Antecedentes
Las enfermedades cardiovasculares (EC) son un grupo de trastornos que afectan al corazón y los vasos sanguíneos y son la primera causa de muerte en todo el mundo. Es importante detectar los factores de riesgo modificables y encontrar estrategias para prevenir las EC. Se han definido varios factores de riesgo modificables de desarrollar EC, uno de los cuales es llevar una dieta poco saludable y rica en azúcar. El azúcar se puede dividir en dos categorías: los azúcares que se encuentran de forma natural en los alimentos y los azúcares que se añaden a los alimentos. Un alto nivel de consumo de azúcares añadidos parece causar aumento de peso y afectar a los lípidos sanguíneos, aumentando el riesgo de EC. Esta revisión evaluó diferentes cantidades de azúcares añadidos en la alimentación y el efecto sobre los episodios cardiovasculares (p. ej., ataque al corazón o ictus), la muerte y los factores de riesgo de EC en adultos sanos.
Características de los estudios
Se buscó en las bases de datos de ensayos controlados aleatorizados (ensayos clínicos en los que los participantes son asignados al azar a un tratamiento experimental o a un tratamiento control). Los ensayos incluidos compararon diferentes cantidades de ingesta de azúcares añadidos y su efecto sobre los factores de riesgo de EC en adultos sanos. En la revisión no se incluyeron personas con EC o diabetes previas.
Resultados clave
Se encontraron 21 ensayos con 1110 participantes. Ninguno de los ensayos analizó los episodios cardiovasculares o la muerte. Los ensayos notificaron la presión arterial, los niveles de lípidos en sangre y los niveles de azúcar en sangre. La revisión determinó que una ingesta de cantidades bajas de azúcares añadidos conllevaba una pequeña reducción de la presión arterial y de los niveles de lípidos en sangre, pero no se observaron efectos sobre el azúcar en sangre. La evidencia está actualizada hasta julio de 2021.
Calidad de la evidencia
Los estudios incluidos en la revisión proporcionan evidencia de calidad baja de que mantener una cantidad baja de azúcares añadidos en la alimentación reduce de forma indirecta el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Se necesitan más estudios a largo plazo de calidad alta que evalúen los efectos de los diferentes niveles de ingesta de azúcar sobre los factores de riesgo de EC, los episodios cardiovasculares y la muerte.
En las búsquedas no se identificaron ensayos que investigaran el efecto de los azúcares añadidos sobre los eventos cardiovasculares o la mortalidad por todas las causas. La evidencia es incierta en cuanto a si la ingesta baja de azúcares añadidos tiene un efecto sobre los factores de riesgo de EC; el efecto fue pequeño y la relevancia clínica es, por lo tanto, incierta. Entre las formas prácticas de conseguir reducir los azúcares añadidos en la dieta se encuentra el seguimiento de las recomendaciones nutricionales actuales.
Los ensayos futuros deben tener un seguimiento más prolongado e informar sobre la mortalidad por todas las causas y los eventos cardiovasculares para aclarar el efecto de los azúcares añadidos en estos desenlaces. Los ensayos futuros también deberían tener como objetivo intervenciones más directas y, preferiblemente, ser más independientes de la financiación de la industria.
Se ha indicado que la ingesta elevada de azúcares añadidos influye en el riesgo de enfermedades cardiovasculares (EC). Tener más conocimientos sobre este tema puede contribuir a prevenir las EC.
Evaluar los efectos de un consumo alto versus bajo de azúcar añadido para la prevención primaria de las EC en la población general.
El 2 de julio de 2021 se realizaron búsquedas en el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL) en la Biblioteca Cochrane, MEDLINE, Embase, Conference Proceedings Citation Index-Science (CPCI-S). También se realizó una búsqueda de ensayos en curso o no publicados en ClinicalTrials.gov y en el portal de búsqueda de la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos (ICTRP) de la OMS. La búsqueda se realizó junto con la verificación de las referencias, la búsqueda de citas y el contacto con los autores de los estudios para identificar estudios adicionales. No se impusieron restricciones con respecto al idioma de publicación ni al estado de publicación.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA), incluidos los ensayos cruzados (cross-over), que compararon diferentes niveles de ingesta de azúcares añadidos. Los criterios de exclusión fueron: participantes menores de 18 años; diabetes mellitus (tipo 1 y 2); y EC previa. Los desenlaces principales fueron los eventos cardiovasculares nuevos (enfermedad arterial coronaria, carotídea, cerebral y periférica) y la mortalidad por todas las causas. Los desenlaces secundarios fueron los cambios en la presión arterial sistólica y diastólica, el colesterol total, el colesterol LDL, el colesterol HDL, los triglicéridos, la glucosa plasmática en ayunas y los eventos adversos (síntomas digestivos y deterioro de la salud dental).
Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar previstos por Cochrane.
Se incluyeron 21 ECA (1110 participantes que completaron las intervenciones) que examinaron los efectos de diferentes niveles de ingesta de azúcares añadidos con una duración media de 14 semanas. Los participantes en los estudios se describieron en general como sanos y la media de edad varió entre los 22 y los 57 años.
Ningún estudio informó sobre eventos cardiovasculares o mortalidad por todas las causas. Hubo un efecto mínimo de la ingesta baja de azúcares añadidos sobre los niveles de colesterol total (DM 0,11; IC del 95%: 0,01 a 0,21; I² = 0%; 16 estudios; 763 participantes; evidencia de certeza baja) y los triglicéridos (DM 0,10; IC del 95%: 0,03 a 0,17; I² = 3%; 14 estudios; 725 participantes), pero no hubo evidencia del efecto sobre el colesterol LDL ni el colesterol HDL. Hubo un efecto mínimo sobre la presión arterial diastólica (DM 1,52; IC del 95%: 0,67 a 2,37; I² = 0%; 13 estudios; 873 participantes) y sobre la presión arterial sistólica (DM 1,44; IC del 95%: 0,08 a 2,80; I² = 27%; 14 estudios; 873 participantes; evidencia de certeza baja), pero no hubo evidencia de efecto sobre la glucosa plasmática en ayunas.
Sólo un estudio informó sobre la salud dental, sin eventos. Ningún otro ensayo notificó eventos adversos (deterioro de la salud dental o síntomas digestivos).
Se consideró que la evidencia de todos los resultados era de calidad baja según GRADE. El riesgo de sesgo en general fue incierto, cinco estudios se calificaron en riesgo general bajo de sesgo (riesgo bajo en al menos cuatro dominios, sin incluir otros sesgos).
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