¿Cuál es el tema?
En algunos niños con infección urinaria (IU), la infección se localiza en la vejiga (vías urinarias bajas). En otros, las bacterias ascienden de la vejiga al riñón (vías urinarias altas). Solamente los niños con compromiso de las vías urinarias altas tienen riesgo de desarrollar daño renal permanente. Si los marcadores biológicos no invasivos pudieran diferenciar con exactitud a los niños con enfermedad de las vías urinarias bajas de los niños con enfermedad de las vías urinarias altas, posiblemente el tratamiento y el seguimiento se podrían individualizar.
¿Qué se hizo?
Se examinó la utilidad de tres análisis de sangre ampliamente disponibles (procalcitonina, proteína C reactiva, velocidad de eritrosedimentación) para diferenciar la enfermedad de las vías urinarias altas de la enfermedad de las vías urinarias bajas. Se encontraron 34 estudios relevantes, de los cuales 24 proporcionan datos para el desenlace principal. Doce estudios (1000 niños) proporcionaron datos para la prueba de procalcitonina; 16 estudios (1895 niños) proporcionaron datos para la prueba de la proteína C reactiva y ocho estudios (1910 niños) proporcionaron datos para la prueba de la velocidad de eritrosedimentación.
¿Qué se encontró?
Se encontró que las tres pruebas fueron sensibles (los valores de sensibilidad global variaron del 81% al 93%), pero no muy específicas (los valores de especificidad global variaron del 37% al 76%).
Conclusiones
Ninguna de las pruebas fue suficientemente exacta para permitir que los médicos diferenciaran con seguridad la enfermedad de las vías urinarias bajas de la enfermedad de las vías urinarias altas.
La prueba de VES no parece ser suficientemente exacta para ayudar a diferenciar a los niños con cistitis de los niños con pielonefritis. Un valor bajo de la PCR (< 20 mg/l) parece ser algo útil para descartar la pielonefritis (disminución de la probabilidad de pielonefritis < 20%), pero la heterogeneidad no explicada en los datos impide hacer recomendaciones en este momento. La prueba de procalcitonina parece más conveniente para dictaminar la pielonefritis, pero el número limitado de estudios y la heterogeneidad marcada entre los estudios impide establecer conclusiones definitivas. Por lo tanto, actualmente no se ha encontrado evidencia convincente para recomendar el uso habitual de cualquiera de estas pruebas en la práctica clínica.
En los niños con infección urinaria (IU), solamente los que presentan pielonefritis (y no cistitis) tienen riesgo de desarrollar secuelas renales a largo plazo. Si los marcadores biológicos no invasivos pudieran diferenciar con exactitud a los niños con cistitis de los niños con pielonefritis, posiblemente el tratamiento y el seguimiento se podrían individualizar. Ésta es una actualización de una revisión publicada por primera vez en 2015.
Los objetivos de esta revisión fueron: 1) determinar si la procalcitonina (PCT), la proteína C reactiva (PCR) y la velocidad de eritrosedimentación (VES) pueden reemplazar la gammagrafía con DMSA en la evaluación diagnóstica de los niños con IU; 2) evaluar la influencia de las características del paciente y del estudio en la exactitud diagnóstica de estas pruebas, y 3) comparar el rendimiento de las tres pruebas entre sí.
En esta revisión se realizaron búsquedas en MEDLINE, EMBASE, DARE, Web of Science y BIOSIS Previews hasta el 17 de diciembre de 2019. Se hicieron búsquedas en las listas de referencias de todos los artículos incluidos y las revisiones sistemáticas pertinentes para identificar estudios adicionales que no se encontraron a través de la búsqueda electrónica.
Solamente se consideraron los estudios publicados que evaluaron los resultados de una prueba índice (PCT, PCR, VES) versus los resultados de una gammagrafía con ácido 99Tc-dimercaptosuccínico (DMSA) en la fase aguda (realizada en el transcurso de 30 días de la IU) en niños de 0 a 18 años de edad con un episodio de IU confirmado por cultivo. Se utilizaron los siguientes valores límite para el análisis primario: 0,5 ng/ml para la procalcitonina, 20 mg/l para la PCR y 30 mm/hora para la VES.
Dos autores de la revisión de forma independiente aplicaron los criterios de selección a todas las citas y resumieron los datos. Se utilizó el modelo bivariado para calcular los valores agrupados de sensibilidad y especificidad con efectos aleatorios agrupados.
Un total de 36 estudios cumplieron los criterios de inclusión. Veinticinco estudios proporcionaron datos para el análisis primario: 12 estudios (1000 niños) incluyeron datos sobre la PCT, 16 estudios (1895 niños) incluyeron datos sobre la PCR y ocho estudios (1910 niños) incluyeron datos sobre la VES (algunos estudios tuvieron datos sobre más de una prueba). La sensibilidad global calculada (IC del 95%) de las pruebas de PCT, PCR y VES a los puntos de corte ya mencionados fueron 0,81 (0,67 a 0,90); 0,93 (0,86 a 0,96) y 0,83 (0,71 a 0,91), respectivamente. Los valores de especificidad global de las pruebas de PCT, PCR y VES a estos puntos de corte fueron 0,76 (0,66 a 0,84); 0,37 (0,24 a 0,53) y 0,57 (0,41 a 0,72), respectivamente.
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