Yoga para el dolor lumbar crónico inespecífico

Mensaje clave

En el caso de las personas con dolor lumbar crónico sin causa conocida (lumbalgia crónica inespecífica), tras tres meses haciendo o no yoga, el yoga probablemente sea mejor que no hacer ejercicio para mejorar el dolor y la función relacionada con la espalda, aunque la mejoría es pequeña.

Es probable que haya poca o ninguna diferencia entre el yoga y otro tipo de ejercicios centrados en la espalda para mejorar la función relacionada con la espalda, pero se desconocen las diferencias entre el yoga y otros ejercicios para mejorar el dolor.

El dolor de espalda fue el efecto perjudicial notificado con más frecuencia en los ensayos de yoga. El riesgo de daños fue mayor con el yoga que sin él, pero similar en el caso del yoga y otros ejercicios. Nada parece indicar que el yoga se asociara con un riesgo de daños graves.

¿Qué es el dolor lumbar inespecífico?

El dolor lumbar es un problema de salud frecuente. En muchos casos, no se conoce la causa del dolor y se denomina dolor de espalda «inespecífico». En algunas personas el dolor puede prolongarse durante tres meses o más, y en ese momento se denomina «crónico». El dolor lumbar inespecífico suele tratarse con analgésicos sin receta y ejercicio, y no requiere cirugía ni otros procedimientos invasivos. El yoga se utiliza a veces para ayudar a tratar o controlar el dolor lumbar.

¿Qué se quería averiguar?

Se quiso averiguar si el yoga mejora la función (por ejemplo, la capacidad de caminar, de hacer labores domésticas, de vestirse), el dolor y la calidad de vida asociados al dolor lumbar.

¿Qué se hizo?

Se buscaron en las bases de datos médicas ensayos clínicos que compararan prácticas de yoga con posturas físicas (a menudo llamadas «hatha yoga») con cualquier otro tratamiento, con un falso yoga (simulado) o con ningún tratamiento en adultos (de 18 años o más). También se incluyeron ensayos que compararan el yoga junto con otros tratamientos versus los otros tratamientos solos.

¿Qué se encontró?

Se incluyeron 21 ensayos con 2223 participantes. Se realizaron diez ensayos en Estados Unidos, cinco en India, dos en el Reino Unido y uno en Croacia, Alemania, Suecia y Turquía. La mayoría de participantes fueron mujeres de entre 40 y 60 años.

Resultados clave

Ningún ensayo comparó el yoga con un falso yoga.

Diez ensayos compararon el yoga con no realizar ejercicio, que incluyó la atención habitual, terapia diferida con yoga o educación (p.ej. folletos y conferencias). Seis ensayos compararon el yoga con el ejercicio centrado en la zona lumbar o programas similares de ejercicios. Cinco ensayos compararon el yoga, ningún ejercicio y otra forma de ejercicio.

A los tres meses, hubo evidencia de calidad baja a moderada de que el yoga fue ligeramente mejor que no hacer ejercicio para mejorar la función y el dolor de espalda, pero las diferencias no fueron lo suficientemente importantes para la persona con dolor lumbar. Hubo evidencia de calidad baja de una mayor mejoría clínica con el yoga. Hubo evidencia de calidad moderada de una ligera mejoría en la calidad de vida física (capacidad de ser activo) y mental (problemas emocionales) y evidencia de calidad baja de poca o ninguna mejoría en la depresión.

A los tres meses, hubo evidencia de calidad moderada de una diferencia escasa o nula entre el yoga y otros tipos de ejercicio para mejorar la función de la espalda. La evidencia fue de muy baja calidad en el caso de los efectos sobre el dolor a los tres meses y continúa si conocerse si existe alguna diferencia entre el yoga y otros ejercicios para el dolor. La evidencia también fue de muy baja calidad para la mejoría clínica y los cambios en la calidad de vida física y mental.

