Mensajes clave
Algunos medicamentos y los cigarrillos electrónicos (dispositivos portátiles que funcionan calentando un líquido que suele contener nicotina y aromas) pueden ayudar a las personas a dejar de fumar durante seis meses o más.
Los cigarrillos electrónicos y los medicamentos citisina (también conocido como Tabex) y vareniclina (también conocido como Chantix y Champix) son los que parecen ayudar a más personas a abandonar el hábito de fumar, seguidos del uso de dos tipos de terapia de reemplazo de nicotina a la vez (parche de nicotina y otro tipo, como chicles o pastillas).
Se necesita más evidencia sobre los posibles efectos perjudiciales a largo plazo de los cigarrillos electrónicos y los medicamentos para ayudar a las personas a dejar de fumar, pero se encontró un número muy escaso de efectos perjudiciales graves.
Abandono del hábito de fumar
Fumar tabaco es perjudicial para la salud y dejar de hacerlo puede suponer mejoras significativas. A la mayoría de las personas les gustaría dejar de fumar y existen medicamentos y cigarrillos electrónicos para ayudarles a conseguirlo. Estos medicamentos se denominan terapia de reemplazo de nicotina, citisina, vareniclina, bupropión (a veces conocido como Zyban o Wellbutrin) y nortriptilina (a veces conocida como Norpress). La nortriptilina solo está disponible para dejar de fumar en Nueva Zelanda, y la citisina no está disponible en muchos países. En el momento de escribir estas líneas, hay escasez de vareniclina debido a un problema de fabricación. Estos medicamentos y cigarrillos electrónicos pueden proporcionarse junto con apoyo conductual, como el asesoramiento. Los medicamentos para dejar de fumar y los cigarrillos electrónicos están diseñados para reducir las ganas de fumar. Al obtener más información sobre cómo se comparan estos tratamientos entre sí, se espera que esta revisión sirva para decidir cuáles son los mejores tratamientos para ayudar a las personas a dejar de fumar.
¿Por qué se ha elaborado esta revisión Cochrane?
Se deseaba determinar lo siguiente:
- qué tratamientos (medicamentos y cigarrillos electrónicos) ayudan a las personas a dejar de fumar;
- cómo se comparan estos tratamientos entre sí;
- si existen formas de administrar estos tratamientos que aumenten las probabilidades de ayudar a las personas a dejar de fumar (p. ej., diferentes dosis o duración del tratamiento);
- si es probable que estos tratamientos causen efectos perjudiciales graves; y
- si determinados tratamientos se toleran mejor, como indica el hecho de que menos personas abandonen un estudio debido al tratamiento.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que analizaran estos tratamientos para ayudar a los adultos a dejar de fumar. Se buscaron ensayos controlados aleatorizados, en los que los tratamientos que recibieron las personas se decidieron al azar. Este tipo de estudio suele aportar la evidencia más fiable sobre los efectos de los tratamientos. Se compararon todos los tratamientos entre sí mediante un método denominado metanálisis en red.
Fecha de la búsqueda: 29 de abril de 2022
Qué se encontró
Se encontraron 332 estudios que cumplían los criterios y 319 de ellos proporcionaron información que se pudo utilizar en los análisis. Entre ellos hubo 157 179 adultos que fumaban cigarrillos de tabaco. La mayoría de los estudios se realizaron en EE. UU. o Europa. Los estudios compararon los efectos de los tratamientos para el tabaquismo enumerados anteriormente con:
- ningún medicamento/cigarrillo electrónico para dejar de fumar;
- cigarrillos electrónicos que no contenían nicotina;
- placebo (un medicamento ficticio); y
- otros tipos de medicamentos para dejar de fumar o cigarrillos electrónicos.
¿Cuáles son los resultados principales de esta revisión?
Los cigarrillos electrónicos, la vareniclina y la citisina tuvieron más probabilidades de ayudar a dejar de fumar. Por cada 100 personas, es probable que entre 10 y 19 dejen de fumar con un cigarrillo electrónico; entre 12 y 16, con vareniclina; y entre 10 y 18, con citisina. Esto se compara con las seis de cada 100 personas que tienen probabilidades de dejar de fumar cuando no utilizan ningún medicamento/cigarrillo electrónico o placebo. Las personas que utilizaban dos formas de terapia de reemplazo de nicotina al mismo tiempo, por ejemplo, una combinación de parche de nicotina y chicle de nicotina, parecieron tener tasas de abandono del hábito similares a las de las personas que utilizaban cigarrillos electrónicos, vareniclina y citisina. Los parches de nicotina solos, otra forma de terapia de reemplazo de nicotina sola (como chicles, pastillas) y el bupropión parecieron ayudar a menos personas a dejar de fumar, pero siguieron funcionando mejor que ningún medicamento/cigarrillo electrónico o el placebo (8, 9 y 9 personas por cada 100, respectivamente). La nortriptilina pareció dar lugar al menor número de personas que dejan de fumar; por cada 100 personas que utilizan nortriptilina es probable que dejen de fumar entre 6 y 11.
