Mensajes clave
- Cuando las personas fumadoras ingresan en un hospital, se les puede ayudar a dejar de fumar si reciben asesoramiento para dejar de fumar que comience en el hospital y continúe durante al menos un mes después de volver a casa, en comparación con no recibir asesoramiento.
- Los medicamentos, como los parches de nicotina y la vareniclina, en combinación con el asesoramiento también ayudan a las personas a dejar de fumar tras el alta. Estos tratamientos funcionan mejor que no comenzar el asesoramiento ni la medicación durante la hospitalización.
- La evidencia respalda que los hospitales y los médicos del hospital ofrezcan a los pacientes apoyo para dejar de fumar en el hospital y después del alta, y demuestra que los pacientes se podrían beneficiar de empezar a dejar de fumar antes del alta hospitalaria o en el momento del alta, con el fin de seguir sin fumar después del alta.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quiso averiguar qué intervenciones son útiles para ayudar a las personas hospitalizadas que fuman a dejar de fumar cigarrillos. El objetivo principal de la revisión fue determinar qué tratamientos podrían ayudar a los pacientes hospitalizados a dejar de fumar durante al menos seis meses. Esto es importante porque fumar contribuye a muchos problemas de salud, como cánceres, cardiopatías y enfermedades pulmonares. Las personas que fuman e ingresan en un hospital para tratar una enfermedad médica, especialmente una enfermedad relacionada con el tabaquismo, podrían ser más receptivas al consejo de dejar de fumar. El entorno hospitalario sin humo también podría ayudarles a intentar no fumar e iniciar un tratamiento para seguir sin fumar después de abandonar el hospital.
¿Qué se hizo?
Se buscaron los estudios que analizaron las intervenciones para dejar de fumar (medicamentos comparado con ningún medicamento o píldora simulada y /o asesoramiento comparado con ningún asesoramiento) que comenzaron durante una hospitalización médica. Por lo general, los medicamentos para dejar de fumar reducen los síntomas de abstinencia y evitan el deseo de fumar: el tratamiento de remplazo de nicotina (TRN), que proporciona niveles bajos de nicotina sin sustancias químicas tóxicas, y los medicamentos como la vareniclina y el bupropión, que no contienen nicotina, actúan directamente sobre los centros de recompensa y placer/adicción del cerebro. Proporcionar estos tratamientos antes de que la persona reciba el alta hospitalaria le permite empezar a dejar de fumar antes, ya que su hospitalización está libre de humo. Se buscaron los ensayos controlados aleatorizados o los ensayos controlados cuasialeatorizados, en los que los tratamientos que recibían las personas se decidían de forma aleatoria o semialeatoria. Por lo general, los estudios aleatorizados ofrecen la evidencia más fiable y sólida sobre los efectos de un tratamiento.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 82 estudios de intervenciones para dejar de fumar que comenzaron en el hospital con 42 273 participantes. Estos estudios compararon el asesoramiento (con ningún asesoramiento) y medicamentos como el tratamiento de reemplazo de nicotina, la vareniclina y el bupropión (con ninguna medicación o placebo). Los estudios se realizaron en 17 países (Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Irlanda, Israel, Japón, Noruega, Países Bajos, Reino Unido y Túnez).
Resultados principales
Las personas tienen más probabilidades de dejar de fumar durante al menos seis meses si reciben asesoramiento para dejar de fumar que comienza en el hospital y continúa durante más de un mes después del alta que si no reciben asesoramiento (28 estudios, 8234 personas). El asesoramiento más breve y menos intensivo fue menos eficaz. Las personas también tienen más probabilidades de dejar de fumar durante al menos seis meses si el tratamiento de reemplazo de nicotina (TRN) se inicia en el hospital (ocho estudios, 3838 personas), o si la vareniclina se inicia en el hospital (cuatro estudios, 829 personas), que si no reciben medicación o si reciben una medicación placebo. Hubo evidencia mínima de la eficacia del bupropión para ayudar a las personas a dejar de fumar a los seis meses. Las personas que reciben asesoramiento en el hospital tienen más probabilidades de dejar de fumar tras el alta cuando utilizan una combinación de asesoramiento y medicación que cuando no reciben ninguno de los dos (siete estudios, 5610 personas). Por último, no hubo evidencia suficiente de la eficacia de las líneas telefónicas de ayuda para dejar de fumar para proporcionar apoyo tras el alta hospitalaria.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Los resultados de la revisión se basan en numerosos estudios. Sin embargo, se necesitan más estudios para confirmar algunos de los hallazgos, incluidos el buproprión y la vareniclina y el asesoramiento de menor intensidad. También se necesitan más estudios para comprobar si las intervenciones digitales funcionan; estas intervenciones son prometedoras, ya que podrían tener un mayor alcance a un coste menor. Algunos de los estudios de la revisión también presentaron problemas de diseño y realización, lo que hizo que se tuviera menos confianza en los hallazgos. Estos resultados cambiarán cuando se disponga de más evidencia.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta septiembre de 2022.
