Mensajes clave
Los probióticos podrían ser beneficiosos para prevenir al menos un caso de infección aguda las vías respiratorias altas (IVRA), y es probable que sean beneficiosos para prevenir al menos tres casos de IVRA. Se necesitan más estudios realizados en personas mayores. Se necesitan estudios más grandes y bien diseñados para obtener mejores estimaciones de los efectos beneficiosos y posibles efectos perjudiciales del uso de probióticos.
¿Qué son las infecciones agudas de las vías respiratorias altas?
Entre las IVRA agudas se encuentran los resfriados, la gripe y las infecciones de la garganta, la nariz o los senos paranasales. Los síntomas incluyen fiebre, tos, dolor y dolor de cabeza. La mayoría de las IVRA agudas son causadas por virus y generalmente se resuelven después de tres a siete días.
¿Qué son los probióticos?
Una descripción habitual de los probióticos es la de microorganismos vivos que proporcionan un efecto beneficioso al organismo cuando se consumen en cantidades adecuadas. Las bacterias lácticas y las bifidobacterias son los más comunes y se consumen habitualmente en alimentos fermentados, como el yogur y el yogur de soja, o como suplementos alimentarios.
¿Qué se quería averiguar?
Se quería averiguar si los probióticos previenen las IVRA agudas en personas de todas las edades con un sistema inmunitario sano.
¿Qué se hizo?
Se buscaron los estudios que investigaron los probióticos para las IVRA. Se compararon y resumieron los resultados de estos estudios y la confianza en la evidencia se calificó según factores como la metodología y el tamaño de los estudios.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 24 estudios. Se analizaron los datos de 6950 personas, entre ellas niños (de un mes a 11 años), adultos (media de edad de 37,3 años) y personas mayores (media de edad de 84,6 años) de Italia, Japón, EE.UU., Croacia, Inglaterra, Finlandia, Suecia, Chile, China, Dinamarca, Alemania, Tailandia y Turquía. No estuvo claro en qué países se realizaron dos de los ensayos. La mayoría de los estudios se llevaron a cabo en la comunidad, en centros asistenciales, en escuelas y en hospitales durante tres meses en invierno/primavera. Los probióticos se administraron con más frecuencia con alimentos lácteos en los niños, en polvo en los adultos y en alimentos lácteos o cápsulas en las personas mayores. La mayoría de los estudios utilizaron una o dos cepas (p. ej., Lactobacillus plantarum HEAL9, Lactobacillus paracasei (8700:2 o N1115)) y 109 o 1011 unidades formadoras de colonias (UFC)/día de probióticos..
Resultados principales
Los probióticos podrían reducir el número de personas diagnosticadas con al menos una IVRA en aproximadamente un 24%; probablemente reducen el número de personas diagnosticadas con al menos tres IVRA en aproximadamente un 41%; podrían reducir la tasa de incidencia (número de nuevos casos durante un período de tiempo específico) de IVRA aguda en aproximadamente un 18%; podrían reducir la duración media de un episodio de IVRA aguda en aproximadamente 1,22 días; probablemente reducen el número de personas que utilizaron antibióticos para las IVRA en aproximadamente un 42%; y podrían no aumentar el número de personas que experimentaron efectos secundarios (cualquier efecto perjudicial). La evidencia que muestra una disminución del número de personas que se ausentaron de la guardería, la escuela o el trabajo debido a las IVRA agudas con probióticos fue muy incierta.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Existe una confianza moderada en que los probióticos disminuyen el número de personas diagnosticadas con al menos tres IVRA y el número de personas que tomaron antibióticos para las IVRA, y una confianza baja en la evidencia de que los probióticos disminuyen el número de personas diagnosticadas con al menos una IVRA, la tasa de incidencia de IVRA agudas, la duración media de un episodio de IVRA aguda y el aumento del número de personas que experimentaron efectos secundarios (cualquier efecto perjudicial). La evidencia que muestra una disminución del número de personas que se ausentaron de la guardería, la escuela o el trabajo debido a las IVRA agudas con probióticos fue muy incierta. Las principales razones de las limitaciones de la evidencia fueron que los participantes en los estudios podían saber qué tratamiento estaban recibiendo y que no todos los estudios proporcionaban datos sobre todo lo que interesaba para la revisión.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta el 10 de mayo de 2022.
En general, se encontró que los probióticos fueron mejores que placebo o ningún tratamiento para prevenir las IVRA agudas.
Los probióticos son microorganismos vivos que, pueden proporcionar un efecto fisiológico beneficioso cuando se administran en cantidades adecuadas. Algunos ensayos muestran que algunas cepas probióticas pueden prevenir las infecciones respiratorias. Aunque la revisión publicada anteriormente mostró los efectos beneficiosos de los probióticos para las infecciones agudas de las vías respiratorias altas (IVRA), se han publicado varios estudios nuevos. Esta es una actualización de una revisión publicada por primera vez en 2011 y actualizada en 2015.
Evaluar la efectividad y la seguridad de los probióticos (cualquier cepa o dosis especificada), comparados con placebo o ningún tratamiento, en la prevención de las IVRA agudas en personas de todas las edades, con riesgo de contraer IVRA agudas.
