Mensajes clave
Esta revisión no proporciona evidencia que indique si la atención colaborativa es más eficaz que la atención estándar a medio plazo (a los 12 meses) en cuanto a la calidad de vida, el estado mental y los ingresos psiquiátricos.
No se observaron diferencias en la calidad de vida, el estado mental ni en los ingresos en hospitales psiquiátricos a los 12 meses. Un estudio mostró una mejoría en el grado de discapacidad a los 12 meses. La discapacidad se utilizó como medida indirecta del grado de desenvoltura de las personas en sus vidas en cuanto a roles y actividades sociales.
La mayoría de los estudios incluidos no cumplían una definición estricta de atención colaborativa (lo que se denominó atención colaborativa de tipo A) y hubo grandes variaciones entre las intervenciones administradas. Además, la mayoría de la evidencia fue de certeza baja o muy baja.
¿Qué es la enfermedad mental grave?
La enfermedad mental grave (EMG) hace referencia a personas con problemas psicológicos que pueden ser complicados hasta niveles que afectan a su capacidad de realizar las actividades cotidianas. La esquizofrenia, el trastorno bipolar y la psicosis no orgánica son ejemplos de EMG.
¿Qué se quiso averiguar?
El objetivo de esta revisión fue evaluar la eficacia de la atención colaborativa en comparación con la atención estándar o habitual.
¿Qué es la atención colaborativa?
La atención colaborativa procura mejorar tanto la salud física como mental de quienes padecen enfermedades crónicas. Todas las definiciones coinciden en que busca desarrollar relaciones laborales más estrechas y mejor comunicación entre la atención primaria (médicos generales y enfermeras) y la atención sanitaria especializada (como equipos de salud mental comunitarios, incluidos psicólogos y psiquiatras). Existen diferentes formas de lograr lo anterior, lo cual confiere complejidad a la atención colaborativa. Se espera que una mayor colaboración entre los servicios proporcione mejor atención a quienes presentan una enfermedad mental grave (EMG) en la comunidad, que suele ser un entorno menos estigmatizado y estigmatizante que el hospital. También es importante porque alrededor del 31% de las personas con EMG que viven en Reino Unido solo son atendidos en el ámbito de atención primaria.
¿Qué se hizo?
En 2020 y 2021 se buscaron ensayos de atención colaborativa en bases de datos electrónicas. Los desenlaces principales de interés fueron la calidad de vida, la salud mental y los ingresos hospitalarios. En esta revisión se incluyeron ocho estudios. Esta es una actualización de la revisión original publicada en 2013 que solo incluyó un estudio. Esta versión se basa en nuevas búsquedas de la literatura, que identificaron siete estudios adicionales.
¿Qué se encontró?
No se observaron diferencias en la calidad de vida, el estado mental ni en los ingresos en hospitales psiquiátricos a los 12 meses. Un estudio mostró una mejoría en el grado de discapacidad a los 12 meses. La discapacidad se utilizó como medida indirecta del grado de desenvoltura de las personas en sus vidas en cuanto a roles y actividades sociales.
Aunque la recuperación personal y la experiencia de atención/satisfacción fueron desenlaces que las personas con problemas crónicos de salud mental destacaron como importantes, ninguno de los estudios incluidos los midió.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
La confianza en estos hallazgos es limitada debido a dudas con respecto a la certeza de la evidencia. La mayoría de los estudios incluidos no cumplían una definición estricta de atención colaborativa (lo que se denominó atención colaborativa de tipo A) y hubo grandes variaciones entre las intervenciones administradas. Además, la mayoría de la evidencia fue de certeza baja o muy baja. Se necesitan estudios de investigación adicionales para determinar si la atención colaborativa es adecuada para las personas con un diagnóstico de enfermedad mental grave en cuanto a los desenlaces clínicos o para ayudar a los pacientes a sentirse mejor, así como en su rentabilidad. En esta área se necesitan más ECA de calidad alta y centrados claramente en la evaluación de los desenlaces directamente relacionados con la atención colaborativa, que también podrían beneficiarse de metodologías mixtas e investigación cualitativa para comprender la mejor manera de proporcionar esta atención colaborativa. Ninguno de los estudios midió los efectos adversos de la atención colaborativa.
El resumen en términos sencillos original fue redactado por Ben Gray y adaptado por John Gibson para la revisión actualizada. Ambos son investigadores usuarios de servicios.
Esta revisión no proporciona evidencia que indique si la atención colaborativa es más eficaz que la atención estándar a medio plazo (a los 12 meses) en relación con los desenlaces principales de la misma (calidad de vida, estado mental e ingresos psiquiátricos). La evidencia mejoraría con una mejor información, ECA de mayor calidad y la evaluación de los mecanismos subyacentes de la atención colaborativa. Se recomienda cautela a la hora de utilizar la información de esta revisión para evaluar la eficacia de la atención colaborativa.
