Pregunta de la revisión
¿La presión positiva continua de las vías respiratorias (del inglés CPAP) es mejor o peor que el tratamiento sintomático para los niños con bronquiolitis aguda?
Antecedentes
La bronquiolitis es una inflamación de las vías respiratorias pulmonares pequeñas y una causa frecuente de tratamiento de los niños pequeños en el servicio de urgencias. Los niños con bronquiolitis aguda suelen recibir tratamiento sintomático que incluye asegurar una hidratación suficiente, con oxígeno suplementario según sea necesario. El tratamiento con CPAP consiste en proporcionar una presión de aire positiva mediante el soplado de aire de una bomba para mantener abiertas las vías respiratorias, y podría ser eficaz en los niños con bronquiolitis. Esta es una actualización de una revisión publicada por primera vez en 2015 y actualizada en 2019.
Fecha de la búsqueda
15 de agosto de 2021
Características de los estudios
Se incluyeron tres ensayos controlados aleatorizados pequeños (estudios en los que los participantes se asignan al azar a uno de dos o más grupos de tratamiento) que incluyeron a 122 niños de hasta 12 meses con diagnóstico de bronquiolitis. No se identificaron ensayos nuevos para su inclusión en esta actualización. Los tres estudios se realizaron en un solo centro en Francia, Reino Unido e India. Todos los estudios compararon CPAP con tratamiento estándar.
Fuentes de financiación de los estudios
Un estudio fue financiado por un hospital universitario; otro informó de que no se había recibido financiación y el tercer estudio no mencionó la fuente de financiación.
Resultados clave
La evidencia limitada disponible no permitió establecer conclusiones acerca del efecto de la CPAP sobre la necesidad de ventilación mecánica en niños con bronquiolitis. La evidencia limitada y de certeza baja indicó que la respiración mejoró (la frecuencia respiratoria disminuyó) en los niños que recibieron CPAP. La duración de la estancia hospitalaria de los niños fue similar entre el grupo de CPAP y el de tratamiento estándar. No se informó de ninguna muerte en los estudios. Los estudios no presentaron información acerca del tiempo hasta la recuperación, el cambio en la presión parcial de oxígeno, la frecuencia de ingreso hospitalario desde el servicio de urgencias, cuánto tiempo permanecieron los niños en el servicio de urgencias ni acerca de la necesidad de ingreso en la unidad de cuidados intensivos. No hubo efectos nasales locales, ni shock, según informó un estudio. No se notificó que algún niño hubiera tenido aire en la cavidad entre los pulmones y la pared torácica, lo cual causa un colapso pulmonar (neumotórax), según se informó en un estudio. Dos estudios no informaron acerca de efectos nasales locales, shock ni neumotórax. El estudio añadido en la anterior actualización de la revisión en 2019 aportó datos para la evaluación de la frecuencia respiratoria y la necesidad de ventilación mecánica.
Certeza de la evidencia
Se halló evidencia limitada y de certeza baja relacionada con la CPAP para los niños con bronquiolitis. La certeza de la evidencia se redujo debido al alto riesgo de sesgo, la pérdida de contacto con participantes durante el seguimiento, el informe selectivo y la amplia variedad de valores notificados por los estudios incluidos.
El uso de la CPAP no redujo la necesidad de ventilación mecánica en niños con bronquiolitis, aunque la evidencia fue de certeza baja. La evidencia limitada y de certeza baja indica que la respiración mejoró (la frecuencia respiratoria disminuyó) en los niños con bronquiolitis que recibieron CPAP; este hallazgo no ha cambiado desde la revisión de 2015 y la actualización de 2019. El efecto de la CPAP en los niños con bronquiolitis aguda para otros desenlaces es incierto debido a la evidencia limitada disponible. Se necesitan ensayos más grandes con suficiente potencia estadística para evaluar el efecto de la CPAP en los niños con bronquiolitis aguda.
La bronquiolitis aguda es una de las causas más frecuentes de visitas al servicio de urgencias y de hospitalización en niños de hasta tres años de edad. No hay tratamientos específicos para la bronquiolitis, excepto el tratamiento sintomático, que incluye asegurar una hidratación suficiente y administración de oxígeno. La presión positiva continua de las vías respiratorias (del inglés CPAP) tiene como objetivo dilatar las vías respiratorias periféricas pulmonares permitiendo el desinflamiento de los pulmones sobredistendidos en la bronquiolitis. El aumento de la presión en las vías respiratorias también previene el colapso de las vías respiratorias periféricas pequeñas que cuentan con un apoyo deficiente durante la espiración. Estudios observacionales han informado que la CPAP es beneficiosa para los niños con bronquiolitis aguda. Esta es una actualización de una revisión publicada por primera vez en 2015 y actualizada en 2019.
