Mensajes clave
- Cuando se administran en el ámbito ambulatorio, los anticoagulantes (diluyentes de la sangre) probablemente reducen la tromboembolia venosa (TEV) y la embolia pulmonar (EP) en comparación con el placebo o ningún tratamiento en personas con covid-19. Sin embargo, estos medicamentos parecen tener poco o ningún efecto en la reducción de las muertes, las hemorragias graves, la necesidad de hospitalización o los episodios adversos.
¿Qué es la TEV?
La tromboembolia venosa, que incluye tanto la trombosis venosa profunda (TVP) como la EP, es una enfermedad en la que se forma un coágulo de sangre en una vena que podría migrar a otro lugar (p. ej., el pulmón). La TVP se produce cuando se forma un coágulo de sangre dentro de una vena profunda y bloquea el flujo sanguíneo. La EP se produce cuando (parte de) un coágulo sanguíneo se desprende de la vena profunda y acaba en los vasos sanguíneos pulmonares, bloqueando la irrigación sanguínea de los pulmones.
¿Cómo se relacionan la covid-19 y la TEV?
La covid-19 afecta habitualmente a los pulmones y las vías respiratorias; sin embargo, además de problemas respiratorios, las personas con covid-19 también pueden experimentar problemas en vasos sanguíneos, lo que lleva a la formación de coágulos de sangre en las venas y los pulmones.
¿Cómo se trata la TEV y cómo puede prevenirse en personas de riesgo?
El tratamiento inicial incluye medicamentos, como los anticoagulantes, para prevenir la formación de nuevos coágulos sanguíneos. Los pacientes también podrían recibir medias de compresión y cuidados clínicos (p. ej., ejercicio físico, hidratación de la piel y fisioterapia). Los anticoagulantes como el rivaroxabán y el apixabán actúan inhibiendo los elementos sanguíneos implicados en la formación de coágulos. Por esta razón, también se utilizan para prevenir la formación de coágulos sanguíneos en personas consideradas de riesgo, como aquellas con covid-19. Esto se conoce como tratamiento profiláctico. Sin embargo, el uso de anticoagulantes puede provocar efectos secundarios como hemorragias.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quiso averiguar si la administración de anticoagulantes a personas con covid-19 no hospitalizadas reducía el número de muertes o de nuevos coágulos sanguíneos en comparación con las personas que recibieron placebo (un medicamento de aspecto idéntico, pero sin propiedades activas) o ninguna intervención, una dosis o formulación diferente del mismo anticoagulante, agentes antiplaquetarios (medicamentos que impiden la formación de coágulos sanguíneos), o tratamientos no farmacológicos. También se quisieron conocer los efectos de los anticoagulantes sobre la necesidad de hospitalización, las hemorragias graves o los episodios adversos, y la calidad de vida.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios, dando preferencia a los ensayos controlados aleatorizados (estudios en los que los participantes se asignan al azar a uno de dos o más grupos terapéuticos), que evaluaran los anticoagulantes profilácticos administrados a las personas con covid-19 en el ámbito ambulatorio, en comparación con placebo o ningún tratamiento, una dosis diferente del mismo anticoagulante o agentes antiplaquetarios. Los resultados se agruparon cuando fue pertinente.
¿Qué se encontró?
Los resultados se basaron en cinco estudios con un total de 1777 participantes de EE. UU., Suiza, Alemania, Bélgica, Brasil, India, Sudáfrica, España y Reino Unido. Se estudiaron dos grandes grupos de participantes: aquellos con covid-19 que no requirieron hospitalización y personas con covid-19 que habían recibido el alta hospitalaria. Cinco estudios compararon anticoagulantes frente a placebo o ningún tratamiento, y un estudio también comparó un anticoagulante profiláctico con una dosis diferente del mismo anticoagulante, así como frente a agentes antiplaquetarios. En cada comparación se investigaron los efectos de los anticoagulantes sobre la muerte, la TEV, las hemorragias graves, la necesidad de hospitalización y los episodios adversos.
