Antecedentes
Muchas personas con cáncer presentan dolor moderado a intenso que requiere tratamiento con analgésicos potentes que se clasifican como opiáceos.
La oxicodona y la morfina son ejemplos de opiáceos potentes que se utilizan para el alivio del dolor por cáncer. Sin embargo, los analgésicos potentes no son eficaces para el dolor en todas las personas, ni todas las personas los toleran bien. El objetivo de esta revisión es evaluar si la oxicodona se asocia con un mejor alivio del dolor y menos efectos secundarios que otros analgésicos potentes en adultos con dolor por cáncer.
Características de los estudios
Para esta actualización, en noviembre de 2021, se añadieron 19 estudios más relevantes. En total se incluyeron 42 estudios con 4485 participantes. Estos estudios compararon la capacidad de aliviar el dolor (efecto beneficioso) y los efectos secundarios (efecto perjudicial) de diferentes tipos de oxicodona entre sí o comparada con otros analgésicos potentes.
Resultados clave
En general, los estudios no mostraron diferencias entre la oxicodona administrada cada 4-6 horas (de liberación inmediata) o cada 12 (de liberación controlada). En general, los estudios tampoco mostraron diferencias entre la oxicodona y otros analgésicos potentes como la morfina.
Todos los analgésicos potentes examinados en los estudios también producen varios efectos no deseados como vómitos, estreñimiento y somnolencia. En general, estos efectos no difieren con la oxicodona y los otros analgésicos potentes. Las alucinaciones (en las que los pacientes tienen imaginaciones, p.ej. oír voces) son mucho menos frecuentes como efecto secundario con los analgésicos potentes, pero se observó que fueron menos probables con la oxicodona que con la morfina.
En general, se encontró que la evidencia actual está compuesta por estudios con un número reducido de participantes, de las cuales muchas (12,2%) no completaron los estudios. Sin embargo, como hubo muy poca diferencia entre la oxicodona y la morfina, es poco probable que se realicen más estudios de investigación en esta área. Esto se debe, en parte, a que la captación y retención de participantes en este contexto es difícil. Podría ser útil realizar estudios que comparen la oxicodona con otros analgésicos potentes.
Certeza de la evidencia
La certeza de la evidencia de los estudios se clasificó en cuatro niveles: muy baja, baja, moderada o alta. La evidencia de certeza muy baja significa que hay muy poca seguridad en los resultados. Una evidencia de certeza alta significa que hay mucha confianza en los resultados. En general, la certeza de la evidencia en esta revisión se calificó de baja o muy baja, lo que significa que no hay muy poca confianza en los resultados por problemas de calidad de los estudios y el tamaño pequeño.
Las conclusiones no han cambiado desde la versión anterior de esta revisión (en 2017). Se encontró evidencia de certeza baja de que podría haber poca o ninguna diferencia en la intensidad del dolor, el alivio del dolor y los eventos adversos entre la oxicodona y otros opiáceos potentes, incluida la morfina, con frecuencia considerada el opiáceo potente de referencia. Aunque se identificó un efecto beneficioso para el alivio del dolor a favor de la morfina de LC sobre la oxicodona de LC, no fue clínicamente significativo ni persistió después del análisis de sensibilidad, por lo que no se consideró importante. Sin embargo, se observó que el estreñimiento y las alucinaciones se produjeron con menos frecuencia con la oxicodona LC que con la morfina LC, si bien la certeza de esta evidencia fue muy baja o el hallazgo no persistió después del análisis de sensibilidad, por lo que estos resultados deben ser tratados con mucha cautela. Las conclusiones son coherentes con otras revisiones e indican que, si bien la fiabilidad de la base de la evidencia es baja por la falta de diferencias importantes en el análisis, parece poco probable que estudios directos más amplios de oxicodona versus morfina estén justificados, aunque podría ser útil disponer de ensayos bien diseñados que comparen la oxicodona con otros analgésicos potentes. Lo anterior significa que, para fines clínicos, la oxicodona o la morfina se pueden utilizar como opiáceos de administración por vía oral de primera línea para el alivio del dolor por cáncer.
Muchas personas con cáncer experimentan un dolor de moderado a intenso que requiere tratamiento con opiáceos potentes como la oxicodona y la morfina. Sin embargo, los opiáceos potentes no son efectivos para el dolor en todas las personas, ni son bien tolerados por todas. El objetivo de esta revisión fue evaluar si la oxicodona se asocia con un mejor alivio del dolor y tolerabilidad que otras opciones analgésicas en adultos con dolor por cáncer. Esta es una revisión Cochrane actualizada publicada anteriormente en 2017.
Evaluar la efectividad y la tolerabilidad de la oxicodona por cualquier vía de administración para el dolor en adultos con cáncer.
