¿La diabetes aumenta el riesgo de tuberculosis?

Mensajes clave

  • Tener diabetes probablemente aumente el riesgo de desarrollar enfermedad tuberculosa hasta alrededor del doble del riesgo poblacional (entre 1,5 y 2,4 veces más riesgo).

  • Estos resultados se aplican a la población adulta general; el riesgo en otros grupos, como los adolescentes y los niños, no está claro.

¿Qué es la tuberculosis?

La tuberculosis una infección causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis . Afecta principalmente a los pulmones, pero también puede afectar otras partes del cuerpo. La tuberculosis se propaga por el aire cuando una persona con la enfermedad tose o estornuda. Algunas personas no presentan síntomas tras la infección, mientras que otras desarrollan la enfermedad y síntomas, como tos persistente, pérdida de peso, fiebre y sudores nocturnos. A esto se le llama enfermedad tuberculosa .

El diagnóstico de enfermedad tuberculosa suele implicar una prueba molecular o un cultivo que detecta la bacteria en una secreción corporal (como el moco y la saliva [esputo]) tras la consulta con un médico.

La tuberculosis es un problema sanitario de primer orden en todo el mundo; más de 10 millones de personas enferman de tuberculosis y alrededor de 1,3 millones mueren cada año a causa de esta enfermedad.

¿Qué es la diabetes?

La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por un nivel anormalmente alto de glucosa en sangre debido a una producción insuficiente de insulina por parte del páncreas, a la incapacidad del organismo de utilizar correctamente la insulina que produce, o a una combinación de ambas. Existen muchos tipos distintos de diabetes; la más frecuente se denomina "diabetes mellitus tipo 2". La insulina es una hormona que regula la glucosa en sangre. Un déficit de insulina provoca síntomas como sed, micción frecuente, cansancio y cicatrización lenta de las heridas. Sin un control adecuado, la diabetes puede provocar complicaciones como cardiopatías, daños renales, problemas nerviosos y oculares. Controlar la diabetes implica una alimentación saludable, mantenerse activo, tomar medicamentos y vigilar los parámetros de salud para prevenir complicaciones.

¿Qué se quiso averiguar?

Se quiso calcular el riesgo de enfermar de tuberculosis de las personas con diabetes en comparación con personas sin diabetes.

¿Qué se hizo?

Se analizaron los estudios que incluían a personas con y sin diabetes a lo largo del tiempo y se comparó la frecuencia con la que cada grupo desarrollaba tuberculosis.

¿Qué se encontró?

Se incluyeron 48 estudios con más de 61 millones de participantes de las seis regiones de la OMS. Sin embargo, la representación fue variable, ya que se encontraron ocho estudios poblacionales de Corea del Sur, 19 de China y solo uno de la región africana (Etiopía). La mayoría de los estudios se realizaron en adultos, cuatro en niños y tres en niños y adultos. De media, los estudios mantuvieron un seguimiento de las personas durante cinco años.

Se observó que las personas con diabetes tenían entre 1,5 y 2,4 veces más riesgo de enfermar de tuberculosis en comparación con las personas sin diabetes.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

Muchos de los estudios tuvieron limitaciones. Uno de los problemas fue que muchos de ellos utilizaron la microscopía de esputo para diagnosticar la tuberculosis en personas con síntomas, lo que podría haber pasado por alto algunos diagnósticos. Actualmente existen métodos más exactos, como el cultivo o las pruebas de diagnóstico rápido, que pasarían por alto menos casos de tuberculosis. Además, se necesitan criterios diagnósticos bien definidos para la diabetes, incluidos el tipo de diabetes y cómo de controlados están los niveles de glucosa, para poder calcular con precisión el riesgo asociado a esta afección.

¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?

Esta evidencia está actualizada hasta el 3 de mayo de 2023.

Conclusiones de los autores: 

La diabetes probablemente duplique el riesgo de desarrollar enfermedad tuberculosa a corto plazo (< 10 años) y también podría aumentar el riesgo a largo plazo (≥ 10 años). Dado que el control glucémico y el acceso a la atención sanitaria podrían ser posibles modificadores del efecto de la asociación entre la diabetes y el riesgo de enfermar de tuberculosis, las estimaciones globales deberían interpretarse con cautela al aplicarlas localmente. Se necesitan políticas dirigidas a reducir la carga de la diabetes para contribuir a los objetivos de acabar con la tuberculosis. Se necesitan grandes cohortes poblacionales, incluidas las derivadas de registros nacionales de alta calidad de exposiciones (diabetes) y desenlaces (enfermedad tuberculosa), para proporcionar estimaciones con alta certeza de evidencia de este riesgo en diferentes entornos y poblaciones, incluidos los países de ingresos bajos y medios de diferentes regiones de la OMS. Además, los estudios que incluyan a niños y adolescentes y métodos recomendados actualmente para diagnosticar la tuberculosis proporcionarían información más actualizada y relevante para la política y la práctica.

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Antecedentes: 

La tuberculosis (TB) es una de las principales causas de mortalidad derivada de una enfermedad infecciosa, con una estimación de 1,3 millones de muertes por TB en 2022. Se estima que aproximadamente el 25% de la población mundial está infectada por la bacteria de la tuberculosis, lo que en 2022 dio lugar a 10,6 millones de episodios de enfermedad tuberculosa. La prevalencia de la diabetes influye en la incidencia de la TB y en su mortalidad. Se asocia no solo con un aumento del riesgo de enfermedad tuberculosa, sino también con la mortalidad durante el tratamiento de la TB, la recurrencia de la TB tras completar el tratamiento y la TB multirresistente. Desde 2011, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado actividades colaborativas de TB y diabetes en el Marco colaborador para la atención y el control de la tuberculosis y la diabetes.

