¿Qué es la intubación?
La intubación es un procedimiento médico que consiste en la inserción de un tubo en las vías respiratorias durante el curso de la anestesia antes de una cirugía o en situaciones de emergencia que salvan vidas, como traumatismos en carretera o en momentos de enfermedad crítica. El tubo respiratorio sirve de portal para la ventilación asistida.
¿Por qué puede ayudar la oxigenoterapia?
Durante el tiempo en que una persona deja de respirar tras dormirse preparada para una operación antes de que se le inserte un tubo de respiración oral pueden producirse niveles bajos de oxígeno en sangre (saturaciones). Esto puede dar lugar a complicaciones devastadoras, como un ataque al corazón, un ictus o la muerte. El suministro pasivo de oxígeno por vía nasal puede proporcionar oxígeno en profundidad a los pulmones y podría ayudar a prevenir las saturaciones bajas de oxígeno y las complicaciones asociadas.
¿Qué se quiso averiguar?
¿La oxigenoterapia administrada mediante pequeños tubos en la nariz reduce la incidencia de niveles bajos y críticamente bajos de oxígeno en sangre durante el tiempo que tarda el equipo médico en insertar el tubo respiratorio mientras la persona no respira? ¿Se evita así la incidencia de complicaciones asociadas y se modifica la duración de la estancia tanto en el hospital como en la unidad de cuidados intensivos?
¿Qué se hizo?
Se realizaron búsquedas en las bases de datos médicas de ensayos controlados aleatorizados (un tipo de estudio en el que las personas se asignan al azar a los grupos de tratamiento) de adultos (con años de edad o mayores) que compararon la administración de oxigenoterapia con ninguna administración de oxigenoterapia durante el período entre el momento en que dejaron de respirar y la intubación.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 23 estudios con 2264 participantes. Los estudios se realizaron en unidades de cuidados intensivos y quirófanos de países de todo el mundo. Las compañías farmacéuticas contribuyeron a la financiación de algunos estudios.
Resultados principales
En comparación con ninguna oxigenoterapia, la oxigenoterapia mejoró ligeramente los niveles de oxígeno en sangre más bajos registrados (en aproximadamente un 2%; 15 estudios, 1525 participantes) y redujo la duración de la estancia en la unidad de cuidados intensivos en aproximadamente un día (cinco estudios, 815 personas).
La oxigenoterapia no tuvo efecto sobre la incidencia de niveles críticamente bajos de oxígeno en sangre durante el período sin respiración en personas predominantemente en estado crítico (15 estudios, 1802 personas).
No hubo efectos sobre la aparición de complicaciones durante la intubación (diez estudios, 997 participantes), ni en la tasa de éxito del primer intento de intubación (ocho estudios, 826 participantes).
Ninguno de los estudios incluidos informó del efecto sobre la duración de la estancia hospitalaria.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Aunque se encontraron algunos efectos beneficiosos de la oxigenoterapia, existe una confianza de baja a moderada en los resultados. Esto se debió principalmente a que los médicos de muchos estudios sabían si los participantes recibían oxígeno adicional y a que hubo diferencias entre los grupos de participantes que no se pudieron tener en cuenta.
¿Qué se debe hacer a continuación?
Es poco probable que la oxigenoterapia durante el período sin respiración proporcione muchos beneficios a todos los participantes en cualquiera de los desenlaces medidos relacionados con la intubación. Estudios adicionales podrían centrarse en la duración de la estancia en cuidados intensivos y en las razones plausibles de su efecto, o en qué grupos de participantes resulta más útil.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
Esta evidencia está actualizada hasta el 4 de noviembre de 2022.
Hubo alguna evidencia de que la oxigenación durante la fase apneica de la intubación podría mejorar la saturación de oxígeno más baja registrada. Sin embargo, era poco probable que las diferencias en la saturación de oxígeno fueran clínicamente significativas. Esto no se tradujo en ningún efecto cuantificable sobre la incidencia de hipoxemia o hipoxemia grave en un grupo de personas predominantemente en estado crítico. No fue posible evaluar la influencia en la duración de la estancia hospitalaria; sin embargo, hubo una reducción de la estancia en la UCI en el grupo de oxigenación apneica. El mecanismo no está claro, ya que apenas hubo diferencias en las tasas de éxito del primer intento de intubación o de eventos adversos.
