¿Por qué es importante esta pregunta?
La covid-19 es una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2. La mayoría de personas infectadas por el virus de la covid-19 desarrolla enfermedad respiratoria leve a moderada y es posible que algunas no presenten síntomas (infección asintomática). Otras experimentan síntomas graves y precisan de un tratamiento especializado y cuidados intensivos.
La covid-19 se propaga de persona a persona principalmente a través de las gotas que se producen cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. Una persona también puede infectarse al tocar una superficie u objeto que contenga gotas víricas en él, y al tocarse luego la boca o la nariz.
La administración de un enjuague bucal antimicrobiano (para limpiar la boca) o de un espray nasal (aplicado dentro de la nariz) a las personas con covid-19 podría ayudarles a combatir la infección y evitar que contagien a los trabajadores de la salud que los tratan. El enjuague bucal antimicrobiano y el espray nasal son líquidos que matan o detienen el crecimiento de microorganismos como virus o bacterias.
Como con cualquier tratamiento médico, el enjuague bucal antimicrobiano y el espray nasal tienen tanto riesgos como beneficios potenciales. Es posible que el uso de enjuagues bucales o espráis nasales pueda causar una variedad de efectos no deseados (adversos), como irritación, reacciones alérgicas o pérdida del olfato. También puede eliminar los microorganismos de la boca o la nariz que son útiles para proteger el cuerpo contra las infecciones.
¿Cuáles eran los objetivos?
Para evaluar los beneficios y riesgos para los pacientes y trabajadores de la salud de la administración de enjuagues bucales y espráis nasales antimicrobianos a los pacientes con covid-19, se quiso revisar la evidencia de la investigación. Más concretamente, se quería investigar los efectos del uso de enjuagues bucales y espráis nasales antimicrobianos en los pacientes:
- las muertes de los pacientes y las necesidades de atención sanitaria, incluida la necesidad de hospitalización, asistencia respiratoria artificial, diálisis o hemofiltración (tratamientos necesarios cuando los riñones no funcionan correctamente);
- nuevas infecciones por covid-19 de los trabajadores de la salud;
- importantes efectos adversos como la pérdida de olfato;
- cambio en la carga vírica de covid-19 de los pacientes (la cantidad de virus en la sangre de una persona infectada); y
- la carga vírica de las gotas producidas por los pacientes.
¿Cómo se buscó la evidencia?
El equipo de investigadores buscó en la literatura médica estudios que compararan los efectos de cualquier enjuague bucal o espray nasal antimicrobiano administrado a los pacientes con covid-19 con ningún tratamiento, agua o una solución salina.
¿Qué se encontró?
No se encontraron estudios completados para incluir en esta revisión.
Se encontraron 16 estudios actualmente en curso que pretenden incluir a cerca de 1250 participantes. Estos estudios analizan una serie de enjuagues bucales y espráis nasales.
Catorce de los estudios incluidos son ensayos controlados aleatorizados (estudios clínicos de casos reales donde las personas se asignaron al azar a uno de dos o más grupos de tratamiento). Este tipo de estudios proporciona la evidencia más robusta sobre los efectos de un tratamiento.
¿Qué significa esto?
Actualmente no hay evidencia relacionada con los beneficios y riesgos de que los pacientes con covid-19 utilicen enjuagues bucales o espráis nasales antimicrobianos.
Están en marcha 16 ensayos controlados aleatorizados. Una vez que se completen estos estudios, se podrán analizar e incluir sus conclusiones en una versión actualizada de esta revisión.
Es importante que en futuros estudios se reúna y se analice la información sobre los episodios adversos. Pocos de los estudios en curso que se han identificado afirman específicamente que investigarán esto. Si los estudios futuros muestran un efecto beneficioso de los enjuagues bucales y los espráis nasales, es posible que no sea un efecto grande (muy pocas intervenciones sanitarias tienen un efecto grande y drástico). Sólo será posible sopesar los beneficios potencialmente pequeños frente a los riesgos si se informa en los estudios de cualquier episodio adverso que ocurra.
¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?
La última búsqueda de evidencia se realizó el 1 de junio de 2020. Esta revisión abarcó la investigación disponible hasta esa fecha, pero no consideró ninguna evidencia que pudiera haberse producido desde entonces.
