¿De qué trató la revisión?
El ictus isquémico agudo es una pérdida repentina de la circulación sanguínea en una zona específica del cerebro, causada por una obstrucción en uno de los vasos sanguíneos, que favorece el daño neurológico. El tratamiento urgente (recanalización) para eliminar la obstrucción puede ser beneficioso. Se quería saber si el tipo de anestesia utilizado para esta intervención influye en el tratamiento para restablecer el flujo sanguíneo tras la obstrucción de los vasos (tratamientos de recanalización).
¿Cuáles son los tratamientos de recanalización y los tipos de anestesia?
Los tratamientos de recanalización utilizan diferentes métodos para restablecer el flujo sanguíneo. Se pueden utilizar diferentes dispositivos para eliminar la obstrucción de las grandes arterias que irrigan el cerebro. Para la intervención se pueden emplear diferentes tipos de anestesia. Anestesia general: anestesia completa inducida por medicamentos, seguida de respiración asistida (en la que se "duerme" a la persona); anestesia local: el medicamento se aplica directamente sólo en una pequeña zona específica, proporcionando alivio del dolor; anestesia de sedación consciente: se administran medicamentos para que la persona se sienta adormecida y relajada y luego se la vigila de cerca; y atención anestésica monitorizada: un tipo específico de servicio de anestesia requerido por el anestesista para la atención de un paciente sometido a una intervención que podría fluctuar entre los diferentes niveles de anestesia de sedación (es decir, mínima, moderada y profunda).
¿Qué se quería averiguar?
Se quería saber qué tipo de método anestésico propicia los mejores desenlaces en los pacientes durante los tratamientos de recanalización del ictus isquémico agudo.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que compararan diferentes tipos de anestesia para las intervenciones endovasculares (en las que se insertan catéteres en incisiones pequeñas en la ingle o los brazos, y se guían a través de los vasos sanguíneos) en personas con ictus isquémico agudo. Se compararon y resumieron los resultados, y la confianza en la evidencia se evaluó sobre la base de factores como la metodología y el tamaño de los estudios. Se incluyeron ensayos que compararon la anestesia general con cualquier otro tipo de anestesia en personas que recibieron tratamientos de recanalización en el ictus isquémico agudo. Los estudios se podrían haber realizado en cualquier parte del mundo y los participantes podrían haber tenido cualquier edad, siempre que hubieran recibido un tratamiento de recanalización endovascular para el ictus isquémico agudo con algún tipo de anestesia.
Fecha de la búsqueda: 21 de marzo de 2022
Datos encontrados
Se encontraron seis ensayos con 982 personas realizados en hospitales de países de ingresos altos, como China (tres), Dinamarca (uno), Francia (uno), Alemania (uno) y Suecia (uno). Los resultados se agruparon cuando fue pertinente.
Las personas tratadas con anestesia general tuvieron una mayor recanalización de las arterias en comparación con la anestesia no general a corto plazo. La anestesia general no produjo cambios en el bienestar funcional ni en la muerte en comparación con la anestesia no general a largo plazo.
Fiabilidad de la evidencia
Se tiene una confianza escasa o moderada en estos resultados porque, en la mayoría de los estudios, los investigadores que recopilaban la información sobre los desenlaces de la cirugía podían saber qué tipo de anestesia se había administrado a las personas. Esto podría haber influido en sus valoraciones. Además, se incluyó un número reducido de ensayos con una población pequeña. Por otro lado, la variabilidad entre los estudios incluidos, el manejo y el tipo de anestesia, el tipo de tratamiento de recanalización y la experiencia del profesional sanitario implicado en la intervención podrían haber tenido una influencia significativa en los desenlaces.
¿Qué pasará después?
La búsqueda encontró ocho estudios en curso con 2578 participantes. Se tiene previsto agregar los resultados de estos estudios para actualizar la revisión.