El efecto perjudicial comunicado con más frecuencia en los ensayos fue un aumento del dolor lumbar. Hubo evidencia de calidad baja de que el riesgo de efectos perjudiciales fue mayor con el yoga que con no hacer ningún ejercicio, y hubo evidencia calidad baja de que el riesgo de efectos perjudiciales fue similar entre el yoga y el ejercicio centrado en la zona lumbar. Ninguno de los ensayos informó de que el yoga estuviera asociado a un riesgo de efectos secundarios graves.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

Debido a que no se encontraron ensayos que compararan el yoga con el falso yoga, no es posible saber cómo afectaría el yoga al dolor lumbar si las personas no supieran que están haciendo yoga. Los participantes de todos los ensayos eran conscientes de si estaban practicando yoga o no, y este hecho podría haber influido en su interpretación de si el dolor lumbar había cambiado. Además, algunos ensayos fueron muy pequeños, había pocos ensayos en algunas comparaciones, y los ensayos en algunas comparaciones tuvieron resultados incongruentes. Por ello, se disminuyó la calificación de la calidad de la evidencia a moderada, baja o muy baja.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

La evidencia está actualizada hasta agosto de 2021.

Conclusiones de los autores: 

Hay evidencia de certeza baja a moderada de que el yoga comparado con no hacer ejercicio resulta en mejorías ligeras y clínicamente no importantes en la función y el dolor relacionados con la espalda. Probablemente haya poca o ninguna diferencia entre el yoga y otros ejercicios relacionados con la espalda con respecto a la función relacionada con la espalda a los tres meses, aunque sigue siendo incierto si existe alguna diferencia entre el yoga y otros ejercicios con respecto al dolor y la calidad de vida. El yoga se asocia con más eventos adversos que no hacer ejercicio, pero podría tener el mismo riesgo de eventos adversos que otros ejercicios. A la luz de estos resultados, la decisión de utilizar el yoga en lugar de no hacer ejercicio o de otro ejercicio podría depender de la disponibilidad, el coste y la preferencia del participante o del profesional. Dado que ninguno de los estudios tuvo cegamiento y que tenían un alto riesgo de sesgo de realización y detección, es poco probable que las comparaciones con cegamiento encuentren un beneficio clínicamente importante.

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Antecedentes: 

El dolor lumbar inespecífico es una afección frecuente y potencialmente incapacitante que, por lo general, se trata mediante el autocuidado y medicación sin receta. Para el dolor lumbar crónico, las guías actuales recomiendan el tratamiento con ejercicios. El yoga es un ejercicio de cuerpo-mente usado en ocasiones para el tratamiento del dolor lumbar inespecífico.

Objetivos: 

Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales del yoga para el tratamiento del dolor lumbar crónico inespecífico en adultos, en comparación con el falso yoga, ningún tratamiento específico, una intervención mínima (p.ej. educación) u otro tratamiento activo, centrado en el dolor, la funcionalidad, la calidad de vida y los eventos adversos.

Métodos de búsqueda: 

Se utilizaron los métodos exhaustivos estándares de búsqueda de Cochrane. La última fecha de búsqueda fue el 31 de agosto de 2021, sin restricciones de idioma ni estado de publicación.

Criterios de selección: 

Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados de yoga en comparación con el falso yoga, ninguna intervención, cualquier otra intervención y el yoga añadido a otras terapias.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los métodos Cochrane estándar. Los desenlaces principales fueron: 1. función específica de la espalda, 2. dolor, 3. mejoría clínica, 4. calidad de vida física y mental, 5. depresión y 6. eventos adversos. El desenlace secundario fue 1. la incapacidad laboral. Se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia de los desenlaces principales.

Resultados principales: 

Se incluyeron 21 ensayos (2223 participantes) de Estados Unidos, India, Reino Unido, Croacia, Alemania, Suecia y Turquía. Los participantes fueron reclutados en entornos clínicos y comunitarios. La mayoría eran mujeres de entre 40 y 60 años. La mayoría de los ensayos usaron las variantes de yoga iyengar, hatha o viniyoga. Los ensayos compararon el yoga con un control sin ejercicio que incluía la lista de espera, la atención habitual o la educación (10 ensayos) con: el ejercicio centrado en la espalda como la fisioterapia (cinco ensayos); con controles con y sin ejercicio (cuatro ensayos); con ningún ejercicio o con otro ejercicio de mente y cuerpo (qigong) (un ensayo); y yoga más ejercicio con el ejercicio solo (un ensayo). Un ensayo que comparó el yoga con el ejercicio fue un programa residencial intensivo de una semana y se analizó por separado. Los riesgos de realización y de detección fueron altos en todos los ensayos porque no se ocultó el tratamiento a los participantes ni a los profesionales, y los resultados fueron autoevaluados.

