¿Cuál es la mejor manera de no engordar después de dejar de fumar?
Mensajes clave
No se sabe con certeza qué programas o tratamientos funcionan mejor para ayudar a las personas a evitar engordar a largo plazo (hasta 12 meses) cuando dejan de fumar, ni cómo afectan al éxito de dejar de fumar. Esto se debe a que la evidencia muestra efectos variados y poco claros sobre el aumento de peso. Se deberían seguir realizando estudios que investiguen cómo limitar el aumento de peso en las personas que están dejando de fumar. Los futuros estudios sobre nuevos medicamentos para ayudar a las personas a dejar de fumar también deberían medir las variaciones de peso.
Dejar de fumar y aumento de peso
Si fuma, lo mejor que puede hacer por su salud es dejar de hacerlo. Sin embargo, las personas suelen engordar cuando dejan de fumar, normalmente en los primeros meses. El aumento de peso podría socavar algunos de los beneficios de dejar de fumar, y también podría afectar la motivación de algunas personas que intentan hacerlo.
¿Qué se quería averiguar?
Algunos programas para ayudar a las personas a dejar de fumar se centran específicamente en el control del peso. Otras formas de ayudar a las personas a dejar de fumar también pueden afectar su peso; entre ellas se encuentran los programas de ejercicio, el uso de medicamentos y el uso del tratamiento de reemplazo de nicotina (TRN).
Se quiso averiguar cuál son las mejores formas de evitar engordar cuando se deja de fumar.
¿Qué se hizo?
En esta actualización de una revisión publicada anteriormente, se buscaron estudios que analizaran:
- programas específicos para el control del peso mientras se deja de fumar;
- otras formas de ayudar a las personas a dejar de fumar, si esos estudios también midieron la variación de peso.
El interés se centró en determinar:
- cuántas personas dejaron de fumar durante seis o 12 meses;
- el peso de las personas al final del tratamiento, después de seis meses y después de 12 meses.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 116 estudios en total:
37 estudios de programas específicos para controlar peso de las personas que dejan de fumar (21 nuevos estudios para esta actualización); y 83 estudios de otras maneras de ayudar a las personas a dejar de fumar (27 nuevos estudios para esta actualización). Cuatro de estos estudios contribuyeron a ambas.
Los 37 estudios de programas específicos analizaron programas conductuales, incluyendo dietas, para controlar el peso en 11 514 personas que intentaban dejar de fumar. Algunos de los programas conductuales estaban basados en la aceptación, en los que las personas también aprenden habilidades de autorregulación (por ejemplo, cómo afrontar los antojos) para ayudarlas a mantener los comportamientos necesarios para perder peso. La mayoría de los estudios (27) tuvieron lugar en EE.UU. y otros se hicieron en Australia, Canadá, China y Europa.
Los 83 estudios sobre otras formas de dejar de fumar incluyeron a 46 248 personas y analizaron:
programas de ejercicio; el uso del TRN; el uso de un medicamento llamado vareniclina (utilizado para ayudar a las personas a dejar de fumar); o un medicamento llamado fluoxetina (utilizado para tratar la depresión).
De estos estudios, 39 tuvieron lugar en EE.UU. y el resto se desarrollaron en otros países de todo el mundo. Muy pocos estudios informaron sobre los efectos secundarios.
¿Cuáles son los resultados principales de esta revisión?
Programas destinados a limitar el aumento de peso
En comparación con ningún programa o solo el asesoramiento breve, un programa personalizado de control del peso podría reducir el aumento de peso al final del tratamiento, a los seis meses y a los 12 meses. Sin embargo, un programa de control del peso sin evaluación, planificación ni valoración personalizadas podría no reducir el aumento de peso y podría reducir la cifra de personas que dejan de fumar.
En comparación con ningún programa, los programas de aceptación del peso:
podrían ayudar a más personas a dejar de fumar a los seis y 12 meses; pero podrían suponer poca o ninguna diferencia en el aumento de peso.
Otros programas y tratamientos que podrían afectar al peso
Participar en un programa de ejercicios para ayudar a dejar de fumar podría reducir el aumento de peso a los 12 meses, en comparación con no participar en uno.
Es probable que el uso del TRN reduzca ligeramente el aumento de peso a los 12 meses, en comparación con no utilizarlo.
El uso de vareniclina supone poca diferencia en el aumento de peso al final del tratamiento, y podría suponer poca diferencia después de seis o 12 meses.