En los desenlaces a corto plazo, la anestesia general mejora la revascularización de la arteria afectada en comparación con la anestesia no general, con evidencia de certeza moderada. La anestesia general podría mejorar los eventos adversos (inestabilidad hemodinámica) en comparación con la anestesia no general con evidencia de certeza baja. No se encontró evidencia de una diferencia entre los grupos en el deterioro neurológico, la mortalidad relacionada con el accidente cerebrovascular, todas las hemorragias intracraneales ni en los eventos adversos de inestabilidad hemodinámica, con evidencia de certeza baja. No está claro que la anestesia general mejore los desenlaces funcionales ni el tiempo hasta la revascularización porque la certeza de la evidencia es muy baja.
Sin embargo, con respecto a los desenlaces a largo plazo, la anestesia general no da lugar a una diferencia en los desenlaces funcionales en comparación con la anestesia no general, con evidencia de certeza baja. La anestesia general no alteró la mortalidad relacionada con el accidente cerebrovascular en comparación con la anestesia no general, con evidencia de certeza baja. No hubo datos relacionados con otros desenlaces.
En vista de la limitada evidencia de efecto, se deberían realizar más ensayos controlados aleatorizados con un gran número de participantes y un buen diseño del protocolo con bajo riesgo de sesgo para reducir la incertidumbre y ayudar en la toma de decisiones en la elección de la anestesia.
El uso de la trombectomía mecánica para restablecer el flujo sanguíneo intracraneal tras la oclusión de una arteria proximal grande por un trombo ha aumentado con el tiempo y ha dado lugar a mejores desenlaces que el tratamiento trombolítico intravenoso solo. Actualmente, el tipo de técnica anestésica durante la trombectomía mecánica es objeto de debate por tener un impacto relevante en los desenlaces neurológicos.
Evaluar los efectos de diferentes tipos de anestesia para las intervenciones endovasculares en personas con accidente cerebrovascular isquémico agudo.
El 5 de julio de 2022 se realizaron búsquedas en el Registro especializado de ensayos del Grupo Cochrane de Accidentes cerebrovasculares (Cochrane Stroke Group) y en CENTRAL, MEDLINE y otras siete bases de datos el 21 de marzo de 2022. Se realizaron búsquedas en las listas de referencias de los ensayos incluidos, en fuentes de literatura gris y en otras revisiones sistemáticas.
Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorizados con un diseño paralelo que compararon la anestesia general versus la anestesia local, la anestesia con sedación consciente o la atención anestésica monitorizada para la trombectomía mecánica en el accidente cerebrovascular isquémico agudo. También se incluyeron los estudios informados como texto completo, los publicados como resumen solamente y con datos no publicados. Se excluyeron los ensayos cuasialeatorizados, los estudios sin grupo de comparación y los estudios con un diseño retrospectivo.
Dos autores de la revisión aplicaron de forma independiente los criterios de inclusión, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo y la certeza de la evidencia mediante el método GRADE. Los desenlaces se evaluaron en diferentes puntos temporales, desde el inicio de los síntomas del accidente cerebrovascular hasta 90 días después del comienzo de la intervención. Los desenlaces principales fueron el desenlace funcional, el deterioro neurológico, la mortalidad relacionada con el accidente cerebrovascular, todas las hemorragias intracraneales, el estado de revascularización de la arteria objetivo, el tiempo hasta la revascularización, los eventos adversos y la calidad de vida. Todos los estudios incluidos proporcionaron datos en puntos temporales tempranos (hasta 30 días) y a largo plazo (más de 30 días).
Se incluyeron siete ensayos con 982 participantes que investigaron el tipo de anestesia para el tratamiento endovascular de la oclusión de grandes vasos en la circulación intracraneal. Los desenlaces se evaluaron en diferentes puntos temporales, desde el inicio de los síntomas del accidente cerebrovascular hasta 90 días después de la intervención. Por lo tanto, todos los estudios incluidos proporcionaron datos en puntos temporales a corto plazo (hasta 30 días) y a largo plazo (a partir de 30 hasta 90 días).
