Mensajes clave
Los catéteres centrales de inserción periférica (CCIP) se asocian con complicaciones graves, una elevada tasa de fallo y secuelas negativas para los pacientes y los sistemas sanitarios.
Falta evidencia sólida para evaluar los efectos beneficiosos y los riesgos del diseño y el material de los CCIP (p. ej., silicona frente a poliuretano) para prevenir las complicaciones, la infección y el fallo del catéter.
Los estudios de investigación futuros en este campo se deben centrar en la eficacia del material para modificar la superficie del catéter (barrera anticoagulante), el revestimiento antimicrobiano (barrera antinfecciosa) y los nuevos desarrollos en los diseños de los catéteres (p. ej., catéteres de poliuretano con válvulas de presión) para reducir el fallo del catéter, así como en el estudio de cualquier efecto no deseado de estos tratamientos.
¿Qué es un catéter central de inserción periférica y para qué se utiliza?
Un CCIP es un tubo que se inserta en una vena periférica con la punta del catéter avanzada hasta una vena central en adultos y niños que requieren tratamiento médico como líquidos, derivados sanguíneos (hemoderivados) o medicación. Estos dispositivos médicos invasivos se suelen insertar en pacientes que requieren un tratamiento que es perjudicial para las venas periféricas más pequeñas y en los que necesitan un tratamiento por más de siete días.
Los CCIP se suelen complicar con infecciones, obstrucción del catéter y roturas. Estas complicaciones provocan el fallo del dispositivo, su retirada y la interrupción del tratamiento médico.
Los fallos del CCIP que precisan reinserciones del CCIP se asocian con un aumento de las complicaciones y de la complejidad del procedimiento debido a los cambios anatómicos vasculares. En los niños, la colocación posterior de un CCIP se asocia con un mayor riesgo de trombosis venosa profunda.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quería saber si los distintos materiales (de qué está hecho el CCIP) o diseños (p. ej., con válvula o sin válvula) del CCIP reducen la aparición de complicaciones del CCIP y el fallo del dispositivo.
¿Qué se hizo?
Hasta el 16 de mayo de 2023 se realizaron búsquedas en las bases de datos médicas de ensayos controlados aleatorizados (un tipo de estudio en el que los participantes se asignan al azar a uno de dos o más grupos de tratamiento) que compararan diferentes materiales y diseños de CCIP en pacientes de cualquier edad.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 12 ensayos (que incluyeron aproximadamente 2913 participantes) de diferentes materiales y diseños de catéteres utilizados para prevenir las complicaciones e infecciones de los catéteres. En general, no hubo información suficiente para determinar qué material o diseño de catéter se debe utilizar para prevenir complicaciones del catéter como los coágulos sanguíneos y las infecciones del catéter.
Podría haber un riesgo ligeramente menor de que el catéter se rompa o falle cuando se utiliza una punta abierta. El uso de una válvula proximal también podría reducir ligeramente el riesgo de rotura o fallo del catéter. Se necesitan más estudios de investigación con grupos más grandes de personas para confirmar si los distintos materiales y diseños de los CCIP son eficaces para prevenir complicaciones e infecciones. Los pacientes deben hablar con su médico sobre los distintos materiales y diseños de catéter disponibles, y cuál es el mejor para ellos en función de sus necesidades y riesgos individuales.
¿Cuáles son las limitaciones de esta evidencia?
No se tiene confianza en la evidencia porque la mayoría de los ensayos fueron pequeños (menos de 300 personas) con pocas complicaciones. Se necesitan ensayos con muchos cientos o incluso miles de personas para averiguar si estos materiales o diseños de catéteres ayudan a prevenir complicaciones e infecciones. Además, los métodos utilizados para asignar al azar a los participantes a los grupos de tratamiento y cegar a los evaluadores de desenlaces al tratamiento administrado no estaban bien documentados y se deberían mejorar en ensayos futuros.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta el 16 de mayo de 2023.
