Mensajes clave
Para tratar a las personas con fracturas de la parte inferior del muslo (fémur distal), se cree que la mejor comparación es entre un clavo metálico colocado dentro del fémur y una placa metálica colocada en la parte exterior del hueso y fijada con tornillos, pero se utilizan otros métodos. Se desconoce qué tratamiento es superior, pero hay algunas pruebas que indican que el clavo disminuye la discapacidad.
Sigue existiendo incertidumbre en torno a qué implante metálico es el mejor para las fracturas del extremo inferior del fémur.
Se necesitan más estudios para comparar las operaciones más utilizadas.
¿Por qué es importante tratar una fractura de fémur distal?
Las fracturas en la parte inferior del hueso del muslo (fémur distal) son lesiones debilitantes y dolorosas. La movilidad reducida después de estas lesiones también es una causa importante de deterioro en la salud. A veces, estas fracturas se producen en personas que se han sometido previamente a una prótesis de rodilla; esto puede complicar el tratamiento de la fractura.
¿Cuáles son las opciones para tratar una fractura de fémur distal?
Se han utilizado muchos tratamientos para estas lesiones. Históricamente, los pacientes se han tratado en cama con un peso para mantener la pierna recta (tracción). Más recientemente, se ha recurrido a la cirugía para fijar el fémur roto mediante implantes metálicos (fijación quirúrgica). Los métodos de fijación quirúrgica incluyen el uso de placas y tornillos en el exterior del fémur o clavos dentro del hueso para sostener la fractura en su lugar mientras se cura. La tecnología de estos implantes ha avanzado cada vez más, con componentes que "se bloquean" entre sí y forman un dispositivo "de inmovilización". A pesar de estos adelantos, todavía existe controversia con respecto a cuál es mejor tratamiento de estas lesiones.
¿Qué se quería averiguar?
Se querían averiguar los efectos de diferentes métodos para tratar las fracturas de la parte inferior del fémur en adultos. Los efectos incluyeron: puntuaciones de función, dolor, calidad de vida y cualquier complicación que surgiera como resultado del método de tratamiento.
¿Qué se hizo?
Se buscaron en la literatura científica ensayos controlados aleatorizados (ECA) (estudios en los que se asigna a los pacientes un grupo de tratamiento de forma aleatoria) y cuasialeatorizados (en los que se asigna a los pacientes a un grupo de tratamiento sin asignación al azar), publicados hasta octubre de 2021.
Se resumieron los resultados de cada estudio, y se evaluó la confianza en la evidencia según los métodos y el tamaño del estudio.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 14 estudios relevantes con 753 participantes con estas fracturas. Trece estudios compararon diferentes implantes quirúrgicos y un estudio comparó la cirugía con el tratamiento no quirúrgico.
Resultados clave
Clavos a lo largo del muslo comparado con una placa bloqueada (tres estudios, 221 participantes): no se sabe si hay diferencias en la función o la calidad de vida. No hay pruebas que sugieran diferencias en las complicaciones.
Clavo a lo largo dentro del hueso del muslo comparado con una placa fijada (tres estudios, 175 participantes): no se sabe si existen diferencias en la calidad de vida entre estos dos métodos. Se desconoce si existen diferencias en las complicaciones.
Clavo a lo largo dentro del hueso del muslo comparado con una placa sin bloqueo (un estudio, 18 participantes): no se encontraron pruebas de diferencias en las complicaciones entre estos dos métodos. No se dispone de datos sobre la calidad de vida ni sobre el dolor.
Una placa bloqueada comparada con una placa fijada (dos estudios, 130 participantes): no se encontraron pruebas de menos complicaciones en las placas fijadas en comparación con una placa bloqueada. No se dispone de datos sobre la calidad de vida ni sobre el dolor.
Cualquier fijación quirúrgica comparada con un clavo a lo largo dentro del hueso del muslo (un estudio, 23 participantes): los datos disponibles para el análisis fueron limitados, pero no hay pruebas que sugieran diferencias en las complicaciones entre estos dos métodos.
Comparación de dos tipos diferentes de placa metálica (dos estudios, 67 participantes): a los seis meses hay pruebas que sugieren una mejoría en las puntuaciones de los desenlaces de los pacientes con una placa específica llamada placa monoaxial, pero esta mejoría no se observó a los 12 meses. Al utilizar las radiografías para evaluar la función de las placas, hubo pruebas que indicaron mejores radiografías con una placa llamada placa poliaxial. No hubo evidencia que indique diferencias en los episodios adversos.
Comparación de dos tipos diferentes de placas metálicas (un estudio, 78 participantes): no se sabe si existe una mejor puntuación notificada por el paciente con una placa monoaxial en comparación con una placa condílea de soporte.
Tratamiento quirúrgico comparado con tratamiento no quirúrgico (un estudio, 42 participantes): hay pocos datos sobre esta comparación. Sin embargo, hubo más complicaciones, como úlceras por presión, debido a la larga duración de la inmovilización asociada al grupo no quirúrgico, que permaneció de media un mes más en el hospital.
Limitaciones principales de los estudios
Cada uno de los estudios fue pequeño y estuvo diseñado de una manera que podría afectar a la fiabilidad de sus resultados. La mayoría de los estudios no informaron sobre las puntuaciones de la función, por lo que fue difícil compararlas. No se sabe si estos resultados son un reflejo fiel de lo que es mejor para los pacientes.
¿Qué grado de actualización tiene esta revisión?
Se buscaron estudios publicados hasta el 26 de octubre de 2021.
