Mensajes clave
- No se sabe si los suplementos nutricionales además de la dieta normal son mejores para las personas sometidas a cirugía digestiva debido a la falta de confianza en la evidencia.
- Existe alguna evidencia de que los suplementos orales reducen las infecciones en personas que han perdido peso o están desnutridas.
- Es necesario seguir investigando en este campo.
Antecedentes
Las personas que van a someterse a una cirugía digestiva suelen presentar desnutrición antes de la operación (es decir, tienen un nivel de alimentación deficiente, posiblemente porque su dieta no contiene la cantidad suficiente de nutrientes o porque su organismo no los absorbe bien). Esto puede aumentar la posibilidad de muerte, otras enfermedades o problemas, y dar lugar a estancias hospitalarias más largas. Los estudios de investigación muestran que la desnutrición y la pérdida de peso están relacionadas con infecciones y otras complicaciones tras una cirugía digestiva, como una mala cicatrización en el lugar de la cirugía, que el corazón no bombee adecuadamente la sangre por el cuerpo, o se produzcan coágulos sanguíneos o hemorragias. Se examinaron los efectos de proporcionar alimentación extra a las personas antes de una operación.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quería saber si la administración de suplementos nutricionales por vía oral, a través de una sonda en el estómago (enteral) o a través de una sonda en las venas (parenteral) además de la comida normal antes de una operación en el tubo digestivo conllevaría menos complicaciones no infecciosas (es decir, complicaciones distintas de una infección), complicaciones infecciosas (es decir, complicaciones relacionadas con infecciones en el sitio de la operación o en otra parte del cuerpo) y estancias más cortas en el hospital. En cuanto a los suplementos orales, se analizaron los suplementos estándar y los suplementos inmunoestimulantes (enriquecidos con ingredientes que refuerzan el sistema inmunitario del organismo para ayudarle a combatir las infecciones).
¿Qué se hizo?
Se realizaron búsquedas en las bases de datos científicas en busca de estudios pertinentes que compararan la terapia nutricional adicional versus la atención habitual en personas sometidas a cirugía digestiva.
Principales hallazgos
Se identificaron 16 estudios con 2164 participantes. Para la alimentación parenteral y enteral, no está claro si hubo algún efecto sobre el número de personas con una complicación no infecciosa, una complicación infecciosa o en la duración de la estancia hospitalaria. En el caso de los suplementos orales con ingredientes potenciadores del sistema inmunitario, no se supo con certeza si hubo algún efecto sobre el número de personas con una complicación no infecciosa, una complicación infecciosa o en la duración de la estancia hospitalaria. En el caso de los suplementos orales estándar, se observó poco o ningún efecto sobre el número de personas con complicaciones infecciosas o no infecciosas. Aunque en dos estudios que analizaron a personas que perdían peso o estaban desnutridas, los suplementos orales estándar probablemente redujeron las infecciones. Los suplementos orales estándar podrían reducir la duración de la estancia hospitalaria en comparación con la atención habitual.
¿Cuáles son las limitaciones de esta evidencia?
La confianza en los resultados fue limitada, ya que, por ejemplo, algunos estudios eran antiguos, los métodos y los resultados variaban de un estudio a otro y, en algunos estudios, los participantes y los investigadores sabían qué tratamiento recibían, por lo que podían haber favorecido un tratamiento en detrimento de otro.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
Esta es una actualización de una revisión publicada por primera vez en 2012. La última búsqueda se realizó el 28 de marzo de 2023.
No fue posible determinar si la nutrición parenteral, la nutrición enteral, la nutrición inmunoestimulante o los suplementos nutricionales orales estándar tienen algún efecto sobre los desenlaces clínicos debido a la evidencia de certeza muy baja. Existe alguna evidencia de que los suplementos nutricionales orales estándar podrían no tener efectos sobre las complicaciones. El análisis de sensibilidad mostró que los suplementos nutricionales orales estándar probablemente redujeron las infecciones en los participantes con pérdida de peso o desnutrición. Se necesitan más estudios de investigación multicéntricos de calidad alta que tengan en cuenta el programa de ERAS y que se realicen en países de ingresos bajos y medios.
El estado nutricional preoperatorio deficiente se ha vinculado de forma sistemática con un aumento de las complicaciones posoperatorias y con peores desenlaces quirúrgicos. Se ha actualizado esta revisión publicada por primera vez en 2012.
Evaluar los efectos de la terapia nutricional preoperatoria en comparación con la atención habitual en personas sometidas a cirugía gastrointestinal.
Se realizaron búsquedas en el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL), MEDLINE, EMBASE, otras tres bases de datos y dos registros de ensayos el 28 de marzo de 2023. También se hicieron búsquedas en las listas de referencias de los estudios incluidos.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) de personas sometidas a cirugía gastrointestinal y que recibían terapia nutricional preoperatoria, que incluye nutrición parenteral, nutrición enteral o suplementos nutricionales orales, en comparación con la atención habitual. Solo se incluyó la terapia nutricional que contenía macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas) y micronutrientes, y se excluyeron los estudios que evaluaron solo nutrientes. Los estudios se incluyeron independientemente del estado nutricional de los participantes, es decir, participantes bien nutridos, participantes en riesgo de desnutrición o poblaciones mixtas. Se excluyeron los estudios en personas sometidas a cirugía pancreática y hepática.
