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La toma de decisiones compartida podría ayudar a las mujeres a sentirse menos inseguras o arrepentidas y contribuir al aprendizaje durante el proceso de toma de decisiones para el cribado del cáncer de mama. Sin embargo, es importante señalar que la comprensión de cómo podría esta afectar exactamente a las decisiones de cribado de las mujeres es incompleta.
¿Qué es la toma de decisiones compartida?
La toma de decisiones compartida se produce cuando un médico y un paciente colaboran para elegir la mejor atención. Hablan de las distintas opciones, de las ventajas y los inconvenientes y de lo que le importa al paciente. Utilizan herramientas como folletos o guías virtuales (materiales de ayuda para tomar decisiones) para proporcionar información clara y decidir juntos.
¿Por qué es importante la toma de decisiones compartida en el cribado del cáncer de mama?
El cribado del cáncer de mama ayuda a salvar vidas y reduce los problemas de salud durante el tratamiento. Sin embargo, a veces podría dar resultados incorrectos o conducir a un tratamiento excesivo. Cuando las mujeres y el personal médico toman la decisión juntos, pueden tomar decisiones informadas que se ajusten a los valores de las mujeres.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quiso saber si la toma de decisiones compartida podía ayudar a las mujeres a sentirse más satisfechas, seguras e informadas a la hora de decidir si participar o no en el cribado del cáncer de mama.
¿Qué se hizo?
Se incluyeron estudios que analizaron cómo la toma de decisiones compartida afecta a las mujeres que toman decisiones sobre el cribado del cáncer de mama. Se eligieron estudios que comparaban algunos o todos los aspectos importantes de la toma de decisiones compartida con la atención habitual. Se evaluó hasta qué punto se podía tener confianza en las conclusiones sobre la base de factores como la metodología y los tamaños de los estudios.
¿Qué se encontró?
Se analizaron 19 estudios con 64 215 mujeres. Las mujeres recibieron información sobre las ventajas e inconvenientes del cribado del cáncer de mama. La mayoría de los estudios utilizaron herramientas para proporcionar esta información. Seis estudios no incluyeron la conversación con un profesional sanitario, y 11 estudios no tuvieron en cuenta los valores y preferencias de la mujer. Los estudios realizaron un seguimiento de las mujeres durante un breve periodo de tiempo, normalmente de uno a tres meses, y se llevaron a cabo en Estados Unidos, Europa, Australia y uno en Irán. La mayoría de los estudios fueron financiados por el gobierno o las escuelas, y algunos por grupos privados.
Toma de decisiones compartida en la que participen todos los componentes clave
Dos estudios incluyeron conversaciones con profesionales sanitarios y tuvieron en cuenta los valores y las preferencias. Según un único estudio, es posible que la toma de decisiones compartida no afecte los conocimientos de las mujeres sobre cuándo iniciar el cribado y su frecuencia, pero los resultados son inciertos. Los dos estudios no analizaron desenlaces como la satisfacción de las mujeres con el proceso de toma de decisiones compartida, la confianza en las opciones de cribado, la adherencia a las decisiones, la participación activa en la toma de decisiones, la comunicación eficaz con los médicos ni los cambios en la salud mental.
Formas abreviadas de toma de decisiones compartida con esclarecimiento de los valores y preferencias
Seis estudios utilizaron herramientas de toma de decisiones y tuvieron en cuenta los valores y las preferencias, pero no incluyeron conversaciones con un profesional sanitario. Este tipo de toma de decisiones compartida podría hacer que las mujeres se sintieran más seguras y conocedoras de sus elecciones, aunque es posible que no afecte la ansiedad ni la preocupación por el cáncer. Estos estudios no analizaron desenlaces como la satisfacción de las mujeres con el proceso de toma de decisiones compartida, la adherencia a las decisiones, la participación activa en la toma de decisiones ni la comunicación eficaz con los profesionales.
