Mensajes clave
No se encontraron suficientes pruebas de calidad para mostrar si el tratamiento quirúrgico o no quirúrgico funciona mejor para tratar a las personas que tienen una luxación de rótula.
Se necesitan estudios de buena calidad que comparen estos tratamientos.
¿Qué es una luxación de rótula?
La rótula es un hueso con forma de lente en la parte frontal de la rodilla. Una luxación se produce cuando la rótula se sale completamente del surco del fémur a la altura de la rodilla. Suele darse en personas jóvenes y físicamente activas cuando se tuercen la rodilla flexionada mientras el pie se mantiene fijo en el suelo. La causa de una luxación podría estar asociada a una forma anormal de los huesos de la rodilla, la debilidad de los músculos alrededor de la cadera o las rodillas o a la tensión de las partes blandas en el exterior de la rodilla.
Tras una luxación de rótula, algunas personas se recuperan por completo. Pero otras pueden presentar luxaciones repetidas, o una sensación de inestabilidad en la rótula, o ambas cosas. También podrían presentar dolor persistente o limitaciones de la funcionalidad.
¿Cómo se trata una luxación de rótula?
Cuando la rótula se disloca, se lesionan los tejidos blandos que rodean la rodilla. Las personas precisan de un tratamiento que les ayude a recuperar la salud de la rodilla. Esto puede incluir tratamientos como sujetar la rodilla en su sitio (llevando una especie de férula o vendaje), ejercicios, terapia manual (como fisioterapia) y vendar la zona alrededor de la rodilla. Sin embargo, algunos médicos sugieren que las personas podrían obtener mejores desenlaces si se realiza una intervención quirúrgica. La cirugía puede utilizarse para: reparar o reconstruir los ligamentos y músculos lesionados que sujetan la rótula en el surco, remodelar el surco o cambiar el lugar donde la rótula se une a la tibia para evitar que vuelva a luxarse.
¿Qué se quería averiguar?
Se quería averiguar si la cirugía o el tratamiento no quirúrgico eran mejores para prevenir otra luxación de rótula y restablecer la funcionalidad de la rodilla. También se analizaron los efectos no deseados del tratamiento, el grado de satisfacción de las personas con el mismo, los síntomas de inestabilidad y la necesidad de cirugía tras el tratamiento inicial.
¿Qué se hizo?
Se realizaron búsquedas en la bibliografía médica hasta diciembre de 2021 en busca de estudios que compararan el tratamiento quirúrgico con el no quirúrgico para adultos o niños con luxación rotuliana. Los resultados de estos estudios se resumieron y compararon, y la confianza en la evidencia se calificó según factores como la metodología y el tamaño de los estudios.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 10 estudios relevantes (519 adultos y niños). Los estudios asignaron aleatoriamente a las personas a recibir cirugía o un tratamiento no quirúrgico. En nueve estudios, las personas fueron tratadas por una primera luxación, un estudio trató a personas después de luxaciones repetidas de la rótula. Las edades variaron de los 13 a los 27 años, y seis estudios incluyeron a niños. Los participantes de los estudios fueron controlados de uno a nueve años después de la lesión.
Resultados principales
Se desconoce si la cirugía comparada con un tratamiento no quirúrgico:
- redujo el número de luxaciones repetidas;
- afectó al funcionamiento de la rótula;
- aumentó o redujo el riesgo de efectos secundarios;
- influyó en el grado de satisfacción de las personas con el tratamiento;
- aumentó o redujo la inestabilidad de la rótula; o
- aumentó o redujo la necesidad de otra operación.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Los estudios fueron pequeños. Algunos presentaron deficiencias en el diseño y la realización. La calidad de la evidencia es muy baja. No hay mucha certeza sobre estos hallazgos.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
Esta revisión actualiza una revisión anterior. La evidencia está actualizada hasta diciembre de 2021.
No se sabe si la cirugía mejora el desenlace en comparación con el tratamiento no quirúrgico, ya que la certeza de la evidencia fue muy baja. Ningún ensayo con suficiente potencia estadística examinó a personas con luxación rotuliana recurrente. Se necesitan ensayos aleatorizados multicéntricos con la suficiente potencia. Para fundamentar el diseño y la realización de estos ensayos, debería lograrse el consenso de los expertos sobre la descripción mínima de las intervenciones tanto quirúrgicas como no quirúrgicas, y las variaciones anatomopatológicas que podrían ser pertinentes para la elección de estas intervenciones.
La luxación rotuliana se produce cuando la rótula se desplaza por completo del surco troclear (femoral). Afecta hasta a 42/100 000 personas y es más frecuente entre los 20 y los 30 años. No está claro si el tratamiento quirúrgico o no quirúrgico es el mejor enfoque. Es importante saberlo, ya que la luxación recurrente se produce hasta en un 40% de las personas que sufren una luxación por primera vez (primaria). Esto puede reducir la calidad de vida y, como consecuencia, las personas tienen que modificar su estilo de vida. Esta revisión es necesaria para determinar si debe ofrecerse tratamiento quirúrgico o no quirúrgico a las personas después de una luxación rotuliana.
Evaluar los efectos (beneficiosos y perjudiciales) de las intervenciones quirúrgicas versus no quirúrgicas para el tratamiento de personas con luxación rotuliana primaria o recurrente.
