Evaluar la efectividad y seguridad de las estrategias farmacológicas y no farmacológicas comparadas entre sí, con placebo o con ningún tratamiento para la reducción del peso en mujeres con obesidad y subfertilidad.
Antecedentes
Para prevenir los efectos adversos de la obesidad, se recomienda la pérdida de peso como primera línea de tratamiento para las mujeres con obesidad que buscan un embarazo. La efectividad de las intervenciones farmacológicas y no farmacológicas para las mujeres con obesidad y subfertilidad no está clara.
Características de los estudios
Se encontraron diez ensayos aleatorizados que compararon estrategias farmacológicas y no farmacológicas en 1490 mujeres con obesidad y subfertilidad.
Resultados clave
La falta de datos es una de las principales preocupaciones en la interpretación de estos datos. Solo se incluyeron diez estudios en el análisis. Tres estudios compararon una intervención no farmacológica con ninguna intervención o placebo. No existe seguridad acerca de si la dieta versus ninguna intervención mejora los nacidos vivos, el embarazo en curso, el embarazo clínico o los episodios adversos. Una intervención sobre la dieta o el estilo de vida podría dar lugar a un cambio en el peso con el índice de masa corporal (IMC). La evidencia no fue suficientes para mostrar una diferencia en el cociente cintura-cadera (CCC) con la dieta o el cambio en el estilo de vida, en comparación con ninguna intervención. Ningún estudio informó sobre la calidad de vida o los desenlaces de salud mental para esta comparación.
Un estudio comparó intervenciones no farmacológicas (intervención intensiva para la pérdida de peso versus asesoramiento nutricional como atención estándar); sin embargo, debido a la calidad muy baja de la evidencia, no se sabe con certeza si las intervenciones intensivas para la pérdida de peso mejoran los nacidos vivos, el embarazo clínico, la calidad de vida o los desenlaces de salud mental. Ningún estudio informó sobre los episodios adversos o los cambios en el peso, para esta comparación.
Tres estudios informaron sobre intervenciones farmacológicas versus farmacológicas. La evidencia no fue suficiente para mostrar una diferencia en los episodios adversos entre la metformina y la metformina junto con liraglutida. La evidencia no fue suficiente para demostrar una diferencia entre la combinación de metformina, clomifeno y L-carnitina versus metformina, clomifeno y placebo en el aborto espontáneo. La evidencia no fue suficiente para mostrar una diferencia entre la combinación de metformina, clomifeno y L-carnitina versus metformina, clomifeno y placebo o metformina más liraglutida versus metformina en el embarazo clínico. La evidencia no fue suficiente para demostrar una diferencia entre la combinación de metformina, clomifeno y L-carnitina versus metformina, clomifeno y placebo en el cambio en el peso cuando se utiliza el IMC. Además, la evidencia no fue suficiente para mostrar una diferencia entre la dexfenfluramina versus placebo o metformina más liraglutida versus metformina para la pérdida de peso en kilogramos, o el porcentaje de grasa corporal total. Ningún estudio informó sobre los nacidos vivos y el cambio en la calidad de vida o los desenlaces de salud mental para esta comparación.
En la comparación de intervención farmacológica versus ninguna intervención o placebo se incluyeron tres estudios. La evidencia no fue suficiente para mostrar una diferencia entre los grupos de metformina y control con respecto a los nacidos vivos. La evidencia no fue suficiente para mostrar una diferencia entre la metformina comparada con placebo en cuanto a los nacidos vivos, los embarazos clínicos o los episodios adversos. La evidencia no fue suficiente para demostrar una diferencia entre la dieta combinada con metformina versus la dieta combinada con placebo en el cambio en el peso cuando se utiliza el IMC o el CCC. Ningún estudio informó sobre la calidad de vida o los desenlaces de salud mental para esta comparación.
No se encontraron estudios que compararan intervenciones no farmacológicas con farmacológicas.
