¿Qué son las enfermedades cardiovasculares?
Las enfermedades cardiovasculares (EC) son la causa principal de muerte en todo el mundo. El tabaquismo, la diabetes y el sobrepeso son factores de riesgo de las EC, lo que significa que aumentan las posibilidades de padecerlas. Las EC se pueden prevenir a menudo con un estilo de vida saludable, como mantener un peso saludable o perder peso si es necesario.
Seguir una dieta
Algunas personas deciden perder peso siguiendo una dieta; por ejemplo, comiendo menos grasas o reduciendo el número de calorías que ingieren. El ayuno intermitente es un tipo de dieta que implica patrones de alimentación y ayuno (no comer alimentos); no limita los alimentos que se comen, sino que limita cuándo se pueden comer. Los patrones de alimentación en el ayuno intermitente incluyen: ayunar uno o dos días a la semana; ayunar en días alternos; o comer sólo durante ciertas horas y ayunar al menos 12 horas cada día.
¿Por qué se ha elaborado esta revisión Cochrane?
Las dietas que incluyen el ayuno intermitente se han vuelto populares. Se quería determinar si el ayuno intermitente podía reducir o prevenir las EC.
¿Qué se hizo?
Se buscaron los estudios que compararan el ayuno intermitente con la "alimentación habitual" (se comen los alimentos que se quiere cuando se quiere), o con las dietas de "restricción calórica" (se limita el número de calorías que se ingieren).
Se quería determinar si el ayuno intermitente afecta la mortalidad, la mortalidad cardiovascular, al riesgo de ictus, de infarto o de insuficiencia cardíaca. También se analizó si el ayuno intermitente afecta el peso corporal y los niveles de glucosa en sangre.
Fecha de búsqueda: se incluyó la evidencia publicada hasta el 12 de diciembre de 2019.
Qué se encontró
Se encontraron 26 estudios relevantes; luego se utilizaron los resultados de 18 de los estudios para comparar las diferentes dietas. Los 18 estudios incluyeron a 1125 adultos (mayores de 18 años). Algunas personas de los estudios tenían factores de riesgo de EC y otras no tenían factores de riesgo. La mayoría de los estudios fueron financiados por universidades y centros de investigación; dos estudios fueron financiados por empresas que fabrican alimentos dietéticos.
Los estudios compararon el ayuno intermitente con la alimentación habitual (en siete estudios); las dietas de restricción calórica (ocho estudios); y la alimentación habitual y las dietas de restricción calórica (tres estudios). Los estudios tuvieron una duración de cuatro semanas a seis meses. Los resultados se informaron al cabo de tres meses (a corto plazo) y entre tres y 12 meses (a medio plazo).
No se encontraron datos sobre la mortalidad, la mortalidad cardiovascular ni el riesgo de ictus, infarto de miocardio o insuficiencia cardíaca.
Se encontró que las personas podrían perder más peso con el ayuno intermitente que con la alimentación habitual durante tres meses (evidencia de siete estudios en 224 personas); pero no cuando se compara con dietas de restricción calórica durante tres meses (diez estudios; 719 personas) o más tiempo (tres a 12 meses; cuatro estudios; 279 personas).
También se encontró que el ayuno intermitente no pareció afectar los niveles de glucosa en sangre cuando se comparó con la alimentación habitual durante tres meses (tres estudios; 95 personas); las dietas de restricción calórica durante tres meses (nueve estudios; 582 personas); o las dietas de restricción calórica durante tres a 12 meses (cuatro estudios; 279 personas).
Las pérdidas de peso y los cambios en los niveles de glucosa en sangre registrados en los estudios fueron pequeños. Estos cambios no se consideraron clínicamente significativos.
Sólo cuatro estudios informaron los efectos no deseados del ayuno intermitente: algunas personas que participaron informaron de leves dolores de cabeza. Sólo un estudio informó sobre el bienestar de las personas, mostrando un pequeño aumento en las puntuaciones del bienestar físico.
Confianza en los resultados
No se tiene confianza en los resultados de esta revisión. Se encontraron limitaciones en la forma en que los estudios se diseñaron, realizaron e informaron; y en algunos estudios, los resultados variaron ampliamente, o fueron contradictorios. Es probable que los resultados cambien si se dispone de más evidencia.
Mensajes clave
No se encontró evidencia suficiente de buena certeza para saber si el ayuno intermitente podría prevenir las EC. Se encontró que el ayuno intermitente podría ayudar a las personas a perder más peso que "comer de forma normal" (sin hacer dieta), pero fue similar a las dietas de restricción calórica. Se necesitan más estudios de investigación para comprobar los efectos beneficiosos y los posibles efectos perjudiciales del ayuno intermitente, así como para comprobar si podría afectar a la cantidad de personas que mueren o padecen EC.
