¿Qué son las piedras en el riñón?
Los productos de desecho de la sangre a veces pueden formar cristales que se acumulan en el interior de los riñones. Estos se pueden acumular con el tiempo para formar un bulto duro parecido a una piedra, llamado cálculo renal.
Los cálculos renales pueden aparecer en ambos riñones, especialmente en personas con ciertas afecciones médicas o que toman ciertos medicamentos, o si las personas no beben suficiente agua o líquidos. Los cálculos pueden causar dolor intenso, fiebre y una infección renal si bloquean el uréter.
Tratamientos para los cálculos renales
La mayoría de los cálculos son lo suficientemente pequeños como para salir en la orina: beber mucha agua y otros líquidos ayudará. Los cálculos renales de mayor tamaño pueden ser demasiado grandes para expulsarse de forma natural y generalmente se eliminan mediante cirugía.
La litotricia por ondas de choque es una forma no quirúrgica de tratar los cálculos en el riñón o el uréter. Se aplican ondas sonoras de alta energía al exterior del cuerpo para romper los cálculos renales en trozos más pequeños. Después del tratamiento con ondas de choque, a veces se administran medicamentos llamados alfabloqueantes para ayudar a que los fragmentos de cálculos salgan de forma natural.
Los alfabloqueantes relajan los músculos y ayudan a mantener abiertos los vasos sanguíneos. Se suelen utilizar para tratar la hipertensión arterial y los problemas de almacenamiento y evacuación de orina en los hombres que tienen la próstata agrandada. Los alfabloqueantes pueden relajar el músculo de los uréteres, lo que podría ayudar a expulsar los cálculos renales y sus fragmentos.
¿Por qué se ha elaborado esta revisión Cochrane?
Se quiso saber cómo funcionan los alfabloqueantes para ayudar a los fragmentos de cálculos renales a salir en la orina. También se quiso determinar los posibles efectos no deseados que podrían estar asociados con los alfabloqueantes.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que analizaran la administración de alfabloqueantes a adultos, después del tratamiento con ondas de choque, para eliminar fragmentos de cálculos renales.
Se buscaron estudios controlados aleatorizados, en los que se decide al azar el tratamiento administrado a las personas, porque estos estudios suelen proporcionar la evidencia más fiable sobre los efectos de un tratamiento.
Fecha de búsqueda: se incluyó evidencia publicada hasta el 27 de febrero de 2020.
Qué se encontró
Se encontraron 40 estudios con 4793 personas que se sometieron a un tratamiento con ondas de choque para romper los cálculos renales. La mayoría de los estudios se realizaron en Asia; algunos se realizaron en Europa, África y América del Sur. La mayoría de los estudios no informaron sus fuentes de financiación.
Los estudios compararon la administración de un alfabloqueante con la administración de un tratamiento placebo (simulado) o la atención habitual (podría incluir antibióticos, analgésicos y líquidos administrados por vía oral o por gotero).
La tamsulosina fue el alfabloqueante más estudiado; los otros fueron la silodosina, la doxazosina, la terazosina y la alfuzosina.
¿Cuáles son los resultados de la revisión?
En comparación con la atención habitual o un tratamiento placebo, los alfabloqueantes pueden:
eliminar los cálculos renales en más personas: en 111 personas más por 1000 personas tratadas (36 estudios);
eliminar los cálculos más rápido: en casi cuatro días (14 estudios);
reducir la necesidad de tratamientos adicionales para eliminar los cálculos: en 32 personas menos por 1000 personas tratadas (12 estudios); y
causar menos efectos indeseados: afectan a 103 personas menos por 1000 personas tratadas (siete estudios).
La mayoría de los efectos no deseados fueron visitas de urgencia a los hospitales, y personas que volvían al hospital por problemas relacionados con los cálculos. Los efectos indeseados fueron más frecuentes en las personas que recibieron atención habitual o un tratamiento placebo que en las personas que recibieron alfabloqueantes.
Ninguno de los estudios se centró en la calidad de vida (bienestar) de las personas.
¿Qué fiabilidad tienen los resultados?
No hay seguridad en estos resultados porque se basaron en estudios en los que no estaba claro cómo se eligió a las personas para participar; no estaba claro si los resultados se informaron completamente; algunos resultados fueron inconsistentes y en algunos estudios los resultados variaron mucho. Es probable que estos resultados sean distintos si se dispusiera de más evidencia.
Conclusiones
La administración de un alfabloqueante después de un tratamiento con ondas de choque para romper los cálculos renales podría eliminar los fragmentos de forma más rápida, en más personas y reducir la necesidad de tratamientos adicionales. Los alfabloqueantes pueden causar menos efectos indeseados que la atención habitual o un placebo.
