¿Cuál es el problema?
En todo el mundo, aproximadamente una de cada tres mujeres no embarazadas en edad fértil presenta anemia, es decir, tienen menos glóbulos rojos o menos hemoglobina (una sustancia roja que se combina con el oxígeno y lo transporta por el organismo) de la normal en cada glóbulo rojo. Aunque existen varias causas de anemia, con frecuencia es resultado de la deficiencia de hierro sostenida. La práctica generalizada para la prevención o el tratamiento de la anemia en mujeres ha sido la administración diaria de suplementos de hierro (a veces combinado con ácido fólico y otras vitaminas y minerales) durante tres meses. Sin embargo, esta práctica se asocia a menudo con efectos secundarios como náuseas o estreñimiento. La administración intermitente de suplementos (que es el consumo de suplementos una, dos o tres veces a la semana en días no consecutivos) se ha propuesto como una opción eficaz y más segura a la administración diaria de suplementos.
¿Por qué es esto importante?
Las mujeres con anemia pueden sentirse con menos energía para la actividad física y tornarse más propensas a las infecciones. La mayoría de las mujeres en todo el mundo comienzan el embarazo con anemia, lo que aumenta el riesgo de recién nacidos de bajo peso al nacer y otras complicaciones durante el parto.
Algunos científicos creen que la administración de hierro varias veces por semana (en lugar de todos los días) mejora el estado de las pacientes con anemia y los niveles de hemoglobina sin tantos efectos secundarios. Si las pacientes presentan menos efectos secundarios, es más probable que tomen los suplementos de hierro de modo más regular y por períodos más prolongados.
¿Qué evidencia se encontró?
Se revisó la evidencia hasta febrero de 2018. Se incluyeron 25 ensayos controlados aleatorizados (un tipo de experimento en que los participantes se asignan al azar a uno o más grupos de tratamiento) con 10 996 mujeres. Se incluyeron los estudios que examinaron la administración intermitente de suplementos de hierro versus ninguna intervención, placebo (comprimido inactivo) o los mismos suplementos administrados diariamente. La mayoría de los estudios se realizaron en ámbitos escolares y financiados sobre todo por organizaciones internacionales, universidades y ministerios de salud nacionales. Cerca de un tercio de los estudios incluidos no indicó una fuente de financiamiento.
Los resultados muestran que fue menos probable que las pacientes con administración intermitente de suplementos con hierro solo, o en combinación con ácido fólico u otros nutrientes, presentaran anemia o deficiencia de hierro en comparación con las pacientes a las que no se les indicó ningún suplemento de hierro o se les indicó un placebo. Además, también presentaron una mayor concentración de hemoglobina y ferritina (una proteína que transporta el hierro), pero informaron más efectos secundarios.
Asimismo, los resultados indican que la administración intermitente de suplementos tuvo la misma efectividad que la administración diaria en la reducción de la prevalencia de la anemia y en el aumento de la concentración de hemoglobina, con menos efectos secundarios. Es posible que también haya reducido el riesgo de tener una deficiencia de hierro, pero no tuvo efectos en el aumento de las concentraciones de ferritina más que la dosis diaria.
Se encontró escasa evidencia sobre el efecto de la administración intermitente de suplementos en comparación con placebo o la administración diaria sobre la anemia ferropénica, la morbilidad por todas las causas, los resultados de la enfermedad, la adherencia, la productividad económica y el desempeño laboral.
¿Qué significa esto?
La administración intermitente de suplementos de hierro en mujeres que menstrúan puede ser una intervención efectiva para disminuir la anemia y mejorar la concentración de hemoglobina en comparación con ningún tratamiento, placebo o la administración diaria. La administración intermitente de suplementos se puede asociar con menos efectos secundarios en comparación con la administración diaria. Los resultados no se vieron afectados por ninguna de las siguientes condiciones: administración una o dos veces por semana de los suplementos, duración de menos o más de tres meses, contenido de menos o más de 60 mg de hierro elemental por semana, administración a poblaciones con diferentes grados de anemia al inicio (punto de partida para las comparaciones). La calidad general de la base de la evidencia fue baja.
La administración intermitente de suplementos de hierro puede reducir la anemia y mejorar las reservas de hierro en mujeres que menstrúan con distintos antecedentes de anemia y paludismo. En comparación con la administración diaria de suplementos, la administración intermitente es menos efectiva para prevenir o controlar la anemia. Se necesita más información sobre la morbilidad (incluidos los resultados del paludismo), los efectos secundarios, el desempeño laboral, la productividad económica, la depresión y la adherencia a la intervención. La calidad de esta base de la evidencia varió de muy baja a moderada, lo que sugiere la falta de certeza acerca de estos efectos.
La anemia es una enfermedad en que la cantidad de eritrocitos es insuficiente para satisfacer las necesidades fisiológicas. Está causada por muchos trastornos, especialmente la deficiencia de hierro. Tradicionalmente, la administración diaria de suplementos de hierro ha sido una práctica generalizada para la prevención y el tratamiento de la anemia. Sin embargo, el uso a largo plazo ha sido limitado, ya que se ha asociado con efectos secundarios adversos como náuseas, estreñimiento y manchas en los dientes. Se ha indicado que la administración intermitente de suplementos de hierro es una opción efectiva y más segura a la administración diaria para la prevención y la reducción de la anemia a nivel poblacional, sobre todo en áreas de alta prevalencia de la enfermedad.