No se identificaron estudios para su inclusión en esta revisión. Esto no es sorprendente dada la relativamente reciente aparición de la infección por covid-19. Es prometedor que la cuestión planteada en esta revisión se esté abordando en varios ECA y otros estudios. Hay preocupación respecto a que pocos de los estudios en curso declaren específicamente que evaluarán los episodios adversos como los cambios en el sentido del olfato o en la microbiota oral y nasal, y sus consecuencias.
Muy pocas intervenciones tienen tamaños de efecto grandes y notables. Si se demuestra un efecto positivo del tratamiento cuando se disponga de estudios para su inclusión en esta revisión, es posible que no sea grande. En estas circunstancias, en particular, puede resultar difícil sopesar los efectos beneficiosos y perjudiciales si estos últimos son de frecuencia y gravedad inciertas.
La infección por covid-19 supone un grave riesgo para los pacientes y, debido a su naturaleza contagiosa, para los trabajadores sanitarios que los tratan. Si la boca y la nariz de los pacientes infectados se irrigan con soluciones antimicrobianas, esto puede ayudar a los pacientes matando cualquier coronavirus presente en esas zonas. También puede reducir el riesgo de que la infección activa se transmita a los trabajadores de la salud a través de gotitas o el contacto directo. Sin embargo, el uso de esas soluciones antimicrobianas puede estar asociado a daños relacionados con la toxicidad de las propias soluciones o a alteraciones de la flora microbiana natural de la boca o la nariz.
Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de los enjuagues bucales y los pulverizadores nasales antimicrobianos administrados a pacientes con sospecha o confirmación de covid-19, tanto para los pacientes como para los trabajadores sanitarios que los atienden.
Documentalistas del Grupo Cochrane de Enfermedades de oído, nariz y garganta y de Salud oral buscaron en el Registro Central de Ensayos Controlados (CENTRAL 2020, número 6); Ovid MEDLINE; Ovid Embase y otras fuentes de ensayos publicados y no publicados. La fecha de la búsqueda fue el 1 de junio de 2020.
Se necesita urgentemente evidencia sobre este tema. Sin embargo, en la actualidad no se espera encontrar muchos ECA completados. Por lo tanto, se planeó incluir los siguientes tipos de estudios: ensayos controlados aleatorizados (ECA); cuasialeatorizados; ensayos controlados no aleatorizados; estudios de cohortes prospectivos; estudios de cohortes retrospectivos; estudios transversales; estudios controlados del tipo antes y después. No se fijó una duración mínima para los estudios.
Se buscaron estudios que compararan el enjuague bucal antimicrobiano y/o el pulverizador nasal (solos o en combinación) en cualquier concentración, administrado con cualquier frecuencia o dosis a pacientes con sospecha/confirmación de covid-19.
Se utilizaron los procedimientos metodológicos Cochrane estándar. Los desenlaces principales fueron: 1) RECUPERACIÓN* (www.recoverytrial.net) desenlaces en los pacientes (mortalidad; estado de hospitalización; uso de ventilación; uso de diálisis renal o hemofiltración); 2) incidencia de la infección por covid-19 sintomática o con resultado positivo en pruebas en los trabajadores de la salud; 3) episodio adverso significativo: anosmia (o alteración del sentido del olfato). Los desenlaces secundarios fueron: 4) cambio en la carga vírica de covid-19 en los pacientes; 5) contenido vírico de covid-19 en aerosol (cuando esté presente); 6) otros episodios adversos: cambios en el microbioma de la cavidad oral, la cavidad nasal, la oro- o la nasofaringe; 7) otros episodios adversos: alergia, irritación/quemadura de la mucosa nasal, oral u orofaríngea (por ejemplo, erosiones, úlceras, hemorragias), tinción a largo plazo de las membranas mucosas o los dientes, ingestión accidental. Se utilizaron los criterios GRADE para evaluar la certeza de la evidencia de cada desenlace.
No se encontraron estudios completados para incluir en esta revisión. Se identificaron 16 estudios en curso (incluidos 14 ECA), que pretenden incluir a casi 1250 participantes. Las intervenciones incluidas en estos ensayos son ArtemiC (artemisinina, curcumina, incienso y vitamina C), Citrox (un bioflavonoide), cloruro de cetilpiridinio, clorhexidina, dióxido de cloro, aceites esenciales, peróxido de hidrógeno, solución salina hipertónica, aerosol Kerecis (viruxida omega 3, que contiene aceite de neem y hierba de San Juan), extracto de neem, solución liberadora de óxido nítrico, povidona yodada y solución salina con champú para bebés.
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