Sobre la base de evidencia de certeza baja, el tratamiento adyuvante con alfabloqueantes después de la LOC, además de la atención habitual, puede dar lugar a una mejor eliminación de los cálculos, una menor necesidad de tratamientos auxiliares, menos eventos adversos graves y un menor tiempo de eliminación de los cálculos en comparación con la atención habitual solamente. No se encontró evidencia sobre la calidad de vida. La baja certeza de la evidencia significa que la confianza en la estimación del efecto es limitada; el efecto verdadero podría ser significativamente diferente de la estimación del efecto.
La litotricia por ondas de choque (LOC) es un método ampliamente utilizado para tratar los cálculos renales y ureterales. Fragmenta los cálculos en trozos más pequeños que luego pueden pasar espontáneamente por el uréter hasta la vejiga. Los alfabloqueantes podrían ayudar a promover el paso de los fragmentos de cálculos, pero su efectividad todavía es incierta.
Evaluar los efectos de los alfabloqueantes como tratamiento médico adyuvante de expulsión más atención habitual en comparación con placebo y atención habitual o atención habitual sola en adultos sometidos a litotricia por ondas de choque para cálculos renales o ureterales.
Se realizó una búsqueda exhaustiva de la literatura en la Biblioteca Cochrane, la Base de datos Cochrane de revisiones sistemáticas (Cochrane Database of Systematic Reviews), MEDLINE, Embase, varios registros de ensayos clínicos y literatura gris de estudios publicados y no publicados, independientemente del idioma. La fecha de la búsqueda más reciente fue el 27 de febrero de 2020.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados con adultos sometidos a LOC. Los participantes del grupo de intervención tenían que haber recibido un alfabloqueante como tratamiento médico expulsivo adyuvante, más atención habitual. Para el grupo de comparación se consideraron los estudios en los que los participantes recibieron un placebo.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, seleccionaron los estudios para inclusión/exclusión, y realizaron la extracción de los datos y la evaluación del riesgo de sesgo. Se realizó un metanálisis de las variables dicotómicas y continuas identificadas mediante RevManWeb según los métodos de Cochrane, con un modelo de efectos aleatorios. La certeza de la evidencia para cada variable se evaluó mediante GRADE.
Se incluyeron 40 estudios con 4793 participantes asignados al azar a la atención habitual y a un alfabloqueante versus la atención habitual sola. Sólo cuatro estudios fueron controlados con placebo. La media de edad de los participantes fue 28,6 a 56,8 años y el tamaño medio de los cálculos antes de la LOC fue 7,1 a 13,2 mm. El alfabloqueante más utilizado fue la tamsulosina; otros fueron la silodosina, la doxazosina, la terazosina y la alfuzosina.
Los alfabloqueantes podrían mejorar la eliminación de los fragmentos de cálculos después de la LOC (razón de riesgos [RR] 1,16; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,09 a 1,23; I² = 78%; estudios = 36; participantes = 4084; evidencia de certeza baja). De acuerdo con la tasa de eliminación de los cálculos del 69,3% observada en el brazo control, un alfabloqueante puede aumentar la eliminación de los cálculos al 80,4%. Esto corresponde a 111 participantes más (62 más a 159 más) por cada 1000 que expulsan los fragmentos de cálculos.
Los alfabloqueantes podrían reducir la necesidad de tratamientos auxiliares después de la LOC (RR 0,67; IC del 95%: 0,45 a 1,00; I² = 16%; estudios = 12; participantes = 1251; evidencia de certeza baja), pero también incluyen la posibilidad de que no haya efectos. De acuerdo con una tasa de tratamientos auxiliares en el brazo de atención habitual del 9,7%, los alfabloqueantes podrían reducir la tasa al 6,5%. Esto corresponde a 32 participantes menos (53 menos a 0 menos) por cada 1000 que se someten a tratamientos auxiliares.
Los alfabloqueantes podrían reducir los eventos adversos graves (RR 0,60; IC del 95%: 0,46 a 0,80; I² = 0%; estudios = 7; participantes = 747; evidencia de certeza baja). Se produjeron eventos adversos graves en el 25,8% de los participantes del grupo de atención habitual; los alfabloqueantes reducirían esta cifra al 15,5%. Esto corresponde a 103 eventos adversos graves menos (139 menos a 52 menos) por cada 1000 con el tratamiento con alfabloqueantes. Ninguno de los eventos adversos graves informados pareció estar relacionado con el fármaco; la mayoría fueron visitas al servicio de urgencias o reingresos.
Los alfabloqueantes podrían reducir el tiempo de eliminación de los cálculos en días (diferencia de medias [DM] -3,74; IC del 95%: -5,25 a -2,23; I² = 86%; estudios = 14; participantes = 1790; evidencia de certeza baja). No se encontró evidencia de la variable calidad de vida.
En las variables en las que fue posible realizar análisis de subgrupos, no se encontró evidencia de interacción con la ubicación de los cálculos, el tamaño de los cálculos o el tipo de alfabloqueante. No fue posible realizar un análisis por tipo de litotriptor. Los resultados tampoco variaron mucho cuando los análisis se limitaron a los estudios controlados con placebo y a los que explícitamente proporcionaron a los participantes sólo una sesión de LOC.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.