Ofrecer a los pacientes hospitalizados asesoramiento para dejar de fumar comenzando en el hospital y que continúe durante más de un mes tras el alta aumenta las tasas de abandono, en comparación con ninguna intervención hospitalaria. El asesoramiento proporcionado solo en el hospital, sin apoyo posterior al alta, podría tener un impacto modesto en las tasas de abandono, pero la evidencia es menos segura. Cuando todos los pacientes reciben asesoramiento en el hospital, evidencia de certeza alta indica que proporcionar tanto asesoramiento como farmacoterapia después del alta aumenta las tasas de abandono en comparación con ninguna intervención posterior al alta. El inicio del tratamiento de reemplazo de nicotina o de vareniclina en pacientes hospitalizados ayuda a más pacientes a dejar de fumar que un placebo o ninguna medicación, aunque la evidencia para la vareniclina es solo de certeza moderada debido a la imprecisión. Hay menos evidencia de los efectos beneficiosos del bupropión en este contexto. Alguna de la evidencia estuvo limitada por la imprecisión (bupropión versus placebo y vareniclina versus placebo), el riesgo de sesgo y la inconsistencia relacionada con la heterogeneidad.
Se necesitan estudios de investigación futuros para identificar estrategias eficaces de aplicación, difusión y mantenimiento de las intervenciones, y para garantizar que el asesoramiento y la farmacoterapia para dejar de fumar iniciados en el hospital se mantengan tras el alta.
En 2020, el 32,6% de la población mundial consumía tabaco. Fumar contribuye a muchas enfermedades que requieren hospitalización. Un ingreso hospitalario puede incitar a dejar de fumar. Iniciar el tratamiento para dejar de fumar, como la farmacoterapia y el asesoramiento, en los hospitales puede ser una estrategia sanitaria preventiva eficaz. Las farmacoterapias ayudan a reducir el síndrome de abstinencia y el ansia, y el asesoramiento proporciona habilidades conductuales para dejar de fumar. Esta revisión actualiza la evidencia sobre las intervenciones para el abandono del hábito de fumar en pacientes hospitalizados, para comprender los métodos de tratamiento más efectivos para el abandono del hábito de fumar en fumadores hospitalizados.
Evaluar los efectos de cualquier tipo de programa para dejar de fumar en pacientes ingresados en un hospital para enfermedades agudas.
Se utilizaron los métodos exhaustivos estándar de búsqueda de Cochrane. La última fecha de búsqueda fue el 7 de septiembre de 2022.
Se incluyeron los estudios aleatorizados y cuasialeatorizados de intervenciones conductuales, farmacológicas o multicomponentes para ayudar a dejar de fumar a pacientes ingresados en el hospital. Las intervenciones debían comenzar en el hospital (incluso al alta) y las personas debían haber fumado en el último mes. Se excluyeron los estudios realizados en centros psiquiátricos, de sustancias y de rehabilitación, así como los estudios que no midieron la abstinencia a los seis meses o más.
Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane. El desenlace principal de la revisión fue la abstinencia de fumar evaluada al menos seis meses después del alta o del inicio de la intervención. Se utilizó la definición más rigurosa de abstinencia y se prefirieron las tasas validadas bioquímicamente, cuando se informaron. Se utilizó el sistema GRADE para evaluar la certeza de la evidencia.
En la revisión se incluyeron 82 estudios (74 ECA) que incluyeron 42 273 participantes (71 estudios, 37 237 participantes incluidos en los metanálisis); 36 estudios son nuevos en esta actualización. Diez estudios se consideraron con bajo riesgo de sesgo en general (bajo riesgo en todos los dominios evaluados), 48 con alto riesgo de sesgo en general (alto riesgo en al menos un dominio) y los 24 restantes con riesgo incierto.