Se tiene poca confianza en que los anticoagulantes profilácticos comparados con placebo o ningún tratamiento para las personas con covid-19 no hospitalizadas, tengan poco o ningún efecto en la reducción del riesgo de muerte o los episodios adversos. Los anticoagulantes profilácticos probablemente disminuyen el riesgo de TEV; sería necesario tratar a 50 pacientes para evitar un episodio de TEV.
Podría haber poca o ninguna diferencia en las tasas de hospitalización entre las personas que reciben anticoagulantes profilácticos y las que reciben una dosis diferente del mismo anticoagulante. Además, los anticoagulantes profilácticos podrían dar lugar a una diferencia escasa o nula en la disminución de la TEV en comparación con los agentes antiplaquetarios.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Se tiene poca confianza en la evidencia debido a problemas con la metodología y los tamaños de los estudios. En el futuro, estudios de alta calidad podrían aportar datos importantes, especialmente en lo que respecta a desenlaces como la muerte, la TVP y la EP.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta el 18 de abril de 2022.
Se encontró evidencia de certeza baja a moderada de cinco ECA según la cual los anticoagulantes profilácticos dan lugar a poca o ninguna diferencia en la hemorragia grave, la TVP, la necesidad de hospitalización o los eventos adversos en comparación con placebo o ningún tratamiento en personas con covid-19 no hospitalizadas. Evidencia de certeza baja indica que los anticoagulantes profilácticos podrían dar lugar a poca o ninguna diferencia en la mortalidad por todas las causas en comparación con el placebo o ningún tratamiento, pero evidencia de certeza moderada indica que los anticoagulantes profilácticos probablemente reducen la incidencia de TEV y EP.
Evidencia de certeza baja sugiere que la comparación de diferentes dosis del mismo anticoagulante profiláctico podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en la necesidad de hospitalización o en los eventos adversos. Los anticoagulantes profilácticos podrían dar lugar a poca o ninguna diferencia en el riesgo de TEV, hospitalización o eventos adversos en comparación con los agentes antiplaquetarios (evidencia de certeza baja). Dado que solo se contó con datos a corto plazo de un estudio, estos resultados deben interpretarse con cautela.
Se necesitan ensayos adicionales de duración suficiente para determinar claramente cualquier efecto sobre los desenlaces clínicos.
La pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019 (covid-19) ha afectado a los sistemas sanitarios de todo el mundo. Se han publicado múltiples informes sobre complicaciones tromboembólicas relacionadas con la covid-19, y los investigadores han descrito que las personas con covid-19 tienen un alto riesgo de desarrollar tromboembolia venosa (TEV). Los anticoagulantes se han utilizado como intervenciones farmacológicas para prevenir la trombosis arterial y venosa, y su administración en el ámbito ambulatorio podría reducir potencialmente la prevalencia de la trombosis vascular y la mortalidad asociada en personas con covid-19. Sin embargo, incluso las dosis más bajas administradas con fines profilácticos podrían dar lugar a eventos adversos como hemorragias. Es importante considerar la evidencia sobre la administración de anticoagulantes en personas con covid-19 no hospitalizadas.
Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de los anticoagulantes profilácticos versus comparadores activos, placebo o ninguna intervención, o intervenciones no farmacológicas en personas con covid-19 no hospitalizadas.
Se utilizaron los métodos exhaustivos estándar de búsqueda de Cochrane. La última fecha de búsqueda fue el 18 de abril de 2022.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) que compararan anticoagulantes profilácticos con placebo o ningún tratamiento, otro comparador activo o intervenciones no farmacológicas en personas con covid-19 no hospitalizadas. Se incluyeron los estudios que compararan anticoagulantes con una dosis diferente del mismo anticoagulante. Se excluyeron los estudios con una duración inferior a dos semanas.
Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar de Cochrane. Los desenlaces principales fueron la mortalidad por todas las causas, la TEV (trombosis venosa profunda [TVP] o embolia pulmonar [EP]) y las hemorragias graves. Los desenlaces secundarios fueron TVP, EP, necesidad de hospitalización, hemorragias leves, eventos adversos y calidad de vida. Se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia.
