Mensajes clave
– Las intervenciones multidisciplinares y físicas posiblemente ayuden a las personas con cáncer a volver al trabajo.
– Las intervenciones psicoeducativas posiblemente apenas afecten a la reincorporación al trabajo y no está claro el efecto de las intervenciones vocacionales.
¿De qué trata esta revisión?
Cada año, sobreviven más personas tras el diagnóstico y tratamiento del cáncer. Muchos supervivientes de cáncer viven bien, aunque pueden seguir sufriendo problemas duraderos como cansancio, dolor y depresión. Estos efectos a largo plazo pueden causar problemas en su participación en la vida laboral. Por lo tanto, el cáncer es una causa significativa de ausentismo laboral, desempleo y jubilación anticipada. Las personas con cáncer, sus familias y la sociedad en general asumen parte de esta carga. En esta revisión Cochrane se evaluó cómo se puede ayudar a las personas con cáncer a volver al trabajo.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quiso saber si las intervenciones no médicas son mejores que la atención habitual para mejorar la vuelta al trabajo. También se quiso averiguar si estas intervenciones conllevaron una mejor calidad de vida. Se tuvieron en cuenta cuatro tipos de intervención:
– intervenciones psicoeducativas (las personas con cáncer aprendieron sobre los efectos secundarios físicos, el estrés y cómo afrontar la situación y participaron en debates grupales);
– intervenciones vocacionales (dirigidas a cuestiones relacionadas con el trabajo);
– intervenciones físicas (las personas con cáncer participaron en ejercicios físicos como caminar); e
– intervenciones multidisciplinares (asesoramiento vocacional, educación del paciente, asesoramiento del paciente, ejercicios físicos o una combinación de estos).
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que analizaran intervenciones cuyo objetivo fuera mejorar la reincorporación al empleo remunerado de las personas con cáncer (por cuenta ajena o propia). Los resultados de los estudios se compararon y resumieron y la confianza en la evidencia se calificó según factores como la metodología y el tamaño de los estudios.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 15 estudios que incluyeron a 1477 personas con cáncer los cuales midieron la vuelta al trabajo. Todos los estudios se realizaron en países de ingresos altos. Nueve estudios estaban dirigidos a personas con cáncer de mama y dos a hombres con cáncer de próstata.
– Es probable que las intervenciones psicoeducativas apenas supongan una diferencia en la reincorporación al trabajo o la calidad de vida.
– Es posible que las intervenciones físicas y multidisciplinares hagan que más personas con cáncer vuelvan a trabajar que cuando recibieron atención habitual. Es probable que una intervención física ayude a que entre 50 y 244 personas más de cada 1000 vuelvan al trabajo que la media de 627 de cada 1000 que vuelven sin la intervención. Es probable que una intervención multidisciplinar ayude a que entre 69 y 219 personas más de cada 1000 vuelvan al trabajo. Podrían dar lugar a una diferencia mínima o nula en la calidad de vida.
– Se desconocen los efectos de las intervenciones vocacionales en que las personas vuelvan al trabajo.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Existe una confianza moderada en que las intervenciones físicas y multidisciplinares posiblemente aumentan el número de personas con cáncer que vuelva a trabajar. La confianza se redujo porque algunos estudios no declararon de forma clara cómo se realizaron. Existe poca confianza en la evidencia acerca de las intervenciones psicoeducativas y ninguna en la evidencia sobre las intervenciones vocacionales. Los principales motivos para reducir la confianza fueron que los estudios utilizaron una metodología que posiblemente introdujo errores en los resultados y solo se encontró un estudio muy pequeño sobre las intervenciones vocacionales. Los futuros estudios de investigación podrían modificar los resultados de esta revisión.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta agosto de 2021.
Las intervenciones físicas (cuatro ECA) y las multidisciplinares (seis ECA) posiblemente aumenten la RT de personas con cáncer. Es probable que las intervenciones psicoeducativas (cuatro ECA) produzcan poca o ninguna diferencia en la RT, mientras que la evidencia de intervenciones vocacionales (un ECA) es muy incierta.
Las intervenciones psicoeducativas, físicas o multidisciplinares podrían dar lugar a poca o ninguna diferencia en la CdV.
Se necesitan futuras investigaciones sobre mejorar la RT en personas con cáncer que impliquen intervenciones multidisciplinares que abarquen un componente físico, psicoeducativo y vocacional y que preferiblemente esté adaptado a las necesidades del paciente.
Las personas con cáncer tienen una probabilidad 1,4 veces mayor de perder su empleo que las personas sin diagnóstico de cáncer. Por ello, es importante investigar si son eficaces los programas para favorecer el proceso de reincorporación al trabajo (RT) en personas diagnosticadas de cáncer. Esta es una actualización de una revisión Cochrane publicada por primera vez en 2011 y actualizada en 2015.
Evaluar la efectividad de las intervenciones no médicas dirigidas a mejorar la reincorporación al trabajo (RT) de personas con cáncer en comparación con los programas alternativos, incluida la atención habitual o ninguna intervención.