Anestesia general versus anestesia no general (a corto plazo)
No hay certeza acerca del efecto de la anestesia general en comparación con la anestesia no general sobre los desenlaces funcionales (diferencia de medias [DM] 0; intervalo de confianza [IC] del 95%: -0,31 a 0,31; p = 1,0; un estudio, 90 participantes; evidencia de certeza muy baja) ni sobre el tiempo hasta la revascularización desde la punción inguinal hasta la reperfusión arterial (DM 2,91 minutos; IC del 95%: -5,11 a 10,92; p = 0,48; I² = 48%; cinco estudios, 498 participantes; evidencia de certeza muy baja). La anestesia general podría no dar lugar a diferencias en el deterioro neurológico hasta 48 horas después de la intervención (DM -0,29; IC del 95%: -1,18 a 0,59; p = 0,52; I² = 0%; siete estudios, 982 participantes; evidencia de certeza baja), en la mortalidad relacionada con el accidente cerebrovascular (razón de riesgos [RR] 0,98; IC del 95%: 0,52 a 1,84; p = 0,94; I² = 0%; tres estudios, 330 participantes; evidencia de certeza baja), ni en todas las hemorragias intracraneales (RR 0,92; IC del 95%: 0,65 a 1,29; p = 0,63; I² = 0%; cinco estudios, 693 participantes; evidencia de certeza baja) en comparación con la anestesia no general. La anestesia general podría mejorar los eventos adversos (inestabilidad hemodinámica) en comparación con la anestesia no general (RR 0,21; IC del 95%: 0,05 a 0,79; p = 0,02; I² = 71%; dos estudios, 229 participantes; evidencia de certeza baja). La anestesia general mejora la revascularización de la arteria afectada en comparación con la anestesia no general (RR 1,10; IC del 95%: 1,02 a 1,18; p = 0,02; I² = 29%; siete estudios, 982 participantes; evidencia de certeza moderada). No hubo datos disponibles sobre la calidad de vida.
Anestesia general versus anestesia no general (a largo plazo)
No hay diferencias entre la anestesia general y la no general en los desenlaces funcionales dicotómicos y continuos (dicotómicos: RR 1,21; IC del 95%: 0,93 a 1,58; p = 0,16; I² = 29%; cuatro estudios, 625 participantes; evidencia de certeza baja; continuos: DM -0,14; IC del 95%: -0,34 a 0,06; p = 0,17; I² = 0%; siete estudios, 978 participantes; evidencia de certeza baja). La anestesia general no mostró cambios en la mortalidad relacionada con el accidente cerebrovascular en comparación con la anestesia no general (RR 0,88; IC del 95%: 0,64 a 1,22; p = 0,44; I² = 12%; seis estudios, 843 participantes; evidencia de certeza baja). No hubo datos disponibles sobre el deterioro neurológico, todas las hemorragias intracraneales, el estado de revascularización de la arteria afectada, el tiempo hasta la revascularización desde la punción inguinal hasta la reperfusión arterial, los eventos adversos (inestabilidad hemodinámica) ni la calidad de vida.
Estudios en curso
Se identificaron ocho ensayos en curso. Cinco estudios compararon la anestesia general con la anestesia con sedación consciente, un estudio comparó la anestesia general versus la anestesia con sedación consciente más anestesia local y dos estudios compararon la anestesia general versus la anestesia local. De estos estudios, siete tienen previsto proporcionar datos sobre los desenlaces funcionales mediante la Escala de Rankin modificada; cinco estudios, sobre el deterioro neurológico; seis estudios, sobre la mortalidad relacionada con el accidente cerebrovascular; dos estudios, sobre todas las hemorragias intracraneales; cinco estudios, sobre el estado de revascularización de la arteria afectada; cuatro estudios, sobre el tiempo hasta la revascularización, y cuatro estudios, sobre los eventos adversos. Un estudio en curso tiene previsto presentar datos sobre la calidad de vida. Un estudio no planeó informar sobre ninguno de los desenlaces de interés de esta revisión.
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