Mensajes clave
• Existe evidencia limitada de que los cambios en los horarios de los turnos de trabajo mejoran la calidad del sueño, aumentan la duración del sueño o reducen la somnolencia.
• Se necesitan más estudios para establecer conclusiones más sólidas sobre la repercusión que tienen los cambios de horario en el sueño y la somnolencia.
¿Qué se puede hacer para mejorar el sueño de los trabajadores por turnos?
El trabajo por turnos suele provocar un sueño insuficiente que puede comprometer el estado de alerta de los trabajadores, con efectos finales sobre la salud y la seguridad laboral. Cambiar los horarios de trabajo por turnos es un método que podría reducir los efectos no deseados del trabajo por turnos.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quería averiguar qué adaptaciones del horario de turnos mejoran el sueño en los días de descanso y reducen la somnolencia en el trabajo.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que evaluaran las siguientes características de los horarios por turnos.
• Si los horarios de los turnos cambiaron (rotaron) o permanecieron invariables
• Si los cambios de turno eran regulares o irregulares
• Sentido de rotación de los turnos (de la mañana a la tarde y a la noche o de la noche a la tarde y a la mañana)
• Velocidad de rotación
• Duración del turno
• Hora de inicio de los turnos
• Distribución del horario de los turnos (menos turnos con más horas en cada turno o más turnos con menos horas en cada turno)
• Tiempo libre entre turnos
• Turnos partidos (interrumpidos)
• Si los trabajadores tenían turnos de guardia
• Si los trabajadores participaban en la organización de los horarios de los turnos
¿Qué se encontró?
Se incluyeron 11 estudios con 2125 participantes. Un estudio se realizó en un laboratorio y no se consideraron los resultados de este estudio a la hora de establecer las conclusiones. La mayoría de los estudios investigaron un cambio en una característica del programa de turnos, mientras que algunos investigaron cambios en dos características. Cuatro estudios investigaron el efecto de los cambios en la dirección de la rotación de los turnos, tres estudios la velocidad de rotación, cinco estudios los cambios en la duración de los turnos y un estudio los cambios en la distribución de los días libres.
La rotación hacia adelante en comparación con la rotación hacia atrás podría no tener efectos sobre la duración o la calidad del sueño en los días de descanso, pero podría reducir la somnolencia en el trabajo. Sin embargo, todos estos resultados son muy inciertos.
Una rotación de turnos más rápida en comparación con una rotación de turnos más lenta podría no tener efectos sobre la calidad del sueño en los días de descanso. Una rotación más rápida podría reducir la duración del sueño en los días de descanso, pero también podría reducir la somnolencia en el trabajo; sin embargo, la evidencia de ambos resultados es muy incierta.
Dos estudios investigaron las semanas laborales de 80 horas entre los médicos. Determinaron que un horario con turnos de no más de 16 horas, en comparación con un horario con turnos de duración ilimitada (incluidos turnos de 24 a 28 horas), podría aumentar la duración del sueño en los días de descanso y probablemente da lugar a una ligera reducción de la somnolencia en el trabajo.
Es posible que los turnos de menor duración (ocho o 10 horas) en comparación con los de mayor duración (dos o tres horas más) no tengan efectos sobre la calidad o la duración del sueño en los días de descanso, pero los resultados son muy inciertos. Los efectos de la duración del turno sobre la somnolencia difirieron en los distintos estudios.
Es posible que los cambios en la distribución de los horarios de los turnos (p. ej., dos días libres frente a cuatro días libres seguidos) no tengan efectos sobre la calidad del sueño o la duración del sueño en los días de descanso, pero los resultados son muy inciertos.
No se encontraron estudios que investigaran otros cambios en los horarios de los turnos.
En general, se necesitan más estudios de calidad alta para establecer conclusiones sólidas sobre los efectos en el sueño y la somnolencia de los horarios con cambios de turnos. Actualmente, no es posible establecer conclusiones útiles a partir de la evidencia disponible.
Principales limitaciones de la evidencia
Muy pocos de los estudios incluidos asignaron a los trabajadores al cambio de horario de forma aleatoria. Además, muchos estudios incluían a pocos trabajadores y carecían de mediciones fiables del sueño y la somnolencia.
¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?
Esta evidencia está actualizada hasta el 13 de diciembre de 2020.
La rotación hacia adelante y más rápida podría reducir la somnolencia durante los turnos y podría no dar lugar a diferencias en la calidad del sueño, pero la evidencia es muy incierta. Evidencia de certeza muy baja indicó que la duración del sueño fuera del turno disminuye con una rotación más rápida. Evidencia de certeza baja indicó que las semanas de trabajo con turnos limitados a 16 horas aumentan la duración del sueño, con evidencia de certeza moderada de que existen reducciones mínimas de la somnolencia. Los cambios en la duración de los turnos y la compresión de las semanas laborales no tuvieron efectos sobre el sueño o la somnolencia, pero la evidencia fue de certeza muy baja. No se dispone de evidencia sobre otros cambios de horarios de trabajo por turnos. Se necesitan más estudios de calidad alta (preferiblemente ECA) de todas las intervenciones de horarios por turnos para poder establecer conclusiones sobre los efectos de las adaptaciones de los horarios por turnos sobre el sueño y la somnolencia en los trabajadores por turnos.
El trabajo por turnos se asocia a un sueño insuficiente, lo que puede comprometer el estado de alerta de los trabajadores con efectos finales sobre la salud y la seguridad en el trabajo. La adaptación de los horarios de trabajo por turnos puede reducir los desenlaces laborales adversos.
Evaluar los efectos de la adaptación de los horarios de trabajo por turnos sobre la calidad del sueño, la duración del sueño y la somnolencia entre los trabajadores por turnos.
Se realizaron búsquedas en CENTRAL, PubMed, Embase y otras ocho bases de datos el 13 de diciembre de 2020 y nuevamente el 20 de abril de 2022, sin aplicar restricciones de idioma.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) y los ensayos controlados no aleatorizados, incluidos los ensayos controlados del tipo antes y después (ECAD), las series temporales interrumpidas y los ensayos cruzados (cross-over). Los ensayos elegibles evaluaron cualquiera de los siguientes componentes del horario por turnos.
• Permanencia de los turnos
• Regularidad de los cambios de turno
• Sentido de la rotación del cambio de turno
• Velocidad de rotación
• Duración del turno
• Hora de inicio de los turnos
• Distribución del horario por turnos
• Tiempo libre entre turnos
• Turnos partidos
• Sueño protegido
• Participación de los trabajadores
Se incluyeron estudios que evaluaron la calidad del sueño fuera del turno, la duración del sueño fuera del turno o la somnolencia durante los turnos.
Dos autores de la revisión examinaron de forma independiente los títulos y resúmenes de los registros recuperados mediante la búsqueda, leyeron los artículos de texto completo de los estudios potencialmente elegibles y extrajeron los datos. Se evaluó el riesgo de sesgo de los estudios incluidos mediante la herramienta Cochrane de riesgo de sesgo, con dominios adicionales específicos para los estudios no aleatorizados y los aleatorizado por conglomerados. En todas las etapas, cualquier desacuerdo se resolvió consultando a un tercer autor de la revisión. Los resultados se presentaron según el diseño del estudio y los estudios clínicamente homogéneos se combinaron en metanálisis mediante modelos de efectos aleatorios. La certeza de la evidencia se evaluó con el método GRADE.
Se incluyeron 11 estudios con un total de 2125 participantes. Un estudio se realizó en un contexto de laboratorio y no se tuvo en cuenta para establecer las conclusiones sobre los efectos de la intervención. Los estudios incluidos investigaron cambios diferentes y a menudo múltiples en el horario de los turnos, y fueron heterogéneos con respecto a la medición de los desenlaces.