No se encontraron ensayos que compararan el yoga con un falso yoga.

La evidencia de certeza baja de 11 ensayos mostró que podría haber una pequeña mejoría clínicamente insignificante en la función específica de la espalda con el yoga (diferencia de medias [DM] -1,69, intervalo de confianza [IC] del 95%: -2,73 a -0.65 en el Roland-Morris Disability Questionnaire [RMDQ] de 0 a 24 puntos, menor = mejor, diferencia mínima clínicamente importante [DMCI] 5 puntos; 1155 participantes). Además, evidencia de certeza moderada de nueve ensayos mostró una mejoría clínicamente insignificante en el dolor (DM -4,53, IC del 95%: -6,61 a -2,46 en una escala de 0 a 100, 0 sin dolor, MCID 15 puntos; 946 participantes) en comparación con no hacer ningún ejercicio a los tres meses. Evidencia de certeza baja de cuatro ensayos mostró que podría haber una mejoría clínica con el yoga (razón de riesgos [RR] 2,33; IC del 95%: 1,46 a 3,71; evaluado según la calificación de los participantes de que el dolor de espalda mejoró o se resolvió; 353 participantes). La evidencia de certeza moderada de seis ensayos mostró que probablemente mejore la calidad de vida física y mental (física: DM 1,80; IC del 95%: 0,27 a 3,33 en el formulario breve de 36 ítems [SF-36] de la escala de salud física [physical health scale], mayor = mejor; mental: DM 2,38, IC 95% 0,60 a 4,17 en el SF-36 de la escala de salud mental [mental health scale], mayor = mejor; ambos 686 participantes). Evidencia de certeza baja de tres ensayos mostró poca o ninguna mejoría en la depresión (DM -1,25, IC del 95%: -2,90 a 0,46 en el Beck Depression Inventory, menor = mejor; 241 participantes). Hubo evidencia de certeza baja de ocho ensayos de que el yoga aumentó el riesgo de eventos adversos, principalmente el aumento de la lumbalgia pasados seis a 12 meses (RR 4,76; IC del 95%: 2,08 a 10,89; 43/1000 con yoga y 9/1000 sin ejercicio; 1037 participantes).

En el caso del yoga comparado con los controles de ejercicios centrados en la espalda (ocho ensayos, 912 participantes) a los tres meses, se encontró evidencia de certeza moderada de cuatro ensayos para poca o ninguna diferencia en la función específica de la espalda (DM -0,38; IC del 95%: -1,33 a 0,62 en el RMDQ; menor = mejor; 575 participantes) y evidencia de certeza muy baja de dos ensayos de poca o ninguna diferencia en el dolor (DM 2,68; IC del 95%: -2,01 a 7,36 en una escala de 0 a 100; menor = mejor; 326 participantes). Se encontró evidencia de certeza muy baja de tres ensayos de ninguna diferencia en la mejoría clínica evaluada como la calificación de los participantes de que la lumbalgia mejoró o se resolvió (RR 0,97; IC del 95%: 0,72 a 1,31; 433 participantes) y evidencia de certeza muy baja de un ensayo de poca o ninguna diferencia en la calidad de vida física y mental (física: DM 1,30; IC del 95%: -0,95 a 3,55 en el SF-36 de la escala de salud física, mayor = mejor; mental: DM 1,90, IC 95% -1,17 a 4,97 en el SF-36 de la escala de salud mental, mayor = mejor; ambos 237 participantes). Ningún estudio notificó depresión. La evidencia de certeza baja de cinco ensayos mostró que hubo poca o ninguna diferencia entre el yoga y el ejercicio en cuanto al riesgo de eventos adversos pasados seis a 12 meses (RR 0,93; IC del 95%: 0,56 a 1,53; 84/1000 con yoga y 91/1000 con ejercicio sin yoga; 640 participantes).

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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