Calidad de la evidencia
La evidencia fue de calidad muy baja a baja. Las principales limitaciones se debieron a la falta de estudios y a la escasa información sobre los métodos de estudio. Las principales razones para disminuir la calidad de la evidencia fueron la falta de detalles para evaluar el riesgo de sesgo (asignación al azar y ocultación de la asignación), la falta de cegamiento y la imprecisión.
La evidencia no es suficiente para apoyar el uso de estrategias farmacológicas y no farmacológicas para las mujeres con obesidad y subfertilidad. No se dispone de datos para comparar las estrategias farmacológicas con las no farmacológicas. No se sabe si las estrategias farmacológicas o no farmacológicas afectan a los nacidos vivos, los embarazos en curso, los eventos adversos, los embarazos clínicos, la calidad de vida o los desenlaces de salud mental. Sin embargo, en el caso de las mujeres con obesidad y subfertilidad, una intervención sobre el estilo de vida podría reducir el IMC. Los estudios futuros deberán comparar una combinación de intervenciones farmacológicas y sobre el estilo de vida para las mujeres con obesidad y subfertilidad.
Los médicos recomiendan principalmente la pérdida de peso a las mujeres con obesidad que buscan un embarazo. La efectividad de las intervenciones dirigidas a la pérdida de peso en mujeres con obesidad y subfertilidad no está clara.
Evaluar la efectividad y seguridad de las estrategias farmacológicas y no farmacológicas comparadas entre sí, con placebo o con ningún tratamiento para lograr la pérdida de peso en mujeres con obesidad y subfertilidad.
Se realizaron búsquedas en el Registro especializado del CGF, CENTRAL, MEDLINE, Embase, PsycINFO y AMED desde el inicio hasta el 18 de agosto de 2020. También se revisaron las listas de referencias y se estableció contacto con expertos en el tema para obtener otros trabajos relevantes.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados publicados y no publicados en los que la pérdida de peso fue el objetivo principal de la intervención. Los desenlaces principales de efectividad fueron los nacidos vivos o los embarazos en curso y los desenlaces principales de seguridad fueron los abortos y los eventos adversos. Los desenlaces secundarios incluyeron el embarazo clínico, el cambio en el peso, la calidad de vida y los desenlaces de salud mental.
Los autores de la revisión siguieron la metodología Cochrane estándar.
Esta revisión incluye diez ensayos. La evidencia fue de calidad muy baja a baja: las principales limitaciones se debieron a la falta de estudios y a la información deficiente de los métodos de estudio. Las principales razones para disminuir la calidad de la evidencia fueron la falta de detalles para evaluar el riesgo de sesgo (asignación al azar y ocultación de la asignación), la falta de cegamiento y la imprecisión.
Intervención no farmacológica versus ninguna intervención o placebo
La evidencia no es suficiente para determinar si una intervención sobre la dieta o el estilo de vida comparada con ninguna intervención afecta a los nacidos vivos (odds ratio [OR] 0,85; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,65 a 1,11; 918 mujeres, tres estudios; I² = 78%; evidencia de calidad baja). Lo anterior indica que, si se supone que la probabilidad de que se produzca un nacido vivo sin intervención es del 43%, la probabilidad tras los cambios en la dieta o el estilo de vida sería del 33% al 46%. No se sabe si el cambio en el estilo de vida comparado con ninguna intervención afecta la tasa de abortos espontáneos (OR 1,54; IC del 95%: 0,99 a 2,39; 917 mujeres, tres estudios; I² = 0%; evidencia de calidad muy baja). La evidencia no es suficiente para determinar si el cambio en el estilo de vida comparado con ninguna intervención afecta al embarazo clínico (OR 1,06; IC del 95%: 0,81 a 1,40; 917 mujeres, tres estudios; I² = 73%; evidencia de calidad baja). La intervención sobre el estilo de vida dio lugar a una disminución del índice de masa corporal (IMC), pero los datos no se agruparon debido a la heterogeneidad del efecto (diferencia de medias [DM] -3,70; IC del 95%: -4,10 a -3,30; 305 mujeres, un estudio; evidencia de calidad baja; y DM -1,80; IC del 95%: -2,67 a -0,93; 43 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja).
