Mensajes clave
- La evidencia sobre los efectos del entrenamiento cardiovascular y de resistencia sobre la fatiga causada por el cáncer, el bienestar y los efectos no deseados es muy incierta. Solo hubo algunos estudios pequeños.
- Se necesitan más estudios de investigación para decidir si un tipo de ejercicio es mejor que otro. Estos estudios de investigación también deberían incluir diferentes tipos de cáncer y tratamientos contra el cáncer.
¿Qué es la fatiga causada por el cáncer?
La fatiga causada por el cáncer es una sensación de cansancio extremo que dura mucho tiempo. Está relacionada con el cáncer o su tratamiento, o con ambos. Afecta al cuerpo y a las emociones, y puede dificultar la realización de las actividades cotidianas. La fatiga causada por el cáncer es mucho peor que el cansancio habitual, y no desaparece con más horas de sueño o descanso.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quería averiguar si existen diferencias entre el entrenamiento cardiovascular y el entrenamiento de resistencia en el tratamiento y la prevención de la fatiga causada por el cáncer, el bienestar (también conocido como calidad de vida) y los efectos no deseados. El entrenamiento cardiovascular incluye ejercicios como caminar, correr, nadar y montar en bicicleta, mientras que el entrenamiento de resistencia incluye ejercicios con el propio peso corporal, pesas o bandas elásticas terapéuticas.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que compararan el entrenamiento cardiovascular y el entrenamiento de resistencia en personas con cualquier tipo de cáncer. El entrenamiento podría haberse iniciado antes, durante o después del tratamiento del cáncer.
Se resumieron los resultados de los estudios y la confianza en la evidencia se calificó sobre la base de factores como la metodología y los tamaños de los estudios.
¿Qué se encontró?
Se encontraron seis estudios en los que participaron 447 personas con cáncer de mama, cáncer de próstata (una pequeña glándula de la pelvis que forma parte del aparato reproductor masculino) o cáncer de pulmón. Estos estudios no informaron de si las personas ya tenían fatiga causada por el cáncer antes de empezar a hacer ejercicios. Los participantes de estos estudios recibieron quimioterapia (medicamentos para eliminar el cáncer), radioterapia (radiación dirigida al cáncer para reducirlo o eliminarlo), cirugía (para extirpar el cáncer) o una combinación de estas. El entrenamiento cardiovascular o de resistencia comenzó durante o después del tratamiento del cáncer. La mayoría de los estudios analizaron los resultados a corto plazo (hasta 12 semanas de seguimiento inclusive), solo un estudio presentó resultados a largo plazo (6 meses o más de seguimiento). Los estudios se financiaron con becas de investigación y se realizaron en Canadá, Bélgica, Estados Unidos y Alemania.
La evidencia sobre los efectos del entrenamiento cardiovascular y de resistencia en la fatiga causada por el cáncer, el bienestar y los efectos no deseados a corto o largo plazo es muy incierta.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
La confianza en la evidencia es muy baja. Solo se encontraron unos pocos estudios con un número reducido de personas. También se encontraron problemas en la metodología de los estudios. Por ejemplo, los participantes de los estudios sabían qué entrenamiento habían recibido. Esto podría haber influido en los resultados.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta octubre de 2023.
Es muy incierta la evidencia acerca de los efectos del entrenamiento cardiovascular comparado con el entrenamiento de resistencia en el tratamiento de la fatiga relacionada con el cáncer en personas con cáncer. Se necesitan estudios más grandes y bien realizados que incluyan a personas con distintos tipos de cáncer que reciban diferentes tratamientos para aumentar la certeza de la evidencia y comprender mejor quién se puede beneficiar más del entrenamiento cardiovascular o de resistencia. Además, se necesitan estudios que comparen los efectos del entrenamiento cardiovascular y de resistencia iniciado antes y después del tratamiento del cáncer para comprender los efectos profilácticos y rehabilitadores de este tipo de ejercicios sobre la fatiga relacionada con el cáncer.
Con una prevalencia estimada en entre el 50% y el 90% de las personas con cáncer, la fatiga relacionada con el cáncer es una de las morbilidades más frecuentes del cáncer y su tratamiento. El ejercicio es beneficioso para el tratamiento de la fatiga relacionada con el cáncer. Sin embargo, la eficacia de los distintos tipos de ejercicios (es decir, el entrenamiento cardiovascular y el entrenamiento de resistencia) aún no se ha investigado de forma sistemática ni se ha comparado directamente en un metanálisis.
Comparar los efectos beneficiosos y perjudiciales del entrenamiento cardiovascular versus el entrenamiento de resistencia para el tratamiento o la prevención de la fatiga relacionada con el cáncer en personas con cáncer.
En enero de 2023 se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase y otras cinco bases de datos. Se realizaron búsquedas de ensayos en curso en ClinicalTrials.gov y en la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos. Se integraron los resultados de las búsquedas actualizadas de revisiones Cochrane publicadas anteriormente. En total, las búsquedas incluyeron ensayos desde el inicio hasta octubre de 2023.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados que investigaron el entrenamiento cardiovascular en comparación con el entrenamiento de resistencia, con el ejercicio como componente principal. Se incluyeron los estudios en adultos (de 18 años o más) con cáncer, con o sin diagnóstico de fatiga relacionada con el cáncer, incluido cualquier tipo de cáncer y cualquier tipo de tratamiento oncológico, y en los que la intervención comenzó antes, durante o después del tratamiento. Se incluyeron los ensayos que evaluaron al menos uno de los desenlaces principales (fatiga relacionada con el cáncer o calidad de vida). Se excluyeron las intervenciones cardiovasculares y de resistencia combinadas, el yoga y las intervenciones basadas en la conciencia plena («mindfulness»).