Evaluar la eficacia y la seguridad de la CPAP en comparación con ninguna CPAP o CPAP simulada en lactantes y niños de hasta tres años de edad con bronquiolitis aguda.
En agosto de 2021 se hicieron búsquedas CENTRAL (2021, número 7), que incluye el Registro especializado del Grupo Cochrane de Infecciones respiratorias agudas (Acute Respiratory Infections Group), MEDLINE (1946 hasta agosto de 2021), EMBASE (1974 hasta agosto de 2021), CINAHL (1981 hasta agosto de 2021) y LILACS (1982 hasta agosto de 2021). El 26 de octubre de 2021 también se buscaron ensayos completados y en curso en el Registro de ensayos en curso de los National Institutes of Health de EE.UU. (ClinicalTrials.gov) y en la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos (ICTRP) de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se tuvieron en cuenta los ensayos controlados aleatorizados (ECA), los ensayos controlados cuasialeatorizados, los ECA cruzados (cross-over) y los ECA por conglomerados que evaluaron el efecto de la CPAP en niños con bronquiolitis aguda.
Dos autores de la revisión de forma independiente evaluaron la elegibilidad de los estudios, extrajeron los datos mediante una formulario estructurado, analizaron los datos y realizaron los metanálisis. Se utilizó la herramienta Cochrane de riesgo de sesgo para evaluar el riesgo de sesgo en los estudios incluidos. Se creó una tabla de resumen de los hallazgos con el software GRADEpro GDT.
Se incluyeron tres estudios con un total de 122 niños (62/60 en los grupos de intervención/control) de hasta 12 meses de vida que investigaron la CPAP nasal comparada con el tratamiento sintomático (o "estándar"). En la actualización de 2019 se incluyó un nuevo ensayo (72 niños) que aportó datos para la evaluación de la frecuencia respiratoria y la necesidad de ventilación mecánica. No se identificaron ensayos nuevos para inclusión en esta actualización. Los estudios incluidos fueron ensayos unicéntricos realizados en Francia, Reino Unido e India. Dos estudios fueron ECA de grupos paralelos y uno fue un ECA con diseño cruzado. La evidencia proporcionada por los estudios incluidos fue de certeza baja; se hizo una evaluación de riesgo alto de sesgo debido al cegamiento, los datos incompletos de desenlace, el informe selectivo y los amplios intervalos de confianza.
El efecto de la CPAP sobre la necesidad de ventilación mecánica en niños con bronquiolitis aguda fue incierto debido al riesgo de sesgo y a la imprecisión sobre la estimación del efecto (diferencia de riesgos -0,01; intervalo de confianza [IC] del 95%: -0,09 a 0,08; tres ECA, 122 niños; evidencia de certeza baja). Ninguno de los ensayos midió el tiempo hasta la recuperación. La evidencia limitada y de certeza baja indicó que la CPAP disminuyó la frecuencia respiratoria (la disminución de la frecuencia respiratoria es mejor) (diferencia de medias [DM] -3,81; IC del 95%: -5,78 a -1,84; dos ECA, 91 niños; evidencia de certeza baja). Solo un ensayo midió el cambio en la saturación arterial de oxígeno (el aumento de la saturación de oxígeno es mejor), y los resultados fueron imprecisos (DM -1,70%; IC del 95%: -3,76 a 0,36; un ECA, 19 niños; evidencia de certeza baja). El efecto de la CPAP en el cambio de la presión parcial de dióxido de carbono arterial (pCO₂) (menor pCO₂ es mejor) fue impreciso (DM -2,62 mmHg; IC del 95%: -5,29 a 0,05; dos ECA, 50 niños; evidencia de certeza baja). La duración de la estancia hospitalaria fue similar tanto en el grupo de CPAP como en el de tratamiento sintomático (0,07 días; IC del 95%: -0,36 a 0,50; dos ECA, 50 niños; evidencia de certeza baja). Dos estudios no presentaron información acerca del neumotórax, pero no se produjo neumotórax en un estudio. Ningún estudio informó que se produjeran muertes. Varios desenlaces (cambio en la presión parcial de oxígeno, tasa de ingreso hospitalaria [en el servicio de urgencias del hospital], duración de la estancia en el servicio de urgencias y necesidad de ingreso en la unidad de cuidados intensivos) no se informaron en los estudios incluidos.
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