Objetivos: 

Determinar el valor pronóstico de la diabetes mellitus (DM) en la población general de adultos, adolescentes y niños para predecir la tuberculosis.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en las bases de datos bibliográficas MEDLINE (a través de PubMed) y WHO Global Index Medicus, así como en la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos (ICTRP) de la OMS el 3 de mayo de 2023 (fecha de la última búsqueda en todas las bases de datos); no se impusieron restricciones de idioma de publicación.

Criterios de selección: 

Se incluyeron estudios de cohortes retrospectivos y prospectivos, independientemente del estado de publicación o el idioma. La población de interés estaba formada por adultos, adolescentes y niños de diversos entornos, que abarcaban cohortes de pacientes ambulatorios y hospitalizados, con diversas comorbilidades y riesgo de exposición a la tuberculosis.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizó la metodología Cochrane estándar y la herramienta Quality In Prognosis Studies (QUIPS). Los factores pronósticos evaluados en el momento del reclutamiento o al inicio del estudio incluían la diabetes, según la definición de cada estudio, que abarcaba el estado notificado por el paciente, extraído de historias clínicas o datos de reclamaciones, o diagnosticado por glucosa plasmática/hemoglobina glucosilada. El desenlace principal fue la incidencia de enfermedad tuberculosa. El desenlace secundario fue la enfermedad tuberculosa recurrente. Se realizó un metanálisis de efectos aleatorios para los cociente de riesgos instantáneos, las razones de riesgos o los odds ratios ajustados, empleando la estimación por máxima verosimilitud restringida. La certeza de la evidencia se evaluó mediante el sistema GRADE.

Resultados principales: 

Se incluyeron 48 estudios de cohortes con más de 61 millones de participantes de las seis regiones de la OMS. Sin embargo, la representación fue variable, ya que ocho estudios poblacionales procedían de Corea del Sur y 19 de China, con periodos de estudio solapados, y solo uno de la región africana (Etiopía). Todos los estudios incluyeron adultos y nueve estudios incluyeron también a niños y adolescentes. La mayoría de los estudios diagnosticaron la DM según las historias clínicas, incluidos la glucemia en ayunas o los tratamientos hipoglucemiantes. Los estudios no distinguieron entre DM tipo 1 y tipo 2; solo un estudio se centró en la DM tipo 1. El diagnóstico y la exclusión de la TB se realizaron mediante cultivo o pruebas moleculares de diagnóstico rápido recomendadas por la OMS (mWRD por sus siglas en inglés) solo en 12 estudios, lo que podría haber sesgado la estimación del efecto. La mediana del período de seguimiento fue de cinco años (rango intercuartílico: 1,5 a 10; rango: 1 a 16,9) y los estudios informaron principalmente un cociente de riesgos instantáneos ajustado a partir de un modelo multivariante de riesgos proporcionales de Cox.

Cocientes de riesgos instantáneos (CRI)

Los CRI representan la mayor certeza de la evidencia, explorada mediante análisis de sensibilidad y excluyendo los estudios con alto riesgo de sesgo. Se presentan los intervalos de confianza (IC) del 95% y los intervalos de predicción, que muestran la heterogeneidad entre los estudios representada en una medición de la variabilidad de la magnitud del efecto (es decir, el intervalo dentro del cual se situaría la magnitud del efecto de un nuevo estudio que considerara la misma población de estudios incluidos en el metanálisis).

La DM podría aumentar el riesgo de enfermar de tuberculosis (CRI 1,90; IC del 95%: 1,51 a 2,40; intervalo de predicción 0,83 a 4,39; 10 estudios; 11 713 023 participantes). La certeza de la evidencia es baja debido al riesgo moderado de sesgo en los estudios y a la inconsistencia. Considerando un riesgo sin diabetes de 129 casos por cada 100 000 personas, esto representa 102 casos más (59 a 153 más) por cada 100 000.

Cuando se estratificaron por período de seguimiento, los resultados son más consistentes en el seguimiento de menos de 10 años (CRI 1,52; IC del 95%: 1,47 a 1,57; intervalo de predicción: 1,45 a 1,59; siete estudios; 10 380 872 participantes). Esto da lugar a una certeza moderada de la evidencia debido a un riesgo moderado de sesgo en los estudios.

Sin embargo, para un seguimiento de 10 años o más, las estimaciones dieron un IC más amplio y un CRI más elevado (CRI 2,44; IC del 95%: 1,22 a 4,88; intervalo de predicción: 0,09 a 69,12; tres estudios; 1 332 151 participantes). La certeza de la evidencia es baja debido al riesgo moderado de sesgo y a la inconsistencia.

Odds ratio (OR)

La DM podría aumentar las probabilidades de enfermar de tuberculosis (OR 1,61; IC del 95%: 1,27 a 2,04; intervalo de predicción 0,96 a 2,70; cuatro estudios; 167 564 participantes). No fue posible estratificar por período de seguimiento, ya que todos los estudios tenían un seguimiento inferior a 10 años. La certeza de la evidencia es baja debido al riesgo moderado de sesgo en los estudios y a la inconsistencia.

Razón de riesgos (RR)

Los CRI representan la mayor certeza de la evidencia, explorada mediante análisis de sensibilidad y excluyendo los estudios con alto riesgo de sesgo. La DM probablemente aumente el riesgo de enfermar de tuberculosis (RR 1,60; IC del 95%: 1,42 a 1,80; intervalo de predicción 1,38 a 1,85; seis estudios; 44 058 675 participantes). No fue posible estratificar por período de seguimiento, ya que todos los estudios tenían un seguimiento inferior a 10 años. La certeza de la evidencia es moderada debido al riesgo moderado de sesgo en los estudios.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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