Se hicieron búsquedas en CENTRAL (la Biblioteca Cochrane), MEDLINE, Embase, CINAHL, PsycINFO y tres registros de ensayos hasta el 18 de agosto de 2021. También se examinaron las listas de referencia de los estudios incluidos y las revisiones seleccionadas, y se estableció contacto con los autores de los estudios pertinentes.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) y ECA por conglomerados sobre la efectividad de las intervenciones psicoeducativas, vocacionales, físicas, o multidisciplinares para mejorar la RT en personas con cáncer. El desenlace principal fue la RT medida como tasa de RT o duración de la baja por enfermedad medida a los 12 meses de seguimiento. El desenlace secundario fue la calidad de vida (CdV).
Dos autores de la revisión de forma independiente evaluaron los ECA para inclusión, extrajeron los datos y calificaron la certeza de la evidencia mediante el sistema GRADE. Se agruparon los resultados de los estudios que se consideraron clínicamente homogéneos en diferentes comparaciones que proporcionaron las razones de riesgos (RR) con los intervalos de confianza (IC) del 95% de la RT y las diferencias de medias (DM) o diferencias de medias estandarizadas (DME) con los IC del 95% para la CdV.
Se incluyeron 15 ECA con 1477 personas con cáncer con 19 evaluaciones debido a que hubo varios grupos de tratamiento. En esta actualización se añadieron ocho nuevos ECA y se excluyeron siete ECA de anteriores versiones de la revisión que abordaban intervenciones médicas. Todos los ECA incluidos se realizaron en países de ingresos altos y la mayoría se dirigieron a personas con cáncer de mama (nueve ECA) o con cáncer de próstata (dos ECA).
Riesgo de sesgo
Se consideró que nueve ECA tenían un riesgo de sesgo bajo y seis un riesgo de sesgo alto. El tipo de sesgo más frecuente fue la falta de cegamiento (9/15 ECA).
intervenciones psicoeducativas
Se encontraron cuatro ECA que compararon las intervenciones psicoeducativas, incluida la educación del paciente y el asesoramiento del paciente versus atención habitual. Es probable que las intervenciones psicoeducativas produzcan poca o ninguna diferencia en la RT en comparación con la atención habitual (RR 1,09; IC del 95%: 0,96 a 1,24; cuatro ECA, 512 participantes; evidencia de certeza moderada). Esto implica que en los grupos de intervención y de control, unos 625 de cada 1000 participantes podrían haber vuelto al trabajo. Las intervenciones psicoeducativas podrían suponer poca o ninguna diferencia en la CdV en comparación con la atención habitual (RR 1,47; IC del 95%: 2,38 a 5,32; un ECA, 124 participantes; evidencia de certeza baja).
Intervenciones vocacionales
Se encontró un ECA que comparó una intervención vocacional con la atención habitual. La evidencia fue muy incierta con respecto al efecto de la intervención vocacional sobre la RT, comparada con la atención habitual (RR 0,94; IC del 95%: 0,78 a 1,13; un ECA, 34 participantes; evidencia de certeza muy baja). El estudio no informó sobre la CdV.
Intervenciones físicas
Cuatro ECA compararon un programa de intervención física con la atención habitual. Estos programas de intervención física incluyeron caminar, yoga o ejercicio físico. Las intervenciones físicas posiblemente aumentan la RT en comparación con la atención habitual (RR 1,23; IC del 95%: 1,08 a 1,39; cuatro ECA, 434 participantes; evidencia de certeza moderada). Esto implica que, en el grupo de intervención, es probable que 677 a 871 por cada 1000 participantes se reincorporen al trabajo en comparación con 627 por cada 1000 del grupo control (es decir, 50 a 244 participantes más se incorporarían al trabajo). Las intervenciones físicas podrían suponer poca o ninguna diferencia en la CdV en comparación con la atención habitual (DME -0,01; IC del 95%: -0,33 a 0,32; un ECA, 173 participantes; evidencia de certeza baja). La DME se traduce en una diferencia de 1,8 puntos (IC del 95%: -7,54 a 3,97) en el cuestionario European Organisation for Research and Treatment of Cancer Quality of Life Questionnaire Core 30 (EORTC QLQ-C30).
Intervenciones multidisciplinares
Seis ECA compararon intervenciones multidisciplinares (asesoramiento vocacional, educación del paciente, asesoramiento del paciente, ejercicios físicos) con atención habitual. Las intervenciones multidisciplinares posiblemente aumentan la RT en comparación con la atención habitual (RR 1,23; IC del 95%: 1,09 a 1,33; seis ECA, 497 participantes; evidencia de certeza moderada). Esto implica que, en el grupo de intervención, es probable que 694 a 844 por cada 1000 participantes se reincorporen al trabajo en comparación con 625 por cada 1000 del grupo control (es decir, 69 a 217 participantes más se incorporarían al trabajo). Las intervenciones multidisciplinares podrían suponer poca o ninguna diferencia en la CdV en comparación con la atención habitual (DME 0,07; IC del 95%: -0,14 a 0,28; tres ECA, 378 participantes; evidencia de certeza baja). La DME se traduce en una diferencia de 1,4 puntos (IC del 95%: -2,58 a 5,36) en el EORTC QLQ-C30.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.