Antecedentes
Es habitual que las personas sientan dolor en la zona lumbar de la espalda. Cuando se desconoce la causa del dolor, se dice que el dolor es "inespecífico". El dolor que dura más de tres meses se considera "crónico".
El dolor lumbar crónico inespecífico puede ser incapacitante. Puede provocar absentismo laboral. A menudo, las personas con dolor lumbar crónico e inespecífico buscan atención médica.
La terapia de ultrasonido es el uso de ondas de sonido (vibraciones) para tratar problemas médicos. Se utiliza comúnmente para tratar el dolor lumbar. Un profesional sanitario fricciona un aparato portátil sobre la piel de la zona lumbar. El aparato produce vibraciones que atraviesan la piel. El objetivo es proporcionar calor y energía a las zonas del cuerpo bajo la piel, para reducir el dolor y acelerar la recuperación.
Esta revisión Cochrane tuvo como objetivo averiguar si el ultrasonido es efectivo para el tratamiento del dolor lumbar crónico inespecífico, y si causa algún efecto no deseado. Específicamente, se quería saber si los ultrasonidos afectaban a los siguientes parámetros: dolor, personas que se sienten limitadas en su vida diaria por el dolor, satisfacción con el tratamiento, bienestar, discapacidad y otros efectos no deseados.
¿Qué se buscó?
Se buscaron estudios publicados hasta enero de 2020 que:
• fueran ensayos controlados aleatorizados, estudios médicos en los que las personas son asignadas al azar a uno de dos o más grupos de tratamiento. Este tipo de estudio proporciona la evidencia más fiable sobre si un tratamiento logra un cambio;
• incluyeran a personas con dolor lumbar crónico e inespecífico que tuvieran 18 años o más;
• compararan el ultrasonido (ya sea solo o con otro tratamiento) con un placebo (tratamiento simulado) u otros tratamientos para el dolor lumbar crónico inespecífico.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 10 estudios que incluían un total de 1025 personas tratadas por dolor lumbar crónico inespecífico.
La mayoría de las personas en los estudios tenía un dolor lumbar de leve a moderado, lo que significa que podía haber sentido dolor al realizar las actividades diarias. Fueron tratadas en servicios hospitalarios ambulatorios o clínicas, donde generalmente tenían de seis a 18 sesiones de terapia de ultrasonido. A continuación, se hacía un seguimiento de los participantes en el estudio durante un período de tiempo después del tratamiento (por lo general, unos pocos días o semanas).
Los estudios compararon el ultrasonido con uno o más de los siguientes: placebo (cinco estudios), ningún tratamiento (un estudio), pulsos eléctricos (un estudio), manipulación de la columna vertebral (un estudio), osteopatía (un estudio) y terapia láser (un estudio). Tres estudios compararon el ultrasonido con ejercicio y el ejercicio solo. Ninguno de los estudios fue financiado comercialmente.
Resultados clave
Hay poca información que sugiera que el ultrasonido es un tratamiento efectivo para las personas con dolor lumbar crónico inespecífico.
Ultrasonido comparado con placebo
No se sabe si los ultrasonidos reducen la intensidad media del dolor porque se han estudiado en muy pocas personas, en estudios que dieron respuestas diversas y que estuvieron mal realizados. El ultrasonido probablemente logra poco o ningún cambio en el número de personas en las que el dolor se reduce en un 30% o más a corto plazo (es decir, menos de tres meses después del comienzo del estudio).
El ultrasonido probablemente logra poco o ningún cambio en el bienestar de las personas. Puede que haya poco o ningún cambio en la cantidad de personas que se sienten limitadas por su dolor lumbar en la vida diaria, o en a la satisfacción de las personas con su tratamiento.
El ultrasonido puede tener poco o ningún impacto en los efectos no deseados. No se sabe si el ultrasonido afecta a la discapacidad, ya que no hay estudios que investiguen esto.
Ultrasonido con ejercicio comparado con ejercicio solo
No se sabe si el ultrasonido afecta las variables de interés de esta revisión porque no hay estudios que las investiguen o porque los estudios que lo hicieron fueron imprecisos o estuvieron mal realizados.
Certeza de la evidencia
En base a los estudios encontrados, hubo en su mayoría evidencia de baja a muy baja certeza de que el ultrasonido logra poco o ningún cambio en el dolor y el bienestar en comparación con el placebo. Para todos los demás parámetros y comparaciones, se tiene menos confianza en los resultados que se informaron. Esto se debe a que los estudios fueron demasiado imprecisos o se realizaron de manera deficiente.
La evidencia de esta revisión sistemática es incierta en cuanto al efecto del ultrasonido terapéutico sobre el dolor en los individuos con DL crónico inespecífico. Aunque hay alguna evidencia de que el ultrasonido terapéutico puede tener un pequeño efecto en la mejoría de la función lumbar a corto plazo en comparación con el placebo, la certeza de la evidencia es muy baja. Es probable que el verdadero efecto sea significativamente diferente. Hay pocos ensayos aleatorizados de alta calidad, y los disponibles eran muy pequeños. La evidencia actual no apoya el uso de ultrasonidos terapéuticos en el tratamiento del dolor lumbar crónico.