Existe seguridad moderada en que el bupropión raramente podría causar algún efecto grave en la salud. La información disponible sobre otros tratamientos no aporta evidencia clara de efectos perjudiciales graves. Para todos los tratamientos, los hallazgos sugieren que muy pocas personas experimentan efectos perjudiciales graves al utilizarlos.
¿Cuán fiables son los resultados?
Existe seguridad en que los cigarrillos electrónicos, la citisina, la vareniclina, la terapia de reemplazo de nicotina y el bupropión ayudan a las personas a dejar de fumar. No se espera que más evidencia cambie estos resultados. Sin embargo, sería útil disponer de más evidencia sobre cómo se comparan estos tratamientos entre sí, en particular en relación con los efectos perjudiciales. Debido a la naturaleza de estos análisis, no fue posible evaluar la confianza en la evidencia de la terapia de reemplazo de nicotina combinada (dos tipos utilizados conjuntamente). Existe confianza moderada en que la nortriptilina también ayuda a las personas a dejar de fumar, pero menos confianza en los resultados para los cigarrillos electrónicos sin nicotina y para los efectos perjudiciales potenciales de la mayoría de los tratamientos. Aún se necesita más evidencia sobre los posibles efectos perjudiciales y se espera que más estudios informen sobre ellos en el futuro; sin embargo, la terapia de reemplazo de nicotina se lleva utilizando desde los años 80 sin evidencia de efectos perjudiciales graves.
Las intervenciones más eficaces fueron los cigarrillos electrónicos de nicotina, la vareniclina y la citisina (todas con certeza alta), así como la TRN combinada (efecto aditivo, certeza no valorada). También hubo evidencia de certeza alta para la eficacia del parche de nicotina, la TRN de acción rápida y el bupropión. La nortriptilina (certeza moderada), los cigarrillos electrónicos sin nicotina y la disminución progresiva de la dosis de nicotina (certeza baja en ambos casos) presentaron menos evidencia de efectos beneficiosos.
Hubo evidencia de certeza moderada de que el bupropión podría aumentar ligeramente la frecuencia de EAG, aunque también existió la posibilidad de que no aumentara el riesgo. No hubo evidencia clara de que otras intervenciones probadas aumentaran los EAG. En general, los datos sobre los EAG fueron escasos, con un número muy escaso de EAG, por lo que la obtención de más evidencia podría cambiar la interpretación y certeza.
Los estudios futuros deberían informar los EAG para reforzar la certeza en este desenlace. Se necesitan más comparaciones directas de las intervenciones más eficaces, así como pruebas de combinaciones de estas. Los trabajos futuros deberían unificar los datos de las intervenciones conductuales y farmacológicas para fundamentar los enfoques de apoyo combinado para el abandono del hábito de fumar.
El tabaquismo es la principal causa evitable de muerte y enfermedad en todo el mundo. Dejar de fumar puede reducir estos efectos perjudiciales y muchas personas quisieran hacerlo. Existen varios medicamentos autorizados para ayudar a las personas a dejar de fumar en todo el mundo y los cigarrillos electrónicos se utilizan con este fin en muchos países. Habitualmente, los tratamientos actúan reduciendo las ansias de fumar, lo que contribuye a la abstinencia inicial y previene las reincidencias. Se necesita más información sobre los efectos comparativos de estos tratamientos para fundamentar las decisiones y políticas terapéuticas.
Investigar comparativamente los efectos beneficiosos y perjudiciales y la tolerabilidad de los cigarrillos electrónicos y de diferentes farmacoterapias para el abandono del hábito de fumar, cuando se utilizan para ayudar a las personas a dejar de fumar tabaco.
A partir de actualizaciones recientes de revisiones Cochrane se identificaron estudios que investigaban las intervenciones de interés. Se actualizaron las búsquedas de cada revisión mediante el registro especializado del Grupo Cochrane de Tabaquismo (Cochrane Tobacco Addiction Group, TAG) hasta el 29 de abril de 2022.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA), ECA por conglomerados y ECA factoriales, que midieron el abandono del hábito de fumar a los seis meses o más, reclutaron adultos que fumaban cigarrillos combustibles en el momento del reclutamiento (excluidas las embarazadas) y los asignaron al azar a farmacoterapias y tecnologías aprobadas utilizadas para el abandono del hábito de fumar en todo el mundo (vareniclina, citisina, nortriptilina, bupropión, terapia de reemplazo de nicotina [TRN] y cigarrillos electrónicos) versus ninguna intervención farmacológica, placebo (control) u otra farmacoterapia aprobada. Los estudios que proporcionaron cointervenciones (p. ej., apoyo conductual) fueron elegibles si la cointervención se proporcionaba por igual a los grupos de estudio.