Evaluar los efectos de la administración intermitente de suplementos de hierro por vía oral, solo o en combinación con otros nutrientes, sobre la anemia y las deficiencias asociadas en mujeres que menstrúan, en comparación con ninguna intervención, placebo o la administración diaria.
En febrero de 2018, se buscó en CENTRAL, MEDLINE, Embase, otras nueve bases de datos y dos registros de ensayos. En marzo de 2018, también se buscó en LILACS, IBECS e IMBIOMED. También se examinaron las listas de referencias y se estableció contacto con autores y expertos conocidos para identificar estudios adicionales.
Ensayos controlados aleatorizados (ECA) y cuasialeatorizados con asignación al azar individual o grupal. Las participantes eran mujeres que menstruaban, es decir mujeres que ya han tenido la menarquia y antes de la menopausia, que no estaban embarazadas ni lactaban, y que no presentaban una afección conocida que impidiera la presencia de los períodos menstruales. La intervención fue el uso de suplementos de hierro administrados de forma intermitente (una, dos o tres veces a la semana en días no consecutivos) en comparación con ninguna intervención, placebo o los mismos suplementos diariamente.
Los dos autores de la revisión, de forma independiente, evaluaron la elegibilidad de los estudios en relación con los criterios de inclusión, extrajeron los datos de los estudios incluidos, verificaron la exactitud de la introducción de los datos, evaluaron el riesgo de sesgo de los estudios incluidos y calificaron la certeza de la evidencia con los criterios GRADE.
Se incluyeron 25 estudios con 10 996 mujeres. No se describieron los métodos de estudio en muchos de los estudios incluidos, por lo que fue difícil evaluar el riesgo de sesgo. Las limitaciones principales de los estudios fueron la falta de cegamiento y el desgaste alto. Los estudios fueron financiados principalmente por organizaciones internacionales, universidades y ministerios de salud nacionales. Cerca de un tercio de los estudios incluidos no indicó una fuente de financiamiento.
Aunque la calidad de los estudios fue variable, los resultados mostraron de forma consistente que la administración intermitente de suplementos de hierro (solos o con otras vitaminas y minerales), en comparación con ninguna intervención o un placebo, redujo el riesgo de presentar anemia (riesgo relativo [RR] 0,65; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,49 a 0.87; 11 estudios, 3135 participantes; evidencia de calidad baja), y mejoró la concentración de hemoglobina (diferencia de medias [DM] 5,19 g/l; IC del 95%: 3,07 a 7,32; 15 estudios, 2886 participantes; evidencia de calidad moderada), y ferritina (DM 7,46 μg/l; IC del 95%: 5,02 a 9,90; siete estudios, 1067 participantes; evidencia de calidad baja). Los regímenes intermitentes también pueden reducir el riesgo de presentar deficiencia de hierro (RR 0,50; IC del 95%: 0,24 a 1,04; tres estudios, 624 participantes; evidencia de calidad baja), pero la evidencia no fue concluyente con respecto a la anemia ferropénica (RR 0,07; IC del 95%: 0,00 a 1,16; un estudio, 97 participantes; evidencia de calidad muy baja) ni la morbilidad por todas las causas (RR 1,12; IC del 95%: 0,82 a 1,52; un estudio, 119 participantes; evidencia de calidad muy baja). Fue menos probable que las pacientes del grupo control presentaran efectos secundarios en comparación con las que recibieron los suplementos de hierro de forma intermitente (RR 1,98; IC del 95%: 0,31 a 12,72; tres estudios, 630 participantes; evidencia de calidad moderada).
En comparación con la administración diaria de suplementos, los resultados mostraron que la administración intermitente (sola o con otras vitaminas y minerales) produjo efectos similares a la administración diaria (solo o con otras vitaminas y minerales) en la anemia (RR 1,09; IC del 95%: 0,93 a 1,29; ocho estudios, 1749 participantes; evidencia de calidad moderada). La administración intermitente puede producir concentraciones de hemoglobina similares (DM 0,43 g/l; IC del 95%: -1,44 a 2,31; diez estudios, 2127 participantes; evidencia de calidad baja) pero concentraciones de ferritina más bajas en promedio (DM -6,07 μg/l; IC del 95%: -10,66 a -1,48; cuatro estudios, 988 participantes; evidencia de calidad baja) en comparación con la administración diaria. En comparación con los regímenes diarios, los regímenes intermitentes también pueden reducir el riesgo de tener una deficiencia de hierro (RR 4,30; IC del 95%: 0,56 a 33,20; un estudio, 198 participantes; evidencia de calidad muy baja). Las mujeres que recibieron suplementos de hierro de forma intermitente tuvieron menos probabilidades de presentar efectos secundarios adversos que las que recibieron suplementos de hierro diariamente (RR 0,41; IC del 95%: 0,21 a 0,82; seis estudios, 1166 participantes; evidencia de calidad moderada). Ningún estudio informó sobre el efecto de los regímenes intermitentes versus diarios en la anemia ferropénica y la morbilidad por todas las causas.
Es escasa la información sobre los resultados de la enfermedad, la adherencia, la productividad económica y el desempeño laboral, y la evidencia acerca de los efectos de la administración intermitente de suplementos es incierta.
En general, el hecho de si los suplementos se administraron una vez o dos veces por semana, por menos o más de tres meses, si contenían menos o más de 60 mg de hierro elemental por semana, o si se administraron a poblaciones con diferentes grados de anemia al inicio no pareció afectar los resultados. Además, no hubo diferencias en la respuesta en las áreas donde el paludismo es frecuente, aunque en estos ámbitos se realizaron muy pocos ensayos.
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