron eventos adversos durante las sesiones de ejercicio (evidencia de certeza muy baja). No está claro si el CATR se percibió como más efectivo o fue la TDVR preferida (evidencia de certeza muy baja). El volumen de esputo en 24 horas fue menor en el grupo de ejercicio que con un CATR (desenlace secundario). No se informó sobre la capacidad de ejercicio, la calidad de vida, la adherencia, las hospitalizaciones ni la necesidad de antibióticos adicionales.

Ejercicio más drenaje postural y percusión (DPyP) versus DPyP solamente

Dos ensayos (55 participantes) compararon el ejercicio y el DPyP con DPyP solo. A las dos semanas, un ensayo informó de manera narrativa un mayor aumento del VEF1 % previsto con el DPyP solo. A los seis meses, el otro ensayo informó de un mayor aumento con el ejercicio combinado con DPyP, pero no proporcionó datos del grupo de DPyP. No está claro que el ejercicio con DPyP mejore el VEF1, ya que la certeza de la evidencia es muy baja. Otras medidas de la función pulmonar no mostraron evidencia clara del efecto. Un ensayo no informó diferencias en la capacidad de ejercicio (ritmo de trabajo máximo) después de dos semanas. No se notificaron eventos adversos (un ensayo; 17 participantes; evidencia de certeza muy baja). La adherencia fue alta, con todas las sesiones de DPyP y el 96% de las sesiones de ejercicio completadas (un ensayo, 17 participantes; evidencia de certeza muy baja). No hubo diferencias entre los grupos en el volumen de esputo en 24 horas ni en la duración media de la hospitalización, aunque el ensayo de seis meses informó de menos hospitalizaciones por exacerbaciones en el grupo de ejercicio y DPyP. No se informó sobre la calidad de vida, la preferencia de TDVR ni la necesidad de antibióticos.

Ejercicio versus presión espiratoria positiva bajo el agua

Un ensayo (13 participantes) comparó el ejercicio con la presión espiratoria positiva bajo el agua (también conocida como PEP de burbujas). No se registraron eventos adversos en ninguno de los dos grupos (evidencia de certeza muy baja). Los investigadores del ensayo informaron que los participantes percibían el ejercicio como más agotador, pero también más agradable que la PEP de burbujas (evidencia de certeza muy baja). No se encontraron diferencias en el peso total del esputo recogido durante las sesiones de tratamiento. El ensayo no informó sobre los desenlaces principales (VEF1, calidad de vida, capacidad de ejercicio) ni los secundarios (otras medidas de la función pulmonar, adherencia, necesidad de antibióticos u hospitalizaciones).

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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