Existe poca evidencia disponible de ECA de calidad alta para informar la toma de decisiones de los médicos acerca de los materiales y el diseño de los CCIP. Las limitaciones de la evidencia actual incluyen tamaños muestrales pequeños, eventos poco frecuentes y riesgo de sesgo. Podría haber poca o ninguna diferencia en el riesgo de TEV, bacteriemia asociada al CCIP, oclusión o mortalidad entre los distintos materiales y diseños de CCIP. Se necesitan más ECA rigurosos para reducir la incertidumbre.
Los catéteres centrales de inserción periférica (CCIP) facilitan las intervenciones diagnósticas y terapéuticas en la asistencia sanitaria. Los CCIP pueden fallar debido a complicaciones infecciosas y no infecciosas, a las que pueden contribuir los materiales y el diseño de los CCIP, con las consiguientes secuelas negativas para los pacientes y los sistemas sanitarios.
Evaluar la eficacia del material y el diseño del catéter CCIP para reducir el fracaso y las complicaciones del catéter.
El documentalista de la Universidad de Queensland y del Grupo Cochrane Vascular (Cochrane Vascular) realizó búsquedas en el Registro especializado de este grupo, en las bases de datos CENTRAL, MEDLINE, Embase y CINAHL y en los registros de ensayos ICTRP de la OMS y ClinicalTrials.gov hasta el 16 de mayo de 2023. Se intentó identificar otros ensayos potencialmente elegibles o publicaciones auxiliares mediante búsquedas en las listas de referencias de los ensayos incluidos identificados, así como en revisiones sistemáticas, metanálisis e informes de evaluación de tecnologías sanitarias pertinentes. Se estableció contacto con expertos en la materia para recabar información adicional pertinente.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) que evaluaron el diseño y los materiales de los CCIP.
Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane. Los desenlaces principales de la revisión fueron la tromboembolia venosa (TEV), la bacteriemia asociada al CCIP, la oclusión y la mortalidad por cualquier causa. Los desenlaces secundarios fueron el fallo del catéter, las bacteriemias asociadas al CCIP, la rotura del catéter, el tiempo de permanencia del CCIP y los desenlaces de seguridad. La certeza de la evidencia se evaluó con el sistema GRADE.
Se incluyeron 12 ECA con aproximadamente 2913 participantes (un estudio con varios grupos). Todos los estudios excepto uno tenían un alto riesgo de sesgo en uno o más dominios de riesgo de sesgo.
Tecnología de válvula integrada comparada con la tecnología sin válvula para el diseño de catéteres centrales de inserción periférica
La tecnología de válvula integrada podría dar lugar a una diferencia escasa o nula en el riesgo de TEV en comparación con los CCIP sin válvula (razón de riesgos [RR] 0,71; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,19 a 2,63; I² = 0%; tres estudios; 437 participantes; evidencia de certeza baja). No se sabe con certeza si la tecnología de válvula integrada reduce el riesgo de bacteriemia asociada al CCIP, ya que la certeza de la evidencia es muy baja (RR 0,20; IC del 95%: 0,01 a 4,00; I² = no aplicable; dos estudios [sin eventos en un estudio]; 257 participantes). La tecnología de válvula integrada podría suponer una diferencia escasa o nula en el riesgo de oclusión en comparación con los CCIP sin válvula (RR 0,86; IC del 95%: 0,53 a 1,38; I² = 0%; cinco estudios; 900 participantes; evidencia de certeza baja). No se sabe con certeza si el uso de la tecnología de válvula integrada reduce el riesgo de mortalidad por todas las causas, ya que la certeza de la evidencia es muy baja (RR 0,85; IC del 95%: 0,44 a 1,64; I² = 0%; dos estudios; 473 participantes).
La tecnología de válvula integrada podría suponer una diferencia escasa o nula en el riesgo de fracaso del catéter en comparación con los CCIP sin válvula (RR 0,80; IC del 95%: 0,62 a 1,03; I² = 0%; cuatro estudios; 720 participantes; evidencia de certeza baja). No está claro si la tecnología de válvula integrada reduce el riesgo de bacteriemia asociada al CCIP (RR 0,51; IC del 95%: 0,19 a 1,32; I² = no aplicable; dos estudios [sin eventos en un estudio]; 542 participantes) o la rotura del catéter, ya que la certeza de la evidencia es muy baja (RR 1,05; IC del 95%: 0,22 a 5,06; I² = 20%; cuatro estudios; 799 participantes).