Esta revisión destaca las limitaciones importantes en la evidencia disponible en cuanto a las intervenciones de tratamiento actuales para las fracturas distales de fémur. La evidencia disponible en la actualidad está incompleta y no es suficiente para documentar la práctica clínica actual. Debe darse prioridad a los ensayos controlados aleatorizados que comparen los tratamientos contemporáneos en las personas con fracturas de fémur distal. Como mínimo, estos ensayos deberán documentar desenlaces funcionales y de calidad de vida validados informados por los pacientes al año y a los dos años, y establecer un conjunto de desenlaces básicos consensuados. Todos los ensayos se deberán presentar por completo con el uso de las guías CONSORT.
Las fracturas distales de fémur (el final del hueso del muslo justo encima de la rodilla) son una causa considerable de morbilidad. Se han utilizado varios tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos diferentes en el tratamiento de estas lesiones, aunque aún hay dudas sobre el mejor tratamiento.
Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de las intervenciones para el tratamiento de la fractura distal de fémur en adultos.
Se utilizaron los métodos exhaustivos estándares de búsqueda de Cochrane. La última fecha de búsqueda fue octubre de 2021.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados y cuasialeatorizados en adultos que compararan intervenciones para el tratamiento de las fracturas distales de fémur. Las intervenciones incluyeron implantes quirúrgicos (clavo intramedular retrógrado [CIMR], dispositivos de ángulo fijo, fijación de placa sin bloqueo, placa bloqueada, fijación interna, reemplazo femoral distal, placas monoaxiales, placas poliaxiales y placas condílea de soporte) y tratamiento no quirúrgico.
Se utilizaron los métodos Cochrane estándares. Los desenlaces críticos fueron las medidas de desenlace validadas comunicadas por los pacientes (PROM por sus siglas en inglés), los eventos adversos directos, la calidad de vida (CdV) comunicada por los participantes y las puntuaciones de dolor. Otros desenlaces importantes fueron los eventos adversos relacionados indirectamente con la intervención, la seudoarticulación sintomática, la consolidación defectuosa y el uso de recursos. Se utilizó GRADE para evaluar la calidad de la evidencia de cada desenlace.
Se incluyeron 14 estudios con 753 participantes: 13 compararon diferentes intervenciones quirúrgicas y un estudio comparó el tratamiento quirúrgico con el no quirúrgico. Aquí se presentan los efectos del CIMR en comparación con las placas bloqueadas. Tres estudios (221 participantes) informaron sobre esta comparación que incluyó la mayor población de estudio y trata sobre los dos dispositivos más utilizados en la práctica traumatológica ortopédica contemporánea.
Los estudios utilizaron tres herramientas diferentes para evaluar las PROM. Se encontró evidencia de certeza muy baja de puntuaciones más bajas del Índice de Calificación de la Discapacidad (Disability Rating Index) después del CIMR en el seguimiento a corto plazo que favorece al CIMR (diferencia de medias [DM] -21,90; intervalo de confianza [IC] del 95%: -38,16 a -5,64; un estudio, 12 participantes) y evidencia de certeza baja de poca o ninguna diferencia en el seguimiento a largo plazo (diferencia de medias estandarizada [DME] -0,22; IC del 95%: -0,50 a 0,06; dos estudios, 198 participantes). La reexpresión de la DME de los datos de seguimiento a largo plazo en la Knee Society Score (KSS) utilizada por un estudio no encontró ningún beneficio clínico del CIMR, de acuerdo con una diferencia mínima clínicamente importante de 9 puntos (DM 2,47; IC del 95%: -6,18 a 0,74). El efecto sobre la CdV fue muy incierto a los cuatro meses (DM 0,01; IC del 95%: -0,42 a 0,44; un estudio, 14 participantes) y al año (DM 0,10; IC del 95%: -0,01 a 0,21; un estudio, 156 participantes); esta evidencia fue de certeza muy baja.
En cuanto a los eventos adversos directos, los estudios informaron sobre la reintervención, la pérdida de fijación, la infección superficial y profunda, la formación de hematomas y el aflojamiento del implante. Los efectos para todos los eventos fueron imprecisos con la posibilidad de efectos beneficiosos o perjudiciales para ambos tratamientos. Se considera que la reintervención es el más relevante desde el punto de vista clínico. Hubo evidencia de certeza muy baja de poca o ninguna diferencia en la reintervención entre los dos implantes (razón de riesgos [RR] 1,48; IC del 95%: 0,55 a 4,00; un estudio, 104 participantes).
Ningún estudio informó sobre el dolor.
En otros desenlaces importantes se observó que las personas tratadas con CIMR podrían tener más probabilidades de presentar deformidad en varo/valgo (RR 2,18; IC del 95%: 1,09 a 4,37; un estudio, 33 participantes; evidencia de certeza baja). Sin embargo, no se encontró evidencia de diferencias importantes entre los tratamientos en términos de consolidación ósea, eventos adversos indirectos o uso de recursos.
Otras comparaciones de intervenciones quirúrgicas incluidas en la revisión fueron: CIMR versus dispositivo único de ángulo fijo (tres estudios, 175 participantes); CIMR versus fijación con placa sin bloqueo (un estudio, 18 participantes); placa bloqueada versus dispositivo único de ángulo fijo (dos estudios, 130 participantes); fijación interna versus sustitución femoral distal (un estudio, 23 participantes); placas monoaxiales versus placas poliaxiales (dos estudios, 67 participantes); placa monoaxial versus placa condílea de soporte (un estudio, 78 participantes). La certeza de la evidencia de los desenlaces en estas comparaciones fue de baja a muy baja y la mayoría de las estimaciones de los efectos fueron imprecisas.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.