Comunicación mejorada acerca de los riesgos sin otros componentes de la toma de decisiones compartida
Once estudios proporcionaron a las mujeres información sobre las opciones y las ventajas e inconvenientes, pero no incluyeron una conversación con un profesional sanitario ni tuvieron en cuenta los valores y las preferencias de las mujeres. Este tipo de toma de decisiones compartida ayuda a las mujeres a sentirse más informadas sobre sus opciones, aunque no está claro si aumenta la confianza. No afecta la ansiedad ni la depresión, pero reduce la preocupación por el cáncer. Estos estudios no analizaron desenlaces como la satisfacción de las mujeres con el proceso de toma de decisiones compartida, la adherencia a las decisiones, la participación activa en la toma de decisiones ni la comunicación eficaz con los profesionales.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Aunque hubo muchos estudios con un total de más de 60 000 mujeres, los estudios utilizaron diferentes enfoques para analizar la toma de decisiones compartida, presentaron los datos en formatos variados y no analizaron los desenlaces considerados importantes en esta revisión. Estas diferencias impidieron combinar la información en algunos casos para obtener resultados claros. Además, algunos estudios tenían problemas con sus métodos. En consecuencia, no es posible tener confianza en algunas de las conclusiones de esta revisión.
¿Cómo de actualizada está esta información?
La información está actualizada hasta agosto de 2023.
Los estudios que utilizaron formas abreviadas de TDC y otras formas de comunicación mejorada indicaron mejoras en los conocimientos y una reducción de los conflictos en la toma de decisiones. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre el efecto de la TDC en el apoyo a las decisiones de las mujeres. La mayoría de los estudios no evaluaron desenlaces considerados importantes para este tema de revisión, y los que lo hicieron midieron conceptos diferentes. Se necesitan ensayos aleatorizados de calidad alta para evaluar la TDC en diversos contextos culturales, con especial atención a desenlaces como la satisfacción de las mujeres con opciones acordes con sus valores.
En los programas de cribado del cáncer de mama, es posible que las mujeres conversen con un profesional sanitario para que les ayude a decidir si desean o no participar en el programa. Este proceso se denomina toma de decisiones compartida (TDC) e implica conversaciones y decisiones basadas en la evidencia, así como en los valores y las preferencias de la persona. La TDC se ha convertido en un enfoque recomendado en las guías de práctica clínica, que va más allá de las ayudas para la toma de decisiones. Sin embargo, el efecto global de la TDC en las mujeres que tienen que decidir si participan en el cribado del cáncer de mama todavía no está claro.
Evaluar el efecto de la TDC en la satisfacción, la confianza y los conocimientos de las mujeres a la hora de decidir si participar o no en el cribado del cáncer de mama.
El 8 de agosto de 2023 se realizaron búsquedas en el Registro especializado del Grupo Cochrane de Cáncer de mama (Cochrane Breast Cancer Group), CENTRAL, MEDLINE, Embase, CINAHL, PsycINFO, ClinicalTrials.gov y en la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud. También se examinaron los resúmenes de dos congresos relevantes entre 2020 y 2023.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) paralelos y los ECA por conglomerados que evaluaron intervenciones dirigidas a diversos componentes de la TDC. El objetivo era ayudar a las mujeres entre 40 y 75 años con un riesgo de cáncer de mama medio o superior a la media a tomar la decisión respecto a participar en el cribado del cáncer de mama.
Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente los estudios para inclusión y realizaron la extracción de los datos, la evaluación del riesgo de sesgo y la evaluación con el sistema GRADE de la certeza de la evidencia. Los desenlaces de la revisión incluyeron la satisfacción con el proceso de toma de decisiones, la confianza en la decisión tomada, el conocimiento de todas las opciones, la adherencia a la opción elegida, la participación de la mujer en la TDC, la comunicación mujer-médico y la salud mental.
Se identificaron 19 estudios con 64 215 mujeres asignadas al azar, en su mayoría con un riesgo medio a moderado de cáncer de mama. Dos estudios abarcaron todos los aspectos de la TDC; seis examinaron formas abreviadas de TDC que incluyeron la comunicación sobre los riesgos y los valores personales; y 11 se centraron en una comunicación mejorada acerca de los riesgos sin otros aspectos de la TDC.
TDC con todos los componentes en comparación con el control
Los dos estudios elegibles no evaluaron la satisfacción con el proceso de TDC ni la confianza en la decisión. Sobre la base de un único estudio, la TDC mostró efectos inciertos sobre los conocimientos de las participantes en cuanto a la edad para iniciar el cribado (razón de riesgos [RR] 1,18; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,61 a 2,28; 133 mujeres; evidencia de certeza muy baja) y la frecuencia de las pruebas (RR 0,84; IC del 95%: 0,68 a 1,04; 133 mujeres; evidencia de certeza muy baja). No se midieron otros desenlaces de la revisión.