La atención colaborativa para las enfermedades mentales graves (EMG) es una intervención comunitaria que promueve el trabajo interdisciplinar entre la atención primaria y secundaria. La intervención de atención colaborativa tiene como objetivo mejorar la atención de la salud física o mental de las personas con EMG. Esta revisión es una actualización de una revisión Cochrane de 2013, de acuerdo con nuevas búsquedas de la literatura, que incluye siete estudios adicionales.
Evaluar la efectividad de las estrategias de atención colaborativa comparadas con la atención estándar (u otras intervenciones que no sean de atención colaborativa) en personas con EMG que viven en la comunidad.
Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos basado en estudios del Grupo Cochrane de Esquizofrenia (Cochrane Schizophrenia) (10 de febrero de 2021). Se realizaron búsquedas en el Registro de ensayos controlados del Grupo Cochrane de Trastornos mentales comunes (Cochrane Common Mental Disorders; CCMD) (todos los años disponibles hasta el 6 de junio de 2016). El 17 de diciembre de 2021 se realizaron búsquedas subsiguientes en Ovid MEDLINE, Embase y PsycINFO junto con el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL) (con solapamiento).
Ensayos controlados aleatorizados (ECA) en los que se compararon intervenciones descritas como "atención colaborativa" con "atención estándar" para adultos (18+ años) con un diagnóstico de EMG que viven en la comunidad. Las EMG se definieron como esquizofrenia, otro tipo de psicosis esquizomorfas o trastorno afectivo bipolar. Los desenlaces principales de interés fueron la calidad de vida, el estado mental y el ingreso psiquiátrico a los 12 meses de seguimiento.
Parejas de autores extrajeron los datos de forma independiente. La calidad y la certeza de la evidencia se evaluaron mediante RoB2 (para los desenlaces principales) y GRADE. Se compararon los efectos del tratamiento entre la atención colaborativa y la atención estándar. Los resultados se dividieron en a corto plazo (hasta seis meses), a medio plazo (siete a 12 meses) y a largo plazo (más de 12 meses).
Se calculó la razón de riesgos (RR) para los datos dicotómicos y la diferencia de medias estandarizada (DME) para los datos continuos, con intervalos de confianza (IC) del 95%. Se utilizaron metanálisis de efectos aleatorios por los niveles considerables de heterogeneidad entre los ensayos. Se creó una tabla de “Resumen de hallazgos” usando GRADEpro.
En esta revisión se incluyen ocho ECA (1165 participantes). Dos cumplían los criterios de atención colaborativa de tipo A (intervención compuesta por los cuatro componentes clave). Los otros seis cumplían los criterios de tipo B (descrito como atención colaborativa por los investigadores del ensayo, pero que no incluyó los cuatro componentes clave). La composición y el propósito de las intervenciones varió entre los ensayos. Para la mayoría de los desenlaces la evidencia se consideró de certeza baja o muy baja .
Se encontraron tres estudios que evaluaron la calidad de vida de los participantes a los 12 meses. La calidad de vida se midió utilizando las escalas SF-12 y WHOQOL-BREF, y los valores medios de las puntuaciones de los componentes de salud mental se informaron a los 12 meses. Evidencia de certeza muy baja no mostró una diferencia en la calidad de vida (dominio de salud mental) entre la atención colaborativa y la atención estándar a medio plazo (a los 12 meses) (DME 0,03; IC del 95%: -0,26 a 0,32; tres ECA, 227 participantes). Evidencia de certeza muy baja no mostró una diferencia en la calidad de vida (dominio de salud física) entre la atención colaborativa y la atención estándar a medio plazo (a los 12 meses) (DME 0,08; IC del 95%: -0,18 a 0,33; tres ECA, 237 participantes).
Además, a medio plazo (a los 12 meses), evidencia de certeza baja no mostró una diferencia entre la atención colaborativa y la atención estándar en el estado mental (binaria) (RR 0,99; IC del 95%: 0,77 a 1,28; un ECA, 253 participantes) ni en el riesgo de ingreso en un hospital psiquiátrico a los 12 meses (RR 5,15; IC del 95%: 0,67 a 39,57; un ECA, 253 participantes).
Un estudio apuntó a una mejoría en la discapacidad (indicador indirecto de actividad social) a los 12 meses en el grupo de atención colaborativa en comparación con la atención habitual (RR 1,38; IC del 95%: 0,97 a 1,95; un ECA, 253 participantes); se consideró que esta evidencia fue de certeza baja.
Los desenlaces de recuperación personal y satisfacción/experiencia de la atención no se informaron en ninguno de los estudios incluidos. Los datos de un estudio apuntaron que el tratamiento de atención colaborativa fue más caro que la atención estándar (diferencia de medias [DM] en dólares internacionales [Int$]: 493,00; IC del 95%: 345,41 a 640,59) a corto plazo. Otro estudio observó que la intervención de atención colaborativa podría ser ligeramente más económica a los tres años.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.