Mensajes clave
No hubo pruebas suficientes para apoyar los tratamientos propuestos para la obstrucción aguda no arterítica de la arteria retiniana central.
¿Qué se quería averiguar?
La obstrucción de la arteria central de la retina ocurre cuando se bloquea súbitamente la irrigación sanguínea en el interior de la retina (la capa sensible a la luz dentro del ojo). Si el bloqueo se resuelve a tiempo, y se normaliza la irrigación sanguínea, es posible la recuperación total. Sin embargo, si la obstrucción se prolonga, las células de la retina mueren. Se han intentado diversos métodos para revertir la obstrucción, incluyendo el masaje ocular, la disminución de la presión intraocular y disolución de los coágulos con medicamentos. No se sabe cuál es el mejor tratamiento para restablecer la irrigación sanguínea y algunos tratamientos pueden asociarse con efectos adversos graves.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que examinaran los tratamientos para la obstrucción aguda no arterítica de la arteria retiniana central. Se resumieron los resultados de los estudios y la confianza en la evidencia se calificó sobre la base de factores como la metodología y los tamaños de los estudios.
¿Qué se encontró?
No estuvo claro si algún tratamiento podría mejorar la agudeza visual (la claridad con que los ojos pueden ver y distinguir objetos) en comparación con la observación. Algunas personas tratadas con activador tisular del plasminógeno (una proteína que interviene en la descomposición de los coágulos sanguíneos) tuvieron efectos adversos graves, como hemorragias en el tejido cerebral.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Se tiene poca confianza en la evidencia porque se incluyeron pocos estudios.
¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?
Se buscaron estudios publicados hasta el 15 de febrero de 2022.
La investigación actual apunta a que las intervenciones propuestas para la OARC aguda no arterítica podrían no ser mejores que la observación o los tratamientos de cualquier tipo, como el masaje del globo ocular, la inhalación de oxígeno, la expansión del tubo y la anticoagulación, pero la evidencia es incierta. Se necesitan ECA grandes y bien diseñados para determinar el tratamiento más eficaz para la OARC aguda no arterítica.
La obstrucción de la arteria retiniana central (OARC) aguda no arterítica se produce cuando se interrumpe de forma súbita el flujo sanguíneo en la retina, y suele dar como resultado una pérdida grave de la visión del ojo afectado. Aunque se han propuesto muchas intervenciones terapéuticas, no existe un tratamiento ampliamente aceptado.
Evaluar los efectos de los tratamientos para la OARC aguda no arterítica.
Se realizaron búsquedas en el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL) (que contiene el Registro del Grupo Cochrane de Salud ocular y de la visión [Cochrane Eyes and Vision]) (2022, número 2); Ovid MEDLINE; Embase.com; PubMed; la Latin American and Caribbean Health Sciences Literature Database (LILACS); ClinicalTrials.gov, y la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). No se utilizaron restricciones de fecha ni de idioma en la búsqueda electrónica de los ensayos. La última búsqueda en las bases de datos electrónicas se realizó el 15 de febrero de 2022.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) que compararon cualquier intervención con otro tratamiento en participantes con OARC aguda no arterítica en uno o ambos ojos.
Se utilizó la metodología Cochrane estándar y se calificó la certeza del conjunto de evidencia para los desenlaces principales (cambio medio en la agudeza visual con la mejor corrección [AVMC]) y secundarios (calidad de vida y eventos adversos) mediante el método GRADE.
Se incluyeron seis ECA con 223 participantes en total con OARC aguda no arterítica; el tamaño de los estudios varió de 10 a 84 participantes. Los estudios incluidos variaron geográficamente: uno en Australia, uno en Austria y Alemania, dos en China, uno en Alemania y uno en Italia.
No fue posible realizar un metanálisis debido a la heterogeneidad de los estudios. Ninguno de los estudios incluidos compararon la misma pareja de intervenciones: 1) activador tisular del plasminógeno (t-PA) versus suero fisiológico intravenoso; 2) t-PA versus hemodilución isovolémica, masaje del globo ocular, reducción de la presión intraocular y anticoagulación; 3) nitroglicerina, metazolamida, comprimidos de mecobalamina, inyecciones de vitamina B1 y B12, puerarina y anisodina compuesta (también conocida como 654-2) junto con inhalación de oxígeno, masaje del globo ocular, expansión del tubo y anticoagulación en comparación con y sin activador tisular recombinante del plasminógeno (rt-PA) intravenoso; 4) electroestimulación transcorneal (EET) con 0 mA versus con 66% del umbral eléctrico de fosfeno (EPT, por sus siglas en inglés) individual del participante a 20 Hz (66%) versus con 150% del EPT individual del participante (150%) a 20 Hz; 5) trombólisis retrógrada de la rama arterial oftálmica versus trombólisis superselectiva de la arteria oftálmica; y 6) pentoxifilina versus placebo.
No hubo evidencia de una diferencia importante en la agudeza visual entre los participantes tratados con t-PA versus suero fisiológico intravenoso (diferencia de medias [DM] al mes: -0,15 logMAR; intervalo de confianza [IC] del 95%: -0,48 a 0,18; un estudio, 16 participantes; evidencia de certeza baja); t-PA versus hemodilución isovolémica, masaje del globo ocular, reducción de la presión intraocular y anticoagulación (DM al mes: -0,00 logMAR; IC del 95%: -0,24 a 0,23; un estudio, 82 participantes; evidencia de certeza baja); y EET con 0 mA versus EET con 66% del EPT a 20 Hz versus EET con 150% del EPT individual a 20 Hz. Los participantes tratados con t-PA experimentaron tasas más elevadas de efectos adversos graves. Las otras tres comparaciones no registraron diferencias estadísticamente significativas. Otros estudios no proporcionaron datos sobre desenlaces secundarios (calidad de vida o eventos adversos).
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