Formas abreviadas de TDC con esclarecimiento de los valores y preferencias en comparación con el control
De los seis estudios incluidos, ninguno evaluó la satisfacción con el proceso de TDC. Estas intervenciones podrían reducir el conflicto en la decisión tomada, según dos medidas, las puntuaciones de la Decisional Conflict Scale (diferencia de medias [DM] -1,60; IC del 95%: -4,21 a 0,87; escala de conflicto de 0 a 100; cuatro estudios; 1714 mujeres; evidencia de certeza muy baja) y la proporción de mujeres con conflicto residual en comparación con el control entre uno y tres meses de seguimiento (tasa de mujeres con una decisión contradictoria, RR 0,75; IC del 95%: 0,56 a 0,99; un estudio; 1001 mujeres; evidencia de certeza muy baja).
El conocimiento de todas las opciones se evaluó mediante puntuaciones de conocimiento y elección fundamentada. El efecto de la TDC podría mejorar los conocimientos (las DM variaron entre 0,47 y 1,44 puntuaciones más altas en una escala de 0 a 10; cinco estudios; 2114 mujeres; evidencia de certeza baja) y podría dar lugar a tasas más altas de elección fundamentada (RR 1,24; IC del 95%: 0,95 a 1,63; cuatro estudios; 2449 mujeres; evidencia de certeza baja) en comparación con el control en el seguimiento de uno a tres meses. Estas intervenciones podrían dar lugar a poca o ninguna diferencia en la ansiedad (DM 0,54; IC del 95%: -0,96 a 2,14; escala de 20 a 80; dos estudios; 749 mujeres; evidencia de certeza baja) y en el número de mujeres con preocupaciones acerca del cáncer en comparación con el control a las cuatro a seis semanas de seguimiento (RR 0,88; IC del 95%: 0,73 a 1,06; un estudio; 639 mujeres; evidencia de certeza baja). No se midieron otros desenlaces de la revisión.
Comunicación mejorada acerca de los riesgos sin otros aspectos de la TDC en comparación con el control
De 11 estudios, tres no informaron desenlaces relevantes para esta revisión, y ninguno evaluó la satisfacción con el proceso de TDC. La confianza en la decisión tomada se midió mediante el conflicto de decisión y el arrepentimiento anticipado de participar o no en el cribado. Estas intervenciones, sin abordar los valores y las preferencias, podrían dar lugar a una menor confianza en la decisión en comparación con las estrategias de comunicación habituales a las dos semanas de seguimiento (DM 2,89; IC del 95%: -2,35 a 8,14; Decisional Conflict Scale de 0 a 100; dos estudios; 1191 mujeres; evidencia de certeza baja). Podrían dar lugar a un mayor arrepentimiento anticipado si se participa en el cribado (DM 0,28; IC del 95%: 0,15 a 0,41) y a un menor arrepentimiento anticipado si no se participa en el cribado (DM -0,28; IC del 95%: -0,42 a -0,14).
Estas intervenciones aumentan los conocimientos (DM 1,14; IC del 95%: 0,61 a 1,62; escala de 0 a 10; cuatro estudios; 2510 mujeres; evidencia de certeza alta), mientras que no está claro si se produce una mayor tasa de elección fundamentada en comparación con las estrategias de comunicación habituales en el seguimiento de dos a cuatro semanas (RR 1,27; IC del 95%: 0,83 a 1,92; dos estudios; 1805 mujeres; evidencia de certeza baja). Estas intervenciones dan lugar a poca o ninguna diferencia en la ansiedad (DM 0,33; IC del 95%: -1,55 a 0,99; escala de 20 a 80) y la depresión (DM 0,02; IC del 95%: -0,41 a 0,45; escala de 0 a 21; dos estudios; 1193 mujeres; evidencia de certeza alta) y a menor preocupación por el cáncer en comparación con el control (DM -0,17; IC del 95%: -0,26 a -0,08; escala de 1 a 4; un estudio; 838 mujeres; evidencia de certeza alta). No se midieron otros desenlaces de la revisión.
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