¿Qué son los problemas del sueño en las personas con demencia?
Las personas con demencia suelen tener problemas del sueño, como aumento de la duración y el número de despertares y mayor cantidad de sueño ligero. Estos trastornos causan una serie de problemas a la persona afectada, a sus familiares y a los cuidadores, pudiendo provocar sufrimiento en estos y el ingreso de las personas con demencia en residencias de mayores o de larga estancia.
¿Pueden ayudar las intervenciones no médicas?
Como no se sabe si los medicamentos pueden ayudar a mejorar el sueño de las personas con demencia, a menudo se recomiendan intervenciones no médicas. Entre ellas están la fototerapia, las actividades sociales y físicas, los cambios del entorno (como reducir el ruido y la luz por la noche) o evitar el sueño diurno. Asimismo, existen programas de intervención que constan de más de uno de estos componentes (las denominadas "intervenciones multimodales"; p. ej., la combinación de fototerapia y actividades para personas con demencia).
¿Qué se quería averiguar?
Se buscaron ensayos clínicos que evaluaran los efectos de intervenciones no médicas para las personas con demencia y problemas del sueño. Se quería averiguar si estas intervenciones o programas pueden favorecer el sueño y evitar los efectos secundarios en las personas con demencia y sus cuidadores.
¿Qué se hizo?
Se buscaron ensayos controlados aleatorizados (un diseño de estudio que generalmente aporta la evidencia más fiable sobre los efectos de un tratamiento) que evaluaran cualquier intervención no médica para mejorar el sueño en personas con demencia. Se compararon y resumieron los resultados de los estudios y la confianza en la evidencia se calificó sobre la base de factores como los métodos de estudio y el número de participantes.
¿Qué se encontró?
Se identificaron 19 estudios con 1335 participantes. Los estudios incluyeron entre 13 y 193 participantes con problemas del sueño y demencia. Todos los estudios aplicaron una o más intervenciones no médicas (es decir, fototerapia, actividades físicas y sociales, intervenciones con los cuidadores, restricción del sueño diurno, masaje terapéutico de espalda con movimientos lentos o electroestimulación transcraneal [un método que administra una corriente eléctrica baja en el cuero cabelludo que modifica la función cerebral]). Siete estudios evaluaron intervenciones multimodales. Los estudios evaluaron el sueño de diferentes maneras, pero la mayoría utilizó la actigrafía, que consiste en una pulsera para medir el sueño nocturno.
Resultados principales
- Las intervenciones de actividad física, las actividades sociales, las intervenciones con los cuidadores y las intervenciones multimodales podrían mejorar de forma ligera o modesta el sueño nocturno en las personas con demencia.
- No se encontró evidencia de que la fototerapia, el masaje terapéutico de espalda con movimientos lentos o la electroestimulación transcraneal reduzcan los problemas del sueño en las personas con demencia.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Aunque fue posible incluir 19 estudios con 1335 participantes que evaluaron intervenciones no médicas para evitar los trastornos del sueño en las personas con demencia, no fue posible establecer conclusiones firmes debido principalmente a las diferencias importantes entre las intervenciones y a la falta de calidad metodológica. Por lo tanto, los resultados de esta revisión se deben interpretar con cautela y se necesitan con urgencia estudios de calidad alta.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta el 13 de enero de 2022.
A pesar de la inclusión de 19 ensayos controlados aleatorizados, falta evidencia concluyente con respecto a las intervenciones no farmacológicas para los problemas del sueño en las personas con demencia. Aunque ni las intervenciones únicas ni las multimodales mejoraron de forma sistemática el sueño con suficiente certeza, se encontraron algunos efectos positivos en las actividades físicas y sociales, así como en las intervenciones con los cuidadores. Los estudios futuros deben utilizar métodos rigurosos para desarrollar y evaluar la efectividad de las intervenciones multimodales utilizando las guías actuales sobre el desarrollo y la evaluación de intervenciones complejas. En la actualidad, ninguna intervención individual o multimodal se puede identificar claramente como adecuada para una aplicación generalizada.
Los trastornos del sueño son frecuentes en las personas con demencia, con una prevalencia informada de hasta el 40%. Los problemas más comunes son un aumento en el número y la duración de los despertares y un mayor porcentaje de sueño ligero. Los trastornos del sueño están asociados con una serie de problemas para las personas con demencia, sus familiares y cuidadores. En las personas con demencia, pueden provocar un empeoramiento de los síntomas cognitivos, comportamientos desafiantes, como inquietud o deambulación y otros efectos perjudiciales, como caídas accidentales. Los trastornos del sueño también se asocian con sufrimiento significativo en los cuidadores y se han señalado como un factor que contribuye al internamiento de las personas con demencia. Debido a que los métodos farmacológicos han mostrado resultados poco satisfactorios, es necesario resumir la evidencia de los estudios de investigación sobre las estrategias no farmacológicas para mejorar el sueño en personas con demencia. Dado que las intervenciones suelen ser complejas, constan de más de un componente activo, y se aplican en contextos complejos, identificar los componentes eficaces de la intervención podría no ser sencillo.
Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de las intervenciones no farmacológicas sobre los trastornos del sueño en personas con demencia en comparación con la atención habitual, ningún tratamiento, cualquier otra intervención no farmacológica o cualquier tratamiento farmacológico destinado a mejorar el sueño, y describir los componentes y procesos de cualquier intervención compleja incluida.
Se utilizaron los métodos exhaustivos estándares de búsqueda de Cochrane. La última búsqueda se realizó el 13 de enero de 2022.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados por individuo o conglomerados en personas con demencia que compararon intervenciones no farmacológicas para mejorar el sueño en comparación con la atención habitual u otras intervenciones de cualquier tipo. Los estudios elegibles debían tener un desenlace principal relacionado con el sueño. Se incluyeron personas con diagnóstico de demencia y problemas de sueño al inicio del estudio, independientemente de la edad, el tipo de demencia, la gravedad del deterioro cognitivo o el contexto. Los estudios que informaron resultados de una muestra mixta (p. ej., en una residencia de mayores) solo se consideraron para inclusión si al menos el 80% de los participantes presentaba demencia.
Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane. Los desenlaces principales fueron 1. desenlaces objetivos relacionados con el sueño (p. ej., tiempo total de sueño nocturno, tiempo de sueño consolidado por la noche, eficiencia del sueño, tiempo total de vigilia por la noche [o tiempo pasado despierto después del inicio del sueño], número de despertares nocturnos, latencia del inicio del sueño, proporción de sueño diurno/nocturno, proporción de sueño nocturno/total durante 24 horas) y 2. eventos adversos. Los desenlaces secundarios fueron 3. desenlaces subjetivos relacionados con el sueño, 4. síntomas conductuales y psicológicos de demencia, 5. calidad de vida, 6. estado funcional, 7. internamiento, 8. cumplimiento de la intervención y 9. tasas de deserción. Se utilizó GRADE para evaluar la certeza de la evidencia y se eligieron los desenlaces clave que se incluirían en las tablas de resumen de los hallazgos.
Se incluyeron 19 ensayos controlados aleatorizados con 1335 participantes asignados a grupos de tratamiento o control. Catorce estudios se realizaron en residencia de mayores, tres incluyeron a personas que residían en sus domicilios, uno incluyó a «pacientes hospitalizados», uno incluyó a personas de un centro de salud mental y uno incluyó a personas de centros comunitarios de distrito para personas mayores. Catorce estudios se realizaron en EE.UU. También se identificaron nueve estudios en curso.
Todos los estudios aplicaron una o más intervenciones no farmacológicas destinadas a mejorar el sueño fisiológico en personas con demencia y problemas del sueño. La intervención individual examinada con más frecuencia fue alguna forma de fototerapia (seis estudios), cinco estudios incluyeron actividades físicas o sociales, tres estudios analizaron intervenciones con los cuidadores, uno analizó la restricción del sueño diurno, otro un masaje terapéutico lento de espalda y otro la electroestimulación transcraneal. Siete estudios examinaron intervenciones complejas multimodales.
El riesgo de sesgo de los estudios incluidos con frecuencia fue incierto debido a un informe incompleto. Por lo tanto, ningún estudio se consideró con bajo riesgo de sesgo.
No está claro si la fototerapia tiene algún efecto sobre los desenlaces relacionados con el sueño (evidencia de certeza muy baja). Las actividades físicas podrían aumentar ligeramente el tiempo total de sueño nocturno y la eficiencia del sueño, a la vez que podrían reducir el tiempo total despierto por la noche y reducir ligeramente el número de despertares nocturnos (evidencia de certeza baja). Las actividades sociales podrían aumentar ligeramente el tiempo total de sueño nocturno y la eficiencia del sueño (evidencia de certeza baja). Las intervenciones con los cuidadores podrían aumentar modestamente el tiempo total de sueño nocturno, podrían aumentar ligeramente la eficiencia del sueño y podrían disminuir modestamente el tiempo total despierto durante la noche (evidencia de certeza baja de un estudio). Las intervenciones multimodales podrían aumentar modestamente el tiempo total de sueño nocturno y podrían reducir modestamente el tiempo total de vigilia por la noche, pero podrían dar lugar a poca o ninguna diferencia en el número de despertares (evidencia de certeza baja). No están claros los efectos de las intervenciones multimodales sobre la eficiencia del sueño (evidencia de certeza muy baja). Se encontró evidencia de certeza baja de que las restricciones del sueño diurno, el masaje terapéutico lento de espalda y la electroestimulación transcraneal podrían producir poca o ninguna diferencia en los desenlaces relacionados con el sueño.
Solo dos estudios proporcionaron información sobre los eventos adversos, detectando solo unos pocos eventos de este tipo en los grupos de intervención.
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