Antecedentes
Se revisó la evidencia que mostraba la efectividad de los materiales impresos de autoayuda para ayudar a los pacientes a dejar de fumar. Se buscaron estudios de cualquier tipo de autoayuda impresa que proporcionara apoyo estructurado y asesoramiento sobre el abandono del hábito. Esto podría incluir folletos, trípticos u hojas informativas que establecieran algún tipo de programa estructurado que alguien pueda seguir para ayudarles a dejar de fumar. También se incluyó la autoayuda en formato de audio o vídeo, pero no se incluyeron programas de Internet ni otros formatos. Fue de interés el número de pacientes que no fumó durante al menos seis meses desde el momento en que recibió los materiales de autoayuda. Los estudios debían incluir a personas que fumaban, aunque no era necesario que estas personas estuvieran intentando dejar de fumar en ese momento.
Características de los estudios
Se realizaron búsquedas en bases de datos electrónicas para estudios que investigaran autoayuda impresa. La búsqueda más reciente se realizó en marzo 2018 y hasta la fecha se han hallado 75 estudios. La mayoría de los estudios se llevaron a cabo en Europa o América del Norte en adultos, aunque no requirieron que las personas quisieran dejar de fumar para unirse al estudio. Los estudios entregaron materiales de autoayuda en persona o por correo, algunos de una vez y otros repartidos a lo largo de todo el estudio. En la mayoría de los estudios, la autoayuda fue el único apoyo que se les dio a las personas, pero algunos estudios analizaron la autoayuda junto con otros tipos de apoyo para evaluar si había algún beneficio adicional de la autoayuda escrita. Algunos estudios recopilaron información detallada sobre fumadores individuales, para poder personalizar la autoayuda para ayudarles mejor.
Resultados clave
Once estudios que incluyeron a más de 13 000 personas proporcionaron pruebas de un pequeño beneficio de los materiales de autoayuda impresos cuando se proporcionaron por sí solos. La confianza en estas pruebas fue moderada, ya que estos estudios se realizaron en países de ingresos altos, lo que los hace menos relevantes para las personas de países de ingresos bajos, que podrían beneficiarse de forma diferente. Cuando las personas utilizaron la autoayuda además de recibir asesoramiento personal sobre cómo dejar de fumar (11 estudios), no hubo beneficios adicionales comparados con el efecto de ese asesoramiento sin autoayuda impresa.
Treinta y dos estudios proporcionaron autoayuda escrita personalizada, y la compararon con la autoayuda no personalizada o con nada. La evidencia basada en diez estudios que incluyeron a casi 15 000 personas mostró que la autoayuda personalizada fue más útil que nada. La confianza en estas pruebas es moderada, debido a que algunos de los estudios podrían haber presentado problemas en las maneras en que se realizaron que podrían haber afectado a los resultados.
Conclusions
Cuando no hay otro apoyo disponible, los materiales escritos de autoayuda ayudan a más personas a dejar de fumar en comparación con ningún tipo de ayuda. Las personas fueron más propensas a hacer intentos exitosos de dejar de fumar cuando también se les daba apoyo presencial o terapia de reemplazo de nicotina, pero la autoayuda impresa no hacía que estas personas fueran más propensas a dejar de fumar.
Los materiales de autoayuda adaptados a las características de fumadores individuales son más efectivos que ninguna ayuda en absoluto. Sin embargo, la personalización de estos materiales a menudo implica más contacto con el equipo de investigación, y cuando se comparó la autoayuda personalizada con la autoayuda normal que implicaba la misma cantidad de contacto, no se encontró una diferencia en las tasas de abandono.
Los estudios hallados analizaron la autoayuda proporcionada a las personas en países de ingresos altos, donde a menudo se dispone de un apoyo más intensivo. Se necesita más investigación para averiguar hasta qué punto funciona la autoayuda para personas en países de ingresos medios y bajos, donde el apoyo más intensivo está menos disponible.
La evidencia de certeza moderada muestra que, cuando no hay otro apoyo disponible, los materiales escritos de autoayuda ayudan a más personas a dejar de fumar que ninguna intervención. Cuando las personas reciben asesoramiento de un profesional de la salud o están usando terapia de reemplazo de nicotina, no hay evidencia de que los materiales de autoayuda aumenten el efecto. Sin embargo, no se pueden excluir pequeños beneficios. La evidencia de certeza moderada muestra que los materiales de autoayuda que utilizan datos de participantes para personalizar la naturaleza del asesoramiento o apoyo proporcionado son más efectivos que ninguna intervención. Sin embargo, cuando se compararon los materiales de autoayuda personalizados, que suelen incluir evaluaciones y envíos repetidos, con los materiales no personalizados entregados de manera similar, no hubo pruebas de beneficio.
La evidencia disponible analizó las intervenciones de autoayuda en países de ingresos altos, donde a menudo se dispone de un apoyo más intensivo. Se necesita más investigación para investigar los efectos de estas intervenciones en países de ingresos medios y bajos, donde el apoyo más intensivo podría no estar disponible.
Muchos fumadores dejan de fumar por su cuenta, pero los materiales que proporcionan un programa estructurado para que lo sigan los fumadores pueden aumentar el número de personas que dejan de fumar con éxito.
Los objetivos de esta revisión fueron determinar la efectividad de diferentes formas de materiales de autoayuda impresos que proporcionan un programa estructurado para que lo sigan los fumadores, en comparación con ningún tratamiento y con otras estrategias de contacto mínimo, y determinar la efectividad comparativa de diferentes componentes y características de la autoayuda impresa, como la retroalimentación generada por ordenador, los materiales adicionales, la adaptación de los materiales a las personas y los materiales dirigidos a grupos específicos.