La oxigenación apneica es la administración de oxígeno durante la fase apneica que precede a la intubación. Se administra para prevenir las complicaciones respiratorias de la intubación endotraqueal que pueden dar lugar a eventos adversos importantes, como disritmia, descompensación hemodinámica, lesión cerebral hipóxica y muerte. La administración de oxígeno mediante cánulas nasales durante la fase apneica de la intubación (oxigenación apneica) podría servir como complemento no invasivo de la intubación endotraqueal para disminuir la incidencia de hipoxemia, morbilidad y mortalidad.
Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de la oxigenación apneica antes de la intubación en adultos en ámbitos prehospitalarios, de servicios de urgencias, de unidades de cuidados intensivos y de quirófano en comparación con ninguna oxigenación apneica durante la intubación.
Se utilizaron los métodos exhaustivos estándar de búsqueda de Cochrane. La última fecha de búsqueda fue el 4 de noviembre de 2022.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) y cuasialeatorizados que compararon la administración de cualquier forma de oxigenación apneica, incluidas las cánulas nasales de alto flujo y bajo flujo, versus ninguna oxigenación apneica durante la intubación. La asignación cuasialeatoria se definió como la asignación de los participantes a cada grupo por medios que no eran verdaderamente al azar, como la alternancia, el número de historia clínica o la fecha de nacimiento. Se excluyeron los estudios comparativos de cohortes prospectivas y de cohortes retrospectivas, los estudios de modelización fisiológica y los informes de casos.
Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane. Los desenlaces principales fueron 1. estancia hospitalaria y 2. incidencia de hipoxemia grave. Los desenlaces secundarios fueron 3. incidencia de hipoxemia, 4. saturación más baja registrada de la oximetría de pulso (SpO 2 ), 5. estancia en la unidad de cuidados intensivos (UCI), 6. tasa de éxito del primer intento de intubación, 7. eventos adversos y 8. mortalidad. Se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia.
En los análisis se incluyeron 23 ECA (2264 participantes). Ocho estudios (729 participantes) investigaron la administración de oxígeno de bajo flujo (15 l/minuto o menos), y 15 estudios (1535 participantes) investigaron la administración de oxígeno de alto flujo (más de 15 l/minuto). Los ámbitos fueron variados e incluyeron servicios de urgencias (dos estudios, 327 participantes), UCI (siete estudios, 913 participantes) y quirófanos (14 estudios, 1024 participantes). Se consideró que dos estudios tenían bajo riesgo de sesgo en todos los dominios.
Ninguno de los estudios informó sobre la duración de la estancia hospitalaria. En las personas predominantemente en estado crítico, podría haber poca o ninguna diferencia en la incidencia de hipoxemia grave (SpO 2 inferior al 80%) cuando se administra oxigenación apneica a cualquier velocidad de flujo desde el inicio de la apnea hasta la intubación exitosa (razón de riesgos [RR] 0,86; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,66 a 1,11; p = 0,25; I² = 0%; 15 estudios, 1802 participantes; evidencia de certeza baja).
No hubo evidencia suficiente de algún efecto sobre la incidencia de hipoxemia (SpO 2 inferior al 93%) (RR 0,58; IC del 95%: 0,23 a 1,46; p = 0,25; I² = 36%; tres estudios, 489 participantes; evidencia de certeza baja). Podría haber una mejoría en la saturación de oxígeno más baja registrada, con un aumento medio del 1,9% (IC del 95%: 0,75% a 3,05%; p < 0,001; I² = 86%; 15 estudios, 1525 participantes; evidencia de certeza baja). Podría haber una reducción de la duración de la estancia en la UCI con la administración de la oxigenación apneica durante la intubación (diferencia de medias [DM] -1,13 días; IC del 95%: -1,51 a -0,74; p < 0,0001; I² = 46%; cinco estudios, 815 participantes; evidencia de certeza baja). Podría haber poca o ninguna diferencia en la tasa de éxito del primer intento de intubación (RR 1,00; IC del 95%: 0,93 a 1,08; p = 0,79; I² = 0%; ocho estudios, 826 participantes; evidencia de certeza moderada). Podría haber poca o ninguna diferencia en la incidencia de eventos adversos como traumatismo oral, arritmia, aspiración, hipotensión, neumonía y parada cardiaca cuando se administra oxigenación apneica. No hubo evidencia suficiente acerca de algún efecto sobre la mortalidad (RR 0,84; IC del 95%: 0,70 a 1,00; p = 0,06; I² = 0%; seis estudios, 1015 participantes; evidencia de certeza baja).
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