Modificación antitrombogénica de la superficie en comparación con ninguna modificación antitrombogénica de la superficie en el diseño de los catéteres centrales de inserción periférica
No está claro si el uso de catéteres con modificación antitrombogénica de la superficie reduce el riesgo de TEV (RR 0,67; IC del 95%: 0,13 a 3,54; I² = 15%; dos estudios; 257 participantes) o de bacteriemia asociada al CCIP, ya que la certeza de la evidencia es muy baja (RR 0,20; IC del 95%: 0,01 a 4,00; I² = no aplicable; dos estudios [ningún evento en un estudio]; 257 participantes). No se sabe con certeza si el uso de catéteres con modificación antitrombogénica de la superficie reduce la oclusión (RR 0,69; IC del 95%: 0,04 a 11,22; I² = 70%; dos estudios; 257 participantes) o el riesgo de mortalidad por todas las causas, ya que la certeza de la evidencia es muy baja (RR 0,49; IC del 95%: 0,05 a 5,26; I² = no aplicable; un estudio; 111 participantes).
El uso de catéteres con modificación antitrombogénica de la superficie podría dar lugar a una diferencia escasa o nula en el riesgo de fallo del catéter (RR 0,76; IC del 95%: 0,37 a 1,54; I² = 46%; dos estudios; 257 participantes; evidencia de certeza baja). En un estudio (111 participantes) no se notificaron bacteriemias asociadas al CCIP. Por lo tanto, no está claro si el uso de catéteres con modificación antitrombogénica de la superficie reduce el riesgo de bacteriemia asociada al CCIP (RR no estimable; I² = no aplicable; evidencia de certeza muy baja). No se sabe con certeza si el uso de catéteres con modificación antitrombogénica de la superficie reduce el riesgo de rotura del catéter, ya que la certeza de la evidencia es muy baja (RR 0,15; IC del 95%: 0,01 a 2,79; I² = no aplicable; dos estudios [sin eventos en un estudio]; 257 participantes).
Impregnación antimicrobiana comparada con ninguna impregnación antimicrobiana en el diseño de los catéteres centrales de inserción periférica
No se sabe con certeza si el uso de catéteres con impregnación antimicrobiana reduce el riesgo de TEV (RR 0,54; IC del 95%: 0,05 a 5,88; I² = no aplicable; un estudio; 167 participantes) o el riesgo de bacteriemia asociada al CCIP, ya que la certeza de la evidencia es muy baja (RR 2,17; IC del 95%: 0,20 a 23,53; I² = no aplicable; un estudio; 167 participantes). Es probable que los catéteres con impregnación antimicrobiana den lugar a poca o ninguna diferencia en el riesgo de oclusión (RR 1,00; IC del 95%: 0,57 a 1,74; I² = 0%; dos estudios; 1025 participantes; evidencia de certeza moderada) o en la mortalidad por todas las causas (RR 1,12; IC del 95%: 0,71 a 1,75; I² = 0%; dos estudios; 1082 participantes; evidencia de certeza moderada).
Los catéteres con impregnación antimicrobiana podrían dar lugar a poca o ninguna diferencia en el riesgo de fallo del catéter (RR 1,04; IC del 95%: 0,82 a 1,30; I² = no aplicable; un estudio; 221 participantes; evidencia de certeza baja). Es probable que los catéteres con impregnación antimicrobiana den lugar a poca o ninguna diferencia en el riesgo de bacteriemia asociada al CCIP (RR 1,05; IC del 95%: 0,71 a 1,55; I² = no aplicable; dos estudios [sin eventos en un estudio]; 1082 participantes; evidencia de certeza moderada). Los catéteres con impregnación antimicrobiana podrían dar lugar a poca o ninguna diferencia en el riesgo de rotura del catéter (RR 0,86; IC del 95%: 0,19 a 3,83; I² = no aplicable; un estudio; 804 participantes; evidencia de certeza baja).
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.