Intervención no farmacológica versus intervención no farmacológica
No se sabe con certeza si las intervenciones intensivas para la pérdida de peso, en comparación con el asesoramiento nutricional como atención estándar, afectan a los nacidos vivos (OR 11,00; IC del 95%: 0,43 a 284; 11 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja), el embarazo clínico (OR 11,00; IC del 95%: 0,43 a 284; 11 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja), el IMC (DM -3,00; IC del 95%: -5,37 a -0,63; 11 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja), el cambio en el peso (DM -9,00; IC del 95%: -15,50 a -2,50; 11 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja), la calidad de vida (DM 0,06; IC del 95%: -0,03 a 0,15; 11 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja) o la salud mental (DM -7,00; IC del 95%: -13,92 a -0,08; 11 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja). Ningún estudio informó sobre los eventos adversos.
Intervención farmacológica versus farmacológica
Para la metformina más liraglutida en comparación con la metformina, no existe certeza acerca de un efecto sobre los eventos adversos náuseas (OR 7,22; IC del 95%: 0,72 a 72,7; 28 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja), diarrea (OR 0,31; IC del 95%: 0,01 a 8,3; 28 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja) y cefalea (OR 5,80; IC del 95%: 0,25 a 133; 28 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja). No se sabe con certeza si la combinación de metformina más liraglutida versus metformina afecta el IMC (DM 2,1; IC del 95%: -0,42 a 2,62; 28 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja) y la grasa corporal total (DM -0,50; IC del 95%: -4,65 a 3,65; 28 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja).
En el caso de metformina, clomifeno y L-carnitina versus metformina, clomifeno y placebo, no existe certeza acerca de que haya un efecto sobre el aborto espontáneo (OR 3,58; IC del 95%: 0,73 a 17,55; 274 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja), el embarazo clínico (OR 5,56; IC del 95%: 2,57 a 12,02; 274 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja) o el IMC (DM -0,3; IC del 95%: 1,17 a 0,57; 274 mujeres, un estudio, evidencia de calidad muy baja).
No se sabe con certeza si la dexfenfluramina versus placebo afecta la pérdida de peso en kilogramos (DM -0,10; IC del 95%: -2,77 a 2,57; 21 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja). Ningún estudio informó sobre los nacidos vivos, la calidad de vida o los desenlaces de salud mental.
Intervención farmacológica versus ninguna intervención o placebo
No existe certeza acerca de si la metformina comparada con placebo afecta a los nacidos vivos (OR 1,57; IC del 95%: 0,44 a 5,57; 65 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja). Lo anterior indica que, si se supone que la probabilidad de que se produzca un nacido vivo tras placebo es del 15%, la probabilidad tras la metformina sería del 7% al 50%. No se sabe con certeza si la metformina comparada con placebo afecta los eventos adversos gastrointestinales (OR 0,91; IC del 95%: 0,32 a 2,57; 65 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja), el aborto espontáneo (OR 0,50; IC del 95%: 0,04 a 5,80; 65 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja) o el embarazo clínico (OR 2,67; IC del 95%: 0,90 a 7,93; 96 mujeres, dos estudios; I² = 48%; evidencia de calidad muy baja). Tampoco se sabe con certeza si la dieta combinada con metformina versus dieta y placebo afecta el IMC (DM -0,30; IC del 95%: -2,16 a 1,56; 143 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja) o el cociente cintura-cadera (CCC) (DM 2,00; IC del 95%: -2,21 a 6,21; 143 mujeres, un estudio; evidencia de calidad muy baja).
Intervención farmacológica versus no farmacológica
Ningún estudio realizó esta comparación.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.