Se realizaron búsquedas en el Registro de Ensayos del Grupo Cochrane de Adicción al Tabaco (Cochrane Tobacco Addiction Group Trials Register), clinicaltrials.gov y en la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos (ICTRP). La fecha de la búsqueda más reciente fue marzo de 2018.
Se incluyeron ensayos aleatorios sobre el abandono del hábito de fumar con un seguimiento de al menos seis meses, en los que al menos un grupo analizó los materiales impresos que proporcionan autoayuda en comparación con la autoayuda mínima impresa (como un folleto corto) o un control de baja intensidad. Se definió la"autoayuda" como una programa estructurado para los fumadores que intentan dejar de fumar sin un contacto intensivo con un terapeuta.
Se extrajeron los datos de acuerdo con los procedimientos metodológicos estándar establecidos por Cochrane. La medida de resultado principal fue la abstinencia del hábito de fumar después de al menos seis meses de seguimiento en las personas que fumaban al inicio del estudio. Se utilizó la definición más rigurosa de abstinencia en cada estudio y las tasas bioquímicamente validadas, cuando estaban disponibles. Donde fue apropiado, se realizó un metanálisis mediante un modelo de efectos aleatorios.
Se identificaron 75estudios que cumplieran los criterios de inclusión. Muchos estudios no informaron detalles suficientes para permitir una valoración del riesgo de sesgo en algunos dominios. Se consideró que 30 estudios (40%) estuvieron en riesgo alto de sesgo para uno o más dominios.
Treintaicinco estudios evaluaron los efectos de materiales de autoayuda estándar no personalizados. Once estudios compararon los materiales de autoayuda solos con ninguna intervención y hallaron un efecto pequeño en favor de la intervención (n = 13 241; cociente de riesgos [CR] 1,19; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,03 a 1,37; I² = 0%). Se consideró que las pruebas eran de certeza moderada según GRADE, y reducida por su relevancia indirecta para las poblaciones de los países de ingresos bajos y medios, porque las pruebas de esta comparación provenían de estudios realizados únicamente en países de ingresos altos y hay razones para creer que la intervención podría funcionar de manera diferente en los países de ingresos bajos y medios. Este análisis excluyó dos estudios del mismo equipo de autores con resultados muy positivos que fueron claramente atípicos e introdujeron heterogeneidad significativa. Seis estudios adicionales de autoayuda estructurada comparados con folletos breves no mostraron pruebas de un efecto de los materiales de autoayuda sobre el abandono del hábito de fumar (n = 7023; CR 0,87; IC del 95%: 0,71 a 1,07; I² = 21%). Se encontraron pruebas de beneficio de los materiales de autoayuda estándar cuando hubo contacto breve que no incluyó asesoramiento para el abandono del hábito de fumar (cuatro estudios; n = 2822; CR 1,39; IC del 95%: 1,03 a 1,88; I² = 0%), pero no cuando la autoayuda se proporcionó como complemento del asesoramiento presencial para el abandono del hábito de fumar para todos los participantes (11 estudios; n = 5365; CR 0,99; IC del 95%: 0,76 a 1,28; I² = 32%).
Treintaidós estudios evaluaron materiales adaptados a las características de los fumadores individuales frente a controles que no recibieron ningún material o materiales por etapas o no personalizados. La mayoría de estos estudios realizó más de un envío. Los estudios agrupados que compararon la autoayuda personalizada con ninguna autoayuda, ya sea por sí sola o en comparación con el asesoramiento, o como complemento del asesoramiento, mostraron un beneficio de proporcionar intervenciones de autoayuda personalizadas (12 estudios; n = 19 190; CR 1,34; IC del 95%: 1,20 a 1,49; I² = 0%) con pocas pruebas de diferencias entre los subgrupos (10 estudios compararon materiales personalizados con ningún material, n = 14 359; CR 1,34; IC del 95%: 1,19 a 1,51; I = 0%; dos estudios compararon los materiales personalizados con asesoramiento breve, n = 2992; CR 1,13; IC del 95%: 0,86 a 1,49; I² = 0%; y dos estudios evaluaron los materiales personalizados como complemento del asesoramiento breve, n = 1839; CR 1,72; IC del 95%: 1,17 a 2,53; I² = 10%). Cuando los estudios compararon la autoayuda personalizada con la autoayuda no personalizada, los resultados favorecieron las intervenciones adaptadas cuando estas incluyeron más envíos que las intervenciones no adaptadas (9 estudios; n = 14 166; CR 1,42; IC del 95%: 1,20 a 1,68; I² = 0%), pero no cuando las dos estrategias se emparejaron por contacto (10 estudios; n = 11 024; CR 1,07; IC del 95%: 0,89 a 1,30; I² = 50%). Se consideró que la evidencia fue de certeza moderada según GRADE y se disminuyó por riesgo de sesgo.
Cinco estudios evaluaron los materiales de autoayuda como complemento del tratamiento de reemplazo de nicotina; el agrupamiento de tres de estos no proporcionó evidencia de un beneficio adicional (n = 1769, CR 1,05; IC del 95%: 0,86 a 1,30; I² = 0%). Cuatro estudios que evaluaron materiales escritos adicionales favorecieron la intervención, aunque el intervalo de confianza inferior cruzó la línea de no efecto (CR 1,20; IC del 95%: 0,91 a 1,58; I² = 73%). Un pequeño número de otros estudios no detectó beneficios del uso de materiales específicos ni encontró diferencias entre los diferentes programas de autoayuda.
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