Los desenlaces principales de la revisión fueron las complicaciones no infecciosas, las complicaciones infecciosas y la duración de la estancia hospitalaria. Los desenlaces secundarios fueron los aspectos nutricionales, la calidad de vida, el cambio en la ingesta de macronutrientes, los parámetros bioquímicos, la mortalidad perioperatoria a los 30 días y los efectos adversos.
Se utilizó la metodología Cochrane estándar. El riesgo de sesgo se evaluó mediante la herramienta RoB 1 y se aplicó el sistema GRADE para evaluar la certeza de la evidencia.
Se incluyeron 16 ECA que informaron 19 comparaciones (2164 participantes). Siete estudios fueron nuevos para esta actualización. La edad de los participantes varió entre los 21 y los 79 años, y el 62% eran hombres. Tres ECA utilizaron nutrición parenteral, dos nutrición enteral, ocho nutrición inmunoestimulante y seis suplementos nutricionales orales estándar. Todos los estudios incluyeron grupos mixtos de participantes bien nutridos y desnutridos; utilizaron diferentes métodos para identificar la desnutrición y la notificaron de diferentes maneras. No todos los estudios incluidos se realizaron en el marco de un programa de mejora de la recuperación tras la cirugía (Enhanced Recovery After Surgery [ERAS]), que es la práctica clínica actual en la mayoría de los hospitales que realizan cirugía gastrointestinal (GI).
Hubo preocupaciones con respecto al riesgo de sesgo en todos los estudios y 14 de ellos tuvieron alto riesgo de sesgo debido a la falta de cegamiento.
No está claro si la nutrición parenteral tiene algún efecto sobre la cantidad de participantes que presentaron una complicación no infecciosa (razón de riesgos [RR] 0,61; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,36 a 1,02; tres ECA, 260 participantes; evidencia de certeza muy baja); una complicación infecciosa (RR 0,98; IC del 95%: 0,53 a 1,80; tres ECA, 260 participantes; evidencia de certeza muy baja) o en la duración de la estancia hospitalaria (diferencia de medias [DM] 5,49 días; IC del 95%: 0,02 a 10,96; dos ECA, 135 participantes; evidencia de certeza muy baja).
Ninguno de los estudios de nutrición enteral informó las complicaciones no infecciosas como desenlace. No está clara la evidencia acerca del efecto de la nutrición enteral sobre el número de participantes con complicaciones infecciosas después de la cirugía (RR 0,90; IC del 95%: 0,59 a 1,38; dos ECA, 126 participantes; evidencia de certeza muy baja) ni sobre la duración de la estancia hospitalaria (DM 5,10 días; IC del 95%: -1,03 a 11,23; dos ECA, 126 participantes; evidencia de certeza muy baja).
La nutrición inmunoestimulante comparada con los controles podría tener un efecto escaso o nulo sobre la cantidad de participantes que presentan una complicación no infecciosa (RR 0,79; IC del 95%: 0,62 a 1,00; ocho ECA; 1020 participantes; evidencia de certeza baja), complicaciones infecciosas (RR 0,74; IC del 95%: 0,53 a 1,04; siete ECA, 925 participantes; evidencia de certeza baja) o sobre la duración de la estancia hospitalaria (DM -1,22 días; IC del 95%: -2,80 a 0,35; seis ECA, 688 participantes; evidencia de certeza baja).
Los suplementos nutricionales orales estándar podrían tener poco o ningún efecto sobre la cantidad de participantes con una complicación no infecciosa (RR 0,90; IC del 95%: 0,67 a 1,20; cinco ECA, 473 participantes; evidencia de certeza baja) o sobre la duración de la estancia hospitalaria (DM -0,65 días; IC del 95%: -2,33 a 1,03; tres ECA, 299 participantes; evidencia de certeza baja). Es muy incierta la evidencia acerca del efecto de los suplementos nutricionales orales sobre el número de participantes con una complicación infecciosa (RR 0,88; IC del 95%: 0,60 a 1,27; cinco ECA, 473 participantes; evidencia de certeza muy baja). El análisis de sensibilidad basado en los participantes desnutridos y con pérdida de peso encontró que los suplementos nutricionales orales podrían dar lugar a una ligera reducción de las infecciones (RR 0,58; IC del 95%: 0,40 a 0,85; dos ECA, 184 participantes).
Los estudios informaron sobre algunos desenlaces secundarios, pero no de forma consistente.
En los ECA que incluyeron nutrición parenteral se produjeron complicaciones asociadas a los catéteres venosos centrales. Los eventos adversos en los ECA de nutrición enteral, nutrición inmunoestimulante y suplementos nutricionales orales estándar incluyeron náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal.
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