Se siguieron los métodos Cochrane estándar para el cribaje (screening), la extracción de los datos y la evaluación del riesgo de sesgo (mediante la herramienta RoB 1). Las medidas de desenlace principales fueron el abandono del hábito de fumar a los seis meses o más y el número de personas que notificaron eventos adversos graves (EAG). También se midieron los retiros debidos al tratamiento. Se utilizaron metanálisis en red de componentes bayesianos (MARc) para examinar el tipo de intervención, el modo de administración, la dosis, la duración, el momento en relación con el día en que se deja de fumar y la disminución gradual de la dosis de nicotina, mediante odds ratios (OR) e intervalos de credibilidad del 95% (ICr). Se calculó una estimación del efecto de la TRN combinada mediante un modelo aditivo. Se evaluó la influencia de las características de la población y del estudio, la provisión de apoyo conductual y las tasas del grupo control mediante metarregresión. La certeza se evaluó mediante el método GRADE.
De los 332 ECA elegibles, 319 (835 grupos de estudio, 157 179 participantes) proporcionaron datos suficientes para ser incluidos en el MARc. De ellos, 51 se consideraron de bajo riesgo de sesgo en general, 104 de alto riesgo y 164 de riesgo incierto, y 118 informaron financiación de la industria farmacéutica o de cigarrillos electrónicos/tabaco. La eliminación de los estudios con riesgo de sesgo alto no modificó la interpretación de los resultados.
Efectos beneficiosos
Se encontró evidencia de certeza alta de que los cigarrillos electrónicos de nicotina (OR 2,37; ICr del 95%: 1,73 a 3,24; 16 ECA, 3828 participantes), la vareniclina (OR 2,33; ICr del 95%: 2,02 a 2,68; 67 ECA, 16 430 participantes) y la citisina (OR 2,21; ICr del 95%: 1,66 a 2,97; siete ECA, 3848 participantes) se asociaron con tasas de abandono del hábito más altas que el control. En términos absolutos, esto podría suponer ocho (ICr del 95%: 4 a 13), ocho (ICr del 95%: 6 a 10) y siete personas más que dejan de fumar por cada 100 (ICr del 95%: 4 a 12), respectivamente. Estas intervenciones parecieron ser más eficaces que las demás, excepto la combinación de TRN (parche y una forma de TRN de acción rápida), que tuvo una estimación puntual más baja (efecto aditivo calculado) pero ICr del 95% superpuestos (OR 1,93; ICr del 95%: 1,61 a 2,34). También hubo evidencia de certeza alta de que el parche de nicotina solo (OR 1,37; ICr del 95%: 1,20 a 1,56; 105 ECA, 37 319 participantes), la TRN de acción rápida sola (OR 1,41; ICr del 95%: 1,29 a 1,55; 120 ECA, 31 756 participantes) y el bupropión (OR 1,43; ICr del 95%: 1,26 a 1,62; 71 ECA, 14 759 participantes) fueron más efectivos que el control, con dos (ICr del 95%: 1 a 3), tres (ICr del 95%: 2 a 3) y tres (ICr del 95%: 2 a 4) abandonos adicionales por cada 100, respectivamente.
La nortriptilina se asocia probablemente con mayores tasas de abandono del hábito de fumar que el control (OR 1,35; ICr del 95%: 1,02 a 1,81; 10 ECA, 1290 participantes; evidencia de certeza moderada), lo que resulta en dos (ICr del 95%: 0 a 5) personas adicionales que dejan de fumar por cada 100. Los cigarrillos electrónicos sin nicotina/placebo (OR 1,16; ICr del 95%: 0,74 a 1,80; ocho ECA, 1094 participantes; evidencia de certeza baja), que equivalen a una persona adicional que deja de fumar (ICr del 95%: -2 a 5), tuvieron estimaciones puntuales que favorecen la intervención sobre el control, pero los ICr abarcaron la posibilidad de ninguna diferencia y de efectos perjudiciales. Hubo evidencia de certeza baja de que la disminución de la dosis de TRN antes de interrumpir el tratamiento podría mejorar la efectividad; sin embargo, los ICr del 95% también incorporaron el valor nulo (OR 1,14; ICr del 95%: 1,00 a 1,29; 111 ECA, 33 156 participantes). Esto podría dar lugar a una persona más que deja de fumar por cada 100 (ICr del 95%: 0 a 2).
Efectos perjudiciales
No hubo datos suficientes para incluir la nortriptilina y los cigarrillos electrónicos sin nicotina en el modelo final de EAG. Las tasas generales de EAG para los tratamientos restantes fueron bajas (una media del 3%). La evidencia de certeza baja no mostró una diferencia clara en el número de personas que notificaron EAG con los cigarrillos electrónicos de nicotina, la vareniclina, la citisina o la TRN en comparación con ninguna farmacoterapia/cigarrillos electrónicos o placebo. El bupropión podría aumentar ligeramente las tasas de EAG, aunque el ICr tampoco incorporó diferencias (certeza moderada). En términos absolutos, el bupropión podría provocar que una persona más de cada 100 experimente un EAG (ICr del 95%: 0 a 2).
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.