Mensajes clave
Hubo una pequeña mejoría en la salud y el bienestar general de los niños indígenas y sus familias cuando participaron en programas de atención centrada en la familia en un servicio de atención primaria, pero se tiene muy poca confianza en la evidencia general.
Todos los estudios utilizaron estrategias de participación comunitaria, que es un aspecto importante del trabajo con las comunidades indígenas.
Es probable que otros estudios con un poder estadístico adecuado proporcionen mejores estimaciones de los efectos de la atención centrada en la familia.
¿Qué es la atención centrada en la familia?
La atención centrada en la familia es una forma de prestar asistencia que se centra en las necesidades de los niños y proporciona una atención planificada en torno a toda la unidad familiar. Reconoce que todos los miembros de la familia necesitan atención y pretende implicar a las familias en colaboración con los servicios de atención primaria.
¿Por qué es necesario centrarse específicamente en la atención centrada en la familia en la salud de las poblaciones indígenas?
La atención centrada en la familia es importante para todos los niños, pero las intervenciones deben tener en cuenta las necesidades socioculturales. El cuidado de los niños en el seno de las familias indígenas suele implicar las funciones y responsabilidades de los miembros de la familia ampliada, prácticas culturales de crianza y una concepción holística (tratamiento de la persona en su totalidad, teniendo en cuenta factores mentales y sociales y no sólo los síntomas de una enfermedad) del bienestar centrada en la conectividad. Aplicar enfoques de promoción de la salud centrados en la familia a través de los servicios de atención primaria podría ser un medio efectivo de prestar a los niños una atención que tenga en cuenta las necesidades y el funcionamiento de la familia en sentido amplio.
¿Qué se quería averiguar?
No se cuenta con una revisión bien realizada de estudios que examinen los efectos de la atención sanitaria centrada en la familia prestada a través de los servicios de atención primaria sobre la salud y el bienestar de los niños indígenas y sus familias. Una revisión de alcance (una breve evaluación de los estudios de investigación y de la evidencia) completada en 2017 encontró 18 evaluaciones sobre la atención centrada en la familia para niños y familias indígenas con tres ensayos controlados aleatorizados (estudios bien diseñados que proporcionan la mejor evidencia) identificados. En consecuencia, se quería averiguar si la atención centrada en la familia mejoraba:
- la salud y el bienestar generales de los niños indígenas y sus familias;
- aspectos específicos de la atención, como la salud física y del desarrollo de los niños o la salud psicológica de las familias.
También se quería saber cómo afectaba la atención centrada en la familia a los profesionales sanitarios y a la atención que prestaban.
¿Qué se hizo?
Se revisaron estudios realizados en Canadá, Australia, Nueva Zelanda y EE.UU. que analizaron intervenciones de atención centrada en la familia, dirigidas por los servicios de atención primaria a niños indígenas menores de cinco años. Se compararon y resumieron los resultados de los estudios y se calificó la confianza en la evidencia.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 11 estudios que incluyeron 1270 parejas madre-hijo y 1924 niños menores de cinco años. La mayoría de las intervenciones centradas en la familia y dirigidas a los niños tenían diferentes focos de atención, como la obesidad infantil, los problemas de conducta, los patrones negativos de crianza y las enfermedades respiratorias agudas. Siete estudios utilizaron la educación como forma de prestar una atención centrada en la familia. Todos los estudios compararon las intervenciones de atención centrada en la familia con la atención habitual o con una comparación de control mínima. Siete estudios procedían de EE.UU., dos de Nueva Zelanda, uno de Canadá y uno de Australia y Nueva Zelanda.
La atención centrada en la familia puede mejorar la salud general y el bienestar de los niños indígenas y sus familias, pero la evidencia es muy incierta. Hubo poca o ninguna diferencia en la salud psicológica y el comportamiento emocional de los niños, la salud física y los desenlaces del desarrollo de los niños, el estilo de vida y los comportamientos que mejoran la salud de la familia, así como en la salud psicológica de los padres y cuidadores, pero la evidencia no era muy clara.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
No se tiene confianza en la evidencia porque los participantes de los estudios sabían qué intervención estaban recibiendo y muchos no volvieron para informar sus resultados. No todos los estudios aportaron información de interés para esta revisión. Los estudios que sí informaron sobre los datos de interés eran muy específicos de ese estudio en concreto, por lo que hubo que hacer algunas suposiciones sobre si los datos se aplicaban a todas las familias.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta el 22 de septiembre de 2021.
Hay alguna evidencia de que la atención centrada en la familia proporcionada por los servicios de atención primaria mejora la salud y el bienestar general de los niños, los padres y las familias indígenas. Sin embargo, debido a la falta de datos, no hubo evidencia suficiente para determinar si desenlaces específicos como la salud y el desarrollo infantil mejoraron como consecuencia de las intervenciones centradas en la familia. Siete de los 11 estudios realizaron intervenciones educativas centradas en la familia. Siete estudios procedían de EE.UU. y se centraban en dos ensayos concretos, los ensayos "Healthy Children, Strong Families" y "Family Spirit". Como la evidencia es de certeza muy baja para todos los desenlaces, se necesitan ensayos adicionales de alta calidad para proporcionar evidencia sólida del uso de intervenciones de atención centrada en la familia para niños indígenas menores de cinco años.
La atención primaria de salud, en particular los servicios dirigidos por indígenas, está en condiciones de prestar servicios que reflejen las necesidades de los niños indígenas y sus familias. Entre las características importantes identificadas por las familias para la atención primaria de salud se incluyen servicios que apoyen a las familias, se adapten a las necesidades socioculturales, reconozcan las prácticas de crianza de los hijos de una familia extensa y las formas indígenas de saber cómo negociar y hacerlo. Dentro de los servicios de atención primaria se han desarrollado y aplicado intervenciones de atención centrada en la familia indígena para planificar, aplicar y apoyar la atención a los niños, la familia inmediata y extensa y el entorno doméstico. Las intervenciones centradas en la familia se pueden realizar con métodos ambientales, de comunicación, educativos, de asesoramiento y de apoyo familiar.
Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de las intervenciones centradas en la familia realizadas por los servicios de atención primaria de Canadá, Australia, Nueva Zelanda y EE.UU. sobre una serie de desenlaces físicos, psicosociales y conductuales de niños indígenas (desde la concepción hasta menos de cinco años), padres y familias.
Se utilizaron los métodos exhaustivos estándares de búsqueda de Cochrane. La última fecha de búsqueda fue el 22 de septiembre de 2021.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA), ECA grupales, cuasialeatorizados, estudios controlados tipo antes y después (before-after studies) y series temporales interrumpidas de intervenciones de atención centrada en la familia que incluyeron niños indígenas de menos de cinco años de edad de Canadá, Australia, Nueva Zelanda y EE.UU. Las intervenciones se incluyeron si cumplían los criterios de evaluación de las intervenciones centradas en la familia y se realizaron en la atención primaria. Las intervenciones de comparación podrían incluir la atención sanitaria materno-infantil habitual o una forma de intervención centrada en la familia versus otra.
Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane. Los desenlaces principales de esta revisión fueron: 1. salud y bienestar general, 2. salud psicológica y comportamiento emocional de los niños, 3. desenlaces de salud física y del desarrollo de los niños, 4. desenlaces de estilos de vida o comportamientos que mejoran la salud de la familia, 5. salud psicológica de los padres/cuidadores, 6. eventos adversos o efectos perjudiciales. Los desenlaces secundarios fueron: 7. conocimiento y concienciación sobre la crianza, 8. evaluación de la atención por parte de la familia, 9. acceso y uso de los servicios, 10. procesos de consulta centrados en la familia, y 11. costes económicos y desenlaces asociados a las intervenciones. Se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia de los desenlaces principales.
Se incluyeron nueve ECA y dos ECA por conglomerados que investigaron el efecto de las intervenciones de atención centrada en la familia realizadas por los servicios de atención primaria para el bienestar de los niños indígenas en la primera infancia. Se reclutaron 1270 díadas madre-hijo y 1924 niños menores de cinco años. Siete estudios procedían de EE.UU., dos de Nueva Zelanda, uno de Canadá y uno se realizó tanto en Australia como en Nueva Zelanda. El enfoque de las intervenciones varió e incluyó tres estudios centrados en la caries de la primera infancia; tres en la obesidad infantil; dos en los problemas conductuales infantiles; y uno en los patrones negativos de crianza, la enfermedad respiratoria aguda infantil y la muerte súbita inesperada en la infancia. La educación centrada en la familia fue el tipo de intervención más común. Tres estudios compararon la atención centrada en la familia con la atención habitual y siete estudios proporcionaron alguna intervención "mínima" a las familias, como educación en forma de folletos o boletines informativos. Un estudio proporcionó una intervención mínima durante los primeros 24 meses del niño y después la intervención de atención centrada en la familia durante un año. Ningún estudio tuvo un riesgo de sesgo bajo o incierto en todos los dominios. Todos los estudios tenían un alto riesgo de sesgo por el cegamiento de los participantes y el dominio del personal.
La atención centrada en la familia puede mejorar la salud general y el bienestar de los niños indígenas y sus familias, pero la evidencia es muy incierta. La estimación del efecto combinado de 11 estudios indica que la atención centrada en la familia mejoró la salud y el bienestar general de los niños indígenas y sus familias en comparación con ninguna atención centrada en la familia (diferencia de medias estandarizada [DME] 0,14; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,03 a 0,24; 2386 participantes).
No se sabe con certeza si la atención centrada en la familia, comparada con la atención no centrada en la familia, mejora la salud psicológica y el comportamiento emocional de los niños, medidos por la Infant Toddler Social Emotional Assessment (ITSEA) (dominio Competencia) (diferencia de medias [DM] 0,04; IC del 95%: -0,03 a 0,11; dos estudios, 384 participantes). La evidencia acerca del efecto de la atención centrada en la familia sobre la salud física y los desenlaces de salud del desarrollo de los niños no estuvo muy clara. Los datos agrupados de ocho ensayos sobre desenlaces de salud física y del desarrollo encontraron que hubo poca o ninguna diferencia entre los grupos de intervención y control (DME 0,13; IC del 95%: -0,00 a 0,26; 1961 participantes). La evidencia acerca de si la atención centrada en la familia mejoró los desenlaces del estilo de vida y los comportamientos familiares tampoco estuvo muy clara. Nueve estudios midieron el estilo de vida y los comportamientos que mejoran la salud familiar y el análisis agrupado encontró que hubo poca o ninguna diferencia entre los grupos (DME 0,16; IC del 95%: -0,06 a 0,39; 1969 participantes; evidencia de certeza muy baja). Hubo evidencia de certeza muy baja de poca a ninguna diferencia en la salud psicológica de los padres y cuidadores cuando participaron en la atención centrada en la familia en comparación con cualquier grupo control (DME 0,10; IC del 95%: -0,03 a 0,22; cinco estudios, 975 padres/cuidadores).
Dos estudios señalaron que no se produjeron eventos adversos como resultado de la intervención. No se proporcionaron datos adicionales. Ningún estudio informó desde el punto de vista de los profesionales sanitarios ni sobre los desenlaces de la evaluación de la atención por parte de la familia o los procesos de asesoramiento centrados en la familia.
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