Esta es una actualización de una revisión Cochrane publicada en 2014. El dolor lumbar (DL) crónico no específico se ha convertido en una de las causas principales de discapacidad en la población adulta en todo el mundo. Aunque el ultrasonido terapéutico no se recomienda en las recientes guías clínicas, es utilizado frecuentemente por los fisioterapeutas en el tratamiento del DL crónico.
El objetivo de esta revisión fue determinar la efectividad del ultrasonido terapéutico en el tratamiento del DL crónico no específico. Un objetivo secundario era determinar la dosis y la intensidad más efectivas del ultrasonido terapéutico para el DL crónico.
Se hicieron búsquedas electrónicas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, CINAHL, PEDro, Index to Chiropractic Literature y en dos registros de ensayos hasta el 7 de enero de 2020. Se verificaron las listas de referencia de los estudios elegibles y las revisiones sistemáticas pertinentes y se realizó una búsqueda de citas prospectiva.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) sobre el ultrasonido terapéutico para el DL crónico inespecífico. Se comparó el ultrasonido (ya sea solo o en combinación con otro tratamiento) con el placebo u otras intervenciones para el DL crónico.
Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente el riesgo de sesgo de cada ensayo y extrajeron los datos. Se realizó un metanálisis cuando existía suficiente homogeneidad clínica y estadística. Se determinó la certeza de la evidencia para cada comparación mediante el enfoque GRADE.
Se incluyeron 10 ECA que incluían un total de 1025 participantes con DL crónico. Los estudios incluidos se llevaron a cabo en contextos de atención secundaria en Turquía, Irán, Arabia Saudita, Croacia, el Reino Unido y los Estados Unidos, y la mayoría de ellos aplicaron el ultrasonido terapéutico además de otro tratamiento, durante seis a 18 sesiones de tratamiento. El riesgo de sesgo no estaba claro en la mayoría de los estudios. Ocho estudios (80%) presentaban un riesgo de sesgo de selección incierto o alto; ningún estudio cegó a los profesionales sanitarios a la intervención; y sólo cinco estudios (50%) cegaron a los participantes. Hubo un riesgo de informe selectivo en ocho estudios (80%), y ningún estudio evaluó adecuadamente el cumplimiento de la intervención.
Hubo evidencia de certeza muy baja (se disminuyó por imprecisión, inconsistencia y limitaciones en el diseño) de poca o ninguna diferencia entre el ultrasonido terapéutico y el placebo para la mejoría del dolor a corto plazo (diferencia de medias (DM) -7,12, intervalo de confianza (IC) del 95% -17,99 a 3,75; n = 121, tres ECA; escala analógica visual (EAV) de 0 a 100 puntos). También hubo evidencia de certeza moderada (se disminuyó por imprecisión) de poco o ningún cambio en el número de participantes que lograron una reducción del 30% del dolor a corto plazo (riesgos relativos 1,08; IC del 95%: 0,81 a 1,44; n = 225, un ECA). Hubo evidencia de certeza baja (se disminuyó por la imprecisión y las limitaciones de diseño) de que el ultrasonido terapéutico tiene un efecto pequeño sobre la función específica de la espalda en comparación con el placebo a corto plazo (diferencia de medias estandarizada -0,29; IC del 95%: -0,51 a -0,07 (DM -1,07; IC del 95%: -1,89 a -0,26; Roland Morris Disability Questionnaire); n = 325; cuatro ECA), pero este efecto no parece ser clínicamente importante. Hubo evidencia de certeza moderada (se disminuyó por imprecisión) de poca o ninguna diferencia entre el ultrasonido terapéutico y el placebo sobre el bienestar (DM -2,71; IC del 95%: -9,85 a 4,44; n = 267, dos ECA; subescala de salud general de la 36-item Short Form Health Survey (SF-36)). Dos estudios (n = 486) informaron sobre la mejoría general y la satisfacción entre los grupos, y ambos informaron poca o ninguna diferencia entre los grupos (evidencia de certeza baja, se disminuyó por una grave imprecisión). Un estudio (n = 225) informó sobre los eventos adversos y no identificó ningún evento adverso relacionado con la intervención (evidencia de baja certeza, se disminuyó por grave imprecisión). Ningún estudio informó sobre la discapacidad para esta comparación.
No se sabe si el ultrasonido terapéutico, además del ejercicio, da mejores resultados que el ejercicio solo porque la certeza de la evidencia para todos los parámetros de valoración fue muy baja (se disminuyó por imprecisión y serias limitaciones en el diseño). El efecto estimado para el dolor estuvo a favor del grupo de ultrasonido más ejercicio (DM -21,1; IC del 95%: -27,6 a -14,5; n = 70, dos ECA; EAV de 0 a 100 puntos) a corto plazo. En cuanto a la función específica de la espalda (DM - 0,41, IC del 95%: -3,14 a 2,32; n = 79, dos ECA; Oswestry Disability Questionnaire) y el bienestar (DM -2,50, IC del 95%: -9,53 a 4,53; n = 79, dos ECA; subescala de salud general del SF-36), hubo poca o ninguna diferencia entre los grupos a corto plazo. Ningún estudio informó sobre el número de participantes que lograron una reducción del 30% en el dolor, la satisfacción del paciente, la discapacidad o los eventos adversos para esta comparación.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.