Se incluyeron cinco ECA con hasta 90 días de seguimiento (a corto plazo). Se dispuso de datos para el metanálisis de 1777 participantes.
Anticoagulante comparado con placebo o ningún tratamiento
Cinco estudios compararon anticoagulantes con placebo o ningún tratamiento y proporcionaron datos para tres de los desenlaces de interés (mortalidad por todas las causas, hemorragia grave y eventos adversos). La evidencia sugiere que los anticoagulantes profilácticos podrían dar lugar a poca o ninguna diferencia en la mortalidad por todas las causas (razón de riesgos [RR] 0,36; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,04 a 3,61; cinco estudios; 1777 participantes; evidencia de certeza baja) y probablemente reducen la TEV del 3% en el grupo placebo al 1% en el grupo de anticoagulante (RR 0,36; IC del 95%: 0,16 a 0,85; cuatro estudios; 1259 participantes; número necesario a tratar para lograr un resultado beneficioso adicional [NNTB] = 50; evidencia de certeza moderada). Podría haber poca o ninguna diferencia en las hemorragias graves (RR 0,36; IC del 95%: 0,01 a 8,78; cinco estudios; 1777 participantes; evidencia de certeza baja). Los anticoagulantes probablemente dan lugar a poca o ninguna diferencia en la TVP (RR 1,02; IC del 95%: 0,30 a 3,46; tres estudios; 1009 participantes; evidencia de certeza moderada), pero posiblemente reducen el riesgo de EP del 2,7% en el grupo placebo al 0,7% en el grupo de anticoagulante (RR 0,25; IC del 95%: 0,08 a 0,79; tres estudios; 1009 participantes; NNTB 50; evidencia de certeza moderada). Los anticoagulantes probablemente dan lugar a poca o ninguna diferencia en la reducción de la hospitalización (RR 1,01; IC del 95%: 0,59 a 1,75; cuatro estudios; 1459 participantes; evidencia de certeza moderada) y podrían dar lugar a poca o ninguna diferencia en los eventos adversos (hemorragia leve, RR 2,46; IC del 95%: 0,90 a 6,72; cinco estudios; 1777 participantes; evidencia de certeza baja).
Anticoagulante comparado con una dosis diferente del mismo anticoagulante
Un estudio comparó un anticoagulante (dosis más alta de apixabán) con una dosis diferente (estándar) del mismo anticoagulante e informó sobre cinco desenlaces relevantes. No hubo casos de mortalidad por todas las causas, TEV o hemorragia grave en ninguno de los dos grupos durante los 45 días de seguimiento (evidencia de certeza moderada). Las dosis más altas de apixabán en comparación con las dosis estándar podrían dar lugar a poca o ninguna diferencia en la reducción de la necesidad de hospitalización (RR 1,89; IC del 95%: 0,17 a 20,58; un estudio; 278 participantes; evidencia de certeza baja) o en el número de eventos adversos (hemorragia leve, RR 0,47; IC del 95%: 0,09 a 2,54; un estudio; 278 participantes; evidencia de certeza baja).
Anticoagulante comparado con agente antiplaquetario
Un estudio comparó un anticoagulante (apixabán) con un agente antiplaquetario (aspirina) e informó sobre cinco desenlaces relevantes. No hubo casos de mortalidad por todas las causas ni hemorragias graves durante los 45 días de seguimiento (evidencia de certeza moderada). El apixabán podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en la TEV (RR 0,36; IC del 95%: 0,01 a 8,65; un estudio; 279 participantes; evidencia de certeza baja), la necesidad de hospitalización (RR 3,20; IC del 95%: 0,13 a 77,85; un estudio; 279 participantes; evidencia de certeza baja) o los eventos adversos (hemorragia leve, RR 2,13; IC del 95%: 0,40 a 11,46; un estudio; 279 participantes; evidencia de certeza baja).
Ningún estudio incluido informó sobre la calidad de vida o investigó los anticoagulantes en comparación con un anticoagulante diferente, ni los anticoagulantes en comparación con intervenciones no farmacológicas.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.