El uso de fluoxetina podría reducir el aumento de peso al final del tratamiento, pero no se sabe cómo afecta al aumento de peso a los seis o 12 meses.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Existe seguridad de que no hay diferencias en el aumento de peso al final del tratamiento con la vareniclina, y es poco probable que futuros estudios cambien este resultado. Sin embargo, la confianza en el resto de pruebas es limitada, principalmente debido al reducido número de estudios que pudieron compararse y a la baja cifra de personas que participaron en ellos. Los resultados variaron mucho y no hay suficientes estudios para estar seguros de los resultados. Es probable que la confianza sea distinta si se dispone de más evidencia en un futuro.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta octubre de 2020.
En general, no hay ninguna intervención de la que exista una certeza moderada de un efecto clínicamente útil sobre el aumento de peso a largo plazo. Tampoco hay evidencia de certeza moderada ni alta de que las intervenciones diseñadas para limitar el aumento de peso reduzcan las posibilidades de que las personas logren la abstinencia del tabaco.
La mayoría de las personas que dejan de fumar aumentan de peso. Esto puede desanimar a algunas personas a la hora de intentar dejar de fumar y se corre el riesgo de contrarrestar algunas, aunque no todas, las ventajas para la salud de dejar de fumar. Las intervenciones para prevenir el aumento de peso podrían mejorar los desenlaces de salud, pero existe la preocupación de que puedan socavar el abandono del tabaco.
Revisar sistemáticamente los efectos de: (1) Intervenciones dirigidas al aumento de peso después de dejar de fumar en la variación de peso y en el abandono del tabaco (referido como “Parte 1”) y (2) intervenciones diseñadas para ayudar a dejar de fumar que también pueden afectar al aumento de peso después de dejar de fumar (referido como “Parte 2”).
Parte 1 - Se hicieron búsquedas en el Registro especializado del Grupo Cochrane de Tabaquismo (Cochrane Tobacco Addiction Group) y en CENTRAL; última búsqueda 16 de octubre de 2020.
Parte 2 - Se buscaron estudios incluidos en las siguientes revisiones Cochrane principales: tratamiento de reemplazo de nicotina (TRN), antidepresivos, agonistas parciales de los receptores de nicotina, cigarrillos electrónicos e intervenciones de ejercicios para el abandono del hábito de fumar publicadas en el número 10, 2020 de la Biblioteca Cochrane. Se actualizaron las búsquedas en registros de la revisión sobre agonistas parciales de los receptores de nicotina.
Parte 1 - ensayos de intervenciones dirigidas al aumento de peso después de dejar de fumar y que habían medido el peso en cualquier momento del seguimiento o del abandono del tabaco, o ambos, a los seis o más meses después del día de dejar de fumar.
Parte 2 - ensayos incluidos en las revisiones Cochrane seleccionadas que informasen variación del peso en cualquier punto temporal.
Para el cribado y la extracción de los datos se siguieron los métodos Cochrane estándar. El cambio de peso se expresó como la diferencia en el cambio de peso desde el inicio hasta el seguimiento entre los grupos del ensayo y se notificó solo en personas que se abstuvieron de fumar. La abstinencia de fumar se expresó como una razón de riesgos (RR). En los casos en que procedía, se realizó un metanálisis utilizando el método de la varianza inversa para el peso y el método de Mantel-Haenszel para el tabaquismo.
Parte 1: Se incluyeron 37 estudios completados; 21 de los cuales son nuevos en esta actualización. Se consideró que cinco estudios presentaron un riesgo de sesgo bajo; 17, un riesgo incierto y el resto, un riesgo de sesgo alto.
Una dieta intermitente muy baja en calorías (DMBC) que comprenda la sustitución completa de las comidas, proporcionada de forma gratuita y acompañada del apoyo intensivo de un dietista redujo significativamente el aumento de peso al final del tratamiento en comparación con la educación sobre cómo evitar ganar peso (diferencia de medias [DM] -3,70 kg; intervalo de confianza [IC] del 95% -4,82 a -2,58; un estudio, 121 participantes), pero no hubo evidencia de beneficio a los 12 meses (DM -1,30 kg; IC del 95%: -3,49 a 0,89; un estudio, 62 participantes). La DMBC aumentó las probabilidades de abstinencia a los 12 meses (RR 1,73; IC del 95%: 1,10 a 2,73; un estudio, 287 participantes). Sin embargo, un segundo estudio observó que nadie completó la intervención DMBC ni logró la abstinencia.