Rotación hacia adelante versus rotación hacia atrás
Tres ECAD (561 participantes) investigaron los efectos de la rotación hacia adelante versus la rotación hacia atrás. Sólo un ECAD proporcionó datos suficientes para el análisis cuantitativo; proporcionó evidencia de certeza muy baja de que la rotación hacia adelante comparada con la rotación hacia atrás no afectó la calidad del sueño medida con el Basic Nordic Sleep Questionnaire (BNSQ; diferencia de medias [DM] -0,20 puntos; intervalo de confianza [IC] del 95%: -2,28 a 1,89; 62 participantes) o la duración del sueño fuera del turno (DM -0,21 horas; IC del 95%: -3,29 a 2,88; 62 participantes). Sin embargo, también hubo evidencia de certeza muy baja de que la rotación hacia adelante redujo la somnolencia durante los turnos, medida con el BNSQ (DM -1,24 puntos; IC del 95%: -2,24 a -0,24; 62 participantes).
Rotación más rápida versus rotación más lenta
Dos ECAD y un ensayo cruzado no aleatorizado (341 participantes) evaluaron la rotación de turnos más rápida versus la más lenta. Fue posible realizar un metanálisis de los datos de dos estudios. Se encontró evidencia de certeza baja de que no hubo diferencias en la calidad del sueño fuera del turno (diferencia de medias estandarizada [DME] -0,01; IC del 95%: -0,26 a 0,23) y evidencia de certeza muy baja de que la rotación más rápida de los turnos de trabajo redujo la duración del sueño fuera del turno (DME -0,26; IC del 95%: -0,51 a -0,01; dos estudios, 282 participantes). La DME para la duración del sueño se tradujo en una DM de 0,38 horas menos de sueño al día (IC del 95%: -0,74 a -0,01). Un estudio aportó evidencia de certeza muy baja de que las rotaciones más rápidas disminuían la somnolencia durante los turnos medida con el BNSQ (DM -1,24 puntos; IC del 95%: -2,24 a -0,24; 62 participantes).
Duración limitada de los turnos (16 horas) versus duración ilimitada de los turnos
Dos ECA (760 participantes) evaluaron semanas laborales de 80 horas con una duración máxima diaria de los turnos de 16 horas versus semanas laborales sin límites de duración diaria de los turnos. Se encontró evidencia de certeza baja de que el límite de 16 horas aumentó la duración del sueño fuera del turno (DME 0,50; IC del 95%: 0,21 a 0,78; lo que se tradujo en una DM de 0,73 horas más de sueño al día; IC del 95%: 0,30 a 1,13; dos ECA, 760 participantes) y evidencia de certeza moderada de que el límite de 16 horas redujo la somnolencia durante los turnos, medida con la Karolinska Sleepiness Scale (DME -0,29; IC del 95%: -0,44 a -0,14; lo que se tradujo en una DM de 0,37 puntos menos; IC del 95%: -0,55 a -0,17; dos ECA, 716 participantes).
Turnos más cortos versus turnos más largos
Un ECA, un ECAD y un ensayo cruzado no aleatorizado (692 participantes) evaluaron la duración más corta de los turnos (de ocho a 10 horas) versus la duración más larga de los turnos (de dos a tres horas más). Se encontró evidencia de certeza muy baja de que no hubo diferencias en la calidad del sueño (DME -0,23; IC del 95%: -0,61 a 0,15; lo que se tradujo en una DM de 0,13 puntos menos en una escala de 1 a 5; dos estudios, 111 participantes) o en la duración del sueño fuera del turno (DME 0,18; IC del 95%: -0,17 a 0,54; lo que se tradujo en una DM de 0,26 horas menos de sueño por día; dos estudios, 121 participantes). El ECA y el estudio cruzado no aleatorizado constataron que los turnos de trabajo más cortos reducían la somnolencia durante los turnos, mientras que el ECAD no encontró efectos sobre la somnolencia.
Horarios más comprimidos versus horarios más repartidos
Un ECA y un ECAD (346 participantes) evaluaron los horarios de turnos más comprimidos versus los más repartidos. El ECAD proporcionó evidencia de certeza muy baja de que no hubo diferencias entre los grupos en la calidad del sueño fuera del turno (DM 0,31 puntos; IC del 95%: -0,53 a 1,15) y la duración del sueño fuera del turno (DM 0,52 horas; IC del 95%: -0,52 a 1,56).
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