Se hicieron búsquedas en CENTRAL (2022, número 6), MEDLINE (1950 hasta mayo, semana 2, 2022), Embase (1974 hasta el 10 de mayo de 2022), Web of Science (1900 hasta el 10 de mayo de 2022), la Chinese Biomedical Literature Database, que incluye la China Biological Medicine Database (desde 1978 hasta el 10 de mayo de 2022), la Chinese Medicine Popular Science Literature Database (desde 2000 hasta el 10 de mayo de 2022) y la Masters Degree Dissertation of Beijing Union Medical College Database (desde 1981 hasta el 10 de mayo de 2022). Se hicieron búsquedas de ensayos completados y en curso en la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en ClinicalTrials.gov el 10 de mayo de 2022.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) individuales y ECA por conglomerados que compararon probióticos con placebo o ningún tratamiento para prevenir las IVRA agudas. Los participantes fueron niños, adultos o personas de edad avanzada de la comunidad, centros asistenciales, escuelas u hospitales. Los desenlaces principales fueron el número de participantes diagnosticados con IVRA (al menos un evento y al menos tres eventos), la tasa de incidencia (número de casos/persona año) de IVRA aguda y la duración media de un episodio de IVRA. Los desenlaces secundarios fueron el número de participantes que se ausentaron de la guardería, la escuela o el trabajo debido a las IVRA agudas; el número de participantes que recibieron antibióticos prescritos para las IVRA agudas; y el número de participantes que experimentaron al menos un evento adverso de los probióticos. Los estudios se excluyeron si no especificaban las infecciones respiratorias agudas como "de vías altas"; los estudios con más del 50% de los participantes vacunados contra la gripe u otras IVRA agudas en los últimos 12 meses; y los estudios con proporciones significativamente diferentes de participantes vacunados entre el grupo de probióticos y el grupo placebo o ningún tratamiento.
Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente la elegibilidad de los ensayos y extrajeron los datos utilizando los procedimientos metodológicos estándares de Cochrane. Se analizaron los datos por intención de tratar y por protocolo y se utilizó un modelo de efectos aleatorios. Los resultados se expresaron como razones de riesgos (RR) para los desenlaces dicotómicos y como diferencias de medias (DM) para los desenlaces continuos, ambas con intervalos de confianza (IC) del 95%. La certeza de la evidencia se evaluó mediante el método GRADE.
Se incluyeron 23 ECA individuales y un ECA por conglomerados. Dado que uno de los ECA individuales no informó sobre los desenlaces de manera que se pudiese utilizar, sólo se pudieron metanalizar los datos de 23 ensayos, con un total de 6950 participantes que incluían niños (de un mes a 11 años de edad), adultos (media de edad de 37,3 años) y personas mayores (media de edad de 84,6 años). Un ensayo informó que hubo un 22,5% de participantes vacunados contra la gripe en los últimos 12 meses y un 25,4% de participantes vacunados contra la gripe durante la intervención. Los probióticos se administraron con más frecuencia con alimentos lácteos en los niños, en polvo en los adultos y en alimentos lácteos o cápsulas en las personas mayores. La mayoría de los estudios utilizaron una o dos cepas (p. ej., Lactobacillus plantarum HEAL9, Lactobacillus paracasei (8700:2 o N1115)) y 109 o 1011 unidades formadoras de colonias (UFC)/día de probióticos durante más de tres meses.
Se encontró que los probióticos podrían reducir el número de participantes diagnosticados con IVRA (al menos un evento) (RR 0,76; IC del 95%: 0,67 a 0,87; p < 0,001; 16 estudios, 4798 participantes; evidencia de certeza baja); probablemente reducen el número de participantes diagnosticados con IVRA (al menos tres eventos) (RR 0,59; IC del 95%: 0,38 a 0,91; p = 0,02; cuatro estudios, 763 participantes; evidencia de certeza moderada); podrían reducir la tasa de incidencia (número de casos/persona año) de IVRA (cociente de tasas 0,82; IC del 95%: 0,73 a 0,92; p = 0,001; 12 estudios, 4364 participantes; evidencia de certeza baja); podrían reducir la duración media de un episodio de IVRA aguda (DM -1,22 días; IC del 95%: -2,12 a -0,33; p = 0,007; seis estudios, 2406 participantes; evidencia de certeza baja); probablemente reducen el número de participantes que utilizaron antibióticos prescritos para las IVRA agudas (RR 0,58; IC del 95%: 0,42 a 0,81; p = 0,001; seis estudios, 1548 participantes; evidencia de certeza moderada); y podrían no aumentar el número de participantes que experimentaron al menos un evento adverso (RR 1,02; IC del 95%: 0,90 a 1,15; p = 0,79; ocho estudios, 2456 participantes; evidencia de certeza baja). La evidencia que muestra una disminución del número de personas que se ausentaron de la guardería, la escuela o el trabajo debido a las IVRA agudas con probióticos es muy incierta (RR 0,14; IC del 95%: 0,03 a 0,59; un estudio, 80 participantes; evidencia de certeza muy baja). Los efectos adversos de los probióticos fueron leves y, en su mayoría, síntomas gastrointestinales, como vómitos, flatulencia, diarrea y dolor intestinal.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.