Se realizaron búsquedas en diciembre de 2021 en el Registro Especializado del Grupo Cochrane de Lesiones óseas, articulares y musculares (Cochrane Bone, Joint and Muscle Trauma Group), el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL), MEDLINE, Embase, AMED, CINAHL, Physiotherapy Evidence Database y en registros de ensayos. Se estableció contacto con los autores correspondientes para identificar estudios adicionales.
Se incluyeron ensayos clínicos controlados aleatorizados y cuasialeatorizados que evaluaron intervenciones quirúrgicas versus no quirúrgicas para el tratamiento de la luxación rotuliana lateral primaria o recurrente en niños o adultos.
Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane. Los desenlaces principales fueron la luxación rotuliana recurrente y las puntuaciones de funcionalidad física y de la rodilla valoradas por los pacientes. Los desenlaces secundarios fueron la calidad de vida relacionada con la salud, la reincorporación a la actividad anterior, el dolor de rodilla durante la actividad o en reposo, los eventos adversos, la satisfacción comunicada por el paciente, los síntomas de inestabilidad de rodilla comunicados por el paciente y la posterior necesidad de cirugía de rodilla. Se utilizó GRADE para evaluar la calidad de la evidencia de cada desenlace.
Se incluyeron 10 estudios (ocho ensayos controlados aleatorizados [ECA] y dos cuasialeatorizados) con 519 participantes con luxación rotuliana. La media de edad de los estudios individuales fue de 13,0 a 27,2 años. Cuatro estudios incluyeron niños, principalmente adolescentes, además de adultos; dos solo reclutaron a niños. El seguimiento de los estudios varió de 1 a 14 años.
No se tiene confianza en la evidencia de todos los desenlaces de esta revisión porque se considera que la certeza de la evidencia es muy baja. Se rebajó cada desenlace tres niveles. Las razones incluyeron la imprecisión (cuando se notificaron menos de 100 eventos o el intervalo de confianza [IC] indicó tanto efectos beneficiosos como perjudiciales apreciables), el riesgo de sesgo (cuando los estudios tenían un alto riesgo de sesgo de realización, detección y desgaste) y la inconsistencia (en caso de que el análisis agrupado incluyera altos niveles de heterogeneidad estadística).
No se sabe si la cirugía reduce el riesgo de luxación recurrente tras una luxación rotuliana primaria en comparación con el tratamiento no quirúrgico en un seguimiento de dos a nueve años. Según un riesgo ilustrativo de luxación recurrente en 348 personas por cada 1000 en el grupo no quirúrgico, se observó que 157 personas menos por cada 1000 (IC del 95%: 209 menos a 87 menos) sufrieron luxación recurrente después de la cirugía (ocho estudios, 438 participantes).
No se sabe si la cirugía mejora las puntuaciones de rodilla y funcionalidad valoradas por los pacientes. Los estudios midieron este desenlace utilizando diferentes escalas (la escala de actividad de Tegner, la Knee Injury and Osteoarthritis Outcome Score, la Lysholm, la Kujala Patellofemoral Disorders score y la escala visual analógica de Hughston). La puntuación utilizada con más frecuencia fue la Kujala Patellofemoral Disorders. Esta indicó que las personas del grupo quirúrgico tenían una puntuación media de 5,73 puntos más alta en el seguimiento de dos a nueve años (IC del 95%: 2,91 inferior a 14,37 superior; siete estudios, 401 participantes). En esta escala de 100 puntos, las puntuaciones más altas indican una mejor funcionalidad, y un cambio en la puntuación de 10 puntos se considera clínicamente importante; por lo tanto, este IC incluye una posible mejora significativa.
No se sabe con certeza si la cirugía aumenta el riesgo de eventos adversos. Sobra la base de un supuesto riesgo de incidencia global de complicaciones durante los dos primeros años en 277 personas de cada 1000 en el grupo no quirúrgico, 335 personas más por cada 1000 (IC del 95%: 75 menos a 723 más) presentaron un evento adverso en el grupo quirúrgico (dos estudios, 144 participantes).
Tres estudios (176 participantes) evaluaron la satisfacción de los participantes entre los dos y los nueve años de seguimiento e informaron de escasas diferencias entre los grupos. Sobre la base de un supuesto riesgo de 763 por cada 1000 participantes no quirúrgicos que comunicaron desenlaces excelentes o buenos, 7 participantes más por cada 1000 (IC del 95%: 199 menos a 237 más) comunicaron una satisfacción excelente o buena.
Cuatro estudios (256 participantes) evaluaron la subluxación rotuliana recurrente entre los dos y los nueve años de seguimiento. Sobre la base de un supuesto riesgo de subluxación rotuliana en 292 de cada 1000 participantes del grupo no quirúrgico, 73 personas menos por cada 1000 (IC del 95%: 146 menos a 35 más) tuvieron una subluxación rotuliana a consecuencia de la cirugía.
El número de personas que se sometieron a una intervención quirúrgica posterior fue ligeramente superior en el grupo no quirúrgico. Los datos agrupados de seguimiento de dos a nueve años de tres ensayos (195 participantes) indicaron que, sobre la base de un supuesto riesgo de un cirugía posterior en 215 personas por cada 1000 del grupo no quirúrgico, 118 personas menos por cada 1000 (IC del 95%: 200 menos a 372 más) se sometieron a una cirugía posterior después de la cirugía primaria.
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