Los desenlaces principales de la revisión fueron la fatiga relacionada con el cáncer y la calidad de vida. Los desenlaces secundarios fueron los eventos adversos, la ansiedad y la depresión.
Se utilizó la metodología Cochrane estándar. Para los análisis, los resultados se agruparon dentro del mismo período de evaluación de los desenlaces (es decir, a corto plazo [hasta 12 semanas de seguimiento inclusive], a medio plazo [de más de 12 semanas a menos de 6 meses de seguimiento] y a largo plazo [6 meses de seguimiento o más]). El riesgo de sesgo se evaluó con la herramienta Cochrane RoB 1 y la certeza de la evidencia con GRADE.
Se incluyeron seis estudios con 447 participantes con cáncer de próstata, mama o pulmón que recibieron radioterapia o quimioterapia, cirugía o a una combinación de estas. Todos los estudios tenían un alto riesgo de sesgo debido a la falta de cegamiento. Tres estudios tenían un dominio adicional con alto riesgo de sesgo; un estudio por sesgo de desgaste y dos estudios por sesgo de selección.
Las intervenciones de los grupos de entrenamiento cardiovascular incluyeron entrenamiento en un cicloergómetro, una cinta rodante, una bicicleta elíptica o una bicicleta de interior. Las intervenciones del grupo de entrenamiento de resistencia incluyeron un número variable de ejercicios con peso corporal, pesas o bandas de resistencia. Las intervenciones variaron en frecuencia, intensidad y duración. Ninguno de los estudios incluidos informó sobre la inclusión de participantes con un diagnóstico confirmado de fatiga relacionada con el cáncer. Las intervenciones en cuatro estudios comenzaron durante el tratamiento del cáncer y en dos estudios después del tratamiento del cáncer.
Antes del tratamiento
Ningún estudio informó sobre intervenciones que comenzaran antes del tratamiento del cáncer.
Durante el tratamiento
Fue muy incierta la evidencia acerca del efecto del entrenamiento cardiovascular comparado con el entrenamiento de resistencia en la fatiga relacionada con el cáncer a corto plazo (diferencia de medias [DM] -0,29; intervalo de confianza [IC] del 95%: -2,52 a 1,84; cuatro estudios; 311 participantes; escala Functional Assessment Chronic Illness Therapy - Fatigue [FACIT-Fatigue] donde los valores más altos indican un mejor desenlace; evidencia de certeza muy baja) y la fatiga relacionada con el cáncer a largo plazo (DM 1,30; IC del 95%: -2,17 a 4,77; un estudio, 141 participantes; escala FACIT-Fatigue; evidencia de certeza muy baja).
Fue muy incierta la evidencia acerca del efecto del entrenamiento cardiovascular comparado con el entrenamiento de resistencia en la calidad de vida a corto plazo (DM 1,47; IC del 95%: -1,47 a 4,42; cuatro estudios, 319 participantes; escala Functional Assessment of Cancer Therapy - General donde los valores más altos indican un mejor desenlace; evidencia de certeza muy baja) y en la calidad de vida a largo plazo (DM 3,40; IC del 95%: -4,85 a 11,65; un estudio, 141 participantes; escala Functional Assessment of Cancer Therapy - Anemia donde los valores más altos indican un mejor desenlace; evidencia de certeza muy baja).
Es muy incierta la evidencia acerca del efecto del entrenamiento cardiovascular comparado con el entrenamiento de resistencia sobre la aparición de eventos adversos en cualquier seguimiento (razón de riesgos [RR] 2,00; IC del 95%: 0,19 a 21,18; dos estudios, 128 participantes; evidencia de certeza muy baja).
Ningún estudio informó sobre la fatiga o la calidad de vida relacionadas con el cáncer a medio plazo.
Después del tratamiento
Fue muy incierta la evidencia acerca del efecto del entrenamiento cardiovascular comparado con el entrenamiento de resistencia en la fatiga relacionada con el cáncer a corto plazo (DM 1,47; IC del 95%: -0,09 a 3,03; un estudio, 95 participantes; subescala Multidimensional Fatigue Inventory-20 General Fatigue, donde los valores más altos indican un peor desenlace; evidencia de certeza muy baja). El entrenamiento de resistencia podría mejorar la calidad de vida a corto plazo en comparación con el entrenamiento cardiovascular, pero la evidencia es muy incierta (DM -10,96; IC del 95%: -17,77 a -4,15; un estudio, 95 participantes; subescala European Organisation for Research and Treatment of Cancer Quality of Life Questionnaire-C30 Global Health donde los valores más altos indican un mejor desenlace; evidencia de certeza muy baja).
Ningún estudio informó sobre desenlaces en el seguimiento a medio o largo plazo.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.