No existe certeza acerca de los efectos del ayuno intermitente en eventos clínicos como la mortalidad, el infarto de miocardio y la insuficiencia cardíaca debido a la falta de datos para estos desenlaces. Los metanálisis individuales muestran que el ayuno intermitente podría ser eficaz para adelgazar en comparación con la alimentación ad libitum y podría ser tan eficaz como la restricción energética continua. A pesar de ello, estos cambios parecen ser clínicamente insignificantes en el seguimiento a corto plazo. La calidad de la evidencia disponible es baja a muy baja, lo que significa que quedan muchas áreas de incertidumbre. Se necesitan estudios de investigación adicionales para comprender qué grupos de pacientes se beneficiarían del ayuno intermitente y cuáles no (p.ej., pacientes con diabetes o trastornos alimentarios), así como el efecto sobre los desenlaces a más largo plazo, como la mortalidad por cualquier causa y el infarto de miocardio.
Las enfermedades cardiovasculares (EC) son la causa principal de muerte en todo el mundo. Los cambios en el estilo de vida están a la vanguardia de la prevención de la enfermedad. Esto incluye consejos como aumentar la actividad física y llevar una dieta sana y equilibrada para reducir los factores de riesgo. El ayuno intermitente (AI) es un plan alimentario muy popular que consiste en restringir la ingesta de calorías a ciertos días de la semana, como el ayuno en días alternos y el ayuno periódico, y en restringir la ingesta a un número de horas en un día determinado, lo que se conoce como alimentación limitada por intervalos de tiempo. Se han investigado los efectos beneficiosos del AI y muchos ensayos controlados aleatorizados han analizado sus beneficios en la prevención de las EC.
Determinar el papel del AI en la prevención y la reducción del riesgo de EC en personas con o sin EC previas documentadas.
La búsqueda se realizó el 12 de diciembre de 2019; se hicieron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE y Embase. También se realizaron búsquedas en tres registros de ensayos y en las listas de referencias de los artículos incluidos. También se consultaron revisiones sistemáticas en busca de estudios adicionales. No se aplicaron restricciones de idioma.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados que compararon el AI con la alimentación ad libitum (comer en cualquier momento sin restricción calórica específica) o la restricción calórica continua (RCC). Los participantes debían ser mayores de 18 años y se incluyeron aquellos con y sin factores de riesgo cardiometabólico. El ayuno intermitente se clasificó en ayuno en días alternos, ayuno en días alternos modificado, ayuno periódico y alimentación limitada por intervalos de tiempo.
Cinco autores de la revisión seleccionaron de forma independiente los estudios para su inclusión y extracción de datos. Los desenlaces principales incluyeron la mortalidad por todas las causas, la mortalidad cardiovascular, el accidente cerebrovascular, el infarto de miocardio y la insuficiencia cardíaca. Los desenlaces secundarios incluyen el cambio absoluto en el peso corporal, y la glucosa. Además, también se observaron efectos secundarios como cefaleas y cambios en la calidad de vida. Para los datos continuos se calcularon las diferencias de medias (DM) agrupadas (con intervalos de confianza [IC] del 95%). Se estableció contacto con los autores de los ensayos para obtener los datos faltantes. Para evaluar la certeza de la evidencia se utilizó GRADE.
La búsqueda dio como resultado 39 165 registros tras eliminar los duplicados. De ellos, 26 estudios cumplieron los criterios de esta revisión y 18 se incluyeron en el análisis agrupado. Los 18 estudios incluyeron a 1125 participantes y observaron desenlaces en el transcurso de cuatro semanas a seis meses. De los datos analizados cuantitativamente, siete estudios compararon el AI con la alimentación ab libitum, ocho estudios compararon el AI con la RCC y tres estudios compararon el AI con la alimentación ad libitum y la RCC. Los desenlaces se informaron en el seguimiento a corto plazo (≤ 3 meses) y a medio plazo (> 3 meses a 12 meses).
Ninguno de los estudios incluidos informó acerca de la mortalidad por todas las causas, la mortalidad cardiovascular, el accidente cerebrovascular, el infarto de miocardio ni la insuficiencia cardíaca.
El peso corporal se redujo con el AI en comparación con la alimentación ad libitum a corto plazo (DM -2,88 kg; IC del 95%: -3,96 a -1,80; 224 participantes; siete estudios; evidencia de certeza baja). No está claro el efecto del AI en comparación con la RCC a corto plazo (DM -0,88 kg; IC del 95%: -1,76 a 0,00; 719 participantes; diez estudios; evidencia de certeza muy baja) y podría no haber efecto a medio plazo (DM -0,56 kg; IC del 95%: -1,68 a 0,56; 279 participantes; cuatro estudios; evidencia de certeza baja).
No está claro el efecto del AI sobre la glucosa cuando se compara con la alimentación ad libitum a corto plazo (DM -0,03 mmol/l; IC del 95%: -0,26 a 0,19; 95 participantes; tres estudios; evidencia de certeza muy baja) ni cuando se compara con la RCC a corto plazo: DM -0,02 mmol/l; IC del 95%: -0,16 a 0,12; 582 participantes; nueve estudios; evidencia de certeza muy baja; a medio plazo: DM 0,01; IC del 95%: -0,10 a 0,11; 279 participantes, cuatro estudios, evidencia de certeza baja.
Los cambios en el peso corporal y la glucosa no se consideraron clínicamente significativos.
Cuatro estudios informaron datos sobre los efectos secundarios y algunos participantes se quejaron de cefalea leve. Un estudio informó sobre la calidad de vida utilizando la puntuación RAND SF-36. Hubo un modesto aumento en la puntuación general del componente físico.
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