Se realizaron búsquedas en el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL) en la Biblioteca Cochrane, MEDLINE y MEDLINE In-Process (Ovid), EMBASE (Ovid), Science Citation Index, Conference Proceedings Citation Index - Science (ISI Web of Science), BIOSIS (ISI), PsycINFO (Ovid) y en PubMed hasta noviembre de 2021. También se hicieron búsquedas en cuatro registros de ensayos, se verificaron las referencias bibliográficas de los estudios pertinentes y se contactó a los autores de los estudios incluidos. No hubo restricciones con respecto al idioma ni el estado de publicación.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (de grupos paralelos o cruzados [cross-over]) que compararon la oxicodona (cualquier formulación o vía de administración) con placebo o un fármaco activo (incluida la oxicodona) para el dolor por cáncer en adultos, mediante la evaluación de la intensidad/el alivio del dolor, los eventos adversos, la calidad de vida y la preferencia de los participantes.
Dos autores de la revisión de forma independiente realizaron la búsqueda, extrajeron los datos y evaluaron los estudios incluidos mediante la metodología estándar de Cochrane. Se realizaron metanálisis con los datos sobre la intensidad del dolor mediante el método de la varianza inversa genérica, y del alivio del dolor y de los eventos adversos mediante el método de Mantel-Haenszel, o se resumieron los datos de forma narrativa junto con los relacionados con la calidad de vida y las preferencias de los participantes. La certeza general de la evidencia se evaluó con criterios GRADE.
Para esta actualización se identificaron 19 nuevos estudios (1836 participantes) para su inclusión. En total se incluyeron 42 estudios que reclutaron/aleatorizaron a 4485 participantes, de los cuales 3945 se analizaron en cuanto a la eficacia y 4176 en cuanto a la seguridad. Los estudios examinaron varias comparaciones diferentes de fármacos.
Oxicodona de liberación controlada (LC; habitualmente administrada cada 12 horas) frente a oxicodona de liberación inmediata (LI; administrada cada 4-6 horas)
El análisis agrupado de tres de los cuatro estudios que compararon la oxicodona LC con la oxicodona LI indica que hay poca o ninguna diferencia entre la oxicodona LC y la LI en cuanto a la intensidad del dolor (diferencia de medias estandarizada [DME] 0,12; intervalo de confianza [IC] del 95%: -0,1 a 0,34; n = 319; evidencia de certeza muy baja). La evidencia es muy incierta en cuanto al efecto en los eventos adversos, incluyendo el estreñimiento (razón de riesgos [RR] 0,71; IC del 95%: 0,45 a 1,13), la somnolencia (RR 1,03; IC del 95%: 0,69 a 1,54), las náuseas (RR 0,85; IC del 95%: 0,56 a 1,28) y los vómitos (RR 0,66; IC del 95%: 0,38 a 1,15) (evidencia de certeza muy baja). No hubo datos disponibles de la calidad de vida ni la preferencia de los participantes. Sin embargo, tres estudios indicaron que la aceptabilidad del tratamiento podría ser similar entre los grupos (evidencia de certeza baja).
Oxicodona LC versus morfina LC
La mayoría de los 24 estudios que compararon la oxicodona LC con la morfina LC informaron sobre la intensidad del dolor (variable continua), el alivio del dolor (variable dicotómica) o ambas. El análisis agrupado indicó que la intensidad del dolor podría ser menor (mejor) después del tratamiento con morfina LC que con oxicodona LC (DME 0,14; IC del 95%: 0,01 a 0,27; n = 882 en siete estudios; evidencia de certeza baja). Esta DME equivale a una diferencia de 0,27 puntos en la escala del "Brief Pain Inventory scale" (inventario breve del dolor) (escala de calificación numérica de 0 a 10), que no es clínicamente significativa. Los análisis agrupados también sugirieron que podría haber poca o ninguna diferencia en la proporción de participantes que logran un alivio completo o significativo del dolor (RR 1,02; IC del 95%: 0,95 a 1,10; n = 1249 en 13 estudios; evidencia de certeza baja).
La RR del estreñimiento (RR 0,75; IC del 95%: 0,66 a 0,86) podría ser menor tras el tratamiento con oxicodona LC que con morfina LC. Los análisis agrupados mostraron que, en el caso de la mayoría de los eventos adversos, los IC fueron amplios, incluyendo la ausencia de efecto, así como la posibilidad de un efecto beneficioso y perjudicial: somnolencia (RR 0,88; IC del 95%: 0,74 a 1,05), náuseas (RR 0,93; IC del 95%: 0,77 a 1,12) y vómitos (RR 0,81; IC del 95%: 0,63 a 1,04) (evidencia de certeza baja o muy baja). No hubo datos disponibles sobre la calidad de vida. La evidencia es muy incierta con respecto a los efectos del tratamiento en la aceptabilidad del mismo y la preferencia de los participantes.
Otras comparaciones
Los siete estudios restantes compararon la oxicodona en diversas formulaciones o compararon la oxicodona con diferentes opiáceos alternativos. Ninguno de ellos encontró ninguna superioridad ni inferioridad claras de la oxicodona para el dolor por cáncer, ni como agente analgésico ni en cuanto a las tasas de eventos adversos y aceptabilidad de tratamiento. La certeza de esta base de evidencia se vio limitada por el riesgo de sesgo alto o incierto de los estudios y por la imprecisión debida a las bajas o muy bajas tasas de eventos o de participantes para muchos desenlaces.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.