Asesoramiento para dejar de fumar versus ningún asesoramiento, agrupados por intensidad de la intervención
Los pacientes hospitalizados que recibieron asesoramiento para dejar de fumar que comenzó en el hospital y continuó durante más de un mes después del alta tuvieron mayores tasas de abandono que los pacientes que no recibieron asesoramiento en el hospital ni después de la hospitalización (razón de riesgos [RR] 1,36; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,24 a 1,49; 28 estudios, 8234 participantes; evidencia de certeza alta). En términos absolutos, esto podría suponer 76 personas más que dejan de fumar por cada 1000 participantes (IC del 95%: 51 a 103). La evidencia sobre los efectos de las intervenciones de asesoramiento de menor intensidad o duración más corta fue incierta (certeza muy baja) (asesoramiento solo en el hospital ≤ 15 minutos: RR 1,52; IC del 95%: 0,80 a 2,89; dos estudios, 1417 participantes; y contacto intrahospitalario más asesoramiento complementario durante ≤ 1 mes: RR 1,04; IC del 95%: 0,90 a 1,20; siete estudios, 4627 participantes) versus ningún asesoramiento. Hubo evidencia de certeza moderada, limitada por la imprecisión, de que el asesoramiento para el abandono del hábito de fumar durante al menos 15 minutos en el hospital sin apoyo posterior al alta produjo tasas de abandono del hábito más altas que ningún asesoramiento en el hospital (RR 1,27; IC del 95%: 1,02 a 1,58; 12 estudios, 4432 participantes).
Farmacoterapia versus placebo o ninguna farmacoterapia
El tratamiento de reemplazo de nicotina ayudó a más pacientes a dejar de fumar que el placebo o ninguna farmacoterapia (RR 1,33; IC del 95%: 1,05 a 1,67; ocho estudios, 3838 participantes; evidencia de certeza alta). En términos absolutos, esto podría equivaler a 62 personas adicionales que dejan de fumar por cada 1000 participantes (IC del 95%: 9 a 126). Hubo evidencia de certeza moderada, limitada por la imprecisión (ya que el IC abarcaba la posibilidad de ninguna diferencia), de que la vareniclina ayudó a más pacientes hospitalizados a dejar de fumar que el placebo o ninguna farmacoterapia (RR 1,29; IC del 95%: 0,96 a 1,75; cuatro estudios, 829 participantes). La evidencia para el bupropión fue de certeza baja; la estimación puntual indicó efectos beneficiosos modestos en el mejor de los casos, pero los IC fueron amplios e incorporaron efectos perjudiciales clínicamente significativos y efectos beneficiosos clínicamente significativos (RR 1,11; IC del 95%: 0,86 a 1,43; cuatro estudios, 872 participantes).
Intervención solo hospitalaria versus intervención que continúa tras el alta hospitalaria
Los pacientes a los que se les ofreció asesoramiento para dejar de fumar y farmacoterapia después del alta tuvieron mayores tasas de abandono que los pacientes a los que se les ofreció asesoramiento en el hospital pero no se les ofreció apoyo después del alta (RR 1,23; IC del 95%: 1,09 a 1,38; siete estudios, 5610 participantes; evidencia de certeza alta). En términos absolutos, esto podría equivaler a 34 personas más que dejan de fumar por cada 1000 participantes (IC del 95%: 13 a 55). Las intervenciones posteriores al alta que ofrecen asesoramiento en tiempo real sin farmacoterapia (RR 1,23; IC del 95%: 0,95 a 1,60; ocho estudios, 2299 participantes; evidencia de certeza baja) y las que ofrecen asesoramiento no programado sin farmacoterapia (RR 0,97; IC del 95%: 0,83 a 1,14; dos estudios, 1598 participantes; evidencia de certeza muy baja) podrían tener poco o ningún efecto sobre las tasas de abandono en comparación con el control.
Líneas telefónicas para dejar de fumar versus control
Para proporcionar apoyo tras el alta, los hospitales podrían remitir a los pacientes a las líneas telefónicas comunitarias de ayuda para dejar de fumar. Ambas comparaciones relacionadas con estas intervenciones tenían IC amplios que abarcaban tanto posibles efectos perjudiciales como posibles efectos beneficiosos, y se consideraron de certeza muy baja debido a la imprecisión, la inconsistencia y el riesgo de sesgo (asesoramiento telefónico posterior al alta versus derivación a la línea de ayuda para dejar de fumar: RR 1,23; IC del 95%: 1,00 a 1,51; tres estudios, 3260 participantes; derivación a la línea de ayuda para dejar de fumar versus control: RR 1,17; IC del 95%: 0,70 a 1,96; dos estudios, 1870 participantes).
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