Las intervenciones dirigidas a aumentar la aceptación del aumento de peso informaron de efectos contradictorios al final del tratamiento, a los seis meses y a los 12 meses, con intervalos de confianza que incluyen tanto aumentos como disminuciones de peso en comparación con ningún asesoramiento o educación en salud. Los datos no se combinaron debido a la heterogeneidad. Estas intervenciones aumentaron las tasas de abandono a los seis meses (RR 1,42; IC del 95%: 1,03 a 1,96; cuatro estudios, 619 participantes; I2 = 21%), pero no hubo evidencia a los 12 meses (RR 1,25; IC del 95%: 0,76 a 2,06; dos estudios, 496 participantes; I2 = 26%).
Algunas intervenciones farmacológicas analizadas para limitar el aumento de peso después de dejar de fumar (APDF) redujeron el aumento de peso al final del tratamiento (dexfenfluramina, fenilpropanolamina, naltrexona). Los efectos de la efedrina y la cafeína combinadas, la lorcaserina y el cromo fueron demasiado imprecisos para ofrecer estimaciones útiles de los efectos del tratamiento. Hubo evidencia de certeza muy baja de que el apoyo personalizado para el control del peso redujo el aumento de peso al final del tratamiento (DM -1,11 kg; IC del 95%: -1,93 a -0,29; tres estudios, 121 participantes; I2 = 0%), pero no hubo evidencia en el mayor plazo de 12 meses (DM -0,44 kg; IC del 95%: -2,34 a 1,46; cuatro estudios, 530 participantes; I2 = 41%). Hubo evidencia de certeza baja a muy baja de que la educación detallada sobre el control del peso sin evaluación, planificación ni valoración personalizadas no redujo el aumento de peso y podría haber reducido las tasas de abandono del hábito de fumar (12 meses: DM -0,21 kg; IC del 95%: -2,28 a 1,86; dos estudios, 61 participantes; I2 = 0%; RR de dejar de fumar 0,66; IC del 95%: 0,48 a 0,90; dos estudios, 522 participantes; I2 = 0%).
Parte 2: Se incluyeron 83 estudios completados; 27 de los cuales son nuevos en esta actualización.
Hubo poca certeza de que las intervenciones con ejercicios condujeran a una reducción de peso mínima o nula en comparación con la atención estándar al final del tratamiento (DM -0,25 kg; IC del 95%: -0,78 a 0,29; cuatro estudios, 404 participantes; I2 = 0%). Sin embargo, el peso se redujo a los 12 meses (DM -2,07 kg; IC del 95%: -3,78 a -0,36; tres estudios, 182 participantes; I2 = 0%).
Tanto el bupropión como la fluoxetina limitaron el aumento de peso al final del tratamiento (bupropión: DM -1,01 kg; IC del 95%: -1,35 a -0,67; diez estudios, 1098 participantes; I2 = 3%; fluoxetina: DM -1,01 kg; IC del 95%: -1,49 a -0,53; dos estudios, 144 participantes; I2 = 38%; evidencia de certeza baja y muy baja, respectivamente). No hubo evidencia de un efecto beneficioso a los 12 meses del bupropión, pero las estimaciones fueron poco precisas (bupropión: DM -0,26 kg; IC del 95%: -1,31 a 0,78; siete estudios, 471 participantes; I2 = 0%). Ningún estudio de la fluoxetina proporcionó datos a los 12 meses.
Hubo evidencia certeza moderada de que el TRN redujo el peso al final del tratamiento (DM -0,52 kg; IC del 95%: -0,99 a -0,05; 21 estudios, 2784 participantes; I2 = 81%) y evidencia de certeza moderada de que el efecto podría ser similar a los 12 meses (DM -0,37 kg; IC del 95%: -0,86 a 0,11; 17 estudios, 1463 participantes; I2 = 0%), aunque las estimaciones son demasiado imprecisas para evaluar el beneficio a largo plazo.
Hubo evidencia contradictoria del efecto de la vareniclina sobre el peso, con evidencia de certeza alta de que la variación en el peso fue muy modestamente más baja al final del tratamiento (DM -0,23 kg; IC del 95%: -0,53 a -0,06; 14 estudios, 2566 participantes; I2 = 32%) y evidencia de certeza baja de un cálculo impreciso de mayor peso a los 12 meses (DM 1,05 kg; IC del 95%: -0,58 a 2,69; tres estudios, 237 participantes; I2 = 0%).
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.